Al aire libre: las mejores propuestas gastronómicas para festejar el inicio de la primavera
Terrazas, rooftops y decks para disfrutar de la nueva estación al máximo. Las propuestas de Guía Oleo
La primavera arrancó con lluvia, pero a no desanimarse y a comenzar a planear con todo los días lindos que tenemos por delante. Por eso, Guía Oleo acerca las mejores propuestas con terrazas y espacios abiertos para disfrutar a pleno de una de las estaciones más esperadas del año.
Alaire está ubicado en pleno Palermo, un poco alejado del corazón del Soho pero dentro del circuito de hermosos bares de la zona. Con una propuesta ideal para aprovechar en los días lindos, este lugar ofrece un deck semiabierto y una terraza, ambos imperdibles. Es un espacio sugerido
para desayunos y brunch, ¡también para limonada y cerveza!
Fifí Almacén es una propuesta saludable de Palermo Soho. Es un espacio con aire relajado y hipster, donde la comida orgánica es la gran protagonista. Cuenta con mesitas afuera y opciones veganas y vegetarianas. Además, allí se pueden adquirir productos orgánicos para llevar y cervezas artesanales.
Rusticana es un bar de picadas de Villa Crespo, ideal para reunirse con grupos de amigos, parejas y/o familia. Se trata de una propuesta gastronómica simple, con productos seleccionados, algunos productos son traídos directamente desde la patagonia. También ofrecen pizzas caseras,
En pleno Recoleta, está Buller, especialista en elaboración artesanal de cervezas por lo que promete un producto original y tradicional, con sabores únicos. En este lugar la cerveza, tan aclamada por todos especialmente durante la primavera y el verano, puede ser maridada con
En el corazón de Cañitas, Antares –uno de los espacios en donde reina la cerveza artesanal en variadas propuestas- te espera con una terraza ideal para disfrutar en los días lindos que están por venir y disfrutar de la primavera en todo su esplendor. La propuesta se completa con tapas,
picadas, cocina centroeuropea y las clásicas y conocidas papas Antares.
¿Conocés otros lugares para disfrutar esta primavera? Dejanos tu reseña en Guía Oleo.
Link a la nota: http://www.infobae.com/tendencias/nutriglam/2017/09/22/al-aire-libre-las-mejores-propuestas-gastronomicas-para-festejar-el-inicio-de-la-primavera/
Tomar vino puede ser una tarea compleja pero existen muchas pistas para que hacerlo no sea tampoco una misión imposible.
No ser sommelier pero tener la capacidad, y la autoridad, de juzgar un vino como bueno o malo, ¿es posible? Los argentinos se animan a jugar. Ahora bien, ¿cómo saber si se está o no ante un buen vino? La tarea puede ser difícil pero no imposible. Al menos así lo aseguran los expertos. “Es muy sencillo. No hay que tener gran experiencia. Cuando uno toma un vino, su color es agradable y al colocarlo en boca le dan ganas de tomar un segundo sorbo, sin dudas, ese es un excelente vino”, afirma Rodolfo Griguol, Gerente de Enología de Bodega La Riojana. En su opinión, la cuestión perceptiva tiene la relevancia suficiente para que cualquier tomador pueda dar su propia definición. “Si alguien no sabe de vino es necesario que pruebe mucho para poder aprender”, aconseja Marina Beltrame, directora de la Escuela Argentina de Sommeliers.
Ahora bien, al mismo tiempo que definen lo subjetivo como máxima absoluta, los expertos también dan algunas pautas. “Hay ciertos indicios que nos permitirán tener una primera intuición sobre cómo es un vino y eso tiene que ver con la región de la que este proviene, el rendimiento del viñedo (en vitivinicultura a mayor rendimiento de la planta, menor la calidad del vino), el terroir y el tiempo de guardado en barricas”, indica Diego Di Giacomo, sommelier, enólogo y director de De Vinos y Vides.
Marina Beltrame aporta algunas otras definiciones previas que también ayudan: “Hay que saber que cada cepa tiene sus características fundamentales. Por ejemplo, el Malbec siempre va a ser, en teoría, más redondo y suave que un Cabernet Sauvignon, que se caracteriza por ser más duro. Si se busca algo más suave que el Malbec, el Pinot Noir suele ser la cepa indicada. Y luego tener presente que un Syrah se encontrará más cerca de un Malbec y un Merlot será más parecido a un Cabernet Sauvignon”.
Con tres de los cinco sentidos
Tres serían, para los sommeliers, los sentidos clave a través de los que degustar un vino:
Vista: “Sólo a través de los ojos es imposible determinar si un vino es bueno o no. Mucho menos con la botella cerrada. Pero hay que saber que cuanto más rojo, más joven será el vino y a más anaranjado, más añejo”, dice Diego Di Giacomo.
Olfato: “Lo ideal es hacer una primera olfación con el vino quieto e ir haciendo el ejercicio de ver qué sensación me da a la nariz. Hay que darse el tiempo para ir desarrollando la memoria olfativa”, sugiere Marina Beltrame.
Gusto: “Uno puede sentir que al ponerse el vino en boca este está muy áspero o agresivo. Eso va a significar que ese vino está “muy tánico”. Por eso es que se dice que el tiempo de guardado que un vino tenga en barrica es lo que determina su calidad. En la barrica los taninos suelen unirse con los componentes que va cediendo la madera, de acuerdo al tostado que esta tenga, y oxigenándose haciendo que estos vayan volviéndose más suaves y dulces”, dice Rodolfo Griguol. Y Marina Beltrame agrega: “Hay algo a lo que llamamos el final de boca, que tiene que ver con la sensación que un vino deja en el interior de la boca una vez que se terminó de tomarlo. Si hay persistencia, querrá decir que hay un trabajo mayor”, define.
Pese a las instrucciones, los sommeliers aseguran que el mejor de los consejos es el de la prueba y el error. “El vino es terriblemente subjetivo porque, en definitiva, el vino son momentos y detalles como la hora del día en la que se lo toma o la compañía. Mi consejo es nunca quedarse con una sola cepa o marca sino investigar. Los vinos cambian muchísimo de una cosecha a la otra y no quedará otra que ir deleitándose con la posibilidad de que cada descorche nos presente un escenario totalmente nuevo de sensaciones”, concluye Di Giacomo.
Link a la nota: http://noticias.perfil.com/2017/09/19/pautas-para-tomar-vino-como-lo-haria-un-sommelier/
La feria de alimentos saludables y gourmet estará en Parque Chacabuco el sábado y el domingo de 10 a 18 horas. La entrada es libre y gratuita.
Buenos Aires Market visitará Parque Chacabuco el próximo sábado 23 y domingo 24 de septiembre de 10 a 18 horas. Con entrada libre y gratuita, el punto de acceso será Av. Asamblea y Emilio.
La feria tendrá más de 60 puestos de productores y un patio de comidas con stands de restaurantes y chefs. Además, contará con un amplio sector dedicado exclusivamente a los niños con juegos y entretenimientos.
LOS IMPERDIBLES
Estos son los recomendados de Planeta Joy para este fin de semana:
-Arytza estará presente en Parque Chacabuco con todos sus aderezos. Entre ellos, tres novedades: Pimentón, mostaza sin sal y chimichurri hot.
-En Cocina Inquieta vas a encontrar una de las opciones veggies del patio de comidas. Se trata del sándwich de vegetales grillados, espuma de zanahoria y queso brie, con papas rústicas.
-¿Buscás una vida más saludable? En el stand de BeePure podés comprar azúcar mascabo, una opción menos procesada que la tradicional.
-Sugar & Spice llevará a Buenos Aires Market una excelente opción para la hora de la merienda, el budín Súper Chocolate. Es de chocolate, tiene pedazos de chocolate y viene con un baño de chocolate para colocar al momento de comerlo.
-Tancat llevará al patio de comidas un típico plato español, la tortilla. La preparan en el momento y podés pedirla con cebolla y chorizo colorado.
-En su stand, Puerto Blest tendrá variedad de café de origen: Honduras, Brasil, Colombia, Nicaragua y Guatemala.
-Platón es un clásico del patio gastronómico de Buenos Aires Market. Al igual que si piadina con prosciutto y rúcula, ideal para este fin de semana.
-¿Te gustan los sabores jugados? Pasá por el puesto de Allá para acá y llevate un queso reblochon de Fermier.
-Una de las novedades de esta edición de Buenos Aires Market es Yolas, las paletas de helado de Chungo. No te pierdas la de cheesecake con frutos rojos.
-En el stand de Gauchitas vas a encontrar variedad de snacks. Te recomendamos las papas con pimienta.
Una mezcla picante de especias y hierbas, acompañada con arroz y pan. Encontrar dónde comer el plato asiático que cautivó a los británicos en la India es una misión posible en Buenos Aires.
Por Eleonora Biaiñ / Fotos de Sol Santarsiero
MUMBAI
Cuando Mohammad Hazrat viaja a Nueva Delhi tiene la misión de ir al mercado de especias de la ciudad vieja. Allí, en la calle Chandni Chowk, se venden al por mayor no solo condimentos, sino también frutos secos, hierbas, arroz y té. Para los curiosos de la gastronomía resulta una atracción turística porque el mercado funciona desde el siglo XVII, está cerca del Fuerte Rojo (declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco) y de la mezquita Fatehpuri Masjid. "En ese lugar compramos las especias porque las encuentro más sabrosas y aromáticas que las que se consiguen en Buenos Aires", explica Mohammad (32), quien hace 12 años llegó para trabajar en Mumbai.
"En mi familia somos varios los cocineros. Mi tío materno tiene un pequeño restaurante en Delhi; mi hermano mayor vino hace 25 años para la apertura de Katmandú (que funcionó en la calle Córdoba); mi otro hermano abrió Mumbai y luego Delhi Mahal, una sucursal del primero. Yo trabajé en Bengal durante siete años hasta hacerme cargo de este restaurante", dice Mohammad, y cuenta que aunque estudió para chef en una escuela de hotelería de Nueva Delhi, aquí está en la caja y el servicio.
En Mumbai ofrecen 28 tipos de curries; la mitad, vegetarianos. Los hits son Karai Ghost de cordero, con pimiento, ajo y cebolla de verdeo ($235); Ghost Saag Wala, también de cordero, con azafrán y espinaca ($235), y Tikka Masala, supersabroso, de pollo marinado en yogur y asado en el horno de barro tandoor ($230): una delicia que se come hasta raspar la cazuela. Los curries se acompañan con arroces (desde $40) y panes naan (finitos, esponjosos) de ajo, menta, manteca, queso o sésamo hechos en tandoor (desde $35).
En Argentina, explica Mohammad, no es costumbre comer comidas picantes o con muchos condimentos; por eso, en Mumbai elaboran curries suaves para que les gusten a la mayoría de los comensales: "Usamos todos los condimentos básicos como la manteca clarificada (ghee), yogur natural, comino, cúrcuma, clavo de olor y cardamomo, pero regulamos el picante a pedido del cliente". Su familia se especializó en cocinar para los argentinos desde hace bastantes años, pero Mohammad no pierde la curiosidad, y le gusta entrar a la cocina y pedir al chef variaciones de los platos cuando van hindúes o viajeros que estuvieron en la India y preguntan por alguno en especial. "Si no está en la carta, podemos hacerlo en el momento".
HONDURAS 5684
CLUB LA NACIÓN
TODOS LOS DÍAS DE 19.30 A LA MEDIANOCHE
4775-9791
FACEBOOK.COM/MUMBAI.BAIRES
******
MASH
Mash abrió hace ocho años sobre la calle México, en San Telmo, pero desde hace poco más de 12 meses funciona en un local sobre Defensa. Abre de noche y pareciera ser el comedor de una casa. "Podría ser una extensión de nuestro living por nuestra informalidad, porque somos del barrio y porque gran parte del mobiliario era el de la casa de mi abuela", confiesa Gustavo Lozano, nacido en La Plata, doctor en Física e investigador, a cargo del servicio de Mash. En la cocina, mientras tanto, está el inglés Martyn Scource, de Dorset, quien proviene de una familia gastronómica y se considera "porteño", aunque llegó a la Argentina en 1999. Ambos son dueños de esta Curry House de estilo británico.
Ambos definen su negocio como una cocina de fonda, precursora de la oferta de monoproducto, "antes de que estuviera de moda en Palermo", con una oferta de 12 curries, postres y bebidas. Cuando hace la comanda de un curry, Gustavo (52) aclara el nivel de picante que pide el cliente, pero también anota si este es extranjero o local, dos datos que en la cocina tienen un código de interpretación. "En el último tiempo, la gente que sale a comer en Buenos Aires está mucho más permeable a probar sabores diferentes, pero al picante, en general, se le tiene pavor", aclara. "Si un francés quiere un curry como se sirve en Tailandia, seguramente será mucho más picante que el que le servimos a un argentino".
Los platos son de la India, Tailandia, Camboya; y algo que resulta muy interesante es que, según la receta, se puede elegir la carne o la versión vegetariana. En conjunto representan la variedad de sabores que los ingleses y otros pueblos europeos importaron de aquellos sitios en los que metieron sus narices. "Los británicos sistematizaron el proceso de elaboración del curry, simplificando el preparado de las mezclas. El más popular en la isla es el Chicken Tikka Masala ($245) con pollo, salsa de tomates, crema y la mezcla de especias Garam Masala", explica Lozano. ¿Otros para probar? Con más o menos picante, son ricos y abundantes: el Kashmiri, de origen indio con ananá, coco y crema (desde $225) y el Thai Green, curry verde con leche de coco, cilantro y albahaca (desde $225). El pedido viene con arroz basmati, pan estilo naan (plano pero con levadura) y un plus fundamental: la calidez de sus anfitriones que encontraron en un plato picante y sabroso la identidad para su restaurante.
DEFENSA 1338, SAN TELMO
MARTES A SÁBADO DE 19.30 A LA MEDIANOCHE
15-6829-6829
FACEBOOK.COM/MASH.SANTELMO
*****
SUDESTADA
Con el objetivo de formarse en los secretos de los sabores del Sudeste Asiático, Leonardo "Leo" Azulay y Estanis Carenzo integraron al staff de su restaurante a un grupo de vietnamitas que vivían en Buenos Aires. Ellos pidieron formalizar el contrato de acuerdo con su costumbre: debía ser de palabra y sus familias tenían que conocerse antes de comenzar el trabajo. "Por supuesto accedimos y logramos una colaboración que duró 10 años", recuerda Azulay (50). El proyecto comenzó en 1999 y en 2005 trascendió fronteras con la apertura de Sudestada Madrid.
Al mediodía, el precio es muy tentador y, entre los platos, se ofrece un curry de pollo y vegetales estilo indio, a base de condimentos secos y suaves ($175, con bebida). Por la noche, la carta es amplia, pero en lo que a curries se refiere es recomendable preguntar a los mozos cuáles se cocinan ese día, porque hay especiales según los productos de estación. Por lo pronto, hay dos fijos de origen tailandés elaborados con productos frescos. Ambos tienen leche de coco como base de cocción y llevan jengibre, raíz de galanga, ajo, cebolla, pimienta blanca, coriandro y comino. El ají fresco y seco aporta el picante. "El curry verde es de gallina y tiene hierbas como cilantro (también su raíz) y hojas de la planta lima kafir que compramos a un proveedor de la comunidad laosiana de Misiones. El curry rojo es de carrillada de vaca, con ajíes secos de Tailandia, hidratados y molidos", explica el cocinero sabio y experto. Ambos ($340) vienen con arroz, un ingrediente que equilibra el bocado.
"El picante es una sensación que perdura en la boca y, para neutralizarlo, se necesita arroz o pan; algo que pueda diluir las grasas, porque el picante es liposoluble. Una bebida alcohólica fuerte cumple esa función, como el aguardiente; de lo contrario, una cerveza, que refresca y no compite con el alimento. Para acompañar el curry también podés elegir un vino con cuerpo o un trago", aporta Leo. Con la bebida elegida y el arroz, la experiencia no falla: vale la pena porque son verdaderamente ricos y auténticos.
Comer curry para este cocinero es la experiencia más natural, porque desde hace 17 años que los cocina. "Pero cuando empezamos con la cocina del Sudeste Asiático nos dimos cuenta de que para entenderla íbamos a tener que dedicarnos bastante, y eso lo logramos después de 15 años. Ahora podemos decir que nuestra idea no fue una moda pasajera", dice Azulay. Si hay en Buenos Aires un entendido en los sabores de esa región, ese es Leo.
FITZ ROY Y GUATEMALA, PALERMO
LUNES A JUEVES DE 12 A 15.30 Y DE 20 A 24. VIERNES Y SÁBADO DE 12 A 15.30 Y DE 20 A 1
4776-3777
FACEBOOK.COM/SUDESTADABA
*****
OPIO GASTRO PUB
Luego de viajar por Katmandú y Nepal, Diego Rizzi (40) se reencontró con el guía que había conocido en Nueva Delhi, un taxista que en su última noche de estadía en la India lo invitó a cenar con su familia a una villa en las afuera de la ciudad. "Fui con la desconfianza que se tiene a lo desconocido, pero al rato logré relajarme y disfrutar del banquete que habían preparado para los vecinos e invitados", recuerda. "Estábamos en una calle de tierra, con una cocina a leña, y la mujer del taxista, muy amablemente, me enseñó a cocinar el curry de pollo en un recipiente de barro. Fue lo mejor del viaje".
Para explicar qué es un curry, el cocinero -ex dueño de Blanch, por cinco años- hace una analogía con una comida que todos conocemos. "Es como un guiso, un estofado, pero con otros condimentos. Y la base es una pasta en la que se realiza la cocción", sintetiza. "Los martes que no abrimos al público, lo dedicamos a hacer esas salsas; los viernes venimos temprano y repetimos la operación".
La voz inglesa curry deriva de las palabras karib, "picante" en hindi, y kari, "salsa" en tamil; los ingleses las tomaron para denominar no solo la mezcla de especias, sino también el plato. Hay curries amarillos, verdes y rojos, según los ingredientes que le dan color. En general, se preparan con productos frescos como carne, verduras, hierbas, y también pueden agregarse otras especias, manteca clarificada o yogur, chile seco, fresco o una combinación de ambos. Una cocción larga o corta, según el país, la región o la costumbre.
En Opio se sirve en platos típicos de la cocina callejera del Sudeste Asiático, la mayoría picantes, entre ellos, curry. Además, hay sándwiches, sopas, snacks y postres. Pero no se hacen al aire libre, sino en un galpón convertido en un agradable salón con cocina a la vista. Los curries son cinco: de estilo hindú, el amarillo de pollo ($170), el de cerdo ($185) y el verde de espinaca ($160); los tailandeses de pescado y coco ($180), el rojo de langostinos y leche de coco ($190). El pedido sale con arroz.
Viajar, comer y cocinar es una experiencia integral, dice Diego, la cual se traduce en los platos que ofrece Opio desde 2015. "Después de mi viaje a los países del Sudeste Asiático, esta comida es la que quise hacer". Una buena opción fuera del formato food truck de cocina callejera, realizada con ingredientes de calidad, que se suma a los locales que ofrecen este tipo de comida, que es tendencia en el mundo y en Buenos Aires.
HONDURAS 4415, PALERMO
MIÉRCOLES A SÁBADO DE 20 A 2
15-5751-1875
FACEBOOK.COM/OPIO.GASTROPUB
Link a la nota: http://www.lanacion.com.ar/2045152-donde-comer-curry-en-buenos-aires