miércoles, 8 de junio de 2016

Revista Planeta Joy - Sabores y saberes: una red de mujeres solidarias unidas por la gastronomía

Sabores y Saberes: una red de mujeres solidarias unidas por la gastronomía

Vecinas de diferentes nacionalidades de la villa 1-11-14 dan talleres gratuitos sobre su cultura culinaria a habitantes de barrios del sur de la ciudad. Por su tarea, estuvieron presentes en Masticar. ¡Conocé la historia!

Mujeres que ayudan a otras mujeres, ese es el espíritu de Sabores y Saberes Sin Fronteras, un proyecto comandado por ocho vecinas de la villa 1-11-14 que dan clases sin cargo de gastronomía en la zona sur de Buenos Aires.
Todo empezó en junio de 2013 cuando algunas de ellas participaron de una capacitación sobre herramientas para aprender a crear un plan de acción para un proyecto social de la Subsecretaria de Hábitat e Inclusión del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (secretaria de Hábitat e Inclusión en ese entonces). Fue allí donde se realizó el primer contacto entre estas mujeres y el gobierno porteño, y cuando descubrieron que sus habilidades en la cocina eran un saber que podían compartir con otras personas por lo que decidieron crear Sabores y Saberes sin Fronteras y comenzaron a brindar talleres gastronómicos gratuitos. 
En la actualidad, el proyecto se expandió a varios barrios del sur de la ciudad, como Cildáñez, Ciudad Oculta, Fátima, Villa 1-11-14, villa 20 y villa 21-24. En cada uno de ellos, las talleristas dan una clase semanal sobre gastronomía de sus países de origen: Perú, Bolivia y Paraguay. 
El taller, en el que participan de 10 a 12 mujeres de todas las edades y nacionalidades, dura aproximadamente 4 horas y comienza con juegos de presentación. Luego, una de las talleristas explica la receta y todas juntas preparan el plato. La clase finaliza cuando las organizadoras y las participantes se sientan en la mesa para compartir lo que cocinaron y conversar.   
Una de las integrantes de Sabores y Saberes es Florencia Nuñez. Oriunda de Perú, hace 21 años vive en la Argentina y actualmente es la delegada de su manzana de la villa 1-11-14, desde donde intenta mejorar las condiciones de vida de sus vecinos. Todos los viernes, Flor brinda sus conocimientos en el taller a otras mujeres y es famosa por su receta de arroz chaufa y de chicharrón de pescado. 
“Todo empezó como un juego, pero es mucho más que eso. En estos años aprendí mucho de cada persona, aprendí que hay realidades que uno no conoce, aprendí a escuchar y, por supuesto, aprendí muchas recetas de Perú, Bolivia y Paraguay”, dijo Flor a Planeta Joy, a lo que agregó que “lo más bonito de todo esto es que a la noche preparan los platos que les explicaste y eso te llena de orgullo porque están muy atentas”.
La tallerista explicó que para todas las mujeres participantes, Sabores y Saberes sin Fronteras es un gran momento para compartir conocimientos pero también para “salir de su casa y de tantos problemas que hay y descubrir cosas nuevas”.
El arroz chaufa de Flor
Seguí el paso a paso para preparar el plato insignia de la tallerista.
Ingredientes (para 12 personas)
-1 kilo de arroz
-1 pechuga de pollo
-2 huevos
-1 morrón amarrillo
-1 morrón rojo
-1 paquete de cebolla de verdeo
-Jengibre
-Salsa de soja
-Ajínomoto
Preparación
1. Cocinar el arroz sin agregarle sal
2. Batir los huevos y cocinarlos en aceite hasta lograr una tortilla u omelette. Cortar la tortilla en tiras y reservar.
3. Cortar el pollo en cubos y saltearlo en aceite bien caliente. Agregar el jengibre picado. Reservar.
4. Picar la cebolla y cortar los morrones en juliana. Saltearlos los vegetales.
5. En una sartén grande, agregar el arroz, las tortillas, el pollo y los vegetales. Condimentar con salsa de soja (cantidad necesaria hasta que el arroz tome tonalidad más oscura) y ajínomoto. 
Sabores y Saberes sin Fronteras en MasticarLas talleristas estuvieron presentes en la última edición de Masticar que se llevó a cabo del 5 a 8 de mayo en el predio Dorrego. Por intervención de la Subsecretaría de Hábitat e Inclusión del gobierno porteño, las mujeres participaron en una charla de nutrición que brindó Narda Lepes previo al evento en la que se conocieron y después de una charla muy amena, la cocinera no dudó: las invitó a dar una clase en el escenario de la feria para que más personas conozcan su tarea.

El jueves 5 de mayo por la noche, las integrantes de Sabores y Saberes subieron al escenario principal para explicar el paso a paso del locro junto al chef Germán Martitegui. “Me emocionó tanto que terminé con las piernas temblando”, relató Flor sobre esta especial experiencia. Después de la clase, las integrantes del grupo compartieron abrazos y fotos con algunos de los reconocidos cocineros de Masticar.
Pero para estas mujeres, la participación en Masticar fue mucho más que compartir un rato con chefs que salen en la tele, fue recibir parte de lo que dan semanalmente en sus talleres: “Las personas se nos acercaban y nos hacían preguntas. Nadie nos hizo de lado por ser de la villa, eso fue lo que más me gustó, éramos todos iguales, fue una cosa tan bonita. Nunca me lo voy a olvidar”, contó Flor.
Link a la nota: http://www.planetajoy.com/?Sabores_y_Saberes%3A_una_red_de_mujeres_solidarias_unidas_por_la_gastronomia&page=ampliada&id=8707

Clarín - Sociedad - El restaurante de uno de los jurados de MasterChef subió posiciones entre los mejores del mundo

El restaurante de uno de los jurados de MasterChef subió posiciones entre los mejores del mundo

Gastronomía
Tegui, de Germán Martitegui, pasó del puesto 83° al 68° en la prestigiosa lista de la revista británica Restaurant.

Germán Martitegui se hizo conocido para el público masivo con MasterChef, el reality de cocineros que Telefé emitió en dos temporadas. Allí era el jurado exigente, el implacable e inalterable, que contrastaba con los exabruptos de Christophe Krywonis y el estilo más “buena onda” de Donato De Santis. Pero más allá de la fama que le trajo la TV, Martitegui es uno de los "pesos pesados" de la gastronomía argentina, con una larga y reconocida trayectoria. Hoy, su restaurante Tegui se posicionó en el número 68 en la lista de los 100 mejores del mundo.

Martitegui con Donato y Christophe, jurados de MasterChef (J.M. Foglia)

Martitegui con Donato y Christophe, jurados de MasterChef (Juan Manuel Foglia)
Es un salto de 15 posiciones: en 2015había estado en el número 83° del ranking de los mejores restaurantes del mundo que realiza cada año la revista británica Restaurant, y fue la primera vez que un local argentino ingresaba a esa prestigiosa lista global. Sí antes lo había hecho otro cocinero, Mauro Colagrecco, pero con el restaurante Mirazur, que tiene en la Costa Azul francesa.
Antes de difundir los top del mundo --que el año pasado encabezó el Celler de Can Roca, que los tres hermanos Roca tienen en Girona, España-- Restaurant difunde el tramo de la lista que va de la posición 51 a la 100. Hay sólo tres restaurantes latinoamericanos en ella: uno es Tegui y los otros dos son brasileños. SonManí (51°), que la chef Helena Rizzo tiene en San Pablo, y el carioca Lazai (64°) de Rafa Costa e Silva. La revista difunde también desde hace tres años un ranking exclusivo de restaurantes de América Latina: en él, Tegui ocupa el 7° lugar y es el mejor posicionado de la Argentina.

El chef y el equipo de Tegui (Hernán Rojas)

El chef y el equipo de Tegui (Hernán Rojas)
La cocina de Martitegui siempre se caracterizó por la vanguardia. Tegui está ubicado en Palermo, en Costa Rica al 5800, y es el proyecto más personal del cocinero, que también creó Olsen y Casa Cruz. En él se puede probar un menú degustación de 10 pasos que va cambiando cada semana, acompañado por ocho copas de vino seleccionadas por el sommelier Martín Bruno, que fue uno de los dos argentinos que compitió en abril en el Mundial de Sommeliers que se realizó en Mendoza.
Link a la nota: http://www.clarin.com/sociedad/restaurante-jurados-MasterChef-posiciones-mejores_0_1591640855.html

Clarín - Ollas y Sartenes - Una semana de brindis - pág 8


La Nación - Economía - Comer una pizza, tomar un café y pedir un helado cuesta casi lo mismo en Buenos Aires que en Mónaco

Comer una pizza, tomar un café y pedir un helado cuesta casi lo mismo en Buenos Aires que en Mónaco

Mónaco es una de las ciudades más top de Europa; estos números hablan del encarecimiento evidente de la Capital de nuestro país
LA NACION
MIÉRCOLES 08 DE JUNIO DE 2016 • 00:40

Foto: LA NACION
11601714
MONACO.- Los Porsche, Ferrari y Jaguar se agolpan en la puerta del Casino de Monte Carlo, al final de la subida costera que todos los años enciende la Fórmula Uno. Celular en mano, los turistas se matan para sacar fotos frente al hotel en un aura envuelta de Ferragamo, Dior, Chopard y otros nombres lujosos. El cuadro más reconocido queda atrás, compuesto de yates flotando en el Mediterráneo.
Mónaco es sinónimo de ostentación pero en algunos rubros no hay tanto que envidiarle. Que los alimentos subieron de precio en la Argentina no es una novedad. Pero hay datos que a veces sorprenden con relación a la inflación. Comer una pizza, tomar un café o pedirse un helado es tan caro en Mónaco, una de las ciudades más top de Europa, como en algunos barrios porteños.
Vale una aclaración. Tales comparaciones hablan del impacto de los aumentos de algunos productos en territorio nacional. En la comparación global, que incluye a alimentos en general, tarifas, valores en restaurantes, alquileres y demás, Mónaco sigue teniendo un costo de vida más elevado que la capital argentina.
Vamos a los ejemplos: una pizza Marguerite (con tomate y queso), la más básica del principado, cuesta en promedio 9,50 euros (o sea unos $ 161,50 si se tomar el tipo de cambio a $ 17) en el barrio antiguo de la ciudad a unos metros del Palacio del príncipe Alberto II. Eso es lo que dice la lista de precios de L'Estragon. El valor varía entre 8,50 euros y 10 euros. En una famosa pizzería porteña que tiene como logo a un pizzero con bandeja en mano y con nombre que alude a territorio, esa misma pizza cuesta 240 pesos. O sea un 48,6% más cara.
En tanto, el helado más pequeño en las tres cadenas más importantes de Buenos Aires cuesta hoy por hoy alrededor de unos 50 pesos. Por otro lado, en una heladería artesanal cercana al embarcadero del principado llamado L'Atelier Du Glacier, el helado "petit" (pequeño) de un gusto sale 3 euros ($ 51).
Algo similar ocurre con el café, por ejemplo. Un expresso tiene un valor de 2 euros ($ 34). Eso dice el café Bilig, ubicado en esta ciudad-Estado (el segundo país más pequeño del mundo y el más densamente poblado con relación a su tamaño). Es lo mismo que lo valía hace por lo menos cuatro años y un precio similar al que mostraban entonces ese mismo producto en Madrid o Roma. En 2012, en la Argentina tomarse un cafecito en un bar costaba 12 pesos. En la actualidad, está entre los $ 25 y los $ 35, de acuerdo al lugar que se elija.
Claro que estas comparaciones no incluyen un análisis de los impuestos sobre cada producto, ni de cómo se integran las cadenas de valor hasta que se llega al consumidor final ni menos se detienen a explicar si los productos con los que están elaborados esos bienes son importados o de industria nacional.
Estos números hablan sólo del encarecimiento evidente de Buenos Aires, sobre todo en lo que respecta a sus alimentos. Los datos son claros. La canasta alimentaria de abril de 2010 para una familia tipo, con dos adultos y dos niños e inquilinos de una vivienda era de 949 pesos. Seis años más tarde, esa misma canasta llega a los 6319 pesos. Se trata de un aumento de un 565,8 por ciento.
Link a la nota: http://www.lanacion.com.ar/1906643-comer-una-pizza-tomar-un-cafe-y-pedir-un-helado-cuesta-casi-lo-mismo-en-buenos-aires-que-en-monaco