lunes, 2 de septiembre de 2019

La Nación - Vinos - Un paraíso biodinámico en el Valle de Traslasierra

Un paraíso biodinámico en el Valle de Traslasierra

Un seductor plato de ravioles rellenos de remolacha y queso, acompañados por un vino tinto que armonizaba el plato por su inconfundible y deliciosa acidez, y un cuenco de aceite para meter el rico y crocante pancito. Esto sucede en una mesa de robusta madera en una galería con un horno de barro y un disco de hierro. Detrás de la mesa hay un portón de madera con herrajes artesanales que abre el camino a una construcción inspirada en un antiguo casco de estancia protagonizado por muros anchos de adobe, madera y hierro.
Está cayendo la tarde y la vista se pierde primero en los viñedos, la huerta, la caballeriza y más allá la pulpería, mientras que la pared del cerro Champaquí se va tiñendo de colorado y nos regala uno de los paisajes más espectaculares de Traslasierra, Córdoba.
"Si en el calendario dice que es un día fruto, significa que es un día apto para cosechar, ya que la planta está concentrando toda su energía y nutrientes en el fruto", señala Pablo Asef
"Si en el calendario dice que es un día fruto, significa que es un día apto para cosechar, ya que la planta está concentrando toda su energía y nutrientes en el fruto", señala Pablo Asef
Pablo Asef es cordobés y está sentado en la galería de La Matilde, en San Javier. Los ravioles son de remolacha porque según el calendario biodinámico la cosecha del día responde a "raíz", y el queso se elaboró con la leche de las cabras de los corrales. La miel del helado de cedrón fue producida en el lugar. El aceite acaban de prensarlo en una de los campos vecinos de olivos. Y claro, el vino, quedó en manos de uno de los enólogos más reconocidos del país, Matías Michelini, que tomó el desafío de vinificar con los viñedos y el terruño del lugar.
La Matilde nació en 2009, cuando tres amigos de la infancia, Luis Varela, Raúl Mare y Pablo Asef unieron fuerzas para este proyecto que, luego de 10 años, se transformó en uno de los lugares más buscados de Traslasierra. El sueño de estos tres amigos cordobeses era el de sellar una amistad "de toda la vida". Se hizo realidad en este emprendimiento al pie del cerro Champaquí: la Comarca Biodinámica La Matilde, una propuesta de turismo rural que sigue preceptos de sustentabilidad en San Javier. Es una comarca que originalmente comenzó para producir alimentos orgánicos, luego se le sumó la posada, una bodega y un proyecto inmobliliario regido por la leyes biodinámicas. Combina alojamiento, tambo caprino que produce quesos y dulce de leche, cabaña de caballos criollos, viñedos para elaboración de vino orgánico y una huerta biodinámica que va a la mesa del propio restaurante.
La posada, con cada cuarto ambientado con la estética de una casa de campo, se rige también por ser libre de químicos y está certificada como Hotel Verde. Cuenta con 10 habitaciones y fue construida íntegramente en adobe
La posada, con cada cuarto ambientado con la estética de una casa de campo, se rige también por ser libre de químicos y está certificada como Hotel Verde. Cuenta con 10 habitaciones y fue construida íntegramente en adobe
"Adquirimos el campo donde en primera instancia comenzamos con la parte productiva: viñedos, huerta, frutales", explica Asef. "Nuestro objetivo inicial, fue la producción orgánica, pero al poco tiempo nos metimos a investigar y a asesorarnos. Allí surgió la biodinámica como una opción superadora, integradora y espiritual, y no dudamos en abordar firmemente esa convicción", asegura, mientras degusta la última cosecha de su corte de tintas, Esperando los Vientos.
San Javier es un polo de producción orgánica. Un lugar en donde se concentraron productores con conciencia orgánica y por eso, como explica Pablo, les resultó muy fácil conseguir una tierra sana libre de químicos para instalar su producción.
"En el Valle encontramos gente muy generosa. Aquí todos producen en forma orgánica y algunos practican la biodinámica sin estar certificados. Por eso no nos resultó difícil encontrar quienes nos inicien en este camino. Llegamos a Fabián Baumgratz, que fue nuestro asesor fundamental, y luego se sumó Sebastián Iriberri, que continúa en la actualidad asesorando y dirigiendo las tareas en la finca".
Pablo Asef, uno de los responsables de este proyecto apoyado en la biodinámica
Pablo Asef, uno de los responsables de este proyecto apoyado en la biodinámica
La apuesta de su idea principal, la producción orgánica de alimentos, comenzó por la búsqueda de volver a sentir los sabores de la infancia, producir frutos de estación y elaborar derivados de esos alimentos. Cultivan cincuenta mil kilos anuales. Se producen 44 variedades de hortalizas, frutales, y aromáticas certificadas, que las distribuyen a domicilio. Luego, incorporaron la Posada, un lugar para hospedarse, con un restaurante llamado De Adobe que mantiene los conceptos anteriores. La posada, con cada cuarto ambientado con la estética de una casa de campo y una calidez absoluta, se rige también por ser libre de químicos y está certificada como Hotel Verde. Cuenta con 10 habitaciones y fue construida íntegramente en adobe, terminada con pinturas orgánicas a base de caseína de leche y baba de cactus. En el restaurante elaboran los platos con ingredientes propios o de productores vecinos.
-¿Cómo definís el tema biodinámico?
-La biodinámica es un conjunto de saberes desarrollados por Rudolf Steiner, donde define a la finca como un organismo vivo y en donde todo ser viviente tiene un sentido de ser. Integra la influencia lunar y astral, y la energía de la tierra. Rudolf desarrolló un calendario biodinámico para ordenar las tareas, según la posición de la Luna y los astros. Es por eso que hay días para cada tarea fundamental del campo: días para siembra, poda, cosecha. Si en el calendario dice que es un día fruto, significa que es un día apto para cosechar, ya que la planta está concentrando toda su energía y nutrientes en el fruto. De esta forma cosecharemos frutas más sanas, sabrosas y nutritivas.
-¿Cuáles fueron las etapas del proyecto?
-Inicialmente nos concentramos en la parte productiva, luego, trazamos las calles pensando en la atracción turística y construimos la Posada con su restaurante DeAdobe. Hicimos un pequeño loteo de 70 terrenos de 2500m2 donde quienes compran, construyen su casa bajo las normas de bioarquitectura sustentable, ya sea para vivienda o para el turismo.
El horno externo donde cocinan panes, entre otras delicias
El horno externo donde cocinan panes, entre otras delicias
Es que además, el crecimiento de la zona se viene dando sostenido en el tiempo. No hay turista que mientras disfruta del paisaje no sueñe con mudarse allí. Como dice Pablo, "es un lugar muy tentador para vivir sanamente o para vacacionar en cualquier momento del año. Tenemos 300 días de sol y unos de los mejores climas de Córdoba".
El tema del ecosistema social también es fundamental para el concepto que desarrollan. Aquí eso funciona y muy bien, con sus vecinos mantienen una gran armonía, ya que anteriormente el campo se utilizaba para la tala de árboles y venta de leña. "Muy lejos de eso, nuestra mirada se enfocó en reforestar con más de 1000 árboles de especies autóctonas y preservamos el medio ambiente". Además, filtran el agua y la reutilizan para riego. Desde sus comienzos, en La Matilde se emprendió un trabajo donde lo natural y lo humano integran una misma unidad, respetando todos los aspectos de la agricultura biodinámica como método y forma de vida.
La huerta biodinámica provee de materia prima al restaurante
La huerta biodinámica provee de materia prima al restaurante
-¿Cuál es el concepto de las cocciones y del menú del restaurante?
-El menú integra propuestas de comida argentina con productos de la finca y del monte. Utilizamos todo lo que produce la huerta, pero también nuestro bosque nativo. Así, incorporamos corteza de chañar, pimienta de aguaribay, hongos de molle, hinojo silvestre, hoja de quinoa del monte, entre otros. Mónica Cortez, nuestra paisajista, es especialista en la utilización ancestral de las especies nativas, con ella y sus conocimientos vamos innovando en los métodos de cocción y la utilización de estos ingredientes tan especiales. Buscamos que cualquier visitante a nuestro restaurante pueda interpretar el lugar, este pueblito de montaña tan especial, y que disfrute de un plato de comida que concentre los aromas del monte, de la flora autóctona y de la sanidad de nuestra finca.
San Javier es un polo de producción orgánica
San Javier es un polo de producción orgánica
-¿Por qué convocar a Matías Michelini y su equipo para hacer los vinos?
-Sabíamos que Matías hacía mucho que estaba produciendo vinos orgánicos y biodinámicos. Entendimos que ir de la mano de quien ya tiene tanta experiencia -y dada la calidad de sus vinos- claramente nos daba un empuje diferencial en relación con cualquier otro enólogo de formación convencional. Estamos muy contentos con la asociación y con los vinos que estamos logrando año tras año.
Favorecida por la altitud sobre el nivel del mar, la amplitud térmica, el régimen anual de lluvias y los 300 días de sol anuales, la tierra fue aprobada por Matías Michelini -junto a Germán Masera- para elaborar los vinos. Hoy, La Matilde desarrolla varietales orgánicos y biodinámicos certificados de malbec, cabernet sauvignon y tannat. Vinos con personalidad y conciencia, caracterizados por una la elegancia salvaje que le imprime el terroir.
El desafío de Matías Michelini fue dar identidad a los vinos y crear etiquetas que reflejaran las cualidades de la finca y la biodinámica, algo que, como él mismo explica, permite destacar la calidad de la uva, porque da una fruta muy interesante.
La inmensidad de Traslasierra, en Córdoba
La inmensidad de Traslasierra, en Córdoba
De esta manera, sus vinos se hicieron de forma natural con un color elevado, fruta madura, vibrante y jugoso y con longevidad para guardar. "Todos los vinos que siempre me emocionaban eran biodinámicos", relata Michelini, para explicar su elección como productor de vinos. "Sentía una energía especial, y por eso estudié y visité a los productores de esos vinos. Ellos siempre eran campesinos, agricultores que tenían la bodega en la casa y un cariño muy grande por lo que hacían. Uno de ellos tenía uno de estos huevos de hormigón al aire libre, los que usamos ahora. Él me dijo que estaba construido con un espesor que hace que las temperaturas de afuera no influyan en el vino, que la forma de huevo hace que el vino esté en movimiento y que eso hacía que las temperaturas del vino sean lo mas parecidas en todos lados. Lo estudié y lo incorporé hace ya varios años. El huevo permite hacer vinos sin necesidad de tener un techo; podemos hacer vino bajo un árbol y tener calidades tan buenas como si lo hacemos dentro de una bodega de calidad. Por ese motivo también el vino consigue mejor estructura. Pero además, la forma del huevo tiene una atracción de los astros que hacen que los aromas y los sabores sean mas intensos.
Hay muchas razones para pasar a conocer a La Matilde, su gente y sus productos: el potencial de la zona, San Javier, su microclima y lo original de esta propuesta orgánica y biodinámica saludablemente original.

Ámbito - Lifestyle - Lanzan un circuito gastronómico dedicado al brunch

Lanzan un circuito gastronómico dedicado al brunch

Durante 3 semanas, los amantes del brunch van a poder disfrutar de un menú especial con un descuento del 25%  en varios de los mejores restaurantes y cafés de la ciudad porteña.

Lanzan un circuito gastronómico dedicado al brunch

Desde el 1 al 22 de septiembre, Buenos Aires se prepara para estrenar el primer circuito gastronómico dedicado a celebrar el brunch. De lunes a domingo y durante tres semanas, se podrá elegir entre más de 30 restaurantes seleccionados de la ciudad.
Los restaurantes que participan ofrecerán un menú exclusivo y especialmente elaborado para Brunchear que incluye un descuento del 25%. Además, los clientes que posean las tarjetas de crédito Comafi ÚNICO de Banco Comafi obtendrán un descuento adicional del 20%. Durante la primera semana, ambos descuentos (25% + 20% adicional) serán exclusivos para los clientes COMAFI ÚNICO.
Bodega Lola Montes se suma al circuito proponiendo un momento de disfrute y llenando de encanto los exclusivos menús. Para acompañar el brunch, los comensales podrán elegir una copa de vino o espumante, entre los cuales se podrá seleccionar : Lola Montes Rosé, White Blend, Circus Dulce Terroir o espumante Circus Extra Brut.
Entre los restaurantes participantes de la capital y sus alrededores, estarán: Adorado Gurruchaga, Adorado Honduras, Adorado Distrito, Adorado Mercado, Alegra, B-Fresh, Big Rabbit Coffee, Bilbo, Bourbon Brunch & Beer, Broome, Buenos Aires Verde, Brandon, Café Urquiza, Dandy Classic Santa Fé, Dandy Classic Libertador, Dandy Classic Sucre, Deltoro Downtown, Duca, Fayer, Flora, Fresco Salguero, Green Bamboo, Home, Hotel Madero, Johhny B Good Puerto Madero , Johhny B Good Vicente López, Johhny B Good Palermo, Import Coffee & co. de calle Libertad, The Avocado Company, Komyun, Lab Sucre, Los Galgos, Le Moulin de la Fleur, Malvon, Mooi, Paesano, Perla, Piani by Le Marguerite, Root Café, Moshu, Santal, Yeite.
Esta primera edición del Circuito Brunchear es producida por GDI, Generación de Ideas, Agencia de Contenidos y productora del programa Brunch, el clásico de los domingos de Metro 95.1, conducido por Nico Artusi, Conejo Martelli y Mariana Merlo. Nicolás Artusi, como embajador del evento, anticipa lo que será un fenómeno foodie: “Cuando empezamos con el programa hace diez años, teníamos que explicar lo que era un brunch. Hoy no, hubo un cambio cultural que hizo que el brunch se extendiera y saliera de los hoteles -su lugar de origen- a la calle”.
El circuito cuenta con el apoyo institucional de BA Capital Gastronómica,un programa del Gobierno que busca impulsar a la Ciudad de Buenos Aires como la capital gastronómica de América Latina. Su objetivo es posicionar a la ciudad como un lugar de encuentro en donde familias, amigos y enamorados se reúnan a degustar y disfrutar los sabores de nuestra cultura.

La Nación - Lifestyle - Restós veganos: 3 propuestas originales

Restós veganos: 3 propuestas originales

Sacro, Jaam y Donnet ofrecen platos exquisitos y sin carne; con buena ambientación y propuestas creativas, se corren del estereotipo y buscan posicionarse como lugares capaces de competir con otros restaurantes porteños

Noche de viernes en Sacro, uno de los restaurantes de moda en Palermo (Costa Rica 6038).El ambiente impacta, con detalles de diseño, muchas plantas, una muestra artística en las paredes. La barra a modo de recepción. Al fondo, el patio se ofrece como pequeño oasis esperando los días cálidos de la primavera. El lugar está lleno, se ven caras conocidas, actrices y actores, políticos y jet set. Desde la barra despachan cócteles diseñados por el reconocido Lucas Dávalos. El que lleva un clarificado de frutos secos, whiskey americano, ron añejo, especias y aceite cítrico es intenso e invernal; el de gin, jugo de manzana clarificada, sidra y lavanda es fresco y aperitivo. En una mesa, una pareja comparte varios platitos pequeños, nacidos de la mano de Maximiliano Rossi, cocinero de enorme talento: humita de dos maíces envuelta en hoja de banano, con crema de ají amarillo y tomates asados; un coliflor cocinado al fuego, tierno por dentro y crocante por fuera, con salsa tahini, cúrcuma, granada y hierbas. Todo es delicioso.
En la zona sur de la ciudad, en San Telmo, Jaam (Bolívar 916) es el opuesto a la opulencia de Sacro. Un lugar pequeño y despojado, pero con enorme personalidad, la misma que exuda su cocinero Alejandro Digilio (quien hace unos años abrió el mítico La Vinería de Gualterio Bolívar). Por los parlantes suena Bowie. Lo mejor es sentarse en la corta barra para ver el armado de los platos. No hay menú, sino que hay que preguntar por lo disponible cada día. Primero pueden llegar unas croquetas de poroto aduki con alga nori tostada y pack choi, rebozadas con pochoclo y una salsa de mango, wasabi y ají picante. El paté de lentejas con fainá es una maravilla, lo mismo que el membrillo confitado, tofu marinado con hierbas y polvo de aceitunas. Entre los best sellers está la sopa de coliflor, algas hijiki, garrapiñadas de frutos secos y semillas de calabaza. Faltan todavía el taco de papel de arroz, con hojas verdes, hongos, frutos secos y una reducción de cítricos con Cinzano; y la ensalada de 25 ingredientes, un homenaje a el Gargouillou del chef Michel Bras, plato emblemático de la cocina mundial.
Formando un triángulo urbano, el tercer lugar está en Chacarita: se llama Donnet (Jorge Newbery 4081), y es otro de los restaurantes de los que todos hablan. A simple vista, parecería ser un boliche barrial, con estética ochentosa a prueba de críticas: un salón grande, sillas de caño, mesas de bar, columnas enchapadas en madera con espejos colgados. El aspecto vintage contrasta con camareros y camareras con aretes dorados y grandes, tatuajes al por mayor y aires muy desenfadados, sirviendo Negronis de la casa (vermut Lunfa, Bs. As. Gin y Amargo Ricardo) o un rico Pinot Noir sin agregado de sulfitos. La clientela es veinteañera, cruzando varias tribus urbanas. Creado por Manuela Donnet, la cena puede arrancar con la fainá con pesto; luego seguir con los hongos donnet, unos tremendos portobellos sarteneados con licor de olivas verdes sobre un fermento de castañas de cajú, acompañado de crackers crudas. O ir por el más invernal estofado blanco que lleva setas diversas, desde champignones, gírgolas, shiitakes y portobellos a otras silvestres como el hongo cabeza de mono o los de castaño.

Sin estereotipos

Sacro, Jaam, Donnet, todos restaurantes distintos entre sí, que comparten un ADN central: los tres evitan cualquier tipo de materia prima de origen animal. Son lugares veganos, que evitan poner el acento en ese detalle, dándole la espalda a los estereotipos asociados a la militancia vegana. Restaurantes donde la mirada está en la creatividad y sabor de los platos, capaces de competir frente a los de cualquier otro gran restaurante lugar de Buenos Aires.
"La comida vegetariana no es un tipo de comida. Hay platos sin carnes en todas las culturas. Sacro busca mostrar un poco de eso, presentamos una comida del mundo trabajándolos a nuestra manera", dice Damián Harburguer, socio del restaurante. "Muchas veces, cuando vas a un lugar vegano, el menú es idéntico, con la típica hamburguesa de lentejas o de quinoa. Nuestra cocina, en cambio, es muy elaborada, para lograr sabores que te vuelan la cabeza. Abrimos las puertas a todos; muchos vienen, comen y recién después se dan cuenta de que no había platos con carne". Para lograrlo, en este caso cuentan con una gran cocina equipada y un plantel de 17 personas trabajando codo a codo en una mise en place compleja, elaborando quesos a partir de frutos secos y semillas, o masas superdelicadas que no llevan harina (los dumplings son imperdibles).
Lo que ofrecen estos restaurantes es algo que viene sucediendo en el mundo hace tiempo: no sólo lugares exclusivamente veganos, sino también los más prestigiosos restaurantes de la actualidad ponen hoy su énfasis en los vegetales antes que en las carnes. Lugares como el danés Noma o un chef de la talla del británico Yotam Ottolenghi, reconocido por lograr que las verduras sean consideradas "chic". De hecho, Sacro, Jaam y Donnet están más cerca de Narda Comedor, Proper y Gran Dabbang (el pequeño y premiado restaurante del chef Mariano Ramón) que de los típicos restaurantes vegetarianos de aires hippies y arroz yamaní. Así, acentúan un camino que comenzaron antes lugares como Artemisia (pionero en armar un lugar vegetariano amigable a omnívoros) y Buenos Aires Verde, con el gran trabajo detallista del chef Mauro Massimino por detrás.
"Los lugares que anuncian por todos lados que son veganos, están llamando a otros veganos. A mí me interesa que venga cualquiera que quiera comer rico", planta bandera Manuela, de Donnet, un restaurante que tiene a los hongos como estrella de la propuesta. "Como seres individuales está bueno dejar algo al mundo. Mi profesión es ser cocinera, y quiero dejar algo que sea sano y que sea rico. La carne y los derivados muertos están hoy de más, con animales repletos de falopa para ser más productivos. Por eso cocinamos como lo hacemos. Buscamos productos agroecológicos y orgánicos, dependemos mucho del clima, de cooperativas, luchamos por no consumir nada de empresas grandes. Trabajamos con gente que está en la misma que nosotros. Y le damos mucha importancia a la creatividad, a técnicas como fermentación y deshidratación, hacemos nuestros vinagres y brotes. Somos soldados del arte, de cuidar el envase -nuestro cuerpo-, que es nuestra trinchera".
Jaam es la creación de cuatro socios (Juan, Aldo, Alejandro y Mariano), cada uno aportando una letra al nombre del restaurante. Pero a la vez recuerda a la idea de las jam sessions, esas improvisaciones musicales donde todos se divierten inventando nuevos ritmos. "Buscamos que vengas a Jaam sin ningún preconcepto, dispuesto a que te sorprendamos. Tenemos al genio de Nitu (apodo de Alejandro Digilio) diseñando la propuesta de la cocina, atendemos nosotros mismos, improvisamos todo el tiempo, el lugar es cómodo y relajado", dice Juan Socías, uno de los socios. "Elegimos cocina vegana porque ese límite te permite abrir mucho la cabeza. Para nosotros es el campo más prometedor que muestra la gastronomía actual, con mucho espacio para la creatividad y la innovación".
Rica comida, tragos deliciosos, buenos vinos, creatividad en los platos y buen ambiente: lo que deberían buscar los mejores restaurantes de la ciudad. Tengan -o no- carne en su menú.

A24 - Gastronomía - Las 7 mejores parrilladas de Buenos Aires ¿Cuáles son?

Las 7 mejores parrilladas de Buenos Aires ¿Cuáles son?

Las 7 mejores parrilladas de Buenos Aires

Si hay una salida con cena que es de las favoritas y las más elegidas por los vecinos porteños, indiscutiblemente se trata de las Parrilladas. Un breve recorrido por las que resultan las más destacadas de la Ciudad de Buenos Aires.
¿Cuáles son las mejores Parrilladas? Según estadísticas y concursos que se han realizado en estos últimos tiempos, el rasgo distintivo para reconocer a los mejores restaurantes de parrillas, fue la predilección por aquellas que son más chicas, acogedoras y barriales. Bocado a bocado, aquí se conocen en detalle.
Uno de los rasgos más identificables de la idiosincrasia de los argentinos, es la inclinación por un buen asado. Es que desde siempre, es el símbolo del encuentro entre amigos y del tiempo que se pasa en familia.
Según datos de la consultora Aresco, el 72% de los vecinos decide al menos cada 15 días, salir a comer afuera. De ellos, el 23,4% dijo que cuando lo hace, prefiere ir a una parrilla. Además, un 76,2% de quienes fueron encuestados, dijo que el asado o la parrillada, es la comida principal que mejor representa a la cocina argentina.
Hace poco tiempo, aproximadamente alrededor de 17.526 vecinos de la ciudad de Buenos Aires votaron y prefirieron sobre una importante variedad de 55 parrillas. La votación fue el resultado del primer concurso sobre la mejor parrilla de la Ciudad de BA Capital gastronómica.
La misma fue organizada por el gobierno porteño y se hizo a través de un formulario por Internet, donde los participantes tenían que elegir solo una, entre las 55 parrillas participantes.
El asado, ya sea con la familia o con amigos, es una de las costumbres más festejadas por los argentinos. Aunque pasen los años y lo gourmet revele novedades, la parrillada no pasa de moda.
Siempre hay un motivo para sentarse y disfrutar de un buen asado. Es por eso que el Gobierno porteño en el Año 2017 organizó el primer concurso para coronar a la mejor parrilla de la Ciudad de Buenos Aires.
Este tipo de concursos tiene historia y difusión, en otros rubros, donde ya se había votado por los mejores bodegones, hamburgueserías y cafés notables. El reconocimiento al esfuerzo de quienes ofrecen gastronomía en la ciudad de Buenos Aires, hace que año a año, evolucionen y mejoren sus servicios.

Un ránking con las 7 mejores parrilladas de Buenos Aires


1. En el caso de La Cabrera, la parrilla ubicada en el Barrio de Palermo, existe toda una historia de victoria y superación que la garantizan desde hace ya muchos años, dando un vuelco a lo clásico, pero siempre manteniendo su estilo. Lo más preciado son sus carnes de primera calidad y la atención especial, que es lo que le genera a la gente, sus ganas de volver siempre.
2. Tupé, una parrilla moderna y acogedora en Recoleta, que se destaca por su cordialidad y el cuidado de sus clientes. Donde los camareros convierten cada comida en un festejo. Esto sumado a la mejor carne de la zona, da como resultado una experiencia satisfactoria. Variedad en sus platos: pastas, ensaladas y comida típica porteña, siempre acercando la relación calidad – precio, que es excelente.
3. Siga La Vaca, es una de las más conocidas en Puerto Madero. Cuenta con cómodos y amplios espacios, bien iluminados y con una vista exclusiva al puerto. Trasciende una distinción para quienes la eligen, que le da un tinte romántico y relajante.
4. Don Julio, para los porteños es la parrilla ofrece excelentes cortes de carne y muy buenas sugerencias de vinos. El lugar es de una arquitectura de diseño tradicional, ideal para los que aman comer al aire libre.
5. La Rana, es uno de los restaurantes de barrio. Es un clásico de la esquina bien angulosa del barrio de Villa Urquiza. Su decoración es sencilla, con paredes puras y mamparas de mimbre, desde donde se reluce todo el salón.
6. Estilo Campo, es otra parrilla ubicada en Puerto Madero. Cuenta con una ejemplar vista a los diques, su decoración y elegancia salen de la media de las parrillas porteñas. Al mejor estilo campestre y con meseros vestidos de gauchos, tiene una galería principal con vista al río, impresionante.
7. A Raja Cincha, con sus dos sedes en Villa Del Parque, se ha convertido en uno de los clásicos de los domingos. Con un claro tinte bien criollo, hace que su ambientación se luzca hasta en la cuchilla del filete porteño de su logo.
Y como bonus extra, en el barrio de Mataderos, Los Cabritos es otro clásico que se presenta desde la entrada con su marquesina de neón y sus faroles bien porteños. Es la parrilla que se autodenomina como "asador" antes que “restaurante”, con su ambiente familiar y tradicional.
La Parrilla Los Arribeños, es uno de los restaurantes de parrilla ideal para disfrutar de los más exquisitos y exuberantes platos de la comida tradicional de Argentina. Con sus ventanas a la calle y espacios amplios que le permiten a la gente disfrutar agradablemente.
Y, finalmente, Don Zoilo, con su ambiente familiar y aires de bodegón, jamones colgando y estantes con filas de botellas de vino. La gran parrilla del barrio de Villa Crespo, infaltable para quienes aman el corte más popular: el asado de tira con papas fritas.
Link a la nota: https://www.a24.com/actualidad/mejores-parrilladas-30082019_ByJ697DBB