Una antigua joya porteña, a restauración: arrancó la obra en el Mercado del Progreso de Caballito
Abarca la fachada y la iluminación del edificio de 1889, un símbolo del barrio. Prevén terminar en noviembre.
Abrió en 1889 y a las verdulerías, panaderías y carnicerías tradicionales se sumaron barcitos y pizzerías, entre otros espacios de reunión "modernos". Así que el Mercado del Progreso de Caballito conserva su antiguo corazón de barrio, aggiornado. Por eso, con sus más de 170 puestos y el cartel con su nombre escrito con letras art decó, es un emblema del barrio y es una joya casi oculta de la Ciudad de Buenos Aires, que para muchos debería figurar en las guías turísticas.
Por ahora, la novedad es otra: fuentes oficiales indicaron a Clarín que arrancaron con la obra para restaurar la fachada y mejorar la iluminación, que anunció este diario acá. La empresa HIT gano la licitación. La inversión es de $19.970.754,21. Y prevén que todo esté terminado en noviembre.
Fachada. Con el nombre en tipografía art decó, es símbolo del barrio. / Emmanuel Fernández
Así quedará. El render muestra cómo proyectaron que luzca el frente del Mercado del Caballito tras seis meses de obras. / GCBA
“Se trabaja en mediciones y otro tipo de tareas básicas. Todas las intervenciones se basarán en un criterio de conservación”, dijeron a Clarín desde el Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño. Y agregaron: “Según el caso, se realizarán también trabajos de limpiezay de protección”.
Visitado. El Mercado del Progreso de Caballito, este viernes 4 de enero./ Emmanuel Fernandez
Productos frescos. Un sello del Mercado del Progreso de Caballito. / Emmanuel Fernandez
Los trabajos de iluminación “jerarquizarán los elementos significativos de frentes y torres”, aclararon las fuentes. Proyectaron, por ejemplo, colocar instalaciones de alimentación de artefactos en el exterior y aseguraron que estarán ubicadas “en las condiciones de menor impacto y visión”.
Colores. En uno de los 174 puestos del Mercado. / Emmanuel Fernandez
“Con la puesta en valor del Mercado del Progreso de Caballito se van a beneficiar las más de 195.000 personas que transitan el lugar a diario y se le va a devolver atractivo urbanístico al sector”, resumió el ministro de Ambiente y Espacio Público, Eduardo Machiavelli. “Queremos destacar su valor patrimonial e histórico y como espacio de encuentro”, subrayó. Y explicó: "En 2010, la Legislatura porteña sancionó la Ley 3.536, que establece la catalogación del Mercado del Progreso como edificio singular y nivel de protección estructural. Desde el Gobierno de la Ciudad, se ha elegido trabajar en sus fachadas dado su alto valor urbanístico, arquitectónico, histórico-cultural y patrimonial".
Carnes. Cuando abrió, a fines del siglo XIX, el Mercado del Progreso fue un ejemplo para su conservación. / Emmanuel Fernandez
El Mercado del Progreso está en avenida Rivadavia y Del Barco Centenera, frente a la plaza Primera Junta. Lo inauguraron el 9 de noviembre de 1889, con dos bandas de música y brindis con puesteros y vecinos. Fue una obra pensada por la Sociedad del Progreso de Caballito y realizada con un diseño que para su época resultaba ejemplar. Las prioridades: higiene y ventilación. En ese momento había 53 puestos y el pabellón central estaba dedicado sólo a carnes. En una galería lateral, ofrecían pescado fresco, con mesadas de mármol y fuentes con circulación de agua. En otras, frutas y verduras frescas y, hacia el frente, productos de almacén.
Los trabajadores de este espacio fueron, en su mayoría inmigrantes, y abastecía también a vecinos de Almagro y de Flores. Ya en los años ‘20 se integró el pasaje Coronda, una antigua calle de servicio para carruajes. Allí pusieron cámaras frigoríficas. Y en los ‘30 la fachada adquirió los aires art decó. En 2001 el Mercado fue declarado de interés cultural por el Gobierno porteño, debido a la actividad comercial, la oferta gastronómica y las propuestas artísticas, entre ellas, shows de tangueros jóvenes. Hoy el lugar cuenta con 17 negocios a la calle y 174 puestos internos, en una superficie tres veces más grande que cuando abrió: unos 3.600 m2 . Sin embargo, conserva mucho de aquellos primeros años: algunos de los que atienden son nietos de los primeros puesteros. ¿Tienta visitarlo? Abre de lunes a sábados de 8 a 20 y los domingos de 8 a 12.
Espacios como el Mercado del Progreso de Caballito pueden ayudar a contar la historia de la Ciudad. En Buenos Aires, los mercados pasaron de las calles y plazas a lugares cerrados en la segunda mitad del siglo XIX, a la par del crecimiento de las ciudades y el reconocimiento de la necesidad de políticas de higiene y salubridad.
“Se construyeron 36 en diferentes partes de la Ciudad entre 1856 y los primeros años del siglo XX”, dicen las arquitectas Graciela Aguilar y Mónica Sanjurjo y el historiador Leonel Contreras en el libro Mercados de Buenos Aires (Olmo Ediciones, 2014). Fue en el marco de las oleadas de inmigrantes y del cambio de la antigua forma de venta directa del productor al comprador –que hace unos años vuelve, en pequeña escala– a la de intermediación comercial, explican.
Además, los mercados de este tipo fueron “puntos referenciales a la hora de la consolidación de los diversos barrios”. De hecho, cuando el de Abasto (1893) cerró, en el ’84, dado que la Corporación del Mercado Central limitó la instalación de ese tipo de espacios a 60 km de la Ciudad, Luca Prodan escribió la canción Mañana en el Abasto sobre “bares tristes y vacíos” y “tomates podridos por las calles”.
Según el libro Mercados... cerraron más de 110 en Buenos Aires, 64 se transformaron –el de Abasto reabrió como shopping en el ’98, igual que el Spinetto–, al menos 13 quedaron abandonados y funcionan unos 20.