jueves, 30 de mayo de 2019

Clarín - Ciudades - Una antigua joya porteña, a restauración: arrancó la obra en el Mercado del Progreso de Caballito

Una antigua joya porteña, a restauración: arrancó la obra en el Mercado del Progreso de Caballito

Abarca la fachada y la iluminación del edificio de 1889, un símbolo del barrio. Prevén terminar en noviembre.


Abrió en 1889 y a las verdulerías, panaderías y carnicerías tradicionales se sumaron barcitos y pizzerías, entre otros espacios de reunión "modernos". Así que el Mercado del Progreso de Caballito conserva su antiguo corazón de barrio, aggiornado. Por eso, con sus más de 170 puestos y el cartel con su nombre escrito con letras art decó, es un emblema del barrio y es una joya casi oculta de la Ciudad de Buenos Aires, que para muchos debería figurar en las guías turísticas.
Por ahora, la novedad es otra: fuentes oficiales indicaron a Clarín que arrancaron con la obra para restaurar la fachada y mejorar la iluminación, que anunció este diario acá. La empresa HIT gano la licitación. La inversión es de $19.970.754,21. Y prevén que todo esté terminado en noviembre.
Fachada. Con el nombre en tipografía art decó, es símbolo del barrio. / Emmanuel Fernández
Fachada. Con el nombre en tipografía art decó, es símbolo del barrio. / Emmanuel Fernández
Así quedará. El render muestra cómo proyectaron que luzca el frente del Mercado del Caballito tras seis meses de obras. / GCBA
Así quedará. El render muestra cómo proyectaron que luzca el frente del Mercado del Caballito tras seis meses de obras. / GCBA
“Se trabaja en mediciones y otro tipo de tareas básicas. Todas las intervenciones se basarán en un criterio de conservación”, dijeron a Clarín desde el Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño. Y agregaron: “Según el caso, se realizarán también trabajos de limpiezay de protección”.
Visitado. El Mercado del Progreso de Caballito, este viernes 4 de enero./  Emmanuel Fernandez
Visitado. El Mercado del Progreso de Caballito, este viernes 4 de enero./ Emmanuel Fernandez
Productos frescos. Un sello del Mercado del Progreso de Caballito. / Emmanuel Fernandez
Productos frescos. Un sello del Mercado del Progreso de Caballito. / Emmanuel Fernandez
Los trabajos de iluminación “jerarquizarán los elementos significativos de frentes y torres”, aclararon las fuentes. Proyectaron, por ejemplo, colocar instalaciones de alimentación de artefactos en el exterior y aseguraron que estarán ubicadas “en las condiciones de menor impacto y visión”.
Colores. En uno de los 174 puestos del Mercado. / Emmanuel Fernandez
Colores. En uno de los 174 puestos del Mercado. / Emmanuel Fernandez
“Con la puesta en valor del Mercado del Progreso de Caballito se van a beneficiar las más de 195.000 personas que transitan el lugar a diario y se le va a devolver atractivo urbanístico al sector”, resumió el ministro de Ambiente y Espacio Público, Eduardo Machiavelli. “Queremos destacar su valor patrimonial e histórico y como espacio de encuentro”, subrayó. Y explicó: "En 2010, la Legislatura porteña sancionó la Ley 3.536, que establece la catalogación del Mercado del Progreso como edificio singular y nivel de protección estructural. Desde el Gobierno de la Ciudad, se ha elegido trabajar en sus fachadas dado su alto valor urbanístico, arquitectónico, histórico-cultural y patrimonial".
Carnes. Cuando abrió, a fines del siglo XIX, el Mercado del Progreso fue un ejemplo para su conservación. / Emmanuel Fernandez
Carnes. Cuando abrió, a fines del siglo XIX, el Mercado del Progreso fue un ejemplo para su conservación. / Emmanuel Fernandez
El Mercado del Progreso está en avenida Rivadavia y Del Barco Centenera, frente a la plaza Primera Junta. Lo inauguraron el 9 de noviembre de 1889, con dos bandas de música y brindis con puesteros y vecinos. Fue una obra pensada por la Sociedad del Progreso de Caballito y realizada con un diseño que para su época resultaba ejemplar. Las prioridades: higiene y ventilación. En ese momento había 53 puestos y el pabellón central estaba dedicado sólo a carnes. En una galería lateral, ofrecían pescado fresco, con mesadas de mármol y fuentes con circulación de agua. En otras, frutas y verduras frescas y, hacia el frente, productos de almacén.
Los trabajadores de este espacio fueron, en su mayoría inmigrantes, y abastecía también a vecinos de Almagro y de Flores. Ya en los años ‘20 se integró el pasaje Coronda, una antigua calle de servicio para carruajes. Allí pusieron cámaras frigoríficas. Y en los ‘30 la fachada adquirió los aires art decó. En 2001 el Mercado fue declarado de interés cultural por el Gobierno porteño, debido a la actividad comercial, la oferta gastronómica y las propuestas artísticas, entre ellas, shows de tangueros jóvenes. Hoy el lugar cuenta con 17 negocios a la calle y 174 puestos internos, en una superficie tres veces más grande que cuando abrió: unos 3.600 m2 . Sin embargo, conserva mucho de aquellos primeros años: algunos de los que atienden son nietos de los primeros puesteros. ¿Tienta visitarlo? Abre de lunes a sábados de 8 a 20 y los domingos de 8 a 12.
Espacios como el Mercado del Progreso de Caballito pueden ayudar a contar la historia de la Ciudad. En Buenos Aires, los mercados pasaron de las calles y plazas a lugares cerrados en la segunda mitad del siglo XIX, a la par del crecimiento de las ciudades y el reconocimiento de la necesidad de políticas de higiene y salubridad.
“Se construyeron 36 en diferentes partes de la Ciudad entre 1856 y los primeros años del siglo XX”, dicen las arquitectas Graciela Aguilar y Mónica Sanjurjo y el historiador Leonel Contreras en el libro Mercados de Buenos Aires (Olmo Ediciones, 2014). Fue en el marco de las oleadas de inmigrantes y del cambio de la antigua forma de venta directa del productor al comprador –que hace unos años vuelve, en pequeña escala– a la de intermediación comercial, explican.
Además, los mercados de este tipo fueron “puntos referenciales a la hora de la consolidación de los diversos barrios”. De hecho, cuando el de Abasto (1893) cerró, en el ’84, dado que la Corporación del Mercado Central limitó la instalación de ese tipo de espacios a 60 km de la Ciudad, Luca Prodan escribió la canción Mañana en el Abasto sobre “bares tristes y vacíos” y “tomates podridos por las calles”.
Según el libro Mercados... cerraron más de 110 en Buenos Aires, 64 se transformaron –el de Abasto reabrió como shopping en el ’98, igual que el Spinetto–, al menos 13 quedaron abandonados y funcionan unos 20.

Infobae - Tendencias - Sabores exóticos y populares combinados con las obras de Páez Vilaró, en un mismo espacio cultural

Sabores exóticos y populares combinados con las obras de Páez Vilaró, en un mismo espacio cultural

En Palermo, el bar Rey de Copas esconde la diversidad de culturas del mundo y se desafía a renovarse constantemente para sorprender a sus visitantes
Rey de Copas abrió en Palermo en 2012 y combina el arte de Páez Vilaró con coctelería de nivel internacional y gastronomía que incluye sabores exóticos y populares
Rey de Copas abrió en Palermo en 2012 y combina el arte de Páez Vilaró con coctelería de nivel internacional y gastronomía que incluye sabores exóticos y populares
Cuando abrió sus puertas en septiembre de 2012, Rey de Copas apareció como un espacio ideado para combinar gastronomía y coctelería, con diversas artes y elementos culturales del mundo, a través de las obras de Sebastián Páez Vilaró, quien dio vida y forma al lugar. El lugar también exhibe trabajos de su padre Carlos Páez Vilaró, artista de gran impronta a nivel mundial, de quien también se tomaron influencias arquitectónicas que hacen a los espacios del lugar tan particulares.
Si bien desde sus inicios el lado artístico fue fundamental y el ambiente un referente del lugar, también lo fue la gastronomía: particularmente su inclinación a la buena coctelería y los sabores tanto exóticos como populares, que completan la experiencia.
La diversidad y confluencia cultural de la puesta en el espacio de objetos y obras que visten sus ambientes, tienen que ver con la curiosidad de Sebastián desde temprana edad hacia los símbolos y antigüedades provenientes de diversas partes del mundo.
No es casual su interés por las culturas de otros continentes: desde joven, Carlos también fue un ávido viajante, explorador e investigador de las realidades y culturas de otros pueblos lejanos en el globo, así como aledaños rioplatenses y del continente que habitamos.
La diversidad y confluencia cultural de la puesta en el espacio de objetos y obras que visten sus ambientes, tienen que ver con la curiosidad de Sebastián Páez Vilaró
La diversidad y confluencia cultural de la puesta en el espacio de objetos y obras que visten sus ambientes, tienen que ver con la curiosidad de Sebastián Páez Vilaró
Un estilo en cambio continuo
A través de los años que lleva abierto, Rey de Copas ha mutado y se mantiene en constante cambio, como si tuviera vida propia. De igual manera, hay emblemas que lo identifican y permanecen desde el inicio por su valor simbólico e impacto en el espacio.
Las obras en bronce y cobre repujados de Sebastián -técnica que adopto desde joven como método principal creativo-, y los objetos y obras de Carlos de diferentes momentos en su vida artística, se mantienen como símbolo particular e inamovible en el lugar, sosteniendo siempre el legado y renovando los conceptos con el mismo cuidado.
Dentro de las obras que se pueden apreciar de Carlos, se encuentran algunos frescos contemporáneos, collages en vidrieras de los 70s de su época surrealista, tablones tallados del año 1962 en su paso por el continente africano, y objetos realizados con chatarra y metales. Así como la propia impronta de los mobiliarios que se desprenden de las paredes, una clara referencia a sus tendencias arquitectónicas en Casapueblo y otras construcciones.
El collage y la mixtura del ambiente y la propuesta gastronómica es lo que hace a Rey de Copas un lugar tan particular. Estos se revelan de maneras diversas en los diferentes espacios que se pueden disfrutar en el bar.
Un imponente salón principal
En el salón principal se destaca el gran mural que viste el fondo del salón y la barra, mural punzado en bronce y cobre, realizado por Sebastián, que se identifica normalmente con simbologías y estéticas tanto africanas como de culturas ancestrales.
La barra misma está confeccionada con antiguos durmientes de ferrocarril reciclados y vestida con cerámicos provenientes de la región de País de Calais, Francia. Las mismas que decoran aún los espacios y paredes en Casapueblo, la célebre morada de Páez Vilaró en Punta Ballena.
El salón principal de Rey de Copas tiene, en sus paredes, diversos objetos y antigüedades provenientes de culturas de distintos continentes
El salón principal de Rey de Copas tiene, en sus paredes, diversos objetos y antigüedades provenientes de culturas de distintos continentes
En este espacio se lucen diversos objetos y antigüedades, desplegados en las paredes, que hacen que culturas de diversos continentes se vean como provenientes de un solo lugar, recurriendo a lo que las enlaza: máscaras africanas, orientales y norteñas, pequeñas esculturas en madera de santos talladas en el Paraguay posicionadas en nichos incrustados en las paredes, bibliotecas llenas de pasado y todo un mundo en detalles para descubrir. Cada vez que se visita el lugar, se pueden descubrir nuevos detalles.
Esa puesta es una obra maestra en sí, lograda por Sebastián a la hora de elegir cómo combinar las piezas y elementos culturales de gran valor histórico en todos los espacios del lugar.
Una terraza de estilo selvático
Es uno de los espacios que se mantiene también en cambio constante: la terraza del bar es un favorito de los visitantes. En ella se encuentran plasmados con la misma estética, aunque en un estilo más selvático, otros objetos y obras del estilo.
Hay estatuas zodiacales de la cultura china, posicionadas en nichos de ambos lados de la barra, que ofrece por cierto la misma carta y diversidad en cócteles y atención.
Los elementos orientales predominan en este sector, destacando las cortinas enhebradas con objetos que hacen referencia al horóscopo chino, simbología y el mismo Kama Sutra retratado en pequeñas piezas.
Los elementos orientales predominan en la terraza y se destacan las cortinas enhebradas con objetos que hacen referencia al horóscopo chino, simbología y el mismo Kama Sutra retratado en pequeñas piezas
Los elementos orientales predominan en la terraza y se destacan las cortinas enhebradas con objetos que hacen referencia al horóscopo chino, simbología y el mismo Kama Sutra retratado en pequeñas piezas
Un imponente altar al mar creado a partir de un bote que alguna vez fue herramienta de trabajo de familias de pescadores, se transformó en biblioteca y  alberga para quienes quieren literatura diversa, símbolos y esculturas que hacen referencia al mar.
Los tablones tallados de Carlos Páez Vilaró ubicados en el fondo de barra de la terraza son reliquias que se mantienen para contar escenas de la vida cotidiana de los pueblos africanos, que bien pudo observar en su larga estadía en el continente.
La ambientación, estética y comodidad en los sectores que propone la terraza hacen de esta un lugar de elección primaria para los meses cálidos, aunque no deja de ser concurrida en invierno gracias a estar bien climatizada.
Patio del Rey
En el renovado patio, sector que se encuentra al ingresar al bar, se pueden observar las imponentes columnas y molduras provenientes de la India.
Manteniendo un espacio más informal y relajado, el patio presenta antiguas mesas de trabajo de carpintería, a modo de barras, que guardan la historia de todos los momentos transcurridos en su superficie.
Se destaca en este sentido también una antigua y majestuosa sierra "sinfín", fabricada en Argentina hace muchos años. Esta mesa se ha convertido en una de las más curiosas y favoritas del sector.
A todo esto acompañan faroles antiguos de plazas regionales -intervenidos por Sebastián-, biombos orientales que visten las paredes del patio y otras curiosidades que la integran con el tono mágico del lugar.
Rey de Copas se sostiene en su concepto gastronómico, sin dejar de fortalecer su estrecha y amplia relación con el arte y la cultura
Rey de Copas se sostiene en su concepto gastronómico, sin dejar de fortalecer su estrecha y amplia relación con el arte y la cultura
Estos tres espacios conforman la totalidad de un lugar que, al día de hoy, se sostiene en su concepto gastronómico y no deja de fortalecer su estrecha y amplia relación con el arte y la cultura. Pasado, presente y futuro se ven en un mismo plano a la hora de disfrutar este ambiente tan ecléctico, que tiene como principal objeto dar una experiencia diferente y amena a quien lo visita.
También, mantener vivo el legado de un grande como Carlos Páez Vilaro, e ir hacia adelante a partir de lo que se va construyendo de la mano de Sebastian, con el aporte e integración de los nuevos artistas y quienes día a día generan su contribución al crecimiento del espacio.
Rey de Copas está ubicado en Gorriti 5176 -Palermo, CABA- y está abierto de miércoles a domingos desde las 19 horas. Para más información, se pueden visitar sus redes sociales: Twitter e Instagram.

Infobae - Tendencias - Bondiola, carré y albóndigas: tres recetas de carnes para cocinar con amigos

Bondiola, carré y albóndigas: tres recetas de carnes para cocinar con amigos

Nada mejor que agasajar a los invitados con un plato hecho en casa, en especial si se trata de amigos. Una chef compartió con Infobae tres recetas exquisitas e ideales para esta época
Los argentinos son amantes de la carne, y eso se nota en su tradición culinaria. Por eso, suele ser la comida preferida cuando se reúnen con amigos.
A continuación, tres recetas exquisitas creadas por la chef argentina Laura Sujoy para disfrutar con amigos: bondiola al horno con batatas, cebollas y zapallo; carré de corderocon crosta de mostaza y espinacas; y albóndigas de rosbeef y bondiola.
Bondiola al horno con batatas, cebollas y zapallo
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Ingredientes:
Bondiola de 1kg y medio
Batatas
Zapallo
Cebollas blancas y moradas
Aceite de oliva
Sal a gusto
2 ramitas de romero
Preparación:
Se coloca el trozo entero de bondiola en cocción de fuente de barro o de hierro con tapa. Pelamos y cortamos las batatas, zapallo y cebollas blancas y morados en rodajas de tamaño medio de grosor.
Colocamos aceite de oliva en el fondo de la fuente, colocamos la bondiola y las verduras alrededor. condimentamos con sal gruesa o del Himalaya y 2 ramitas de romero humedecidas en aceite así no se queman.
Prendemos el horno a 160 grado, horno bajo, y cuando llega a esa temperatura colocamos la fuente tapada por una hora. Pasada la hora le agregamos agua caliente o caldo hasta la mitad de la fuente, volvemos a tapar y dejamos por una hora mas.
Pasadas las dos horas destapamos y colocamos el horno a 190 grados para dorar de todos sus lados, 10 minutos de cada lado o hasta que esté dorado.
Es un plato para disfrutar con amigos y una buena copa de vino tinto.
Carré de cordero con crosta de mostaza y espinacas
Ingredientes para 4:
2 carre de cordero con 8 huesos cada uno
2 dientes de ajo
200 g de espinacas
1 cuchara sopera de menta picada
1 cuchara sopera de perejil picado
1 cuchara sopera de hojitas de tomillo
1 cuchara sopera de pan rallado
2 cucharas soperas de aceite de oliva
4 cucharas soperas de mostaza de dijon en lo posible
100 cc de vino blanco
Sal y pimienta cantidad necesaria
Preparacion:
Pedirle al carnicero que deje bien limpio el carré, sin grasa. Precalentar el horno a 220 grados. Colocar los carrés en una fuente de horno; rociar con vino blanco y condimentar con sal y pimienta recién molida. Poner en el horno caliente durante 20 minutos a 220 grados.
Pelar y picar los dientes de ajo, lavar las espinacas, secarlas y picarlas. Colocarlas en un bowl, con la menta, el perejil, las hojitas de tomillo, el ajo picado, una pizca de sal, el pan rallado y el aceite de oliva, mezclar todo bien.
Pasados los 20 minutos retirar del horno los carrés, dejar que se enfríen 5 minutos y untar la parte superior con la mostaza, luego espolvorear con la mezcla de hiervas de manera que quede bien pegada a la mostaza y volver a poner al horno durante 10 a 15 minutos a 220 grados. El horno tiene que estar caliente al colocar la fuente.
Cortar cada carré por la mitad sirviendo 4 huesos con su carne a cada persona. Para acompañar se pueden hacer cebollas moradas caramelizadas o con papas o batatas al horno.
Albóndigas de rosbeef y bondiola
Ingredientes:
Rosbeef 500 g picada
Bondiola 500 g picada
Perejil 1 atado picado
Dientes de ajo 3 picados
Cebolla morada 1 picada pequeña
Sal/pimienta c/n
Pan rallado o panko c/n para secar la preparación
Queso parmesano rallado 150 g
Huevos 1+medio
Preparación:
Poner las carnes en un bowl y mezclarlas entre ellas y luego con el resto de los ingredientes. Unir todo con las manos bien limpias. Formar bolitas, tratando de que todas tengan un tamaño parecido. Se pueden congelar o poner en heladera un par de horas antes de cocinarlas.
Se pueden preparar con salsa de tomate o en el horno solamente.
Salsa de tomate para cocción final de las albóndigas
Ingredientes:
2 frascos de salsa de tomate
Morrones
Cebollas
Aceite de oliva
Sal a gusto
Vino tinto suave
Pimienta
Pimentón
Comino
Azúcar mascabo
Preparación:
A la salsa agregarle morrones de varios colores cortados en tiritas y una taza de caldo de verduras. Cortar cebollas, saltearlas en una sartén, sin la salsa, solas, con aceite de oliva. Al final, antes de que estén doradas suave, agregar sal. No tienen que estar quemaditas. Luego agregar una taza pequeña de vino tinto suave. Cuando el vino se consume agregar a una olla la salsa de tomate, más morrones, más caldo de verduras, sumándole las cebollitas.
Poner a calentar, agregándole sal, pimienta, pimentón, comino (una cucharadita) y una cucharada de azúcar mascabo. Mezclar todo mientras se calienta. Dejar hervir 10 minutos y apagar.
En una sartén con un poco de aceite sellar las albóndigas para que estén doraditas de todos lados y luego agregarlas a la olla con la salsa, llevando a hervor bajo durante 30 minutos.
Se pueden acompañar con arroz, quínoa, papas cortadas medianas adentro de la salsa.