¿La comida sana puede también ser rica?
Impulsados por la tendencia a la healthy food, proliferan en la Ciudad los cursos de cocina bio.
Treinta alumnos, hombres y mujeres de todas las edades, anotan con atención los ingredientes en sus recetarios improvisados. “Dos tazas y media de trigo sarraceno, media de aceite de oliva extra virgen, dos cuadradas de semillas, agua filtrada…”, enumera la profesora, previo a amasar una focaccia sin gluten. “¿Puedo agregarle harina de garbanzo?”, pregunta una señora. “¿Y si le sumo una pizca de cúrcuma y pimienta?”, acota un señor, que minutos antes había contado que estaba sin su esposa porque ella todavía no se animó al cambio. El encuentro se titula “clase de consciente” y busca contagiar a las personas la importancia de comer saludable, digerir mejor y vivir con menos enfermedades.
Silvina Premmurti
“Según lo que comés, es como estás. Y, afortunadamente, cada vez se presta más atención a lo que nos llevamos a la boca. Muchos vienen a conocer nuevas técnicas porque la llamada healthy food se volvió una moda. Pero también hay una gran mayoría que se suma en busca de salud. Hasta los médicos se interesan en esto”, cuenta Silvina Premmurti, quien lleva más de 30 años en el camino de la alimentación vegetariana y combina diferentes técnicas: macrobiótica, raw food, dieta ayurvédica y fermentos naturales.
Además de la masa madre, los panqueques para celíacos, los dips y aderezos, la chef da una introducción en huerta orgánica, trofología e higienismo y manejo de la clorofila. La cita es el segundo sábado de cada mes en el barrio de Palermo, aunque también está en zona sur y en provincias. “Mi propósito es brindar las herramientas necesarias para que cada uno pueda adaptar su plato hacia un camino más beneficioso, sin volverse locos por conseguir tal o cual cereal. Mejorar la alimentación es actuar como alguien que se ama más”, reflexiona Premmurti.
Pedro Lambertini
La misma atmósfera se percibe en el salón del restaurante Bío Sólo Orgánico (Humboldt 2192), donde Alejandra Pais dicta todos los jueves a la tarde el seminario de “cocina bio”. En dos horas se preparan recetas aptas para veganos, 100% libres de trigo y que se pueden conservar en la heladera para acompañar las viandas de la semana. Los productos utilizados son de estación y sin pesticidas. En la mesa se presentan variedades de cereales integrales, legumbres, semillas, frutos secos y leches vegetales. “En los últimos años se ha perdido el sentido de lo que es alimentarnos. Hoy se come para llenarse la panza y no para nutrirse el cuerpo. Cuánto más rápido, fácil y empaquetado, mejor. Pero perdemos de vista que de ahí provienen las enfermedades”, resalta Pais, que en las aulas está en contacto con diabéticos, celíacos, alérgicos y pacientes oncológicos. “Inclusive, recibimos a cocineros profesionales que no recibieron este tipo de formación”, señala.
Algunos de los platos más pedidos -que preparan y degustan en vivo- son risotto de quinoa con hongos y hamburguesa veggie de nuez, girasol y vegetales. “Aunque algunos ingredientes suenen extraños, se trata de una cocina noble que siempre sale bien. Uno puede combinar y armar su propia versión. Eso es lo lindo. Además de entender que la comida es nuestro gran combustible”, reflexiona Pais.
Curso de cocina bio con Alejandra Pais FOTO GERMAN GARCIA ADRASTI
Otro que transforma el restó en una escuelita es Pedro Lambertini, que este mes celebra cinco años de enseñanzas ininterrumpidas por todo el país. En la Ciudad, pisa fuerte dos veces al mes en Mooi (Cuba 1895), con grupos reducidos y temarios que nunca se repiten. El último fue “panes integrales” y, el próximo (este miércoles 21), será “súper alimentos”. “Vamos a hablar del tofu, la chía, las cerezas goji, la maca; eso aplicado al almuerzo y la cena de todos los días. En los descansos doy datos útiles y hago pasar a alguien para que me ayude con la preparación. Se genera una energía muy linda”, describe el especialista, y anticipa la fórmula vegana con la que deleitará a sus discípulos: nituke de tofu con vegetales, compuesto por kale, zanahoria, verdeo chino, pimientos rojos y chauchas. “Me gusta utilizar productos de mi huerta. Saber de dónde vienen los alimentos es muy importante”, asegura, aunque a veces se pone el delantal de la abuela y prepara comidas convencionales.
Por ejemplo, en breve repetirá “pastelería”, básica y convencional: “Mi desafío es enseñarle al público a comer mejor. De ahí, las diferentes opciones. Sin ir más lejos, yo como de todo, aunque desde chico consumo poca carne. Pero en la gastronomía hay mucho por explotar y si se puede hacer más natural, bienvenido sea”, cierra Lambertini.
Silvina Premmurti
Datos útiles
- Silvina Premmurti da clases todos los fines de semana del año. Una vez en Palermo, una en Lomas de Zamora y dos veces en el interior. Son cinco horas de teórico/práctico; el precio es de $1200 por encuentro. También, ofrece módulos online. www.silvinapremmurti.com.
- Alejandra Pais está todos los jueves de 18 a 20 hs con su master class de “cocina bio” en Bio Sólo Orgánico, el primer restaurante de Argentina que obtuvo esa certificación. Queda en Humboldt 2192, Palermo. Mes completo: $2.000. Tel: 4774-3880.
- Pedro Lambertini se presenta dos veces al mes de 19 a 22 hs en el restó Mooi, Cuba 1895. Lleva vegetales de su propia huerta. Un encuentro $750, dos $1250. Inscripciones: clases@pedrolambertini.com.ar.
Rocío Engsfeld
La chica que es furor en Instagram
A los 15, Rocío Engstfeld descubrió en unos chequeos de rutina que tenía elevados los niveles de colesterol en sangre. Sus médicos le aconsejaron que cambiara sus hábitos de alimentación porque la situación podía empeorar. Ella no se acobardó y metió manos en la masa, creando sus propias “fórmulas healthy”. Después de mucha prueba y error y de compartirlo con los íntimos, se dio cuenta que su ejemplo podía ayudar a otros y así nació la cuenta de Instagram @eatcleanok, una comunidad que roza los 300 mil seguidores. Y a fines de 2016, llegó su primer libro: Eat Clean, de editorial Planeta.
“Me pone muy feliz poder contagiar a las personas a que inicien un estilo de vida más saludable. En mí todo se dio de una manera muy espontánea y quizá hoy me encuentro dándole consejos a una mujer de 70 años”, se sorprende a cada paso la joven, que también es estudiante de Nutrición. Y agrega: “Ya he dado clases de cocina con la ayuda de mi mamá y planeo retomarlas muy pronto”.
Link a la nota: http://entremujeres.clarin.com/entremujeres/rincon-gourmet/comida-sana-puede-rica_0_BJliEsKjx.html
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