lunes, 11 de diciembre de 2017

Clarín - Sociedad - Uruguay hizo el asado más grande del mundo y le sacó el Guinness a la Argentina

Uruguay hizo el asado más grande del mundo y le sacó el Guinness a la Argentina

Ya lista, la carne pesó 10,1 toneladas. La marca argentina, de 2011, era de 9,1 toneladas.
Uruguay hizo el asado más grande del mundo y le sacó el Guinness a la Argentina
Los parrilleros del asado con cuero más grande del mundo, en la ciudad de Minas del departamento de Lavalleja (Uruguay). EFE.
En unas parrillas gigantes de la ciudad de Minas, al sur de Uruguay, más de 100 cocineros asaron más de 15.000 kilos de carne sobre 60.000 kilos de leña. Así, registraron un nuevo récord Guinness: el asado más grande del mundo es uruguayo.
El logro seguramente tiene para los orientales un sabor especial porque la marca, hasta ahora, la tenía la Argentina.
Uruguay hizo el asado más grande del mundo y le sacó el Guinness a la Argentina
En el asado récord uruguayo se consumieron cien vacas. EFE.
"Llevamos trabajando en esto desde octubre", decía Robert Bayarres, el organizador de este banquete, a la agencia de noticias AFP. "Y tenemos 4.000 kilos de ensalada rusa. Si lo llego a saber nos presentábamos al Guinness de la rusa también, pero no nos dio tiempo", dijo, envalentonado.
Bajo la atenta vigilancia de cocineros, carniceros, escribanos y expertos, se concretó el récord del asado con cuero y, a la vez, una nueva batalla entre argentinos y uruguayos en esta guerra a las brasas.
"Esto no es por el récord Guinness, es para ganarle a los argentinos", decía muy serio Raúl, uno de los cocineros. Uruguay es uno de los principales exportadores mundiales de carne, con un rodeo vacuno que triplica a su población, que ronda los 3,5 millones de habitantes.
El país vecino conquistó este Guinness por primera vez en 2008, con doce toneladas de carne vacuna asadas en Montevideo. Pero la Argentina se lo arrebató en 2011 con un gigantesco asado de 13.713 kilos puestos sobre las brasas en General Pico, a 140 kilómetros al norte de la capital pampeana. Allí asistieron 20 mil personas y se usaron 25.000 kilos de leña.
En el parque Rodó, en la uruguaya Minas, de 40.000 habitantes, casi 200 personas trabajaron toda la noche para deshuesar, pesar y colocar en las parrillas piezas y cortes de más de cien vacas.
El sábado, cuando cayó el sol pesaron la carne cruda, empezaron a encender la leña y a medianoche pusieron toda la carne en el asador. Desvelados, los cocineros vigilaban las brasas y se turnaban en descansos para comer pizza y tomar cerveza.
"Hay que vigilar la carne. Aunque cada uno tiene sus gustos, tiene que quedar bien hecha y con todo su sabor", señalaba Wilson, otro de los parrilleros. Algunos de ellos recorrieron varios kilómetros para participar en este acontecimiento.
"Llevamos toda la noche con este fuego. Queríamos hacerlo sólo con la llama pero el viento cambió y tuvimos que poner brasas para que aguantara", contaba orgulloso Wilson.
Tras 14 horas de parrilla en las que las presas menguaron su peso por la pérdida de sangre y agua, la carne volvió a ser pesada el domingo ante la mirada del público. En la Argentina, la marca había sido de 9.160 kilos de carne asada.
Todo se pesó con una balanza de última generación, una White Bird 30, que cumple con la estricta normativa internacional de gestión de calidad. "Solo pesa carne y cumple con todas las normativas. Espero que la balanza se incline a nuestro favor", decía Wilson.
La escribana Consuelo Urruela, anotaba cuidadosamente la cantidad de cada montaña de carne. "Es la primera vez que hago un trabajo así", comenta a la AFP. "He hecho muchas cosas, pero pesar toneladas de carne no lo había hecho nunca", señalaba la escribana sin desviar la atención de su labor.
Uruguay hizo el asado más grande del mundo y le sacó el Guinness a la Argentina
Los asistentes al asado récord, esperando su porción. EFE.
Mientras, parrilla por parrilla, las mantas de carne se pesaban y depositaban en una mesa de trabajo donde decenas de voluntarios contaban los trozos de asado en una secuencia casi mecánica de movimientos.
En los dos extremos de la superficie de trabajo, se preparaban las bandejas con la ensalada rusa y el pan que acompañaban la carne. Unas camionetas los trasladaban hasta la entrada del recinto, donde cientos de personas esperaban su ración.
Y llegó el veredicto: la carne cocida en el asado de Minas alcanzaba los 10.141,72 kilos y el récord volvía a cruzar el Río de la Plata para instalarse en Uruguay.
Link a la nota: https://www.clarin.com/sociedad/uruguay-hizo-asado-grande-mundo-saco-guinness-argentina_0_rk7umWh-G.html

Infobae - América Latina - Uruguay batió el récord Guinness del asado más grande del mundo

Uruguay batió el récord Guinness del asado más grande del mundo

El récord parrillero lo ostentaba Argentina, pero este domingo Uruguay consiguió arrebatárselo asando 16.510 kilos de carne bajo la atenta vigilancia de cocineros, carniceros, escribanos y expertos

16,500 kg de bife asados en Minas, en Uruguay (AFP/ MIGUEL ROJO)
16,500 kg de bife asados en Minas, en Uruguay (AFP/ MIGUEL ROJO)
La ciudad uruguaya de Minas (sur) amaneció el domingo con olor a brasas. En unas parrillas gigantesmás de un centenar de cocineros asaron por horas 16.510 kilos de carne sobre 60.000 kilos de leña, con lo que registraron un Récord Guinness.
"Llevamos trabajando en esto desde octubre", explicó a la AFP Robert Bayarres, el capataz general. "Y tenemos 4.000 kilos de ensalada rusa. Si lo llego a saber nos presentábamos al Guinness de la rusa también, pero no nos dio tiempo", añade con buen humor.
(AFP / MIGUEL ROJO)
(AFP / MIGUEL ROJO)
El récord parrillero lo ostentaba Argentina, pero este domingo Uruguay consiguió arrebatárselo asando 16.510 kilos de carne bajo la atenta vigilancia de cocineros, carniceros, escribanos y expertos, ansiosos por saber si se lograría un nuevo "Récord Guinness del asado con cuero más grande del mundo".
(AFP/MIGUEL ROJO)
(AFP/MIGUEL ROJO)
Uruguay conquistó esa marca por primera vez en 2008, pero en 2011 Argentina se la arrebató, acentuando una rivalidad entre los vecinos del Río de la Plata por ver cuál país hace el mejor asado, una referencia gastronómica en ambos países.
(AFP/MIGUEL ROJO)
(AFP/MIGUEL ROJO)
"Esto no es por el récord Guinness, es para ganarle a los argentinos", dice muy serio Raúl, uno de los cocineros. Uruguay es uno de los principales exportadores mundiales de carne, con un rodeo vacuno que triplica a su población de casi 3,5 millones de habitantes.
Cocineros desvelados
En el parque Rodó de esta ciudad de 40.000 habitantes, casi dos centenares de personas trabajaron toda la noche para deshuesar, pesar y colocar en las parrillas piezas y cortes de más de cien vacas. El sábado cuando cayó el sol pesaron la carne cruda, empezaron a encender la leña y a medianoche pusieron toda la carne en el asador.
(AFP PHOTO / MIGUEL ROJO)
(AFP PHOTO / MIGUEL ROJO)
Desvelados, los cocineros vigilaron las brasas y se turnaron descansos para comer un poco de pizza regada de cerveza.
"Hay que vigilar la carne. Aunque cada uno tiene sus gustos, tiene que quedar bien hecha y con todo su sabor", señaló Wilson, otro de los parrilleros. Algunos de ellos recorrieron varios kilómetros para participar en este acontecimiento, y pasar una noche en vela es algo que viven con satisfacción.
(AFP PHOTO / MIGUEL ROJO)
(AFP PHOTO / MIGUEL ROJO)
"Llevamos toda la noche con este fuego. Queríamos hacerlo sólo con la llama pero el viento cambió y tuvimos que poner brasas para que aguantara", cuenta orgulloso Wilson.
La balanza a favor
Tras 14 horas de parrilla en las que las presas menguaron su peso por la pérdida de sangre y agua, la carne se volvió a ser pesada el domingo ante la expectación popular, pues los argentinos tenían una marca de 9.160 kilos de carne asada.
(AFP PHOTO / MIGUEL ROJO)
(AFP PHOTO / MIGUEL ROJO)
Para ello se pesó con una balanza de última generación, una White Bird 30, que cumple con la estricta normativa internacional de gestión de calidad. "Es una pesa buenísima", cuenta Ariel Martínez, uno de los organizadores y responsable de la máquina.
"Solo pesa carne y cumple con todas las normativas. Espero que la balanza se incline a nuestro favor", expresa.
La escribana Consuelo Urruela, cuaderno en mano, anotó cuidadosamente la cantidad de cada montaña de carne que se pesaba. "Es la primera vez que hago un trabajo así", comenta a la AFP.
"He hecho muchas cosas, pero pesar toneladas de carne no lo había hecho nunca",señala la escribana sin levantar la atención de su labor.
(AFP PHOTO / MIGUEL ROJO)
(AFP PHOTO / MIGUEL ROJO)
Mientras, parrilla por parrilla las mantas de carne se van pesando y depositando en una mesa de trabajo donde decenas de voluntarios, algunos con maestría de cirujano, cortan con unos cuchillos afilados trozos de asado en una secuencia mecánica de movimientos.
En los dos extremos de la superficie de trabajo, se preparan las bandejas con la ensalada rusa y el pan que acompañan a la carne, y unas camionetas los trasladan hasta la entrada del recinto, donde cientos de personas esperan ávidas su ración bajo un día soleado de verano.
Personas esperan comer el asado (AFP PHOTO / MIGUEL ROJO)
Personas esperan comer el asado (AFP PHOTO / MIGUEL ROJO)
 
Apenas reciben su parte, los asistentes se sientan a degustar sus trozos de asado y, para alivio de los organizadores, alaban su calidad. "Yo soy uruguayo, acostumbro a comer carne y le digo que está buena de verdad", nos explica un hombre junto a su familia. Otro de aspecto más exigente, se acerca a probar: "Está buena, pienso que sí".
Y por fin llega el veredicto: la carne cocida en el asado de Minas alcanza los 10.141,72 kilos y el récord vuelve a cruzar el Río de la Plata para instalarse en Uruguay.
Link a la nota: https://www.infobae.com/america/america-latina/2017/12/11/uruguay-batio-el-record-guinness-del-asado-mas-grande-del-mundo/

La Nación - Vida & Ocio - Mauricio Couly: en el nombre del queso

Mauricio Couly: en el nombre del queso

El chef y maestro quesero de Neuquén propone un nuevo enfoque en la elaboración y deleita con sus creaciones de autor
Regla de oro: Comprar poco queso y comerlo rápido. Para disfrutar de todas sus cualidades, sirva a temperatura templada, nunca fría. Foto: Rodrigo Ruiz Ciancia
Regla de oro: Comprar poco queso y comerlo rápido. Para disfrutar de todas sus cualidades, sirva a temperatura templada, nunca fría. Foto: Rodrigo Ruiz Ciancia
Foto 1 de 7
Afuera es primavera y sopla un viento fuerte: flamean ramas y pastizales con potencia. Sin embargo, las cabras, ovejas y vacas de Mauricio Couly parecen no inmutarse. Dentro de la quesería artesanal del chef de Neuquén el trabajo es constante: es en esta época cuando se producen los nacimientos; por lo tanto abunda la leche. Lo que se ordeñó esa mañana reposa en unas cubetas gigantes mientras espera las transformaciones que la convertirán en queso: una masa de cuajada está en su punto justo para ser cortada en función de qué queso se elaborará. Couly acomoda los moldes con ayuda de Marta, su mamá: distribuyen la pasta en cada recipiente y controlan cómo se filtra el suero que más tarde será ricota. Lo que quede dentro de cada molde, tras el prensado y estacionado, será queso. No cualquiera. Será un queso con sello Couly, un producto singular, delicioso.
"No pude con mi genio y me puse a producir quesos con las tres leches disponibles (de cabra, de vaca, de oveja). ¡Me falta la de búfala! Empecé comprando leche de una vecina, pero se me cortaba. Así compré mi primera vaca, Lourdes. Con el tiempo quise más. ¿Por qué no hacer más quesos, crear nuevos estilos? Ahora tengo 25 vacas, 50 cabras y 50 ovejas. Y aquí estoy, sigo aprendiendo", dice con humildad el chef, que se convirtió en el maestro quesero de referencia en todo el país.
Trabajó con Francis Mallmann y viajó por Europa, donde completó su formación gastronómica. Hace 14 años, cuando abrió junto con sus hermanos el restaurante La Toscana, (Juan J. Lastra 176, Neuquén), no dudó en producir todo lo que pudiera para su cocina. "Yo nací en Pigüé, Buenos Aires, donde vive una gran comunidad francesa. Desde chico escucho que los franceses hacen su vinagre, su queso, su pan. Me encontré muy limitado con lo que ofrecía la industria, así que hacer mis propios quesos me pareció normal. El tema me apasionó."
En estos años Mauricio fue acumulando conocimiento y prestigio; hoy provee no sólo a su cocina y su almacén (@HermanosToscanos), sino a los mejores cocineros del país. Su primer maestro fue el ingeniero Pablo Battro (un experto en quesos artesanales que ya falleció). "Pablo me enseñó el arte; pero rescato su mejor lección: siempre hizo énfasis en que no debía copiar los quesos de afuera, en que debía hacer mis propias creaciones."
Hoy su agenda está cargada de viajes a queserías de renombre en Europa, capacitaciones y cursos (no sólo en la elaboración de los quesos). "Llegar hasta acá implicó aprender de todo: desde qué animales criar -con los límites que implica estar en la Patagonia y por cuestiones fitosanitarias no poder ingresar animales de otras regiones-. Eso me obligó a aprender cuestiones de genética; cómo manejar la chacra para que los animales vivan lo mejor posible; a producir pastos de calidad y un largo etcétera que determina la calidad de la leche que obtengo."
Entrar a la cámara donde maduran las hormas de Mauricio Couly tiene cierta mística. Sagradas, las ruedas de pasta dura de distintos tamaños descansan en penumbras. El tiempo es la variable que completa la ecuación perfecta. Mientras espera que evolucionen, el chef recorre los estantes, huele y controla las cortezas, está atento a cualquier cambio.
-¿Qué es un queso de autor?
-Se trata de hacer mis propias recetas, por eso tienen un nombre especial, como Patagonzola (con leche de vaca y oveja de la Patagonia e inspirado en el Gorgonzola italiano) (en este momento Couly tiene unos 18 quesos en carta, pero siempre está experimentando). Muchas queserías no comparten esta mirada y siguen copiando recetas tradicionales que nunca lograrán reproducir con fidelidad. Camembert y el brie, son dos de los quesos de los más copiados e imitados del mundo. Se pueden copiar, en definitiva copiando se aprende. Pero el quesero necesita crear y toda región quesera del mundo posee su propia variedad, un queso que la identifica y representa. Si se siguen haciendo copias, aunque sean buenas, no avanzamos.
-¿Por qué no se pueden reproducir?
-Por varios motivos: la leche tiene terroir, no es igual la que produce un animal que se cría acá que en Francia. Además, son otras razas, comen otros pastos, el manejo es diferente, hay mil variables. Y también está el uso de la leche cruda. Acá el Código Alimentario Argentina sólo permite su uso en quesos que se estacionen más de 60 días. En Europa esto no es así, hay otras normas, por lo tanto son diferentes los quesos. Y aún cuando la copia sea de buena calidad, no se les puede poner el mismo nombre. Muchos me dicen: "Bueno, ponele en la etiqueta que es un camembert que seguro lo vas a vender como loco". Pero yo no quiero hacer eso. Es una filosofía de trabajo.
-¿Qué quesos comemos habitualmente?
-El mercado ofrece productos estandarizados, desde una misma masa se hacen diferentes quesos. La industria le quita la crema a la leche, la pasteuriza, la vuelve estable. Y eso hace que los quesos sean todos iguales con formas distintas. En un queso artesanal apreciás otra untuosidad, un sabor y texturas distintas según con qué leche se elaboró. Hay marcas artesanales muy interesantes, pero necesitamos más productores que tomen riesgos. Casi no hay quesos en Argentina donde se mencione a los queseros en su etiqueta, como debería de ser. Están hechos por personas, no por fábricas, tienen personalidad.
-¿Qué ves del lado del consumidor?
-Creo que hay mucho interés, la gente está llena de preguntas. Somos un país productor de leche, pero comemos quesos malos. Sería interesante que el consumidor final pueda elegir y entender qué compra. El trabajo que implica su elaboración, cómo se deben conservar y servir. Faltan maestros queseros, debemos difundir todo ese conocimiento.

QUESO GASCON Y AL HORNO DE BARRO

2 quesos Gascony de cabra madura (de 400 g)
Marinada y costra
1 cda de avellanas tostadas y picadas
1 cda de nueces tostadas y picadas
1 cda de pistachos, almendras tostadas y picadas
1/2 taza de migajas frescas de pan de campo
1 diente de ajo picado
1/4 taza de aceite de oliva
Sal y pimienta
1 cda de tomillo fresco
2 peras maduras pero firmes
2 cdas de manteca
1 cda de miel
1 cda de vinagre de cassis
Rúcula
Cortar el queso Gascony en medallones de 1,5 cm. Marinar con el aceite de oliva, las hierbas y el ajo. Mezclar los frutos secos con las migajas y panar los quesos.
Cortar las peras en cuña y dorar en manteca y miel. Desglasar con el vinagre.
Dorar en una caja de hierro caliente los quesos al horno de barro, unos minutos de cada lado hasta que estén crocantes por fuera y blandos por dentro. Reposar y servir con rúcula, peras y sus jugos.
Link a la nota: http://www.lanacion.com.ar/2089254-mauricio-couly-en-el-nombre-del-queso