jueves, 2 de febrero de 2017

La Nación - Tendencias Gastronómicas - Abajo los clichés: un nuevo mapa de sabores argentinos

Abajo los clichés: un nuevo mapa de sabores argentinos

Carne más allá de la carne. Vino más allá del Malbec. Todo un mapa de sabores argentinos más amplio desplegaron Germán Martitegui, Mariana Müller, Tomás Kalika y Mauricio Giovanini en Madrid Fusión. La cumbre gastronómica que durante tres días puso bajo la mirada del mundo nuestra cocina.
LA NACION
JUEVES 02 DE FEBRERO DE 2017 • 00:18

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El buen comienzo de un libro no puede anticipar un buen final pero garantiza la continuidad de la lectura. Igual que esos textos que atrapan desde la primera palabra, el arranque prometedor de Argentina como país invitado en Madrid Fusión -congreso que equivale al sueño del pibe para tantos cocineros-, marcó un paso firme en un camino tan grande como la Argentina.
El crudo de llama preparado por Martitegui
El crudo de llama preparado por Martitegui.

"Argentina no es una vaca gigante"

La mesa patria, con su versatilidad, eclecticismo, contradicciones y sutilezas, pudo mostrarse con claridad, solidez y calma. Sin sobreactuaciones ni egos. Incluso con cierto desparpajo, como la imagen inicial del video que dio lugar a la ponencia de Germán Martitegui, (restaurante Tegui, primero de Argentina según los 50 Best Latam), con la Coca Sarli como metáfora de la carne. Esa materia prima que, aunque extraordinaria, se transformó en lugar común de nuestra gastronomía. "Argentina no es una vaca gigante", aclaró Germán antes de describir su proyecto Tierras, con el que patea el país de punta a punta en busca de los productores, cocineros y artesanos que dan sostén al tejido complejo de nuestras cocinas. El mundo es chico pero sus culturas son infinitas. En el video, los relatos de agricultores del interior profundo, sorprendieron con sus productos y conmovieron con sus historias enraizadas en paisajes de salinas, montañas, valles o lagos. Del Norte, Martitegui eligió cocinar en el escenario un crudo de llama con Kiwicha. Del sur, prefirió ostras y algas patagónicas. En cualquier caso, lo que quedó claro es que los kilómetros de país recorridos en el descubrimiento de nuestra despensa y en la construcción de nuestra identidad representan un tramo corto. En ese tren, reconocer la importancia del rol y de las necesidades del productor es medular. "Entender al productor nos hace mejores cocineros".

"La memoria emotiva y la culpa"

Si Martitegui puso la mira en la tierra y su legado, Tomás Kalika (restaurante Mishiguene) apuntó directo al corazón de nuestra esencia inmigrante al desplegar la cocina judía, sus orígenes, su entorno cultural y afectivo y dos de sus ingredientes básicos: "La memoria emotiva y la culpa". Kalika recrea en su restaurante el sabor de los platos de las bobes y las madres desde una mirada contemporánea y con un sello personal. Su pastrón, que varios del público pudieron disfrutar in situ, no está elaborado con grano de pecho, según manda la tradición, sino con el argentinísimo asado.
En esas recreaciones Tomás encontró el rumbo propio, verdadero por historia y por convicción. Su discurso convenció también al público del auditorio que no escatimó aplausos.

Sabores ácidos en la patria del dulce de leche

Casi sin solución de continuidad, pasamos de las migraciones gastronómicas, sin las cuales la cocina quedaría condenada a una endogamia mortal, a las sutilezas ácidas de Mariana -La China- Müller. Presencia femenina y patagónica, un aporte federal en un país en el que Buenos Aires, su capital, se fagocita el protagonismo. A Mariana (restaurante Cassis, Bariloche), le gusta decir que lo que hace bien es lo que lleva en la sangre. Pero hay algo más que herencia centroeuropea en sus platos. Müller tiene una sensibilidad exquisita para combinar productos locales y para elaborar vinagres con frutos de la Patagonia. Cassis, Saúco, frambuesa. Con estos ingredientes y un talento superlativo, Hernán Luchetti, argentino y Jefe de cocina de El Celler de Can Roca y en esta ocasión su partenaire, preparó platos en consonancia con el estilo de La China, original y valiente: una apuesta a los sabores ácidos en la patria del dulce de leche.

Investigar los espesantes naturales

El último compatriota en decir y hacer lo suyo fue el cordobés Mauricio Giovanini, el chef del restaurante Messina, 1 estrella Michelin, en Marbella. Mauricio compartió su investigación sobre los espesantes naturales -como el colágeno- que le permiten crear distintas texturas y consistencias. Complejo pero nada aburrido, su discurso dejó a muchos con la boca abierta y la curiosidad en el paladar.

La cocina líquida

Novedad absoluta en esta edición, la número XV, de MF: la coctelería en primer plano, como correlato líquido de la cocina sólida. Detrás de una barra montada en el escenario durante cada ponencia, un bartender creaba acuerdos entre cócteles y platos. A Tato Giovannoni, dueño de Florería Atlántico y Diego Cabrera (otro argentino cuyo bar, Salmón Gurú, es uno de los mejores de Madrid) les tocó acompañar las propuestas de nuestros cocineros. Hubo Bloody Mary estilo Giovannoni y clericó poco convencional, sin licores ni empalagos "una osadía en el país de las sangrías", se ríe Tato.
Sobra decir que la coctelería argentina está en su mejor momento "tenemos más de cien años de historia de barras y grandes cocteleros que en los años 40 viajaban por el mundo", pero vale agregar que la española también evolucionó bastante, ya no sólo de gin tonic vive el madrileño en la barra. No es casual que a José Carlos Capel se le ocurriera la inclusión de bartenders en su congreso.

Atlas del sabor argento

Cócteles, pero también vinos argentinos, empanadas, polenta de Colonia Caroya, choribao, trucha, chipá circulaban como pan caliente en el stand de Argentina, atendido por un sommelier y nueve cocineros: entre otros, Pablo Soto (Comodoro Rivadavia), Luciano Nanni (Rosario), Federico Domínguez Fontan (Bariloche), Julio Salina (Misiones). Todas las regiones todas.
Mariana Müller y Hernán Luchetti con el postre preparado por La China
Mariana Müller y Hernán Luchetti con el postre preparado por La China.
Tirando paredes
Madrid Fusión puso a nuestra cocina bajo la mirada del mundo. Allí estaban nuestros cocineros, en el mismo espacio que Andoni Aduriz (el cocinero pensante), Niko Romito (y su complejidad de lo simple), Ángel León (el chef del mar), David Muñoz (chico rebelde de la gastronomía madrileña). O junto a Joan Roca y su cálida charla con María Fernanda Giacobbe, la voz de las comunidades chocolateras de Venezuela, premiada por el Basque Culinary Center por su defensa de esta industria y del papel que el cacao y el chocolate pueden cumplir como motor de cambio social.
Allí estaban nuestros chefs. Poniendo atención al discurso de chefs ingeniosos, algunos de ellos obsesionados con los fermentados -kimchi, vinagre, kombucha-, sus nuevos chiches. Apuntando técnicas. Aprendiendo otros lenguajes. Y también siendo escuchados por Pedro Subijana. Rodeados de los popes de la gastronomía mundial.
Y es cierto que hace tiempo que nuestra cocina pide pista pero más allá de nuestro potencial y de los talentos de nuestros fogones (nada de esto empezó ayer), tal vez el éxito de la performance argentina se haya fraguado en la solidaridad del equipo. En el respeto mutuo y una alegría compartida que convirtió al congreso en una fiesta. "Esta experiencia me llena de ilusión. Descubrí gracias a mis colegas productos argentinos a los que desde aquí no accedo y comprobé una vez más que el cocinero argentino cocina para su gente", dice Giovanini. Kalika coincide. "Finalmente pudimos convivir, alegrarnos, disfrutarnos, admirarnos. Nunca había visto una cosa así. Ya se perfilaba este clima desde la previa del congreso, con Francis Mallmann encendiendo sus fuegos en la Plaza Mayor". Germán se acerca para hablar de la importancia de haber podido mostrar un retazo de nuestra diversidad y posibilidades y La China agrega: "no era Argentina, eran Argentina y sus regiones".
El equipo argentino que participó de Madrid Fusión
El equipo argentino que participó de Madrid Fusión.
En este muestreo de sabores patrios, la presencia de funcionarios del Ministerio de Turismo apoyando fuertemente la movida fue alentadora. Hoy existe un impulso evidente a nuestra gastronomía a través de programas, como por ejemplo, CocinAR. Pero hay un trabajo enorme en ciernes que exige por ejemplo, resolver asuntos tan grandes como dignificar la tarea del productor. Porque la cocina es también agricultura: la punta del ovillo. Ese espacio donde el arranque y la conclusión se alían para que la historia gane sentido.
Link a la nota: http://www.lanacion.com.ar/1980847-abajo-los-cliches-un-nuevo-mapa-de-sabores-argentinos

Revista Planeta Joy - Comer - 23 restaurantes que no te podés perder durante Mesa de verano

23 restaurantes que no te podés perder durante Mesa de verano

El ciclo que busca promover el consumo de productos de estación se realizará del 7 al 11 de febrero, y tendrá como protagonista a los tomates, las ciruelas y los melones.

¡La MESA está servida! Del martes 7 al viernes 11 de febrero, 23 restaurantes de la Capital Federal y del Gran Buenos Aires se suman a la tercera edición de MESA de Estación.

El ciclo gastronómico tiene como objetivo motivar el consumo de productos de estación. Los elegidos del verano son tomates, ciruelas y melones, que serán protagonistas de menús especiales en los restós participantes.

Los establecimientos ofrecen un menú de 3 o más pasos que incluye un Aperol Spritz de bienvenida. Los comensales pueden elegir entre comerlos todos o pedir los platos en forma separada. Hay para todos los gustos y todos los precios, los menús de tres pasos van de los 350 pesos a los 800.


Todos los restaurantes participantes:-1893: Av. Scalabrini Ortiz 701, Villa Crespo / T. 4773-2951
- 878 Bar: Thames 878, Villa Crespo / T. 4773-1098
- Basa Basement Bar & Restaurant: Basavilbaso 1328, Retiro / T. 4893.9444
- Cucina Paradiso: Arévalo 1538, Palermo / T. 4770-9406
- Duhau Restaurante & Vinoteca: Avenida Alvear 1661, Recoleta / T. 5171-1340 ó 5171-1234
- Elena Restaurante: Posadas 1086, Retiro / T. 4321-1728
- Gioia Restaurante & Terrazas: Avenida Alvear 1661, Recoleta / T. 5171-1340 ó 5171-1234
- Gran Bar Danzón: Libertad 1161, Recoleta / T. 4811-1108
- La Mar Cebichería Peruana: Arévalo 2024, Palermo / T. 4776-543
- Los Galgos: Av. Callao 501, San Nicolás / T. 4371.3561
- Los Salones del Piano Nobile: Avenida Alvear 1661, Recoleta / T. 5171-1340 ó 5171-1234
- Mishiguene Cocina de Inmigrantes: Lafinur 3368, Palermo / T. 3969.0764
- Möoi: Cuba 1985, Belgrano / T. 4773.7246 o Costa Rica 5468, Palermo / T. 4773-7246
- Naná Rosedal: Av. del Libertador, 3887, Arco 9 El Rosedal / 4776.8034 o Pres. Hipólito Yrigoyen 499, Vicente López / T. 4837-9220
- Oviedo: Beruti 2602, Recoleta / 4821-3741 o 4822-5415
- Paraje Arévalo: Arévalo 1502, Palermo / T. 4775-7759
- Parrilla Don Julio: Guatemala 4699, Palermo / T. 4831-9564 ó 4832-6058
- Puratierra Restaurant: 3 de febrero 1167, Palermo / T. 4899-2007
- Restaurante Austria: Roque Saenz Peña 1138, San Isidro / T. 4742-9393
- Santé Café: Loyola 807, Villa Crespo / T.4775-5440
- Terrazas Bistró De La Rural: Sarmiento 2698, Palermo / T. 4777-5821
- Tomo 1: Carlos Pellegrini 521, San Nicolás / T. 4326-6698
- Yeite: Humboldt 293, Villa Crespo / T. 4855-6777

Encontrá todos los menús y más información sobre Mesa de Estación acá
Link a la nota: http://www.planetajoy.com/?23_restaurantes_que_no_te_podes_perder_durante_Mesa_de_verano&page=ampliada&id=9387

La Nación - Consumo - Galletitas, ese gusto bien argentino

Galletitas, ese gusto bien argentino

El 99% de los hogares compra este producto en el año; las dulces son las más consumidas
LA NACION
DOMINGO 29 DE ENERO DE 2017

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7 kilos

Consumo per cápita de galletitas
Foto: Pablo Bernasconi
Presentes a la hora del mate, el té o el café, las galletitas se han ganado un lugar en el gusto de los argentinos, a punto tal que su consumo en hogares está entre los más elevados de la región: se comen en la Argentina (dentro del hogar) 7 kilos per cápita al año, según un análisis de la consultora Kantar Worldpanel.
Es tal el fanatismo de los argentinos por este producto que prácticamente todos los hogares lo compran en un año (99%). Es más, junto con las pastas, constituyen la categoría más popular de la canasta familiar.
En cuanto a los hábitos de consumo, los hogares adquieren algún tipo de galletitas 30 veces al año (cada 12 días en promedio) y en cada acto de compra se llevan 760 gramos. La frecuencia se acelera en aquellos hogares con hijos de 13 a 18 años, que compran galletitas 5 veces más al año que el promedio (35 versus 30).
"Galletitas es, dentro de alimentos, una de las categorías con mayor número de marcas y variedades y como consecuencia de ello es alta la convivencia dentro del hogar. En promedio en un año, una misma familia compra 7 tipos de galletitas diferentes combinando dulces y saladas", dice Carolina Núñez, Business Development Manager de Kantar Worldpanel.
Como sucede con las pastas, un producto también fácil y barato de elaborar y que resulta accesible para todos los niveles económicos, la galletitería atrae inversiones y nuevos jugadores a un mercado dominado por Arcor (48,5% del market share) y Mondelez (16,4%); seguidos por Granix (4,6%) y un atomizado grupo de marcas que captan en total el otro 30,5 por ciento.
En la Argentina, el gran volumen de ventas lo dan las galletitas dulces secas (Variedad, Surtido, Lincoln, Pepitos, Diversión, Ser, Panal, entre otras), seguidas por las crackers (Criollitas, Salvado, Cerealitas, Express, etcétera).
Link a la nota: http://www.lanacion.com.ar/1979778-galletitas-ese-gusto-bien-argentino

Diario Popular - Cocina - La apuesta de las minutas Premium

La apuesta de las minutas Premium

La apuesta de las minutas Premium

Hamburguesas con cortes de primera calidad, burritos al estilo mexicano, ensaladas diferentes y postres generosos, son algunas de las propuestas que sobresalen en la cocina rápida gourmet, con opciones de minutas premium, ofreciendo un producto de primera línea en un formato más económico y simple. La chef Denisse Querol destaca las virtudes de estos productos, especialmente las hamburguesas, que están dejando de ser sinónimo de comida chatarra
La cocina rápida gourmet es un concepto que crece a la par de una época no muy propicia en términos económicos. Cuando muchos restaurantes deben cerrar sus puertas porque la gente sale cada vez menos a comer afuera, el rubro se reinventa con propuestas de minutas Premium, donde se ofrece al comensal un producto de primera línea pero en un formato más económico y simple.
A diferencia de las cartas más sofisticadas de los restaurantes de autor, se imponen las hamburguesas elaboradas con cortes de primera calidad, los clásicos burritos al estilo mexicano, ensaladas diferentes, postres generosos y creativos, en un ambiente moderno e informal. Es el caso de "Williamsburg Burger Bar", ubicado en Palermo, cuyo nombre hace honor al vanguardista barrio neoyorkino de Brooklyn, donde el diseño y la propuesta gastronómica son un imán para quienes valoran el fast food de alta gama.
Los cocineros ya no tienen prejuicio si los convocan para armar el menú de un lugar donde sean protagonistas las hamburguesas, producto que está dejando de ser sinónimo de comida chatarra y poco saludable, para dar lugar a un enfoque más casero y con toques de autor. Como ejemplo se puede señalar a la hamburguesa Williamsburg, que lleva chips de queso, huevo frito, panceta crocante, pepinos y mayonesa.
"Nuestras hamburguesas se hacen con cortes de carne magros, como la nalga y la picaña, no son cortes grasosos como el roast beef que utilizan en otras hamburgueserías -dice Denisse Querol, chef de "Williamsburg..."-. La picaña es un corte que se usa muy poco acá. Casi toda la picaña que hay en Argentina se manda a Brasil. No la consumimos y es de primera línea. Tiene la particularidad de que la capa que la recubre es como una capa muy fina de grasa que le aporta humedad, entonces nosotros realizamos esa hamburguesa con dos cortes magros con el agregado de la grasa de la picaña. Eso hace que tenga un sabor muy particular. Y básicamente cuando la comés no te encontrás ni con nervios ni con pedacitos de nada. Y muelo la carne yo, no le compro la carne picada a nadie, entonces sé lo que le pongo adentro".
Si bien es un corte de exportación, la picaña se puede conseguir en la carnicería de confianza. "Cuando vas a la carnicería, en realidad, pueden encontrarla. Porque básicamente, en la vaca hay sólo 1 picaña. Las carnicerías compran la res o la media res. El corte existe y lo podés llegar a conseguir. Lo que pasa es que en general se la queda el carnicero. Pero si vas a una carnicería amiga, se puede pedir".
El medallón de pollo es la variante más común a la hamburguesa de carne que tiene sus seguidores y que también tiene su versión gourmet. "Básicamente es pechuga de pollo que la molemos, tiene el agregado de ralladura de limón, que cuando la comés se siente bastante, un poco de verdeo picado a cuchillo y nada más. O sea que cuando la comés, es una hamburguesa de pechuga, pero no queda seca, sino bien húmeda, porque se realiza en una parrilla a gas que cocina muy fuerte y con mucha rapidez", explica Denisse.
La comida mexicana se mezcla con el fast food norteamericano para construir este nuevo estilo de comida al paso. "El Burrito Capote se elabora con una masa casera, hecha de harina 0000 con un agregado de grasa. Hacemos las tortillas manualmente, una por una. Este burrito lleva un relleno de huevos revueltos, es una opción muy rica para los vegetarianos. Tiene cebollas caramelizadas, morrones asados y huevos revueltos con manteca adentro del burrito, y queso Cheddar y mozzarella. Hacemos un rollo grande, lo mandamos al tostador o al horno, para que la masa quede crocante y adentro el queso se derrita con los huevos revueltos que están cocidos a punto. ¡Es para desmayarse!"
No puede faltar la propuesta más light de las ensaladas. La que aparece en esta nota es la ensalada Ramona, simple pero deliciosa. "Tiene hojas seleccionadas recién cosechadas, tiene una garrapiñada de nuez, que a mí me encanta porque le aporta algo dulce que contrarresta con un queso azul super rico de una cabaña boutique, pasas de uva y apio, que la gente cree que no come apio hasta que lo empiezan a comer y les encanta. El apio, cortado crocantito, queda alucinante".
l Empezaste más volcada a la cocina vegetariana, ¿fuiste vegetariana?

-Sí, durante diez años, pero me casé con un carnívoro de vocación y volví a comer carne muy lentamente, pero recuerdo el vegetarianismo como la mejor época de mi vida en todo sentido.
l ¿Cómo llegás a ser cocinera de un bar de hamburguesas?

-Fui al extremo, a las antípodas del tema. En realidad, yo trabajo para un grupo grande gastronómico que es el que monta "Williamsburg Burger Bar" para el cual yo desarrollo productos y marcas. Ellos tienen productos en aeropuertos y en ferrocarriles de la Argentina. Estaban buscando a alguien que les armara la parte gastronómica del lugar y les desarrollé un tipo de hamburguesa ultra casera con cortes de carne magros.
Link a la nota: https://www.diariopopular.com.ar/cocina/la-apuesta-las-minutas-premium-n278054

Revista Brando - Comer + Beber - ¿Probaste con leer la etiqueta del yogur?

¿Probaste con leer la etiqueta del yogur?

Los alimentos vienen con letra chica y nosotros nos ponemos los anteojos para saber qué es eso que entra en nuestro cuerpo cuando abrimos la boca. Hoy: yogur. 

  • Se calcula que el yogur nació 8.500 años antes de Cristo
Por Roly Villani 

Nace una estrella
Los médicos de la Edad Media intuían la relación entre el yogur y una buena digestión. Fue recién a fines del siglo XIX que el microbiólogo ruso Iliá Ilich Méchnikov, Premio Nobel de Medicina en 1908, explicó la acción de la bacteria lactobacillus, responsable de convertir la lactosa -el azúcar natural de la leche- en ácido láctico, a través de la fermentación. La importancia de este fermento para la regeneración de la flora intestinal se demostraría años más adelante. La bacteria ya estaba lanzada al estrellato. 
En la farmacia
Hasta mediados del siglo XX no era fácil, sin embargo, comprar yogur en las grandes ciudades. Se vendía en farmacias y se lo consideraba un alimento-medicamento. En la actualidad, los supermercados dedican heladeras enteras, lo que hace pensar a muchos nutricionistas si no se está exagerando con el consumo. La asociación entre el yogur y el bienestar intestinal le brindó a la industria de la alimentación una base para diversificar el producto hasta el infinito, agregando cosas que no siempre están en consonancia con la idea que transmiten, como, por ejemplo, el azúcar. 
¿Has visto una frutilla?
Los yogures de frutilla no tienen nada de frutilla, salvo saborizante y colorante sintético. Esto puede no ser del todo malo, a menos que el colorante sea E 120 (o ácido carmínico), E 120i (rojo carmín), E 120ii (extracto de cochinilla), E 122 (azorrubina), E 124 (ponceau 4r) o E 129 (Rojo Allura AC). Son seis aditivos muy cuestionados. Si bien su uso no está especificado en ninguna etiqueta, muchas distribuidoras argentinas los ofrecen "para la industria láctea". 
Firme acá
La consistencia natural del yogur es más bien cremosa. ¿Cómo se logra esa firmeza tan práctica para que resulte fácil comerlo con cucharita? Con espesantes. Los polémicos E 407 (carragenanos), E 407a (algas eucheuma) o E 415 (goma xantana). Ninguno de ellos está prohibido en el Código Alimentario Argentino, pero la comunidad científica ha empezado a cuestionar su consumo. 
De Asia con amor
La Real Academia recomienda llamarlo yogur, pero quienes tienen más de 30 recordarán envases que decían yoghurt o yogourt. El origen de la palabra es turco: yogurt. Se trata de un alimento anterior a la agricultura y se calcula que nació 8.500 años antes de Cristo. Los pueblos nómadas del Cáucaso y los Balcanes ya transportaban la leche fresca -sobre todo de cabra- en bolsas hechas de intestinos o piel animales. Al calor de las largas caminatas, las bacterias lácticas se multiplicaban aportando acidez y coagulando la leche. 
Colchón de frutas
Enfatizando el carácter natural del yogur, apareció el "colchón de frutas". Esas frutas no podrían conservarse ni 24 horas peladas y cortadas sin un "colchón de químicos" que incluya una buena dosis de JMAF, sucralosa, acesulfame K y la muy cuestionada silicona dimetilpolisiloxano, que puede producir problemas renales, hepáticos, y contiene restos de amianto y formaldehído. 
Con cereales
Los cereales son otro éxito del marketing saludable, aunque su análisis excede estas páginas. Basta con señalar que son una pasta de harinas varias y que, en el mejor de los casos, tienen un 24% de azúcar. 

Qué hacer I
Elegir un yogur natural (sin sabor ni colorantes) sin cereales ni frutas. Otra buena opción, para no abusar de los lácteos animales, es buscar yogur natural de leches vegetales, como la de coco o almendras. 

Qué hacer II
Prepararlo en casa. Calentá un litro de leche a 85° y dejala enfriar hasta los 40°. Agregale una cucharada de yogur natural sin sabor y revolvé un poco. Guardalo en un recipiente tapado a temperatura ambiente, envuelto en un repasador durante 12 horas, tiempo suficiente para que las bacterias hagan su trabajo. Usalo para una ensalada de yogur, pepino y semillas de eneldo. 

¿Y el dulzor?
El yogur es naturalmente ácido y con un sabor lácteo. Para que el edulcorado paladar del consumidor moderno no se "asuste", la industria le agrega correctores de acidez y endulzantes, que pueden ir desde el azúcar común hasta los edulcorantes más perjudiciales, pasando por el tristemente célebre jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF).
Link a la nota: http://www.conexionbrando.com/1980589-probaste-con-leer-la-etiqueta-del-yogur