Cervecerías, pizzerías, restaurantes y delis conforman la propuesta gastro de este barrio que, como en los pueblos, centra su vida social alrededor de la plaza principal.
El epicentro de Villa Devoto siempre fue la Plaza Arenales. En las calles que la rodean se concentraban la biblioteca barrial, la famosa heladería Monteolivia, una escuela y la casa de Diego Maradona; pero la oferta de actividades terminaba ahí.
Sin embargo, en pocos años, la plaza supo transformarse en uno de los epicentros gastronómicos más vibrantes de la ciudad. Allí conviven desde clásicos que se encuentran en cualquier barrio (Kentucky, Burger 54, Havanna, etc.) hasta otros ya forman parte del ADN de Devoto, como Casa Lucca o Alicia.
Casa Lucca
Con cocina caserísima e inspirada en los platos favoritos de las abuelas, Casa Lucca es un restaurant familiar que conforma tanto al nieto con onda como al abuelo que detesta esperar mesa dos horas en Palermo y recibir a cambio un plato enorme con una porción ínfima de comida.
Emplazado en una esquina, tiene una gran cantidad de mesas en la vereda. Pero si el día es primaveral y afuera no hay espacio, el comensal no deberá lamentarse, ya que el diseño del local es abierto y sus puertas vidriadas y grandes ventanales borran el limite entre exterior e interior.
Con platos como buñuelos de acelga ($110), pastel de papas ($220) y zapallitos rellenos ($180), la cocina remite a los sabores de la infancia.
Las pastas son elaboradas a mano y, fieles a la premisa de que lo bueno no necesita artificios, la ofrecen en versiones simples (tallarines, sorrentinos de jamón y queso, canelones de verdura, ñoquis de papa, etc.).
También hay parrilla, de donde salen provoletas (la especial es la Lucca con jamón crudo, rucula y tomates secos), achuras, carne vacuna, pollo y pescado.
Por supuesto, no faltan clásicos como el revuelvo gramajo ($185) y las milanesas de cerdo y de ternera.
Y aunque su gran tamaño satisface, vale la pena comenzar la comida con una tortilla ($145), sale bien babé y con la cantidad justa de aceite, un manjar.
Dónde:
Asunción 4167.
Alicia
Alicia fue el restaurant que marcó el ingreso de Villa Devoto al mapa gastronómico. Es que abrió sus puertas en 2014 y se transformó en pionero de esta nueva impronta que adoptó del barrio.
El diseño del local es exquisito, con materiales nobles (madera, hierro, etc.), cálido y moderno a la vez. También hay buen espacio al aire libre y un patio trasero que da a la calle, coronado con una buena barra.
Abrir a las 7.30 de la mañana y cerrar después de la medianoche es un desafío gastronómico, ya que es difícil mantener una propuesta de nivel a todo momento, ir de los cócteles al café y de las medialunas al risotto sin fallar o bajar la calidad, pero esa máxima que asegura “el que mucho abarca, poco aprieta” parece no cumplirse en este lugar.
La pastelería merece un reconocimiento aparte, con panes y tortas elaborados en forma artesanal. Hay opciones de desayuno y merienda para compartir en familia o con amigos, ya que traen tostadas, medialunas, magdalenas, scons, cookies, alfajores y mini cakes.
Los amantes de los jugos y aguas saborizadas (desde $70) pueden ir tranquilos. La limonada sale con menta y jengibre y tiene la cantidad justa de azúcar. Muy recomendable también el jugo de frutos rojos.
Al mediodía ofrecen menú ejecutivo y el fuerte son las opciones livianas de sándwiches y ensaladas. Por la noche, la carta cambia y se agregan platos más elaborados.
Para cenar o almorzar, la carta de vinos es otro fuerte. Hay bodegas comerciales y también más pequeñas como Finca La Igriega, Adrián Rio y algunas etiquetas de Matías Riccitelli y Alejandro Sejanovich.
Dónde:
Asunción 4102.
Teléfono 4501-7226.
Bar Pintón
A esta altura no hay itinerario gastronómico que se precie sin una cervecería y aquí el lugar que pone esa cuota es Bar Pintón.
Tienen 12 cervezas de productores independientes que rotan en forma semanal. Además, cuentan con más de 20 variedades de importadas provenientes de Bélgica, Inglaterra y Alemania, entre otros países.
A diferencia de lo que sucede en gran parte de los spots cerveceros, aquí la comida está a la altura.
Se destacan la bondiola braseada con pan casero, queso azul y zanahoria rallada y la hamburguesa de langostinos (medallón de langostino, marinado con cilantro, salsa guacamole, cebolla morada, tomate y lechuga, $200).
Y si bien es el lugar ideal para los amantes de la birra, los anti cerveza también son bienvenidos. Para ellos hay cócteles clásicos (desde $120) y también creaciones de autor ($140), como el Crystal Tangerine (Absolut cilantro, mandarina, azúcar rubia) o el Scottish Julep (scotch, menta, pomelo y azúcar negra).
Dónde:
Mercedes 3940
T. 11- 4587-6134.
Bonus track
A la hora del postre, Devoto es como la tierra prometida. En pocas cuadras se concentran tres heladerías grandiosas: Monte Olivia, Lucciano’s y Rapa Nui.
La primera es un clásico, la quintaesencia del barrio. Los vecinos de la zona no la cambian por nada, y la verdad es que no tendrían por qué, ya que son riquísimos.
Los más chicos prefieren Lucciano’s y sus famosos icepops, mientras que Rapa Nui ya se ganó un nombre entre los fanáticos de este manjar.
Y para coronar la noche, el café se puede pedir en Pablo’s -otro clásico de la zona, justo frente a la plaza-, Café Martínez o Caffé del Dogge.
Lo que se viene
En febrero desembarcará un pope de la cerveza artesanal: Antares. El local tendrá un mega patio de 100 metros descubiertos y otros 200 cubiertos. Contará con más de 15 estilos propios y promete ser el próximo furor del barrio.
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