martes, 26 de marzo de 2019

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Escenarios de la vida porteña: recorrido por los mejores cafés de Buenos Aires


(CABA) Según afirman, Buenos Aires es la Viena de Latinoamérica en lo que respecta a la cultura cafetera. Los vecinos de la Ciudad atestan sus cafés y bares con cualquier excusa: para leer el periódico, para estudiar apuntes o para mantener sus conversaciones. Para preservar la cultura cafetera, el gobierno de la ciudad creó la categoría de los Bares Notables, locales protegidos que forman parte del patrimonio cultural de la capital. Más de 90 figuran actualmente en la lista, que va creciendo año tras año. Al pensar en un bar notable se vendrá a la cabeza un café con sillas tapizadas en rojo, mesas de buena madera y espejos a los que les falta el azogue, un viejo local que en su día fue sede de tertulias de escritores y gentes ilustres —tan a menudo hombres— de siglos pasados. En efecto, Buenos Aires cuenta con bastantes cafés de este tipo en su lista. El Tortoni es el más célebre: el pasado octubre cumplió 160 años y sigue tan concurrido como siempre, pero muchos otros no tienen ese aire tan de alto copete y aun así pertenecen de pleno derecho al patrimonio de la ciudad, pues la vida barrial ha ido tomando forma en torno a ellos. La historia de Buenos Aires se encuentra en estos locales notables, y engrosar la prestigiosa lista es un honor para el café, pero también una gran responsabilidad.

El recorrido empieza por el Tortoni, el santuario ineludible para quien pisa por primera vez Buenos Aires, con su techo de vidrieras decimonónicas, su sala de billares y su hilera de columnas de mármol. A la entrada, aparte de la consabida fila de visitantes que esperan su turno para acceder al café, nos encontramos con una escultura policromada de Eduardo Noé dedicada al letrista de tango Horacio Ferrer. Este gusto por honrar a figuras clave de las artes y el deporte mediante esculturas hiperrealistas es común en Buenos Aires, como veremos una vez dentro del Tortoni, pues en una de sus mesas se encuentran, en animada tertulia suspendida en el tiempo, Borges (algo desmejorado), Carlos Gardel y Alfonsina Storni. Borges y Storni eran asiduos de la tertulia que montó el pintor Benito Quinquela Martín en la bodega del café —lo que hoy es la sala de espectáculos— en 1926. De aquellas décadas quedaron decenas de versos acerca del célebre café, y entre los más conocidos están los del escritor Baldomero Fernández Moreno, que escribió sobre una servilleta su soneto Viejo Café Tortoni: “A pesar de la lluvia yo he salido / a tomar un café. Estoy sentado / bajo el toldo tirante y empapado / de este viejo Tortoni conocido”.


Seguimos sobre la avenida de Mayo. A pocas cuadras del Tortoni se encuentra la confitería London City, un santuario para los que veneran a Julio Cortázar, pues era su café favorito. La primera escena de su novela Los premiostranscurre precisamente en el London, llamado así, a secas, por el escritor. A pesar de los conflictos políticos con el Reino Unido, la tradicional anglofilia porteña está presente en la fachada del café inaugurado en 1954, no solo porque lleve el nombre de la capital británica, sino por la tipografía de su rótulo y el color verde caza de su fachada.
Hoteles con solera
Otra cafetería notable situada también en los alrededores de la plaza de Mayo, donde se encuentran la Casa Rosada y la catedral neoclásica, es La Puerto Rico. Famosa por la calidad de sus dulces, tras tomarse un café con tres medialunas no hay que perderse la cercana Manzana de las Luces (Perú, 272), una esquina que reúne las construcciones más antiguas de la ciudad; entre ellas, la iglesia jesuita de San Ignacio, de 1722, y también el prestigioso Colegio Nacional de Buenos Aires, el instituto público de secundaria del que han salido y siguen saliendo las grandes figuras de la cultura argentina. A la vuelta del colegio luce orgullosa su antigüedad la Librería de Ávila, fundada en 1785 y en la que tantas veces se han detenido a curiosear entre sus estantes los protagonistas de la historia de Argentina.
Más refinamiento: junto al celebérrimo teatro Colón no podía faltar un bar notable. Lo hay, se llama Petit Colón y es perfecto para ir a merendar antes de una función de ópera o un concierto de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires. El Petit Colón está decorado como se espera de él: con sillas Thonet, lámparas de araña y elementos dorados. Su público matutino se compone principalmente de abogados, ya que los tribunales están a pocos metros. Por la tarde acuden los melómanos. Pero para encontrar el ambiente más sofisticado mientras se toma el té hay que entrar en los cafés notables que se encuentran en algunos hoteles con solera de la ciudad como el Savoy, el Castelar o el Alvear Palace,inaugurado en 1932. La decoración de boiserie y el edificio del hotel en sí son un clásico de la tendencia parisiense tan fácilmente hallable en el barrio de Recoleta. Luis XIV se sentiría muy bien en esta confitería, en la que exigen vestimenta semielegante y donde han tomado algún cóctel sentados en sus sillas aterciopeladas personajes de la talla de Sharon Stone, Catherine Deneuve o Arthur Miller.
Sin salir del barrio de Recoleta, y esta vez junto al cementerio de igual nombre, tenemos la cafetería La Biela. Espaciosa e informal, su extenso menú ofrece todas las especialidades farináceas de Buenos Aires, incluidos esos adictivos sándwiches de pan de miga con pavo y palmitos. Si echamos un vistazo a nuestro alrededor, nos llevaremos una sorpresa: esos dos hombres sentados en una de sus mesas, comentando libros y charlando, son nada menos que Borges y Bioy Casares, de nuevo en versión hiperrealista: el autor de El Aleph, con sus consabidos ojos entrecerrados y su bastón, y Adolfo Bioy, con su pinta eterna de galán. Por supuesto, hay una silla libre en su mesa para que todos nos hagamos la foto de rigor con ellos.
Tango y fútbol
Cambiemos de barrio y vayamos a Almagro, donde Gardel emitió sus primeros gorgoritos en público. El tango está presente en el bar notable 12 de Octubre,también conocido como El Boliche de Roberto, cuya fachada fue decorada por el pintor Crespi con un mural que retrata a Gardel y a Osvaldo Pugliese junto a una pareja en pleno baile agarrado. El fútbol, otra pasión porteña, se deja ver en El Banderín (Billinghurst, esquina a Guardia Vieja), que también integra la lista de los bares notables por su extravagancia decorativa, con cientos de banderines de equipos de fútbol en sus paredes.
Pero el verdadero deber moral una vez en Almagro es tomar algo en la confitería Las Violetas. Si ya quedamos boquiabiertos ante las vidrieras cenitales del Tortoni, aún más estupefactos quedaremos ante las vidrieras modernistas que adornan las paredes de este enorme café en la esquina de la avenida de Rivadavia y la calle de Medrano. La lista de quienes lo frecuentaron es larguísima, y entre ellos destaca el escritor Ricardo Piglia (fallecido en 2017), que vivió enfrente durante un tiempo, en el hotel Almagro: “Por supuesto hay que tener un bar tranquilo y bien iluminado cerca si uno vive en una pieza de hotel”, escribió Piglia, y por suerte Las Violetas cumplía los requisitos.
Como no podía ser de otra forma, en la siempre bulliciosa avenida Corrientes también hay bares notables. Para consolarnos de la reciente desaparición del legendario La Giralda, con sus camareros vejetes y su escaparate con objetos de chamarilero, aún nos queda la confitería El Gato Negro, que en su planta baja exhibe su amplio catálogo de especias y tés a granel en venta y en la de arriba sirve menús a mediodía.
En la cercana avenida de Callao tenemos un excelente ejemplo de un café notable que se ha reinventado para no morir: Los Galgos. Sus nuevos dueños han renovado su carta y ahora sirven hasta ají de gallina, pero también cócteles y vermús. Sus buenos productos, interiorismo y música ambiente consiguen que continúe plagado de parroquianos a todas horas.
Uno de los barrios más visitados de Buenos Aires es San Telmo, así que sus cafés notables apenas necesitan publicidad, pues a ellos entran a diario centenares de personas que se dejan caer por la zona en busca de altas dosis de pintoresquismo. El Bar Sur es perfecto para tango y nocturnidad, el Plaza Dorrego es famoso entre otras cosas por su suelo plagado de cáscaras de cacahuete y el Bar Federal destaca por sus picadas, que son el equivalente a las tapas porteñas: una colección de platitos de chacinas, quesos y encurtidos varios.
Por su parte, en el barrio de Palermo, el más extenso de la ciudad, otro bar notable se ha convertido en punto de encuentro de narradores y poetas porteños (algunos presumen de tener allí instalada su oficina): el Varela Varelita. El escritor Héctor Libertella (1945-2006) era uno de ellos y aún cuelgan fotos suyas en las paredes. Hoy lo es César Aira, entre otros muchos. Cuando anochece y toca encender la luz eléctrica, sus fluorescentes de techo lo convierten en una enorme vitrina en la que se exhibe gente de todo tipo. En su interior, los dos televisores que funcionan en silencio no opacan las conversaciones de los parroquianos o habitués, como los llaman allí, ni tampoco sus partidas de ajedrez, con tablero y fichas proporcionados por el café. Los sándwiches de lomo de ternera o de milanesa, con mil complementos a elegir, son los más solicitados y se pueden pedir hasta bien entrada la madrugada, para no olvidar que estamos en la siempre despierta Buenos Aires.
En el barrio de Chacarita, no lejos del cementerio donde están enterrados los más grandes del tango —Homero Manzi, Alfredo le Pera, Osvaldo Pugliese y Gardel, entre otros—, no hay que perderse el Bar Palacio, que además alberga el Museo Fotográfico Simik, lleno de cachivaches relacionados con el arte de retratar.
Entre libros
Y en una ciudad con tantísimas librerías, el sueño de combinar la compra de libros con un café mientras los hojeamos es fácil. En Palermo se encuentran dos librerías-café en las que pasar horas: Libros del Pasaje, cuyo café con luz natural y suelo ajedrezado es de los más silenciosos de la ciudad, y su competencia en belleza y confort: el café de la librería Eterna Cadencia, situada en una casona enorme en Palermo Hollywood, que así se llama por las empresas audiovisuales que se instalaron en sus calles hace unos años.
Si no tenemos a mano un café notable, no hay que descartar acudir a una de las cadenas locales de cafeterías, donde el dulce de leche brilla como producto rey. Las dos más implantadas son Havanna, orgullosa de sus alfajores de renombre, y el Café Martínez,fundado por el emigrante asturiano Atilano Martínez en 1933. El Tostado Café Club es una de las incorporaciones más recientes a la escena cafetera de Buenos Aires. Su misión autoimpuesta es reivindicar el tostado porteño, el sándwich mixto de pan de molde a la plancha, uno de los más solicitados por toda la ciudad. En Tostado Café Club, además, han urdido otras especialidades, como el de lomito ahumado con cebolla y puerro. 
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Planeta Joy - Comer - Recetas: tres flanes, el clásico y dos reversiones

Recetas: tres flanes, el clásico y dos reversiones

El flan es un clásico a prueba de todos los paladares; compartimos tres recetas: una para los convencionales y otras dos para los que se animan a más.
El flan es un clásico, pero, justamente por eso, tiene muchas reversiones. Aquí te presentamos una receta tradicional y dos para cuando quieras darle una vuelta de tuerca. 
Flan de coco con salsa toffeePor Malvina Gehle, Cheff Green Bamboo
Ingredientes: 
Para el flan: 
huevo: 3 unidades .
leche de coco: 400 gramos.
leche condensada:  200gramos.
Para la salsa toffee: 
Azúcar: 170 gramos.
Crema: 200 gramos.
Whisky: c/n. 
Elaboración: 
Para el flan: mezclar los ingredientes. Acaramelar la flanera (con el azúcar de la salsa toffee) y cocinar en horno a baño maría a 100°C durante 1 hora. Dejar enfriar y reservar en heladera. 
Para la salsa toffee: en una cacerola colocar el sobrante del caramelo de la flanera calentar a 180 °C, desglasar 100g de crema, revolver hasta lograr una consistencia cremosa. Dejar enfriar. Agregar el resto de la crema y whisky a gusto. Reservar en heladera. Servir el flan con una quenelle de toffee.
Flan con dulce de leche y cremaPor Jaun Pablo Garín, chef de Rufino
Ingredientes: (4 porciones)
250 litros de leche.
50 grs. azúcar.  
2 yemas.
2 huevo.
1 cucharada de chaucha de vainilla o esencia de vainilla.
Caramelo.
Dulce de leche.
Crema batida.
 
Elaboración:
Calentar la leche con la mitad de la azúcar. En otro bowl, colocar los huevos, las yemas y la otra mitad de azúcar, se mezcla y se incorpora la leche tibia a caliente, se revuelve suave; luego, se tamiza y se incorpora chaucha de vainilla o la esencia. Posteriormente se rellenan los moldes con el caramelo, se coloca la mezcla y se la lleva al horno, por 20 minutos aproximadamente a 140°.
Para servir, se coloca dulce de leche y crema batida.
Flan casero de avellanas y cremoso de mandarina
Por Daniel Da Silva, chef de Parque Bar)
Ingredientes (8 porciones) 
Para el flan: 
Leche 400ml.
Azúcar 3/4 de taza.
Huevo 4 unidades.
Leche condensada 1 lata.
Almíbar o esencia de avellanas 6 cucharadas.  
Para el cremoso:
Mandarina 5 unidades.
Ralladura: 5 unidades.
Azúcar: 250gr.
Huevos 4 unidades.
Almidón de maíz 25gr.
Para el caramelo:
250gr de azúcar blanca.
 
Para la mezcla del flan: En un bol coloca los huevos, la leche condensada, esencia o el almíbar de avellana, azúcar y la leche, con un batidor de mano mezclar suavemente hasta juntar integrar todos los ingredientes, chequear el sabor y reforzar con azúcar o con esencia de avellana de ser necesario.  
Para el caramelo: En una sartén dejar cocinar el azúcar hasta que se haga un caramelo negro (no remover con cuchara solo agitando levemente el sartén). Una vez listo el caramelo bañar los moldes para flan, esperar que enfríe y agregar la mezcla de flan. Levar al horno a 180 grados por 40 minutos. 
Tips para que no quede con burbujas el flan: con un papel absorbente húmedo quitar las burbujas de la superficie de los moldes.  
Para el cremoso: exprimir las mandarinas y pasar el jugo por un colador fino y reservar. Luego en una cacerola colocar el azúcar, el almidón de maíz, mezclar con un batidor de mano y agregar los huevos, seguir mezclando lentamente e ir agregando el zumo de mandarinas y azúcar. Verter en una cacerola a fuego bajo o en baño maría hasta que la mezcla espese. Una vez este espesa la mezcla colocar papel films sobre la superficie y llevar a la heladera. 
Para el emplatado: con una cuchara colocar en el centro del plato un espejo de cremoso y encima colocar el flan.  
Dónde probarlos:

La Nación - Restaurantes - El restaurante hit de Chacarita que sirve casi exclusivamente hongos



Link a la nota: https://www.lanacion.com.ar/lifestyle/el-restaurante-hit-chacarita-sirve-casi-exclusivamente-nid2231943

Infobae - Tendencias - Vino argentino, centolla patagónica y trucha de lago: las delicias autóctonas con las que agasajaron a los reyes de España

Vino argentino, centolla patagónica y trucha de lago: las delicias autóctonas con las que agasajaron a los reyes de España

Luego de una jornada intensa de actividades en su primer día en el país, los reyes de España, Felipe VI y Letizia, asistieron a una cena especialmente ofrecida para ellos por el Presidente y la Primera Dama en el Centro Cultural Kirchner
El presidente Mauricio Macri y la primera dama Juliana Awada recibieron hoy, en la Casa Rosada, a los reyes de España, Felipe VI y Letizia Ortiz, en la primera actividad de la Visita de Estado a la Argentina
El presidente Mauricio Macri y la primera dama Juliana Awada recibieron hoy, en la Casa Rosada, a los reyes de España, Felipe VI y Letizia Ortiz, en la primera actividad de la Visita de Estado a la Argentina
"El Presidente de la Nación y la Primera Dama tienen el agrado de invitarlos a la comida ofrecida en honor de Sus Majestades el Rey Felipe VI y la Reina Letizia del Reino de España el lunes 25 de marzo de 2019 a las 19.00 hs en el Centro Cultural Kirchner", dicen las invitaciones repartidas por la Casa de Gobierno. El código de vestimenta fue "traje oscuro" para los hombres y "vestido de cocktail" para las mujeres.
La pareja real degustó vinos y carnes argentinas en la cena de gala que se realizará durante su visita en Buenos Aires. Los platos elegidos fueron clásicos exponentes de la gastronomía local, que quedará expuesta en la intensa agenda real.
En las invitaciones repartidas por la Casa de Gobierno se invita a “la comida en honor a sus Majestades el Rey Felipe IV y la Reina Letizia del Reino de España el lunes 25 de marzo de 2019 a las 19:00 hs en el Centro Cultural Kirchner”
En las invitaciones repartidas por la Casa de Gobierno se invita a “la comida en honor a sus Majestades el Rey Felipe IV y la Reina Letizia del Reino de España el lunes 25 de marzo de 2019 a las 19:00 hs en el Centro Cultural Kirchner”
Los mandatarios y sus esposas comieron de entrada centolla patagónica, servida con un crocante de papa, emulsión de berro, palta y granada.
El plato principal fue una trucha de lago, servida con boniatos, morillas, endibias y uvas. Los hongos morilla se exportan de nuestra Patagonia hacia los mercados de Europa. Nota:se llevó un porcentaje de cordero con la misma guarnición para invitados que no coman trucha.
De postre, sirvieron un souffle de dulce de leche, helado y salsa de vainilla
Postre especial: plato de frutas variadas de estación. Y hubo vinos Angélica Zapata Chardonnay y Angélica Zapata Malbec. Además, se ofreció un menú especial apto para invitados vegetarianos y celíacos.
"Se trata de un menú representativo que cuenta con insumos autóctonos del país. Lo más importante es que no es un menú pretencioso. Es rico, autóctono y auténtico, porque ofrece la posibilidad de comer desde una carne de cordero hasta una trucha, que durante tantos años dejamos en un segundo plano. Con este menú, los argentinos venimos a demostrar que respetamos los productos y sus cocciones, no que somos grandes cocineros porque no hace falta", aseguró en diálogo con Infobae el chef Pablo Massey.
La reina Letizia junto a la primera dama de Argentina, Juliana Awada, durante el encuentro que mantuvieron hoy en Buenos Aires (EFE)
La reina Letizia junto a la primera dama de Argentina, Juliana Awada, durante el encuentro que mantuvieron hoy en Buenos Aires (EFE)
Desde la reconocida bodega familiar Catena Zapata explicaron: "La Presidencia de la Nación seleccionó vinos que estuvieran a la altura de un encuentro real. El Chardonnay es la variedad francesa de mayor alcurnia que existe en el mundo, gran parte de los mejores vinos franceses son hechos con él, y sin dudas es el más elegante. El Angélica Zapata, por su parte, es considerado por muchos como un ícono del Chardonnay en la Argentina. Y el Malbec es nuestra variedad bandera de origen francés que después de haber sido abandonada en Francia, en la Argentina recupera todo su esplendor de la mano de Nicolás Catena, el encargado de revalorizar la variedad en el mundo".
No hay mucha más ciencia detrás de la elección. La misma buscó honrar a los reyes con un producto argentino, producido por una empresa familiar argentina y que al mismo tiempo sea digno de ellos. "Como dignatarios argentinos, elevar los productos autóctonos es una de las claves en estas circunstancias", agregaron.
Para el reconocido chef Fernando Trocca el menú fue "elegido según los mejores productos de la Argentina, además de contar con grandes vinos para acompañar".
"La pareja real se encontrará con un menú agradable. Como argentinos es un honor tener el privilegio de poder cocinar para ellos. No dudo que vaya a estar bien servido, en un entorno maravilloso y con todo el glamour que lo representa. Conozco a quien lo hace y sin dudas será un menú pensado especialmente para servir en la Argentina", concluyó Massey.