jueves, 28 de noviembre de 2019

Clarín - Sociedad - Comida sin desperdicio: los platos que “sobran” se venden online con rebajas de 34% en promedio

Comida sin desperdicio: los platos que “sobran” se venden online con rebajas de 34% en promedio

Lo ofrecen 350 locales gastronómicos de la Ciudad a través de una app. Ya la usan 6 mil personas. Cómo funciona.


Un plato de ñoquis con salsa cuesta 100 pesos. Una tortilla española para dos personas, 220 pesos. Una docena de empanadas -las de gustos clásicos, un poco de carne, otro poco de pollo, algunas de verdura o de jamón y queso- cotiza a 250 pesos. Y un litro de agua de coco sale 128 pesos. Los mismos comercios que ofrecen esos precios venden los ñoquis a 200 pesos, la tortilla a 270, las empanadas a 300 y el agua a 160.
El precio rebajado se obtiene a través de una app que pone en contacto a comercios de gastronomía de la Ciudad que prefieren hacer un descuento antes que descartar comida con usuarios en busca de esas ofertas.
"Muchos locales que producen alimentos para el día o que venden alimentos envasados con fecha de vencimiento, como un kiosco, pueden prever en algún momento de su turno de atención que no venderán toda esa producción. En ese momento es que ofrecen, a través de la aplicación, comida con precios rebajados", explica Santiago Guglielmetti, uno de los tres fundadores de la app Winim, en funcionamiento desde abril.
Los platos veganos están entre los más elegidos por el público // Gentileza Winim
Los platos veganos están entre los más elegidos por el público // Gentileza Winim
Según explica Guglielmetti, que tiene 25 años y es licenciado en Relaciones Internacionales, "la idea surgió cuando al analizar qué problema podía solucionarse a través del desarrollo de una aplicación".
"En ese momento -explica- vimos que el desperdicio de alimento es un problema global y local: en Argentina se desperdician 16 millones de toneladas de comida cada año. Nuestro aporte por ahora es muy chico porque recién empezamos, pero logramos que, por mes, dejen de desperdiciarse 1.250 kilos de alimentos", detalla.
En mayo, al cumplir dos meses y según uno de sus creadores, la app tenía casi 800 usuarios activos por mes. Un semestre después esa cifra ascendió a 6.000 consumidores que rastrean comida barata y deciden si la pasan a buscar por el local o si pagan el servicio de delivery. Por día, unos 350 comercios gastronómicos publican en la aplicación, de un total de algo más de 400 inscriptos como posibles proveedores. "La publicación es día a día porque depende de qué esté quedando de más en la producción", sostiene Guglielmetti.
Consultado por si esa demora en la venta del plato de comida puede implicar que esté en mal estado, responde: "Los locales están obligados a cumplir con los estándares de bromatología para todos sus platos. A la vez, el equipo manda mystery shoppers -consumidores que hacen evaluaciones de incógnito- a los negocios que piden publicar en la app", responde el co-fundador.
"Publican muchos negocios que atienden sólo al mediodía y no pueden conservar la producción hasta al día siguiente porque se pone fea. Hay muchos locales en el Microcentro con esta mecánica, que además, para producir sin consumir demasiada energía eléctrica y con pocas horas de trabajo del personal, marcan la comida. Esto quiere decir que les dan una primera cocción que después deben completar ese mismo día", describe.
Según estadísticas de la app, el descuento promedio que ofrecen los locales es del 34% aunque en algunos casos alcanza el 70% u 80%. Las minutas son la opción más elegida, seguidas por el sushi y los platos aptos para veganos.
El promedio de descuento en los platos ofrecidos es del 34% // Gentileza Winim
El promedio de descuento en los platos ofrecidos es del 34% // Gentileza Winim
"Al principio me dio un poco de desconfianza. Vi que existía la app en Instagram y la bajé, pero tardé en usarla porque me daba miedo que la comida estuviera fuera de estado. Pero una vez me animé y funcionó genial: consigo precios mucho más baratos, siempre la comida estuvo en perfecto estado, el delivery es muy rápido. Y creo que, en el largo plazo, puede tener impacto en lo ambiental, y eso también está bueno", describe Teresa de Aramburu, que usa la app desde hace tres meses, tiene 24 años, es psicóloga y vive en Recoleta. El desperdicio de alimentos -en la fase de producción, distribución mayorista y llegada al consumidor- profundiza la producción de gases de efecto invernadero.
"Hay mucha gente que todavía no está interesada en proteger el medio ambiente, aunque sea una problemática central. Pero si le ofrecés un beneficio económico que a la vez redunde en ese efecto, esa mejora es para el consumidor, para el productor, y a largo plazo, para la situación del planeta", concluye Guglielmetti.

Infobae - Tendencias - La historia de El Tropezón, el restaurante que amaba Gardel y que fue rescatado del olvido “sin querer”

La historia de El Tropezón, el restaurante que amaba Gardel y que fue rescatado del olvido “sin querer”

Ubicado en Callao 248, este emblema que recibió a figuras como Federico García Lorca fue declarado Sitio de Interés de la Ciudad. Raquel Rodrigo, actual dueña, explicó a este medio la curiosa anécdota de cómo adquirió el célebre establecimiento
Por el Tropezon pasaron grandes figuras como: Federico García Lorca, Irineo Leguisamo, Lola Membrives, los Discépolo, Aníbal Troilo, Ricardo Balbín, Alfredo Palacios, Irigoyen, Carlos Gardel que ocupaba la mesa 48, entre tantos otros.
Por el Tropezon pasaron grandes figuras como: Federico García Lorca, Irineo Leguisamo, Lola Membrives, los Discépolo, Aníbal Troilo, Ricardo Balbín, Alfredo Palacios, Irigoyen, Carlos Gardel que ocupaba la mesa 48, entre tantos otros.
“No vayas a lecherías a pillar café con leche. Morfate tus pucheretes en el viejo Tropezón. Y si andás sin medio encima, cantale ¡Fiao! a algún mozo. En una forma muy digna pa’ evitarte un papelón”, cantaba Carlos Gardel 90 años atrás sobre su restaurante preferido: El Tropezón.
En 1896, en la esquina de Callao y Bartolomé Mitre, el asturiano Manuel Fernández y el gallego Ramiro Castaño inauguraron El Tropezón, restaurante que con el tiempo se constituyó como uno de los lugares más emblemáticos de la Ciudad de Buenos Aires. Hoy, 123 años después, la Legislatura de la Ciudad lo declaró como sitio de interés cultural de la ciudad de Buenos Aires.
Unos años después, en 1901, el restaurante se mudó a Callao y Cangallo (hoy Perón) ubicación en la que funcionó hasta 1925. Sin embargo, a raíz de una desgracia (el restaurante donde funcionaba tuvo un derrumbe y se arruinó el salón) volvieron a mudarse. El 10 de febrero de 1926 se reinauguró en Callao 248. Por este local pasaron grandes figuras como: Federico García Lorca, Irineo Leguisamo, Lola Membrives, los Discépolo, Aníbal Troilo, Ricardo Balbín, Alfredo Palacios, Irigoyen y Carlos Gardel, que ocupaba la mesa 48, entre tantos otros.
El emblemático restaurante se distingue por tener una historia donde se unieron lo español y lo porteño y a donde concurrían las grandes personalidades de aquella época: iconos del tango, artistas, escritores y portas el Tropezón volvió a abrir sus puertas
El emblemático restaurante se distingue por tener una historia donde se unieron lo español y lo porteño y a donde concurrían las grandes personalidades de aquella época: iconos del tango, artistas, escritores y portas el Tropezón volvió a abrir sus puertas
A pesar de que el emblemático restaurante permaneció cerrado durante 34 años, en el 2017 su leyenda volvió a cobrar vida, luego de que Raquel Rodrigo y su esposo compraran la propiedad sin saber el valor patrimonial e histórico que estaban adquiriendo.
“El 12 de septiembre del 2017 con mi marido estábamos buscando un estacionamiento para comprar por el centro, ya que tenemos cadenas de estacionamientos. Nos encontramos con el lugar cerrado y sin saber qué era el local que estaba al lado, nos ofrecieron comprar el estacionamiento y el lugar a un precio razonable. Un mes después, pasé nuevamente por la puerta y me di cuenta de que era el icónico restaurante del que tanto escuchaba hablar en mi casa cuando era chica. No podía creer que había comprado El Tropezón”, dijo a Infobae Raquel Rodrigo, dueña actual de El Tropezón y docente, quien a raíz de la compra tomó la decisión de dedicarse a la gastronomía.
Ella y su marido se propusieron recuperar su brillo de antaño, teñido de una historia donde se unieron lo español y lo porteño y a donde concurrían las grandes personalidades de aquella época: íconos del tango, artistas, escritores y poetas. Así, el Tropezón volvió a abrir sus puertas.
Raquel Rodrigo adquirió la propiedad y también la marca en el 2017 con el fin de devolverle a Buenos Aires una joya preciada como lo era este local gastronómico
Raquel Rodrigo adquirió la propiedad y también la marca en el 2017 con el fin de devolverle a Buenos Aires una joya preciada como lo era este local gastronómico
“Para mí fue una señal. Compré un lugar así sin querer comprarlo y mi hijo que es abogado me compró la marca y la reservó. Todo se dio como si estuviese premeditado, casi como una especie de misión: la de recuperar una joya maravillosa que estaba perdida y devolvérsela a Buenos Aires”.
“Cuando era chica no fui nunca a El Tropezón, pero solía escuchar anécdotas de grandes artistas que fueron a cenar al lugar. En mi casa me crié sin televisión hasta los 12 años, por ende escuchaba tango todo el tiempo y hoy tengo un amor tan grande por el género musical que para mí es un placer ser parte de un lugar así que tenga esas raíces”, enfatizó Rodrigo.
La mujer se propuso renovarlo respetando el ambiente de tango y reunión que lo caracterizó siempre. “Todo se dio a la perfección. Cuando estaba decorando el lugar, fui a San Telmo porque quería tres arañas francesas para colgar y el dueño del lugar me dijo ‘no puedo creer la suerte que tenés, me quedan las últimas tres’, la verdad es que las cosas se me presentaron casi en bandeja, lo que me permitió disfrutar de este lugar tan importante para Buenos Aires. Tener este lugar me cambió la vida emocionalmente, me llena de gratitud ser parte de esto”, confesó Rodrigo.
La placa se encuentra en el exterior del lugar
La placa se encuentra en el exterior del lugar
El Tropezón es uno de los lugares más antiguos de la ciudad de Buenos Aires, que luego de mucho tiempo se volvió a abrir. Por ende, el esfuerzo es doble y así fue que lo declaramos Sitio de Interés Cultural. Es importante este reconocimiento porque es una demarcación que habilita al ciudadano a conocer un poco más de los lugares que transita habitualmente y que lo invita a prestar atención a mirarlo con otros ojos, ya que fue parte de la historia y de los orígenes de la Ciudad", dijo a Infobae el diputado Omar Abboud, impulsor del proyecto para distinguir al restaurante.
Bajo el mando de Raquel Rodrigo, el ambiente agradable y la buena comida retornaron a este rincón porteño. Con una carta de menú “española y porteña”, la cordial atención, y la valoración de cada visitante es una prioridad en este local. De esta forma El Tropezón se ha convertido en un lugar tradicional para el encuentro, ya sea saboreando un café, un aperitivo, o comiendo algo rico con amigos o en familia.

El Cronista - Clase - Restós, cafés y bodegones: los turistas ganan más en comida que en hoteles



Link a la nota: https://www.cronista.com/clase/break/Restos-cafes-y-bodegones-los-turistas-gastan-mas-en-comida-que-en-hoteles-20191127-0002.html

Clarín - Sociedad - Guía práctica: cómo degustar un vino

Guía práctica: cómo degustar un vino

Qué hay que saber para disfrutar todas las sensaciones y emociones que nos puede transmitir una copa.


Cuando nos disponemos a disfrutar ese vino que hemos guardado en la cava o en ese rincón de la casa que atesoramos para vivir un momento especial, en muchas ocasiones es necesario refrescar algunos consejos válidos para que la experiencia sea aún más completa.
Sin ánimo de que el hecho se transforme en un proceso tedioso, les proponemos esta guía básica para quienes se inician o para iniciados relajados que pueden resultar útiles en diferentes ocasiones.
Al contrario de lo que pensamos, donde el proceso de degustar un vino está exclusivamente destinado a especialistas o sommeliers, cualquiera puede aplicar estos simples pasos y con repetición y práctica, adquirir más habilidad. No hay secretos. Esto se trata de sensibilidad y entrenamiento.
De manera sencilla, lo primero que hay que tener en cuenta es la temperatura del vino. Vamos a decir, a manera general, que los vinos blancos es conveniente degustarlos a entre 8 y 10 grados; los rosados entre 10 y 12 grados y los tintos entre 14 y 16 grados.
Y otro aspecto importante es saber que en el proceso de degustación van a intervenir la vista, el olfato, el gusto y también el tacto. Por lo que es conveniente disponerse a tener los sentidos lo más relajados posible.

Etapa visual

Comenzaremos sirviendo un poco de vino en la copa. La medida de nuestro dedo índice es acorde para lograr resaltar todos los aspectos de la bebida. Tomar siempre la copa del tallo o pie, ya que así mantendremos la temperatura de la misma. La copa se inclina 45 grados sobre un papel blanco.
Aquí lo que observaremos será el color. En primer lugar nos revela la edad del vino. Colores más vivos y brillantes hablan de uno joven; cuando aparecen tonos anaranjados o teja, estaremos frente a vinos de guarda o criados en madera.
Cuando movemos el vino en la copa, otro aspecto que podemos medir es la densidad. Si las lágrimas caen lentamente, estamos degustando un vino de gran densidad y buena presencia de alcohol.

Etapa olfativa

Nunca hay que agitar antes de oler por primera vez. Porque allí están los aromas primarios, los que provienen de la fruta, de la naturaleza del viñedo y la uva. Allí pueden aparecer perfumes que remiten a la frescura y la intensidad inicial de un vino.
Luego sí podemos agitar por primera vez para que aparezcan los aromas secundarios que se originan en la fermentación alcohólica o maloláctica y que en general suelen estar más presentes en vinos jóvenes.
La tercera fase olfativa está destinada a descubrir los aromas terciarios. Son mucho más difíciles de encontrar, porque requieren práctica y reconocimiento previo de ellos. Se desarrollan durante y después de la crianza del vino. Podemos enmarcarlos dentro de distintas categorías: animal, vegetal, torrefactos (del torrado del café), frutos secos, especias...

Etapa gustativa

La primera sensación cuando el vino es degustado es conocida como ataque. Allí hay que tratar de pasar el líquido por todos los extremos de la lengua para sentir los cuatro sabores básicos (salado, dulce, ácido y amargo). Se establece que un vino es redondo cuando todos estos parámetros están equilibrados.
El proceso de degustación de un vino incluye tres etapas: visual, olfativa y gustativa. (Gentileza Pablo Tello)
El proceso de degustación de un vino incluye tres etapas: visual, olfativa y gustativa. (Gentileza Pablo Tello)
Ahora es cuando el tacto comienza a intervenir para determinar la textura. En muchos vinos notaremos sensaciones de sedosidad o terciopelo, untuosidad, astringencia o rugosidad. Cada uno dirá qué es más agradable.
Cuando tragamos el vino descubriremos ese aire que aparece en las vías nasales. Si las sensaciones se mantienen durante un tiempo considerable, diremos que es un vino largo en materia aromática.
Asimismo, el final de boca, que es el gusto que nos ha dejado luego del proceso anterior, puede ser corto (si es menor a dos segundos), mediano, largo o muy largo (cuando supera los 10 segundos).

Para tener en cuenta

  • Unos últimos consejos antes de degustar el vino, para mejorar la experiencia.
  • Es recomendable hacer la degustación en una habitación ventilada y luminosa.
  • Evitar los perfumes y los olores extremos.
  • Utilizar una copa para cada vino.
  • Realizar la degustación preferentemente por la mañana o media mañana, cuando los sentidos se encuentran más relajados.
Federico Lancia. Periodista de vinos y lifestyle, director de www.vinosybuenvivir.com En Instagram: @federicolancia

Infobae - Tendencias - Gastronomía millennial: cómo la comida se transforma para atraer a las nuevas generaciones

Gastronomía millennial: cómo la comida se transforma para atraer a las nuevas generaciones

Las donas, la pizza, el sushi y el helado de la actualidad tienen probablemente los mismos sabores de siempre, pero son reversionados con una vuelta de tuerca. Quiénes son las mentes detrás de distintos emprendimientos que buscan que sus productos sean deseados por los millennials
Pizza con hamburguesa, donas americanas y sushi hecha hamburguesa, la nueva gastronomía millennial
Pizza con hamburguesa, donas americanas y sushi hecha hamburguesa, la nueva gastronomía millennial
No cambiaron los sabores, siguen siendo los mismos pero diferentes, aggiornados a esta nueva era, a la generación de los millennials y centennials. Hoy, se propone una gastronomía innovadora y atractiva, con una vuelta de tuerca divertida que busca captar la atención en el público joven y ese sea su público.
Pizzas fusionadas con hamburguesas; donas americanas glaseadas o rellenas; el helado de roll tailandés o hamburguesas de sushi son algunas de las propuestas que se reversionaron como gastronomía tradicional en gastronomía millennial.
Pizza Burger
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PizzaBurger, el emprendimiento de un joven venezolano - #Informe
Gustavo Lara tiene 29 años, es venezolano y llegó a Argentina hace dos años con la motivación y las ganas de iniciar un proyecto gastronómico en el país. Con una gran idea montó Pizza Burger, una fusión entre pizza y hamburguesa, dos comidas que la gente joven ama. “Brindamos una nueva opción a las personas cansadas de las comidas convencionales y arriesgadas a probar algo distinto con un concepto diferente”. El sistema es solo delivery mediante aplicaciones o por sus redes sociales.
Su menú consta de dos partes, donde el cliente selecciona primero el topping de la pizza y luego el relleno de la hamburguesa. El topping de pizza es más variado, entre la vegetariana, hawaiana (jamón y ananá) y salame.
Donas americanas
Vienen desde Estados Unidos y Alejo Meire se propuso traer al país algo similar. “Don Us Company surge ante la falta de propuestas en el país donde se puedan comer donas reales iguales a las que uno come cuando viaja al exterior. Surgió como un proyecto de amigos fanáticos de las donuts que nos veíamos imposibilitados de comer ese tipo de donuts acá en Argentina”.
El creador dice a Infobae que las donas que se piden en su boutique son las típicas glaseadas con azúcar, ya que son las clásicas americanas, las rellenas con pasta de avellanas, de bon o bon y también las de dulce de leche. Sin embargo, también tienen en su menú unas muy llamativas que son las tradicionales de Los Simpsons con glaseado rosa y granas multicolor.
“Las donuts tienen un sabor típico, no son facturas y llevan más de 3 horas cocinarlas para 20 docenas para cumplir con todos los pasos necesarios y que tengan el sabor real”, explicó Meire.
Hamburguesas de sushi
Hacen hamburguesas de sushi con pan de arroz
Hacen hamburguesas de sushi con pan de arroz
Agustín, Malena, Axel y Martín son cuatro amigos que crearon Freakin Sushi, el primer local en el país que logró mezclar culturas gastronómicas. Juega con los ingredientes del sushi, transformándolos en hamburguesas, donas, burritos, y hasta pizza.
Dentro de sus novedosas propuestas están: la “Salmón Madness”, con tapas de arroz, salmón crudo, palta, mango y filanera, la “Hellfish”, con tapas de arroz rebozadas en panko, salmón cocido, cebolla caramelizada, mango, palta, espinaca, filanira y la “Freakin Fuckin Good Monkey” con una tapa de arroz tostada, una tapa de arroz rebozada en panko, salmón cocido, langostinos rebozados en panko, palta, mango, cebolla caramelizada, filanira. No son tapas de pan de hamburguesa, si no que son tapas de arroz.
Helados en roll
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Ice Roll, helado de Tailandia en Buenos Aires
Tienen la técnica innovadora de hacer el helado en roll que proviene de Tailandia. Esta consiste en verter el helado en estado líquido en una plancha a -30 grados con la combinación del topping que el cliente elija y se empieza el trabajo con las espátulas hasta que se endurece; se estira y se hace la forma del roll. Se decora con salsa y listo.
“Se puso de moda en Tailandia en el 2009 y como fue un destino que estuvo en auge también, esto se empezó a viralizar por todo el mundo. Vos entrabas en YouTube o en Instagram de gente que viajaba y veías gente comiendo el helado de roll, que es algo muy vistoso y lindo visualmente. Lo que más nos costó para traerlo al país fue que las máquinas al principio no se fabricaban y teníamos que encontrar a alguien que lo haga y después la lucha de ver cómo hacer el helado. Pero al final quedamos conformes porque al público le gustó y nos elige”.