miércoles, 17 de febrero de 2016

Clarín - Todo Viajes - Bares del mundo que preparan las mejores tazas de chocolate caliente

Bares del mundo que preparan las mejores tazas de chocolate caliente

Itinerarios
En Nueva York, Ciudad de México, Dublín, Estocolmo, Lausana, Brujas y Madrid, una selección de locales que se destacan por su increíble oferta de chocolate caliente. Pero, ojo... al leer estas líneas tal vez empiece a salivar y las endorfinas le fuercen, contra su voluntad, una sonrisa en la cara. 
Chocolate caliente (Getty Images)
¡Con las endorfinas en alza! Una taza de chocolate caliente, además de ser una delicia, garantiza una clara sensación de felicidad (Getty Images).
En los meses grises y fríos de invierno, ¿a quién no le apetece tomar una rica taza chocolate caliente? Su aroma, textura y sabor lo vuelven una bebida irresistible, sin contar que, al beberlo (como ocurre con el chocolate en general), el cerebro segrega endorfinas, lo que produce una sensación de felicidad inmediata y una adicción a veces incontrolable. Por estas razones, proponemos un viaje por algunos los mejores establecimientos del mundo para disfrutar de un rico chocolate caliente.


Le Barbare (Lausana, Suiza)
Ubicación: Escaliers du Marché 27.
Esta bonita cafetería se encuentra en Lausana, cerca de la Rue de Bourg, conocida por sus edificios antiguos y tiendas con encanto. Está en una de las calles más pintorescas de la ciudad, dentro del casco antiguo de aire medieval y a los pies de la catedral. Se trata de un establecimiento pequeño que sirve el mejor chocolate caliente de la ciudad, cubierto, además, por una capa de crema batida. El sabor y la textura son increíbles, simplemente delicioso.
Antes de sentarse en alguna de sus mesas, se recomienda disfrutar un rato del centro histórico y de la vista de la zona alrededor de la catedral, y pasar por el mercado que monta los fines de semana. Además, el llamativo casco antiguo, el centro olímpico y el barrio portuario Ouchyhacen de Lausana una bella ciudad junto al lago Lemán.


Max Brenner (Nueva YorkEstados Unidos)
Ubicación: 841 Broadway.
Situada en una de las grandes avenidas de Manhattan, en Union Square, esta cafetería es conocida por servir un rico chocolate caliente en una taza de diseño especial. Pero, además, ofrece una alucinante gama de productos a base de cacao: cócteles, fondueswaffles, pizzas... casi una experiencia religiosa en una de las ciudades más turísticas y cosmopolitas del mundo.
La ciudad de los rascacielos ofrece cientos de posibilidades a los visitantes: asistir a un musical en Broadway, recorrer de un lado a otro el puente de Brooklyn, disfrutar de una tarde de compras en la Quinta Avenida, visitar los más diversos museos o simplemente pasear por el Central Park como un neoyorkino más.


La Antigua Churrería (MadridEspaña)Ubicación: Calle Bravo Murillo, 190.
La Antigua Churrería de Madrid es un establecimiento familiar que sigue la tradición de preparar cada mañana la masa para las porras y churros que se van a servir durante el día. Un vicio al que no podrás resistirte cuando pases por el barrio de Tetuán es el delicioso chocolate con churros o chocolate con porras, sin contar los siete tipos de chocolates que preparan: negro con avellanas, de naranja, vainilla, frutos del bosque, dulce de leche y chocolate light para diabéticos.
Aunque no se encuentre muy cerca del centro, se puede pasear hasta el barrio de la Castellana y ver el estadio Santiago Bernabéu. Además, con el transporte público se puede llegar a la emblemática Puerta del Sol, de modo de visitar los alrededores y el casco antiguo de la ciudad, es decir, la plaza Mayor, la mítica Puerta, el museo del Prado o el Thyssen-Bornemisza, el palacio de la Cibeles y la fuente de Neptuno. Madrid, por donde se la mire, es una ciudad monumental y con una arquitectura espectacular.


Cafe 'T Klein Venetie (Brujas, Bélgica)
Ubicación: Huidenvettersplein 1.
Bélgica es el país del chocolate, con 16 museos y más de 2.000 tiendas dedicadas a este alimento, en cada pueblo o ciudad tienen su receta. Y en Brujas, a orillas del canal Dijver, se encuentra una típica cafetería de ladrillos rojos donde sirven un buen chocolate a la taza acompañado de deliciosos waffles belgas. Es un buen sitio para descansar antes de dar una vuelta en barco por los canales.
Brujas es una ciudad impresionante, encantadora, sacada de un cuento de hadas, rodeada de canales y preciosas casas con tejados escalonados y fachadas de colores. Cuenta con un casco histórico impactante donde cientos de tiendas de chocolate aparecen, en cada esquina, para tentarnos con su aroma. Lo mejor es iniciar el recorrido por Grote Markt, su plaza Mayor, desde la cual se puede visitar el resto de la ciudad.


Chokladkoppen (EstocolmoSuecia)
Ubicación: Hokladkoppen, Stortorget 18.
Situado en es el casco antiguo de Estocolmo, el Chokladkoppen es un café precioso y agradable, en un edificio singular de color amarillo. Las mesas en el exterior son un lugar privilegiado donde se sirve delicioso chocolate caliente, junto con pasteles de canela y ricos aperitivos. Dado que se llena muy rápido, a veces hay que compartir mesa con otros clientes.
Las estrechas y sinuosas calles empedradas, con sus edificios en diferentes colores, otorgan al Gamla Stan un carácter único, y es una zona con un montón de cosas únicas para ver, como el palacio Real, la catedral, el parlamento o el museo del Nobel.


Butlers Chocolate Cafe (Dublín, Irlanda)
Ubicación: 24 Wicklow St.
Butlers Chocolates es un productor de chocolate irlandés que abrió sus propios locales donde el público puede probar su selecto producto. Es posible elegir entre varias opciones: chocolate con leche, blanco, negro, praliné, con chile (picante), almendras, menta, coco y muchos más. Se trata de un lugar ideal para los días lluviosos y fríos de Dublín, en los que suena bien tomar algo caliente que reconforte.
Cerca, se encuentra la catedral Christ Church, el castillo de Dublín y la iglesia de San Patricio, y a unos diez minutos a pie, O' Connell Street, la principal arteria de la ciudad, llena de tiendas y restaurantes. Por supuesto, estar en la ciudad merece hacer una visita a la antigua fábrica de cerveza Guinness.


Churrería el Moro (Ciudad de México)
Ubicación: Eje Central Lázaro Cárdenas 42.
El chocolate caliente es una bebida que también tiene identidad en México. Para las culturas prehispánicas era la bebida de los dioses, así que la tradición manda ir a comer churros a El Moro, la churrería más vieja de la capital mexicana. Su reputación se mantuvo a lo largo de los años y es adonde los locales se acercan a tomar apetitosos chocolates calientes con churros. Una buena noticia es que ¡abren las 24 horas del día!
Quienes ya la conozcan sabrán que la Ciudad de México es inmensa. Para conocerla es necesario adentrarse entre sus calles y callejones, admirar su arquitectura, vivir el ambiente diario, descubrir tesoros ocultos...
La mayor parte de los atractivos turísticos se concentran en el centro histórico (declarado Patrimonio cultural de la Humanidad por la Unesco), es decir, el templo Mayor de México Tenochtitlán, la catedral Metropolitana, el Palacio Nacional, el antiguo Palacio del Ayuntamiento, el Palacio de Bellas Artes y el Museo Nacional de Arte, por mencionar algunos.
Fuente: La Vanguardia

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Revista Planeta Joy - Ahora los vinos argentinos se inspiran en Borgoña y Loire

Ahora los vinos argentinos se inspiran en Borgoña y Loire

Justo cuando parecía que el varietalismo y la racionalidad productiva a la californiana ganaba la pulseada, nuevas botellas llegan a la góndola para homenajear la tradición francesa de Terroir y estilo local.

Un viejo enfoque se renueva en el vino argentino. Y si decimos viejo es porque se trata de una tradición centenaria, ahora reinventada y aggiornada con el color local: el terroir, los estilos regionales y la valorización de la finca forman un nuevo paradigma que las bodegas comienzan a abrazar en la alta gama. No es un invento de acá, sino un fenómeno que a gran escala marca la vuelta del péndulo de la historia: desde Burdeos a California y de vuelta a Francia, pero ahora a Borgoña y al Loire.
Hasta hace dos décadas, los vinos comenzaron a ser varietales. Se hablaba del nuevo Malbec Luigi Bosca, de la cantidad de meses de crianza que tenía Altavista Premium o de cómo una sangría mejoraba el paladar de Yacochuya. Bien visto, se hablaba de enología. Y los enólogos se transformaron en los voceros de una tendencia: su ciencia atravesada de palabras difíciles servía para prestigiar a las etiquetas en nombre del conocimiento y, al mismo tiempo, para que las bodegas tuvieran un expertise. Todos las aprendimos felices. Conceptualmente, era el modelo que impuso California, a falta de historia y terroir, con la Universidad de Davis al frente de la difusión de contenidos. Y funcionó. 
Ahora la cosa es muy diferente, sin embargo. 
En la alta gama, los vinos no llevan mención varietal aunque sean varietales. Ya no importa: a diferencia de lo que se pregonaba antes, hoy el enólogo no debe hacer nada o casi nada. Es más, mejor si lo único que hace es dejar que la naturaleza hable su lengua de piedras y arcillas. Y que el paisaje y el misterio fabuloso del terroir –algo que por más que se estudie, no se acaba nunca de comprender– sea la llave que abra las puertas de la percepción al vino. Para eso, hay que emprender un viejo camino. Uno que fue establecido por las principales regiones de Francia entre el siglo XVIII y el XIX.
Bodegas como Catena Zapata, Familia Zuccardi, MP Wines –porfolio de marcas de Salentein y Callia– o Doña Paula lanzan líneas de vino en este sentido. Y lo hacen en la muy alta gama, de forma que empiecen a prestigiar un nuevo viejo camino. Sería, como el título de esta nota anticipa, una suerte de revancha histórica de Francia. Por un lado, porque las bodegas se inspiran en el modelo de la Borgoña y Loire, donde el terruño determina la calidad del vino y para eso invierten miles de pesos en conocer los secretos de cada parcela de viñedos plantados en suelos vírgenes. Por otro, porque supone la confirmación de la forma francesa de acercarse al vino, en el que hay que conocer las regiones para saber qué elegir y qué beber. Una nueva lengua incluso se despliega para el bebedor de vinos, que ahora tiene que incorporar parcela y desclasificación de viñedos, tipos de suelos –calcáreo, arcilloso, gravas y caliches–, nombres de localidades como Paraje Altamira o Gualtallary y hasta descriptores para poder referirse a esta nueva movida. Todos contentos, sin embargo: el vino vuelve a reinventar su mundo y hay algo nuevo y fascinante para conocer. Para probarlo, en cambio, tenés que apuntar a alguno de estos vinos que listamos a continuación.
Canal Uco Paraje Altamira (2011, $1200). El viñedo está ubicado en lo que hoy se conoce como la IP Paraje Altamira, Valle de Uco. Es decir, una zona delimitada por la calidad y singularidad de la uva. Sobre esa finca, a su vez, la bodega realizó una selección de parcelas vinculadas por el tipo de suelo y elabora este Malbec de frescura elevada y boca musculosa, con un trazo balsámico muy atractivo. El planteo reivindica el vino de terroir y de finca, muy a la francesa.
Per Se Le Craie Red Blend (2012, $950). Los enólogos Edgardo del Popolo y David Bonomi elaboran un blend de finca, cuya selección de uvas proviene por un recorte de suelos calcáreos. El origen es Gualtallary, Tupungato, y el corte es Malbec-Cabernet Franc en plan bordolés. Resulta balsámico en la nariz, apretado de frescura y taninos polvorientos. Raro y sabroso.
 
Doña Paula Parcel El Alto (2010, $870). Plantada en 1969, la finca de El Alto, en Ugarteche, Mendoza, es una singularidad. Sobre un suelo profundo y arcilloso, el Malbec desarrolla aromas frutales y especiados, taninos musculosos y amplios, que generan una sensación de boca llena. Rico ejemplar, ofrece un perfil muy amable y se inscribe en esta tendencia terroirista por ser una selección de suelos. Malbec amable y cordial, de sabor profundo. 
DV Vineyard Designated (2010, $635). Los años demostraron que los franceses habían dado en el clavo: para el Cabernet Sauvignon hace falta un suelo con algo de arcilla. Y con la larga experiencia que tiene Catena Zapata elaborando la variedad, la casa elige del viñedo La Pirámide, en Agrelo, un sector cuya expresión es demoledora en este vino: aromas frutales y levemente especiados, con paladar jugoso, de taninos muy finos y larga frescura en el fondo. 
 
Lote Agrelo (2010, $820). La Borgoña ofrece muchos terroirs diminutos, delimitados por la orientación respecto del sol y el tipo de suelo en torno a los valles o las colinas. Eso es lo que rescata Bodega Norton con sus Lotes. Aquí la diferencia es la cercanía al río Mendoza, que delimita suelos cortos o profundos. Así, la bodega embotella los mejores Malbecs de terroir cada año. Y, de paso, el consumidor y la prensa luego dicen cuál es el más rico.
Altos Las Hormigas Appelation Altamira (2011, $515). Antonio Morescalchi, uno de los fundadores de esta bodega, cree que el camino natural del vino es ir hacia las parcelas. Eso lo dice desde Francia, donde en Cahors está buscando la expresión nativa del Malbec. En la Argentina, en cambio –junto con Alberto Anotonini– , apuesta por armar, algún día, un mapa de terroir tan complejo como la Borgoña que adoran. Y este Malbec sería el primer paso. Tinto frutado e intenso, con boca de textura de tiza y frescura como columna vertebral, profundo y largo.
Pyros Single Vineyard, Bodega Pyros (2012, $300). ¿Cómo saber cuál es la mejor parte de una finca cuando tiene pocos años? Se la estudia al detalle para parcelarla siguiendo criterios de suelo y productividad. Eso se hizo con este Malbec de Pedernal, San Juan, perfumado y de cuerpo, que se distingue de su compañero Pyros Barrel Selected, por la profundidad e intensidad del vino. Pensado desde el día cero en esta línea, es un exponente moderno.
Atrevida Red Blend, (2011, $249). Para los franceses, la variedad es lo de menos. Manda el lugar y el nombre del vino. Ese es el concepto de Atrevida. Las uvas provienen de Paraje Altamira y el plan del vino es contar exactamente eso. En términos reales, podría ser un varietal –92% Malbec, el resto Cabernet Franc– pero se desestima. Tinto de intensidad notable, con trazos vegetales y boca de cuerpo y frescura, es un rico ejemplar para paladares extremos. 
Amor Seco Merlot, Bodega Chacra (2012, $240). Una de las técnicas que sirven para delimitar un terroir y que es de raíz netamente francesa es la desclasificación de viñedos: a un vino se lo descompone en las parcelas más singulares para hacer otro vino. Ese es el caso de Amor Seco, una desclasificación de Mainque, el vino de Bodega Chacra. Resulta un tinto fragante y frutado en rojo, con una boca algo austera en cuerpo, delgada y de taninos moderados que llena el paladar de sabor y frescura. 
 
A LA MANERA DE BURDEOS
Elaborado con uvas de la Consulta, El Vuelo del Chamán, de Viña la Delfina (2012), es obra del enólogo Luis Reginato y el resultado de un corte de finca: dos variedades cultivadas en un mismo terroir, a la manera de Burdeos. Malbec y Petit Verdot, son 500 botellas de un perfil balsámico y frutado, con taninos firmes y un andar apretado y jugoso. Un tinto de alto impacto, con gratas consecuencias. Lo conseguís a 450 pesos.
Por Joaquín HidalgoFotos Santiago Ciuffo 

Link a la nota: http://www.planetajoy.com/?Ahora_los_vinos_argentinos_se_inspiran_en_Borgona_y_Loire&page=ampliada&id=8381

Clarín - Olla & Sartenes - Vegetales en primera fila. Porque en verano no hay nada más saludable para la mesa - pág 5


Clarín - Ollas & Sartenes - "SABIAS QUE..." - pág 8


Diario Popular - Cordero patagónico con aroma italiano - pág 6