miércoles, 13 de noviembre de 2019

La Nación - Política - Chocolate oriente, el desafío de crear un sabor de helado que me identifique

Chocolate oriente, el desafío de crear un sabor de helado que me identifique

El mejor cucurucho es el que no duda

Cuándo fue la primera vez que tomé helado? No lo sé. Pero alcanza la pregunta para transportarme a una dimensión en la que chirría un sillón hamaca en la vereda, esquina de cucuruchos, lengua adormecida y cucharitas de madera. Un universo de letras de neón, chorritos de agua helada en el bebedero. Servilleteros con esas servilletas que más que limpiar, esparcen. La de mi barrio tenía varias peceras para que los no llegábamos al mostrador tuviéramos algo con qué entretenernos mientras esperábamos nuestro turno. Un mundo maravilloso en el que seguramente ocurrió mi primera vez. Porque en los 70, los helados no se servían en las casas, ni en bochas, ni en invierno. Se gozaban de principio a fin en las heladerías, de primavera hasta que llegaba el otoño.
La de mi barrio volvía a abrir sus puertas todos los años el 21 de septiembre. Con precisión calendaria dejaba de vender galletitas y encendía otra vez las heladeras. ¡Habíamos sobrevivido al invierno! En la parte de atrás se elaboraba el helado con la técnica artesanal que había traído el dueño desde Italia. Ese día el barrio era una fiesta. Los chicos podíamos soportar hacer fila por más de media hora, sin celular y sin aburrirnos, con tal de volver a sentir en la lengua esa indescriptible sensación: las papilas congeladas al recorrer de abajo arriba la cumbre de frutilla.
Maximiliano Maccarrone, el Messi del chocolate amargo nos explica los secretos del mejor helado
Maximiliano Maccarrone, el Messi del chocolate amargo nos explica los secretos del mejor helado Crédito: Alejandro Guyor
Hace unos días recibí una invitación muy especial por la Semana del Auténtico Helado Artesanal, que se celebra esta semana en cientos de heladerías del país, desde hace 35 años. Los responsables, gladiadores del auténtico helado artesanal, son en su mayoría descendientes de aquellas familias italianas que llegaron al país y que hicieron de la heladería no solo un medio, sino una forma de vida.
Este j ueves 14 de noviembre tendrán su fecha en el calendario: La Noche de las Heladerías, que convoca a los fanáticos de todo el país a volver a su heladería favorita y a disfrutar el medio kilo y el cuarto a mitad de precio. La propuesta que recibí era aprender a elaborar helado artesanal y nada menos que a armar un cucurucho. No sólo había que aprender sino competir con otro equipo de aficionados. ¿Cuál sería el sabor más rico según el paladar de un jurado de los mayores expertos del país? ¿Y el cucurucho más alto?
Por supuesto que dije que sí. Aunque quería ganar, había algo personal que me impulsaba a ese desafío. Buscar en las entrañas de mis recuerdos, el pasaporte a esa primera vez con el helado. Participamos unos 20 concursantes: periodistas, influencers gastronómicos, chefs, fans del helado. Primero, una clase teórica, que incluyó desde historia, física y química para entender la composición molecular del helado y también algo de matemática. Eduardo Zacharías, de la Asociación Fabricantes Artesanales de Helados y Afines (Afadhya) fue muy específico: "En la suma total, si algo sale, algo tiene que entrar".
Gabriel Fama, Francisco Maccarone y el jurado de expertos heladeros
Gabriel Fama, Francisco Maccarone y el jurado de expertos heladeros Crédito: Alejandro Guyor
Después, nos dividimos en dos equipos, que representaban a los gustos principales. Y el capitán de cada equipo eligió una mistery box, que definía la base del sabor que teníamos que preparar. A nosotros nos tocó dulce de leche. Al otro equipo, chocolate amargo.
La tarde anterior a la competencia, junto con otro colega empezamos a pensar cuál sería ese sabor que pudiera identificarnos. ¿ Y si no nos limitábamos a nuestros comienzos? Y si buscábamos en las raíces de nuestras propias familias de inmigrantes no italianos un sabor que pudiera representarnos.
Como yo vengo de familia armenia y él de familia judía pensamos en buscar los elementos que nos emparentaran, tal como ocurre muchas veces en la gastronomía. Pensamos en las especias. Era una buena decisión. A la vez, responde a una de las tendencias que mandan en el mundo de los nuevos sabores, que buscan más intensidad, picor, permanencia en boca post consumo. Y al mismo tiempo había algo de nuestras familias que se cruzaba en esa búsqueda.
Sin lograr ponernos de acuerdo en cuál especia, Diego Melamed, mi compañero de equipo, eligió el cardamomo y el sésamo. Yo descarté el zaatar, que le encantaba a mi abuela, dudé con la jalea de nuez verde que probé en Armenia y finalmente me incliné por un mix de especias que compré hace unos años en un mercado persa en Doha, Qatar, cuando iba camino a Erevan. Tenía algo de cardamomo, pimienta de cayena, turmerik, masala, sal de limón y hasta polvo de ajo.
Cada detalle cuenta en el sabor
Cada detalle cuenta en el sabor Crédito: Alejandro Guyor

Helado en la heladería

La primera lección es que e l helado solo se puede hacer en una heladería. Porque necesitamos lograr dos procesos en simultáneo: batir y congelar. Sin las máquinas que ellos tienen, deberíamos encerrarnos dentro de un freezer con la batidora encendida. Imposible. Por eso el helado casero no llega a la misma consistencia. Porque se bate y se congela en dos tiempos distintos.
Una carrera de precisión y contrarreloj
Una carrera de precisión y contrarreloj Crédito: Alejandro Guyor
Hay que ser muy precisos para hacer helado. La matemática es fundamental. Una tabla de excel nos sirvió para compensar lo que sacábamos y calcular proporciones exactas. El primer sabor que elaboramos lo llamamos Mandarino: dulce de leche con mandarina y cardamomo. Corrimos contra el reloj y obtuvimos un producto del que quedamos orgullosos. Los jurados ponderaron la textura y el final de boca picante. Aunque perdimos a manos del otro equipo que hizo una Nocciolla amarga.
Tuvimos nuestra revancha a la hora del cucurucho. Nada es sencillo. Lo recordaré la próxima vez que mire a quien lo prepara detrás del mostrador. El pinito, como lo llaman los heladeros, debe ser generoso y preciso. La clave es no vacilar y llevar la cuchara hasta el final. Así, nuestro equipo se llevó el triunfo del mejor cucurucho. También sacamos alguna ventaja a la hora de la cata a ciegas de especias: clavo de olor, cardamomo, pimienta de cayena, y anís estrellado, todos aromas que nos llevaron otra vez a nuestros orígenes. E, incluso, a los orígenes del helado, ya que según se explicó, aunque muchos pueblos se atribuyen haberlo inventado, l os primeros fueron creados en Oriente.
Sorbete, el primer nombre del helado, viene de la palabra árabe antiguo "shorbet", que era un postre hecho en base a nieve, miel y frutas.
Cata de especias a ciegas, fundamental para elegir el recorrido de sabores
Cata de especias a ciegas, fundamental para elegir el recorrido de sabores Crédito: Alejandro Guyor
Como aquello se había convertido en un desafío personal, pedimos a los maestros heladeros una segunda oportunidad.
No para competir sino para aprender y buscar dentro nuestro, en nuestros ancestros, ese sabor original. Elegimos hacerlo sobre una base de chocolate amargo, para resaltar la intensidad de las especias y allí aplicamos el cardamomo que eligió Diego, la masala que traje de un mercado persa camino a Armenia y le infusionamos un poco de pimienta de cayena, como punto en común.
Después de mezclar, batir y cocinar, la batidora de frío nos dio las primeras muestras. Subimos un poco la intensidad, y allí encontramos eso que estábamos buscando. Seguro que no era el sabor de nuestra infancia, pero en cambio era el sabor que nos acercaba a nuestra familia y a nuestras costumbres. Por eso definimos el nombre en común: chocolate Oriente. Y quedamos muy orgullosos del resultado.

Clarín - Entremujeres - Paulina Cocina: recetas fáciles y sin ingredientes caros, el secreto de su éxito

Paulina Cocina: recetas fáciles y sin ingredientes caros, el secreto de su éxito

Es una de las influencers gastronómicas más exitosas. Acaba de lanzar su segundo libro.


Tiene 700 mil seguidores en Instagram y varias características que ya son una marca registrada. Para ella, el humor es casi un ingrediente más. Su mantra, “la comida no se tira”; las recetas fáciles, el secreto de su éxito; el desayuno, un imprescindible; e Internet, un idioma que domina con absoluta claridad. Su nombre artístico es Paulina G. Roca, aunque todos la conocen como “Paulina Cocina” (su identidad real es todo un misterio), tal como se autodenominó cuando decidió a dejar su carrera como socióloga para convertirse en una de las youtubers gastronómicas más exitosas del país.
Muchos años, videos, posteos y recetas después, Paulina es su propia empresa: dicta cursos, escribe libros y en su tienda online pueden conseguirse desde remeras hasta colgantes de milanesas o pizzas. Paulina & compañía. Para que te animes a cocinar (B DE BLOK) es su segundo libro y su objetivo es que oficie de puerta de entrada a la cocina (no sólo para los jóvenes sino para aquellos adultos dispuestos a hacer su propia “comida de verdad”).
“Paulina & compañía. Para que te animes a cocinar” (B DE BLOK)
“Paulina & compañía. Para que te animes a cocinar” (B DE BLOK)
- ¿Por qué en este nuevo libro decidiste dirigirte a los adolescentes?
- Fue una propuesta de la editorial que a mí me encantó. No es únicamente para adolescentes, son recetas muy fáciles que las puede usar cualquiera, pero están pensadas desde ese lugar: para alguien que se acerca a la cocina.
- ¿Este segmento es un mercado que ya conquistaste o que considerás que aún te falta atraer?
- Por un lado, yo tengo una gran parte de mis seguidores que tiene que ver con ese segmento de mercado; y, por el otro, no es el grueso de mi público, que es un poquito más grande. Entonces, es un segmento a conquistar y que me encanta.
- ¿Creés que, al aprender a cocinar, estas nuevas generaciones incorporarán desde antes que las tareas del hogar son trabajo no remunerado?
- No, no necesariamente tiene que ser así. El percibir las tareas de la casa como trabajo creo que pasa por otro lugar, no pasa por animarse a cocinar o por entender el trabajo que hay detrás de la cocina. Pasa por cambios que tienen que ver más con la cultura en general. Lo que sí creo es que aprender a cocinar te hace comer mejor, te hace vivir más tiempo, te hace valorar más los alimentos y entender más los alimentos que te estás llevando a la boca. En eso sí creo fervientemente: quien cocina tiene una mejor relación con su alimentación y vive más tiempo.
Paulina Cocina, un éxito en las redes
Paulina Cocina, un éxito en las redes
- Si bien la cocina es el leitmotiv en tus distintas plataformas, trascendiste el rubro y te convertiste en una influencer, ¿por qué creés que se dio esto?
- Yo no tengo muy claro qué es ser influencer. Me lo han dicho varias veces pero no sé si trascendí el rubro. No lo hago con esa intención: yo hago lo que tengo ganas y lo que me parece que le va a gustar a mi audiencia. Soy muy minuciosa en tratar de dar contenido de valor, contenido que sirva, en tratar de tener ideas frescas. Después, de todo lo que suceda alrededor de eso no me voy a hacer cargo.
- Parte de tus características destacadas son el desenfado y lo accesible y fácil de tus recetas, ¿fue intencional o se fue dando a medida que tu canal crecía?
- Soy así, no es algo intencional. Luego se convirtió como en una marca y fue como una línea que seguí, pero a priori fue totalmente intuitivo y natural. Lo de las recetas fáciles sí es así. Hay determinadas recetas que a mí me encantan, pero que pienso que no van con la línea editorial de Paulina Cocina y no las hago; como cosas muy complejas o que llevan ingredientes demasiado caros o difíciles de conseguir.
- ¿Qué impacto tuvo en tus seguidores tu postura a favor de causas feministas? ¿Puede una figura pública mantenerse ajena a la actualidad política y social?
Perdí un montón de seguidores y gané otro montón de seguidores. Una figura pública puede mantenerse ajena a la realidad social, muchísima gente lo hace. Yo en determinados temas también elijo mantenerme al margen. En otros, elijo no mantenerme ajena porque considero que cuando uno sigue una cuenta no sigue a un robot, sigue a una persona; y esa persona es de determinada manera y no está mal exponerlo. También porque en algunos casos me parece que cómo me afecte a mí es algo tanto más pequeño que la causa feminista, por ejemplo… es tan pequeño si yo perdí o gané seguidores poniéndome a favor del aborto, que si alguien se sintió identificado porque yo participé de manera activa, yo estoy contenta con eso.
Papas Nivel Dios
Papas Nivel Dios

Papas nivel Dios

Ingredientes
  • Papa (las que quieras)
  • Aceite
  • Sal
  • Polenta
  • Pimienta
Preparación
  • Precalentá el horno
  • Cortá la o las papas
  • Poné un chorro de aceite en una fuente para horno
  • Desparramá las papas cortadas. Tirá por encima otro chorro de aceite, sal y pimienta (y los condimentos que quieras)
  • Por encima de las papas espolvoreá una cucharada de polenta y revolvé con las manos, esto hará que queden crocantes.
  • Llevá al horno hasta que estén doradas. 

Infobae - Tendencias - Lo mejor de la gastronomía “Farm to Table” en las Islas Caimán

Lo mejor de la gastronomía “Farm to Table” en las Islas Caimán

Uno de los destinos caribeños gastronómicos por excelencia, este paraíso posee más de 200 restaurantes dentro de su territorio. Qué lugares ofrecen las comidas más frescas y ricas
Las Islas Caimán, que están a tan solo una hora de distancia de Miami, poseen más de 200 restaurantes dentro de su territorio que reúnen una fusión de sabores, influencias e ingredientes con los que se deleitan los viajeros, tanto si son los cocineros entusiastas de la familia, como si disfrutan de cada invitación a cenar que reciben.
El clima cálido que caracteriza al destino que se puede visitar todo el año, combinado con sus tierras fértiles, hace que se cultiven una gran variedad de vegetales y frutas que se utilizan en las diversas recetas locales. La comida de las Caimán refleja la rica herencia cultural de sus tres islas, e incorpora distintos sabores internacionales en su gastronomía.
Grand Cayman, la mayor de las tres islas, es el hogar de muchos de los establecimientos culinarios destacados por su cocina. A la mayoría de los restaurantes se puede ir caminando, o utilizando un auto o transporte público, ya que hay disponibles diversas líneas de autobuses tanto para los locales como para los turistas.
Uno de los formatos típicos de este destino turístico, donde la cocina local se fusiona con distintos ingredientes, es el famoso “de la huerta a la mesa”. Este singular movimiento lleva los productos más frescos y los ingredientes de mayor calidad directamente desde el lugar de producción a los comensales. Estos establecimientos se nutren de los productores locales, con sus campos y granjas fértiles, proporcionando una gran variedad de frutas, verduras y carnes, que se suministran así a los restaurantes gourmet de las Caimán.
Desde 1997, The Brasserie fijó los estándares en cocina contemporánea, centrándose en los mariscos más frescos de las Islas Caimán. Tanto si visitás este establecimiento para almorzar, disfrutar de sus happy hour, o cenar, vas a saborear el ambiente tanto como la comida y la bebida. Debido a que los ingredientes locales que utilizan dependen de la temporada, los platos del menú cambian diariamente, aunque algunos son habituales (y muy ricos) como el Gnocchi romano con setas shiitake, akee de jardín, calabaza local, espinaca, ricotta salata o la riquísima pechuga de pollo marinada al Peri Peri con arroz al azafrán y tomate, quimbombó y emulsión de perejil.
Si visitás la zona norte de Grand Cayman en West Bay, vas a encontrarte con el restaurante VIVO, cuyo nombre hace referencia precisamente a esa misma palabra en español. Su menú ecológico ofrece opciones veganas, vegetarianas, sin gluten y sin lácteos.
Desde la huerta a la mesa seleccionan los ingredientes con el mayor de los cuidados, para servir una comida ecológica, natural, saludable y deliciosa, preparada con pasión y energía positiva. Es ideal comenzar la comida ahí con un ceviche de coco o las tortas caseras de pez león. Para acompañar al plato principal tienen excelentes opciones como las papas mezcladas con trufas, trio de legumbres (blancas, negras y rojas) o arroz de coco, con arroz basmati y coco local, entre otros.
Una para obligada y muy recomendada para poder probar diferentes restaurantes y platos de en uno día es el Flavour Tour que se realiza todos los miércoles.
Este recorrido te permitirá disfrutar de cenas de la huerta a la mesa con mucho estilo, en cuatro restaurantes de la increíble zona de Camana Bay en Grand Cayman. Los asistentes comenzarán la noche con una cata de vinos en la West Indies Wine Company, seguido de las visitas a tres restaurantes de Camana Bay en donde disfrutarán de un plato de degustación junto a un cóctel, terminando con un refrescante helado en Gelato & Co. El menú cambia todas las semanas y se crea el mismo día del tour, con ingredientes frescos procedentes del mercado matutino.
Mientras disfrutás de la zona histórica de Grand Cayman, en George Town podés visitar el restaurante Cayman Cabana en el paseo marítimo. Con unas magníficas vistas del Mar Caribe, en una terraza junto al mar, este restaurante está a pocos minutos de los hoteles y alojamientos de Seven Mile Beach, y está rodeado de varias tiendas de productos locales y lugares que visitar. Es conocido por su concepto progresivo de la cocina tradicional de las Caimán, incluyendo los pescados más frescos que vienen directos del mercado de pescadores que tienen justo al lado.
Platos como el pargo entero al vapor al estilo Caimán, o el pollo al curry con arroz blanco, plátano caramelizado y ensalada de col son algunas de las recomendaciones. Aunque todos los días sus platos se preparan con ingredientes y productos frescos locales, los visitantes no pueden perderse su famosa noche de cena de la huerta a la mesa que realizan todos los jueves, donde se presenta lo mejor de los alimentos producidos localmente en las Caimán.
Para continuar con las opciones farm-to-table, los viajeros también pueden disfrutar de una experiencia culinaria muy fresca visitando The Hamlin Stephenson Farmers’ Mar (mercado de granjeros) en Cricket Square, en George Town, donde descubrirán una amplia selección de algunas de las mejores frutas y verduras, todas producidas en la propia isla. También se venden batidos, sopas, almuerzos y jugos recién exprimidos, todos muy frescos y sabrosos. Los chefs locales incluso ofrecen rollitos de primavera, tarta de yuca, pan de coco y otras delicias locales. Cuando los viajeros visitan Grand Cayman tienen la oportunidad de experimentar una combinación única de alimentos saludables y relajación máxima en algunas de las playas más maravillosas del Caribe, lo que convierte a este destino en la escapada vacacional perfecta.