viernes, 8 de abril de 2016

La Nación - Sociedad - Qué hacen los supermercados con la comida que no pueden vender

Qué hacen los supermercados con la comida que no pueden vender

1,6 millones de toneladas de comida que llega en buen estado a la góndola no se vende; antes que tirarla, varios supermercados trabajan con bancos de alimentos para que no se pierda

Unas 16 millones de toneladas de alimentos se pierden o van a la basura en la Argentina cada año, según un trabajo reciente del Ministerio de Agroindustria. De esa cifra que no alimenta a nadie, casi el 72% corresponde a hortalizas y frutas, y un 10% a supermercados, detalló una fuente oficial.
Hay varias iniciativas para evitar esto; desde lo muy pequeño (como la heladera social que nació en Tucumán y llegó hace poco a Buenos Aires) hasta lo ocasional, como Plato Lleno, que recoge la comida que sobra en las fiestas y casamientos, pasando por lasbuenas prácticas y el sentido común.
Pero hay comida que llega fresca a las góndolas y luego se tira. Algunas grandes cadenas trabajan a diario para evitarlo. Y a la mercadería con vencimiento cercano, o que no es apta para ser comercializada, le dan un destino benéfico. Esta iniciativa, enmarcada en la Argentina dentro de políticas propias de Responsabilidad Social Empresaria (RSE), no es obligatoria, como ocurre en Francia por una ley sancionada en mayo del año pasado, que no registra casos similares en otros países del mundo. Y en la Argentina, sólo la reglamentación para donar alimentos estuvo marcada en la última década por cierta controversia política e inquietud de las compañías del sector.

Bancos de alimentos

El principal receptor nacional de lo que descartan los supermercados es el Banco de Alimentos, que recibió de un puñado de empresas más de 54.000 kilos de productos en todo el país, sólo durante 2015. Las mermas (así lo denominan internamente) se componen de productos no elaborados con una fecha de vencimiento cercana (diez días antes por lo general); con problemas de packaging externo que impiden la comercialización; o por pertenecer a promociones comerciales o estacionales (fiestas navideñas o Pascuas), pero siempre aptas para el consumo humano.
Como ocurre en ciertos países europeos (Reino Unido, por ejemplo), algunas empresas eligen colocar en oferta y en góndolas especiales los productos con vencimiento cercano, pero, al parecer, son una minoría y PyMes. "Hay mucha paranoia que se escape alguno vencido o quede en góndola", explicó una fuente empresarial que pidió no ser identificada. Pero además, un alimento vencido en góndola es una falta que genera una multa y el decomiso. Sólo en el distrito porteño la Agencia Gubernamental de Control tiró el año pasado 24.600 kilos de mercadería no apta para consumo, y en lo que va de este año llevan 5500 kilos.
Candela Arias, gerente de sustentabilidad y RSE de Carrefour, una de las firmas que dona al Banco de Alimentos, aseguró que "el desperdicio cero es un eje prioritario que hace a la sustentabilidad de la compañía" y que lo que descartan no son grandes cantidades "porque está relacionado a la pérdida de dinero".
Tanto Arias como Juan Pablo Quiroga, gerente de Relaciones Externas de Walmart, aclararon que trabajan con Banco de Alimentos porque tiene una serie de normas que hacen a la trazabilidad de la donación, como auditorías en el destino final del producto.
Desde 30 de las 107 tiendas Walmart y Chango Más la empresa aportó alimentos no perecederos, artículos de limpieza, higiene o de cuidado personal, y ocasionalmente de librería y juguetería o promociones de época (Navidad, Pascuas, etcétera), siempre con las normas consensuadas con el Banco de Alimentos: fecha de vencimiento legible y a 10 días de la donación; que sea apta para consumo; sin daños ni violaciones en el envase primario, aunque sí puede haber problemas de empaque o abolladuras, enumeró Quiroga.
Las mismas normas aplica Cencosud, que dona al Banco de Alimentos y al Ejército de Salvación. "Es una causa que contiene muchos de nuestros valores asociados a nuestro pilar de ayudar y ser responsables dentro de las comunidades en donde nos desarrollamos", ponderó una fuente de la empresa.

Recibir, clasificar y distribuir

El Banco de Alimentos surgió hace más de 15 años y hoy cuenta con una red desplegada en todo el país, aunque el 48 por ciento de las donaciones se distribuye en Buenos Aires y CABA.
Según detalló la portavoz Virginia Ronco, el "Programa de Rescate de Alimentos" consiste en recibir las donaciones -no sólo de supermercados-, clasificarlas y almacenarlas con ayuda de voluntarios y luego repartirlas en comedores, asilos, merenderos, centros de día, etcétera.
Ronco advirtió que las donaciones de mermas de supermercados (mensuales o quincenales) "han venido aumentando en los últimos tiempos. Esto se debe a que cada vez hay una mayor conciencia por parte de las empresas en el tema del desperdicio y esto, a su vez, genera un mayor compromiso en los empleados y en todos los actores que hacen posible (a nivel logístico) que los alimentos no comercializados lleguen a la fundación".
Foto:Lisa Clarke/Flickr
Gustavo Fernández Casares, presidente de la Red Argentina de Bancos de Alimentos, agregó un número contundente: de 2011 a la fecha los supermercados donaron 1.637.522 de mermas. Y a la vez comentó que sería importante reglamentar algunas cuestiones como que los supermercados no puedan tirar comida o que reciban beneficios impositivos por estas acciones.
Desde al menos 2005 se intentó reglamentar la donación de alimentos en general: hay algunos proyectos presentados y uno que llegó a sancionarse (con el número 25.989) fue vetado por el ex presidente Néstor Kirchner porque eximía de responsabilidad civil al que entregaba mercadería.
Pero nunca se involucró a los supermercados de manera directa como la ley francesa que se votó en mayo del año pasado a instancias de Arash Derambarsh. Allí manejaban la cifra de 7 millones de toneladas tiradas a la basura, menos de los 16 millones de toneladas relevados en la Argentina. ¿Una ley en la Argentina como la de Francia? Una fuente de la Asociación de Supermercados Unidos admitió que el tema se habló de manera tangencial el año pasado dentro de la cámara que agrupa a los mayores del sector, y reconoció que ahora se trabaja en algunas cuestiones sobre la donación y el desperdicio, pero limitar la responsabilidad en la donación es clave.

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La Nación - Vinos - Ni tinto, ni blanco, ni rosado: ¡vino naranja!

Ni tinto, ni blanco, ni rosado: ¡vino naranja!

Ernesto Catena Vineyards acaba de lanzar su Animal L'Orange, que se suma a la breve pero trendy lista de vinos naranjas argentinos

Es inevitable, pero aunque uno trate de esconderla entre tantas otras, esta pequeña botella salta a la vista. Con tapa corona, etiqueta terminada a mano y una botella retacona y rústica -más asimilable a la de una cerveza artesanal de 500 cc-, Animal L'Orange 2015 sorprende por el color de su contenido: ¡naranja! Y no se trata de jugo, agua saborizada ni, claro está, de cerveza: es vino. Más precisamente, uno cuya elaboración parte de uvas blancas y las trata como tintas, y que remite a una milenaria forma de producir vino originaria del sur del Cáucaso.
El Animal L''Orange es un vino de color naranja hecho con uva blanca
El Animal L''Orange es un vino de color naranja hecho con uva blanca.
De 5000 a 6000 años atrás en Georgia, en el extremo sudeste del continente europeo, el vino se producía en ánforas de 500 a 800 litros de arcilla o terracota llamadas kvevri, que permanecían enterradas bajo la superficie. Allí las uvas blancas eran puestas a fermentar y macerar con piel y semillas, de una forma bastante más rudimentaria y primitiva que en la actualidad: sin agregado de levaduras y sin más control de temperatura que el que ofrece el subsuelo. Si hoy en día en el vino blanco se evita el contacto de las pieles con el jugo de la uva durante el proceso de fermentación es justamente para reducir la presencia de taninos, la astringencia y el color.
Bueno, todo eso es lo que se busca en el vino naranja, en el que un prolongado contacto con las pieles otorga características particulares. "Nuestro blend de semillón y chardonnay es fermentado y macerado con las pieles, de modo similar a como se hace con un vino tinto, pero durante un período de tiempo más prolongado (10 meses) -comentó Pablo Naumann, vicepresidente de la bodega Ernesto Catena Vineyards-. Por ese contacto se extraen taninos y polifenoles, que con el paso del tiempo en barriles van cambiando su composición dando tonalidades naranjas, las cuales dan el nombre a este tipo de vino".
En los últimos años, el vino naranja ha experimentado un boom a nivel global, a tal punto que hay quienes sostienen que "el naranja es el nuevo rosé". El revival de esta antigua forma de hacer vino nace a fines del milenio pasado en la región de Friuli, Italia, de la mano del enólogo Josko Gravner, y luego se extiende a la vecina Eslovenia, para finalmente saltar en lo que va del siglo XXI a países del Nuevo y del Viejo Mundo, como los Estados Unidos, Australia y Sudáfrica, y Francia y Austria, respectivamente. De alguna forma, este ancestral tipo de vino ha devenido en una de las categorías más nuevas que hoy comienzan a hacerse un lugar en las cartas de vino del mundo.
El primer vino naranja elaborado en la Argentina que llegó a las góndolas fue el Torrontés Brutal de Passionate Wine (antes en la línea Inéditos, ahora en Vía Revolucionaria), en el que las uvas torrontés de Tupungato, Mendoza, son fermentadas con piel y semillas como si se tratara de un tinto. En el caso de Animal L'Orange, se trata de un blend de 70% semillón de Agrelo y 30% de chardonnay de Tupungato. Y el resultado es un vino naranja pálido, muy aromático y floral en nariz, pero extremadamente seco en boca. Algo diferente, sin dudas, a lo que uno habitualmente encuentra en vinotecas y supermercados. Es cuestión de probar y ver qué pasa.

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La Nación - Salud - Crean en Japón un material "inteligente" que detecta alimentos en mal estado

Crean en Japón un material "inteligente" que detecta alimentos en mal estado

Es un film plástico de un centímetro de largo, con un sensor capaz de detectar la histamina, una sustancia que generan las bacterias que descomponen la comida

Un grupo de científicos nipones ha creado un pequeño dispositivo integrado en film plástico transparente que es capaz de detectar cuándo alimentos como la carne o el pescado se encuentran en mal estado, informó ayer el diario nipón Nikkei.
Se trata de un material "inteligente" de un centímetro de longitud que reacciona al ser colocado sobre estos productos, y cuyo uso permitiría evitar casos de intoxicación alimentaria, según sus creadores, un grupo de investigadores de la Universidad nipona de Yamagata (norte).
El sensor es capaz de detectar la histamina, una sustancia que se genera cuando las bacterias comienzan a descomponer los aminoácidos de los alimentos, y que puede causar síntomas de intoxicación alimentaria incluso en pequeñas cantidades.
Foto:Archivo
El aparato está compuesto por un microcircuito impreso sobre un material semiconductor en un film plástico, y en el futuro se podría integrar en envoltorios capaces de informar de forma automática sobre el mal estado de los alimentos.
Actualmente existen otros sensores similares en fase de desarrollo, aunque de mucho mayor tamaño, destacan los científicos nipones.
 A partir de este prototipo, los investigadores aspiran a desarrollar un dispositivo comercializable en unos tres años.
El equipo de la Universidad de Yamagata, dirigido por el científico Shizuo Tokito, también trabaja en un sistema para conectar esta tecnología a teléfonos móviles, con el objetivo de que los consumidores puedan recibir información sobre el estado de los productos desde la distancia.
Agencia EFE

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Revista Planeta Joy - Los gustos de paleta de helado artesanal más populares en Buenos Aires


Los gustos de paleta de helado artesanal 


más populares en Buenos Aires

Fueron los productos estrellas de este verano y por eso nos preguntamos, ¿qué sabores prefieren los porteños?


Los helados artesanales en palito fueron una de las novedades más populares en este verano porteño. Cremosas, frescas, divertidas, nutritivas, para comer caminando, diferentes...varias son las razones por las que las paletas de helado dejaron de ser algo del kiosco y para niños para pasar a ser una experiencia gastronómica. Pero ante una tan amplia variedad de sabores que van desde los más tradicionales como un simple chocolate a complejos y sofisticados gustos como naranja y maracuyá con Campari, ¿cuáles son los más comprados?
Planeta Joy consultó a dos de las empresas de paletas de helados artesanales más populares de Buenos Aires acerca de la predilección del público local y el resultado presentó ciertas similitudes con los helados tradicionales.
 
Los clientes de Stick Station optaron masivamente por los palitos de frutilla al agua con leche condensada, cookies cream y dulce de leche con nutella, mientras que los de Guapaletas eligieron los de superdulce de leche (helado de dulce de leche relleno con dulce de leche natural), tramontana, frutilla con leche condensada, maracuyá con leche condensada, lemon pie y coco con dulce de leche. 
Al respecto, cabe recordar una investigación que publicó la Asociación Fabricantes Artesanales de Helados y Afines (AFADHYA) para ver que el paladar de los argentinos es similar sea cual sea la forma en la que se presente el helado. Ese estudio concluyó que los sabores preferidos de helado artesanal tradicional en el país son el dulce de leche, el chocolate y la frutilla. 
 
En el último tiempo se multiplicaron los lugares que comercializan helado en paleta. Además de Guapaletas y Stick Station, se pueden encontrar estos productos en heladerías como Luccianos, Tufic y Búffala.
Más bocas de Guapaletas
Una buena noticia para los fanáticos de Guapaletas. La marca agregó tres puntos de venta en el Alto Palermo, Dot Baires Shopping y en el Puerto de Frutos de Tigre, que se suman a los de Distrito Arcos, Alcorta Shopping y el Tortugas Open Mall.
Para seguir probando. 
  • Stick Station tiene locales en el Abasto Shopping y en el Soleil Outlet. Más información en su cuenta de Facebook.
  • Luccianos está en Av. del Libertador 14141, Martínez. Más información en su cuenta de Facebook.
  • Tufic está en Guatemala 4597, en Palermo. Más información en el sitio web o llamando al 0800-444-5432.
  • Búffala tiene su local en Av. Pueyrredón 2100, en Recoleta. Más información en su cuenta de Facebook llamando al 0800 777-2833. 

Por Mercedes Spinosa

Link a la nota: http://www.planetajoy.com/?Los_gustos_de_paleta_de_helado_artesanales_mas_populares_en_Buenos_Aires&page=ampliada&id=8567