miércoles, 16 de noviembre de 2016

La Nación - Restaurantes - Por qué 2017 será un gran año para la gastronomía porteña

Por qué 2017 será un gran año para la gastronomía porteña

Buenos Aires fue elegida como la Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica y las cocinas ya están prendidas
LA NACION
MARTES 15 DE NOVIEMBRE DE 2016 • 17:07
Foto: Shutterstock
22
Ya le tocó a Córdoba y Mérida en España, como también a Guanajuato en México y el año que viene será el turno de Buenos Aires llevar la cinta de Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica. ¿De qué se trata? De una oportunidad para mostrar la riqueza de los países que componen la región. Reinarán los platos, mercados, restaurantes y la materia prima local.
A través de la marca Buenos Aires - Cocina en Ebullición, el compromiso es celebrar la diversidad y poner a punto la oferta para que la vea el resto del mundo. La iniciativa es promovida por la Academia Iberoamericana de Gastronomía (AIBG) y organizada por la Academia Argentina de Gastronomía (AAG), con el apoyo del Ministerio de Turismo de la Nación (MINTUR), entre otros.
Gonzalo Robredo, Director Ejecutivo del Ente de Turismo porteño, dijo en la presentación: "la gastronomía es la expresión cultural más profunda de un pueblo y la comida es el primer contacto cultural fuerte cuando viajamos". A través de eventos e iniciativas tanto privadas como públicas, la idea es levantar a la comida como uno de los atractivos más importantes a la hora de visitar la ciudad.

Adelanto: actividades en agenda

Toda la información de la agenda 2017 será difundida en www.bacocina.com y redes sociales a partir del mes de enero.
El congreso "Visión Global de la Gastronomía en el Siglo XXI"
La feria de productos de Iberoamérica
Tours gastronómicos gratuitos en diferentes barrios de la ciudad
Los primeros premios iberoamericanos a la cultura gastronómica
La edición especial "Asadores de Iberoamérica" en el Campeonato Federal del Asado
Un programa de visitas de cocineros de la región con clases abiertas de cocina
Link a la nota: http://www.lanacion.com.ar/1956490-por-que-2017-sera-un-gran-ano-para-la-gastronomia-portena

Clarín - Ciudades - Turf, gastronomía y arte: 50 mil personas coparon el Hipódromo de Palermo

Turf, gastronomía y arte: 50 mil personas coparon el Hipódromo de Palermo

Mucho más que carreras de caballos
Se corrió el Gran Premio Nacional. Y en simultáneo se desarrolló la feria Apetito, se exhibieron pinturas y esculturas sobre caballos y cortos de cine con el jockey como eje temático.

Hace rato que los hipódromos dejaron de ser sólo un lugar para los amantes del turf. Y el de Palermo viene confirmando la tendencia aprovechando su estratégica ubicación en la Ciudad para realizar eventos que van más allá de la carreras de caballos.
Hoy se combinaron todos los factores y el Hipódromo de Palermo explotó con unas 50 mil personas. Por un lado se corrió el Gran Premio Nacional. Y en simultáneo la gente pudo disfrutar de los food trucks y atracciones de la tercera edición de la feria gastronómica "Apetito" (sigue mañana), de una feria de arte y de un desfile de moda.

En el mismo escenario, y por primera vez, la Fundación Fernández realizó su comida anual a beneficio del hospital de la que participaron personalidades de todos los ámbitos.

En el Salón de Arte, la galería Zurbarán presentó pinturas y esculturas de caballos de Claudio Barragán, Isidore Bonheur, Marcos Borio y Enrique Castro, entre otros. Y además se sumó el cine: en su segunda edición en Argentina, el 48 Hours Film Project proyectó los mejores cortometrajes que se realizaron en Palermo, con el jockey como protagonista. El ganador presentará su trabajo en el Filmapalooza 2016, que se realizará en Atlanta, Estados Unidos.

El cierre de toda la actividad, al margen de la cita turfística, estuvo a cargo de Gabriel Lage y un desfile de modas.
Link a la nota: http://www.clarin.com/ciudades/Turf-gastronomia-personas-Hipodromo-Palermo_0_1685831562.html

La Nación - Consumo - Fernet: cómo el aperitivo menos pensado se convirtió en la bebida que más crece

Fernet: cómo el aperitivo menos pensado se convirtió en la bebida que más crece

Con un consumo anual de 56,4 millones de litros, es la bebida alcohólica más vendida del país, detrás de la cerveza y el vino; vive una racha en ascenso que ni la crisis actual logró revertir; el gran salto se dio cuando empezó a combinarse con Coca-Cola
LA NACION
MIÉRCOLES 16 DE NOVIEMBRE DE 2016

Foto: Javier Joaquín
43
Una bebida de color oscuro y sabor amargo, alta graduación alcohólica, muchas calorías, precio elevado y a la qué hay que combinar con otra súper dulce para tomar. Al fernet sólo le falta la nicotina o la grasa saturada para ser el enemigo público número uno en tiempos de consumo cuidado, rápido y light. Sin embargo, y contra todos los pronósticos, el aperitivo elaborado a base de una fórmula secreta de hierbas, flores, cortezas y frutos se convirtió en el gran ganador del competitivo mundo de las bebidas en la Argentina, con ventas que se multiplicaron por 12 en las últimas tres décadas y una envidiable capacidad para sobrellevar la crisis: en un año para el olvido para el consumo masivo, la categoría acumula, a septiembre, una baja en volumen de apenas 1 por ciento.
A la hora de explicar la excepcionalidad del fernet las propias empresas reconocen que, lejos de poder atribuir el éxito a un genio del marketing o a una estrategia inspiradora pergeñada en un laboratorio de innovación, se trató de un fenómeno generado de abajo hacia arriba, con una capacidad del líder del mercado para interpretar y, en algunos casos, anticipar los cambios que se estaban dando en el consumo.
"El éxito del fernet nació de la gente, no es algo que se impuso desde la empresa, lo que no quita que desde Branca no se haya hecho un trabajo excepcional en los últimos 20 o 30 años para posicionar a la marca. Hoy, Branca es una marca premium y aspiracional, que cruza todas las clases sociales. Se consume en las villas, pero también en los torneos de polo. Es un equilibrio muy virtuoso entre un posicionamiento alto y un consumo masivo", explica Fabio Colliva, director general de Fratelli Branca Destilerías, la empresa responsable (y también la gran ganadora) del boom fernetero.
En su competidor, 1882, también destacan los cimientos populares sobre los que se asienta el éxito de la bebida. "Hoy, el fernet con coca es la bebida de los argentinos, nos diferencia del resto y nos da una identidad, como la caipirinha para los brasileños o el tequila para los mexicanos. Y esto no lo hizo una marca sino que fue la propia gente la que la popularizó. Primero en el norte del país y, luego, en los últimos diez años llegó a Buenos Aires", aseguran en la marca, que nació como un proyecto de la empresa cordobesa Porta Hermanos y que hoy está controlada en partes iguales por sus fundadores y el grupo Cepas Argentinas (los dueños de Gancia).

De la sobremesa a la noche

En Fratelli Branca se jactan de ser los inventores del fernet. Según cuenta la empresa, la bebida nació a partir de un experimento que llevó a cabo el italiano Bernardino Branca en su casa de la ciudad de Milán. Así, dicen, hace más de 170 años que la fórmula se mantiene intacta y, al mejor estilo Coca-Cola, está guardada bajo siete llaves. En Branca se limitan a asegurar que utilizan "varias decenas" de hierbas, flores, cortezas y frutos que llegan desde diferente partes del mundo, en una lista -muy incompleta- que incluye aloe, enebro, colombo, ruibarbo, cardamomo y azafrán.
La bebida desembarcó en tierras argentinas de la mano de la inmigración italiana e, inicialmente, su consumo se extendió como un bajativo que se tomaba después de las comidas. "Hay un factor de la inmigración italiana y del sabor amargo que está muy identificado con el paladar de los argentinos por el mate. Pero que haya crecido al nivel que creció en los últimos años creo que no hay una explicación. La gente se apropió del fernet", explica Rodolfo Reich, socio de la empresa Buenos Aires Cóctel.


El gran salto en el consumo llegaría en a década del 80, cuando la bebida empezó a combinarse con Coca-Cola, principalmente en Córdoba y algunas provincias del norte del país. "A fines de los 80 comenzamos con un acuerdo implícito con Coca-Cola, con campañas de publicidad en las que existía una exhibición de la marca con su consentimiento. Y, en 1994, se firmó un co-branding en el que se establecía cláusulas de cómo mostrar a la marca, hasta que, en 1997, desde Atlanta bajaron la instrucción de terminar el acuerdo", reconoce Hernán Mutti, gerente de Marketing de Branca.
De la mano de la gaseosa, el fernet dio el salto de la sobremesa familiar a la noche, con un crecimiento inesperado de las ventas. Hace apenas 15 años, la categoría de amargos y fernets representaba 7% del mercado total de las bebidas espirituosas y hoy su participación ya roza el 50% del negocio. Además, se convirtió en la tercera bebida alcohólica más vendida del país, detrás de la cerveza y el vino, hasta alcanzar un consumo de 56,4 millones de litros anuales.
"Lo particular del fernet es que, a lo largo de los años, se afianzó como opción en el consumo de alcohol de los argentinos, en detrimento, sobre todo, de la cerveza. No sólo aumentó la cantidad de consumidores, sino que además fue ganándole a otras bebidas la participación en diferentes ocasiones de consumo claves para la ingesta de alcohol: la previa, el boliche y las fiestas. En este sentido, a pesar de ser una categoría de consumo "masivo o popular", tiene ciertas particularidades que se adaptan bien a las necesidades de un nuevo consumidor, más predispuesto a experimentar nuevas bebidas y pagar por ellas", explica Marcela Urrutia, analista senior de la consultora Kantar Millward Brown.
Foto: Javier Joaquín
El ascenso meteórico del fernet se convirtió en una tentación para los principales jugadores en el negocio de las bebidas. Sin embargo, la categoría ya dio pruebas sobradas de que no se trata de un rubro sencillo. La lista de empresas que fracasaron en su intento de jaquear el liderazgo de Branca -hoy la marca controla más de 80% de las ventas- es larga, e incluye multinacionales como Pernod -que lanzó la marca italiana Ramazzotti- y compañías locales, como Cepas, que probó suerte con dos marcas como Cinzano y Martini. "Creo que el gran problema es querer ser igual que el otro. Si no hay diferencia, me quedó con el original. El me too es la madre de los fracasos", explica Mutti.
Los fabricantes reconocen que, hoy, su principal rival es la cerveza, una bebida con la que comparten el hecho de haberse convertido en un producto multitarget. Sin embargo, en la categoría precisan algunas diferencias. "El mercado de la cerveza es 20 veces más grande que el del fernet, pero las curvas de consumo son muy diferentes", sostiene Colliva. Los números de la industria parecen darle la razón. Hace por lo menos diez años que el consumo de cerveza se encuentra estancado y en los primeros ocho meses de 2016 sus ventas acumulan una baja del 8%, mientras que el fernet viene en una racha en ascenso que ni siquiera la crisis actual logró revertir. "Logró una mejor performance general, porque no abandonó al consumidor cuando más lo necesitaba. La principal marca estuvo presente en tanda con un mensaje honesto y cercano que reivindicaba el consumo con amigos (un código publicitario típicamente cervecero, que el fernet y otras bebidas empezaron a utilizar) y ajustó en menor medida los precios que otros competidores de alcohol. Ya lo vimos en otras recesiones. Las marcas o categorías que salieron fortalecidas son las que apostaron al consumidor cuando más los necesitaba", explican en Kantar Millward Brown.
Frente a los intentos fallidos de las grandes empresas, hoy la principal amenaza para el liderazgo de Branca hay que buscarlas en marcas artesanales. "Tomando en cuenta lo que pasó con las cervezas artesanales y las bodegas boutique, nos dimos cuenta de que había una oportunidad para un fernet de alta calidad y bajo volumen de ventas, que apuntara no al canal masivo sino a las vinotecas y algunos bares puntuales", señaló Hernán Vecchioni, socio de Bebidas del Sur, la empresa dueña del fernet artesanal Nero 53. "Hace tres años comenzamos con este proyecto y hoy contamos con una planta con capacidad para 20.000 botellas, apuntando a un segmento premium, con un posicionamiento de precios 10% por encima del líder".
El caso de Nero 53 es sólo el emergente de una movida incipiente pero en crecimiento que incluye nombres como Cestari -de Mercedes, provincia de Buenos Aires-, la marca cordobesa Beney y la mendocina Viterbo. Sólo el tiempo dirá si, como pasó con las cervezas, las artesanales se convertirán en la principal preocupación para las líderes.
Link a la nota: http://www.lanacion.com.ar/1956501-fernet-como-el-aperitivo-menos-pensado-se-convirtio-en-la-bebida-que-mas-crece

Revista Brando - Dónde comer pescados y mariscos en Buenos Aires

Dónde comer pescados y mariscos en Buenos Aires


  • Mizuki

Por Eleonora Biaiñ. Fotos de Xavier Martín 
Comer pescados y mariscos se suele asociar a los meses de verano, a la playa y a la cocina light. En los restaurantes, sin embargo, es una opción disponible casi todo el año. ¿Qué sería de la cocina japonesa, peruana, china, italiana y española sin estos ingredientes? Mientras el consumo per cápita de pescado está en descenso, los chefs aseguran que sus comensales están cada vez más abiertos a los sabores del mar y, ante la demanda, amplían la oferta en su carta. En Buenos Aires, recomiendan probar los pescados y mariscos que se sirven en La Mar, Oviedo, Roux y El Muelle. Pero no se agota allí, ni en este recorrido caprichoso que va del sushi al arroz con mariscos, del restaurante estilo marplatense al peruano que ya afianzó su lugar en el barrio. 
LÚCUMA

  • Lúcuma

Día por medio, cuando termina el servicio, después de la una de la mañana, Wilder Shisko y su mujer, Karin Loyola, van a la nave de venta de pescados del Mercado Central. Allí eligen cada una de las piezas para cocinar en Lúcuma, restaurante peruano. "Nos gusta seleccionarlos, pero compramos en poca cantidad para trabajar siempre con producto fresco", aclara Shisko. 
Las recetas que elaboran son de herencia familiar (de la abuela de Wilder y la madre de Karin), pero la pareja se ocupa de contrastarlas con las de restaurantes del Perú, y no pierden la idea de que sean simples y caseras. 

  • Lúcuma

Para empezar, se pueden probar la causa de mar ($135); los langostinos rebozados en amaranto (kiwicha, $135); el tiradito de salmón en salsa huancaína ($145), o los ceviches mixtos o de lenguado. Para seguir: la trucha con verduras ($205), el tacu tacu (arroz y porotos) con salteado de mariscos ($215), la jalea (fritura) de pescados y mariscos ($265). 
El clásico postre suspiro de limeña en Lúcuma se sirve como espuma ($105). Para beber, es posible tomar la Cusqueña ($75, el porrón de 330 cc), entre las propuesta de cervezas. La carta de vinos suma 35 etiquetas y está en proceso de crecimiento. 
"Cocino como me gustaría comer a mí", dice Karin. "Con la salvedad de que son platos para comensales que no tienen cultura del ají, o sea que tienen menos picante. Se condimentan con la pulpa del ají, en vez de las venas o la piel". Este se sirve aparte para el que quiera sumar picor. 
En una esquina de Almagro, este salón comedor está próximo a cumplir cinco años. Solo abre de noche para 30 cubiertos y cuando el tiempo lo permite suma 15 más en las mesas de afuera. 
Humahuaca 4101. 4861-2838.De lunes a sábado, de 20 a 24. 
MIZUKI
Que la cocina debe tener el sabor de los ingredientes que la componen es una máxima aplicable a muchas preparaciones culinarias. En el caso del sushi, donde las materias primas quedan expuestas sin disfraz, viene a cuento. En Mizuki sirven muy bien las combinaciones de piezas (sashimis, niguiris y geishas), buscan innovar con rolls que agregan sabores y ofrecen la propuesta de teppanyaki, en la que un chef cocina en la mesa. Todo bajo la supervisión de Yukio Hirano, brasileño de San Pablo, segunda generación de sushiman. 

  • Mizuki

En la carta, para comenzar también hay gyozas (dumpling chino relleno de salmón rosado y repollo blanco, $150) y tempuras de vegetales, langostinos o mixtos (desde $150). Para seguir hay noodles con langostinos, cebolla de verdeo, repollo blanco y hongos ($310); merluza negra (300 gramos) con vegetales en salsa de ostras ($650); atún rojo grillado rebozado con sésamo, acompañado con verdura fresca ($330). Los combos de sushi, desde $310. 
Dos ítems del menú si se quiere innovar en sabores y combinaciones: los rolls calientes (como los langostinos empanados, palta, cubiertos con vieiras, gratinados con queso parmesano, ocho piezas, $260) y los especiales (entre ellos, el de langostinos empanados, queso tipo philadelphia, con láminas de salmón rosado, salsa de maracuyá y togarashi, ocho piezas, $250). 
Las combinaciones "teppan" con pescado son tres y se acompañan con arroz: langostinos, calamares y vieiras, con manteca y limón fresco; merluza negra del Atlántico sur, vieiras y langostinos; salmón rosado, calamares y langostinos (desde $330). Las cocina un chef en la mesa, al estilo del restaurante estadounidense Benihana. 
Mizuki abrió a fines de 2015 y está ubicado en una esquina de Puerto Madero, en el edificio El Aleph. El salón es una ele con dos espacios diferenciados, uno con mesas para dos y cuatro personas, sobre la calle Juana Manso; el otro, que da a la calle Petrona Eyle, se ocupa con seis mesas para ocho personas, equipadas con planchas para la cocina teppanyaki, pensadas como un espacio para compartir. 
Juana Manso 1519. 5218-6338/39. Todos los días de 12 a 15 y de 19 a 24. 
LEKEITIO
Un relato de inmigrantes se encuentra detrás del nombre de este nuevo restaurante en el barrio de Chacarita. Es el del viaje del vasco Aboitiz, que en el siglo XIX partió de un pueblo de Vizcaya hacia Filipinas para luego, en el siglo XX, llegar al Río de la Plata. En homenaje a Lekeitio, la villa sobre el mar Cantábrico de la cual partió, pero también al espíritu de los bodegones y al ritual del encuentro -pintxos de por medio-, este local se hace un lugar en el vecindario. Ofrece servicio a la hora del almuerzo, el vermouth y la cena. 

  • Lekeito

La propuesta de pescados y mariscos -una de las opciones de la carta- ya tiene sus fans de las raciones de gambas al ajillo ($170) y croquetas de salmón blanco ($100). Las primeras se preparan sofritándolas en abundante aceite de oliva con ajo y guindillas; luego se desglasan en vino blanco y coronan con perejil fresco. Se sirven con pan francés para mojar en el caldo. Las croquetas se hacen con un puré de papas y salmón al horno, condimentado con semillas de mostaza y rebozadas en panko. Salen con un alioli de palta. 
Entre los platos principales, el arroz con mariscos ($260) trae gambas, tentáculos, chipirones y trocitos de filet. Está elaborado con arroz para risotto, pero lleva más caldo. También están los chipirones ($280), rellenos de vegetales y chorizo colorado, salteados y luego cocidos en una salsa de tinta de calamar. La carta todavía se está probando; entre las propuestas para estos meses, incluirá un plato con la pesca del día y elaboraciones con pescados enteros. 
Al frente del equipo de cocina se encuentra Mariano Visus (que trabajó con Fernando Trocca) y en la supervisión general está Shanti Aboitiz. Ambos sugieren no irse de Lekeitio sin probar la tortilla (babé, elaborada con papas cortadas a la española, con o sin chorizo colorado) y la ración de jamón de bellota ($300, producido en la provincia de Buenos Aires, al estilo ibérico) que sale con pan y aceite de oliva. 
Santos Dumont 4056. 5629-3312. De martes a sábado, de 11 a 1. 
LA PESCADORITA
Seguramente, ni el más despistado que transite por Palermo Soho haya pasado inadvertida La Pescadorita. La esquina de Humboldt y Costa Rica queda en la memoria visual: la pintura turquesa del exterior del local, las sillas playeras al tono en la vereda y la escultura (realizada por Marcos López) de una sirena varón al lado de la puerta. La deco con motivos de mar continúa en el interior, con murales que ilustran el fondo del océano, barcos de madera y luces de colores. 

  • La pescadorita

La puesta en escena al estilo balneario de la costa argentina tiene su correlato en la carta, con exclusividad dedicada a la variedad de pescados y mariscos. También hay opciones para vegetarianos; y si alguno de los comensales prefiere carne vacuna, el mozo se cruza a buscar el pedido a la parrilla La Dorita. De hecho, ambos negocios son del mismo dueño. 
Pero se supone que quien visita este local tiene ganas de comer pescado y, en este sentido, hay para elegir. Algunos platos recomendados son el ceviche de gambas ($250), los chipirones al hierro con pisto de tomate ($250) y el risotto frutti di mare (en su punto y nutrido con gambas, mejillones y almejas, $270). Los que más salen son el pulpo español a la gallega (cocinado a baja temperatura, $650), la parrillada de pescados y mariscos (para dos, $675), los cornalitos ($95) y las rabas ($170). Además ofrecen mariscos del sur del país como navajas, cholgas, caracoles y pulpitos. 

  • La pescadorita

"La carta tiene opciones típicas de la costa argentina y especialidades de la cocina española y peruana", explica Leandro Leyell (ex Dill & Drinks), cocinero jefe desde 2015, quien incorporó nuevas cocciones y en la carta se dio el lujo de sumar una moqueca brasileña o un gravlax de salmón, y ofrecer porciones más pequeñas: una alternativa a la propuesta de platos para compartir que brinda la posibilidad de probar algo más. 
Humboldt 1905. 4773-0070.De martes a domingo, de 12 a 23.30.  
Link a la nota: http://www.conexionbrando.com/1954782-donde-comer-pescados-y-mariscos-en-buenos-aires