La ciudad intenta posicionarse como referente regional
Con circuitos culinarios, descuentos y una agenda gratuita de shows musicales, de magia y de stand up, el sábado próximo se vivirá la primera Noche de la Gastronomía porteña, una propuesta más que tiene como objetivo posicionar a la ciudad como referente regional. Entre las 20 y la medianoche los vecinos podrán realizar un recorrido por las mejores hamburgueserías, los cafés notables más elegidos por la gente y los bodegones donde se preparara la mejor milanesa. En tres concursos de participación ciudadana se eligieron los ganadores de cada rubro: Williamsburg Burger, Las Violetas y El Antojo, respectivamente.
En cada local se aplicarán descuentos por los productos que se definirán en cada caso en particular. Entre otras actividades programadas, en el Patio de los Lecheros (Donato Álvarez y Bacacay), a las 20.30 del sábado, se presentarán el DJ de electro pop y cantautor Maxi Trusso y un show de stand up del comediante Daniel Werner.
Mientras que en el Mercado de Belgrano (Juramento y Ciudad de la Paz) la noche comenzará a las 20 con la musicalización de Ana Paula, que presentará su ciclo Black Sounds, en el que recopila varios géneros como soul, funk, rap y hip-hop. A las 20.45, habrá un show de magia a cargo de Maximiliano Giaconia, experto en ilusionismo. Y a las 22, se presentará Sobredosis de Soda, una banda tributo a Soda Stereo.
La Noche de la Gastronomía es un evento que se inscribe en el programa Noches de Buenos Aires. Este año se hace su primera edición, que se agrega a La Noche de las Ideas y a La Noche de los Templos. Ayer se realizó la Noche del Helado Artesanal, que, si bien fue organizada por la Asociación Fabricantes Artesanales de Helados y Afines, contó con el apoyo del gobierno de la ciudad.
Entre los circuitos propuestos para La Noche de la Gastronomía se podrán recorrer los bodegones El Antojo (Tinogasta 3174), Bodegón Núñez (Arribeños 3198), Manolo (Bolívar 1299), Oviedo (Guatemala 5501), Los Chanchitos (Ángel Gallardo 601), Los orientales (Rivadavia 3981) y Cervecería López (Álvarez Thomas 2136).
También se podrán visitar los cafés notables Las Violetas (Rivadavia 3899), Café Roma (Olavarría 409), Gran Café Tortoni (Avenida de Mayo 829), Los 36 Billares (Avenida de Mayo 1271) , El Gato Negro (Corrientes 1669), London City (Av. de Mayo 599) y Florida Garden (Florida 899).
Y las propuestas para los amantes de las hamburguesas estarán en Williamsburg (Armenia 1532), Heisenburger (Gorriti 5054), Toto's (Costa Rica 4998), Pérez-H (Honduras 5509), Big Sur (Cerviño 3596), Kary's Burger Class (Thames 1971) y 180 Burger Bar (Sarmiento 985), entre otros comercios de los tres rubros.
Link a la nota: http://www.lanacion.com.ar/2084463-descuentos-y-shows-en-la-noche-de-la-gastronomia
Noche de las heladerías: por los descuentos, hubo colas de 2 cuadras hasta la madrugada
Participaron locales de todo el país. Siguen los sorteos por las redes sociales.
Desde las 19, hora señalada para el inicio de los descuentos en La Noche de las Heladerías, empezaron a formarse filas frente a los comercios de los distintos barrios. Aún era de día, y miles de personas intentaron ser las primeras en acceder al 50% de descuento en potes de un cuarto kilo que proponía la promoción. La cantidad de gente se incrementó hacia la noche. Y en el comienzo de la madrugada todavía había heladerías llenas que no paraban de vender.
La noche de las heladerías. Hubo colas hasta la madrugada.
Las filas más largas se vieron en heladerías del centro de la Ciudad. Pero las de los barrios no se quedaron atrás. En uno de los locales de El Podio, en Caballito, a las 12 de la noche había, por lo menos, una hora de espera para llevarse un cuarto de helado a mitad de precio.
Para que las esperas no se hicieran largas, en algunos locales hubo shows musicales con artistas callejeros. La Noche de las Heladerías es parte de la Semana del Helado Artesanal que organiza la Asociación de Fabricantes Artesanales de Helados y Afines (AFADHYA).
Según contaron los mismos heladeros, las heladerías de barrio, que habitualmente no exhiben filas de gente, revivieron con la iniciativa anoche. Aunque había expectativas positivas respecto de la movida, "lo que sucedió las superó largamente", afirmaron.
Hubo locales que siguieron vendiendo hasta las 3 de la mañana. Y también había gente que, para no esperar, ofrecía pagar el pote de un cuarto kilo al precio habitual, sin el descuento.
Entre los clientes, muchos se quedaron a tomar el helado en los locales, mientras que otros compraban varios para llevar. Tampoco faltaron los que fueron a las 19, al inicio de la promoción, y volvieron después de la cena.
El interés también quedó representado en las visitas al mapa web para consultar los locales adheridos. En un momento de la noche la página colapsó sobrepasada por las visitas.
La noche de las heladerías. Hubo colas hasta la madrugada.
El circuito de artistas callejeros que pasó por las heladerías adheridas se organizó en conjunto con la Federación de Comercio e Industria de Buenos Aires (FECOBA).
La iniciativa incluye sorteos a través de redes sociales. Y además tiene un fin solidario, cuyo destino son hospitales de niños y ONGs.
Una encuesta que difundió ayer Clarín confirma el fanatismo de los argentinos por el helado.
El estudio determinó que el 80% de los consultados habían consumido helados en los últimos siete días; de ellos, el 69% había tomado uno artesanal. Y el 91%, había tomado un helado en el último mes; de ellos, el 82% optó por el artesanal.
Entre las 1.058 personas consultadas, durante esta época estacional, el 4% consume helados todos los días o entre 5 y 6 veces por semana, el 62% entre 1 y 3-4 veces por semana y el 34% lo hace 1 vez cada 15 días y hasta 1 vez cada 2-3 meses. Por otro lado, y confirmando la vinculación del helado con el imaginario de "darse un gusto" y "compartir", el 76% compra helado para compartir en reuniones con amigos y familiares.
Link a la nota: https://www.clarin.com/ciudades/noche-heladerias-descuentos-colas-cuadras-madrugada_0_SJjt4lXxM.html
Platos para compartir: una noche en el nuevo restaurante de Narda Lepes
En el Bajo Belgrano, Narda Comedor propone un menú con vegetales y una selección de materias primas de pequeños productores
Amplio, blanco, luminoso. Con grandes ventanales que miran a la Plaza Parques Nacionales Argentinos, en el pequeño pero establecido polo gastronómico del Bajo Belgrano, que tiene como eje el cruce de las calles Sucre y Castañeda, el salón del flamante restaurante Narda Comedor (Sucre 664) emula un comedor industrial con cierto estilo vintage: paredes blancas, cocina a la vista, una barra que de día propone desayunos y de noche tragos, mobiliario y vajilla sencillos, y una gran bacha que desde el ingreso invita a lavarse las manos al entrar. Si el nombre no fue suficiente para reconocer quién está detrás de todo esto, aclaramos: la cocinera es Narda Lepes.
En cuanto a sus platos, estos ofrecen mucho más de lo que dice la carta. Detrás de sencillos enunciados como "Cebolla, crema de papa y jugo de carne" o "Akusay y huevo" o "Pulpo a la griega" se encuentran platos de mayor complejidad, incluso con ingredientes no mencionados, lo que hace conveniente no ser tímido y consultar qué esperar en cada caso (o, de lo contrario, ¡lanzarse a la aventura!).
La cocina propone el cruce de distintos conceptos, como el énfasis en los productos de estación, la preponderancia de los vegetales o una cuidada búsqueda de alimentos de pequeños productores. Especias y porotos de Cachi, cordero de Río Gallegos, manteca y dulce de leche de Quesería Ventimiglia (Neuquén) o tomate de árbol de Tucumán eran algunos de los productos que se hallaban en la carta durante esta visita.
"La propuesta de Comedor es un lugar informal, pero en donde somos muy serios de la cocina para adentro. Nos preocupamos por saber de dónde vienen los alimentos, nos preocupamos por ser coherentes, tratamos de usar las cosechas del año de todo lo que se pueda, buscamos que en el plato el vegetal esté adelante y el resto atrás", sintetiza Narda.
La carta se divide en "Platos chicos", que funcionan como entradas con la idea de pedir varios y que sean compartidos (los precios oscilan entre los 130 y los 240 pesos). Y lo mismo con los principales, listados como "Al medio", y pensados para ser compartidos (entre 390 y 590 pesos). "La comida va al medio de la mesa, todo es para compartir -explica Narda-. A los que vienen por primera vez les decimos que no pidan principales, sino los platos chicos de las entradas, de esa manera pueden probar mayor variedad de sabores y de propuestas, y después pedir el principal para compartir. Porque hay gente que viene y pide dos principales para dos, y ahí resulta caro y no es la idea".
Los más chicos cuentan con un menú especial, pero que no consiste en las habituales minimilanesas, ni en fideos ni en patitas de pollo. Hay un mix de distintos platos en los que se combinan colores, texturas y sabores: brócoli y coliflor, garbanzos, arroz con vegetales, chauchas, tomates cherry asados, filet de abadejo con panko. A la hora de los dulces, la propuesta infantil incluye manzanas mini, frutillas y arándanos, almendras escarchadas y dulce se leche.
Link a la nota: http://www.lanacion.com.ar/2084504-platos-para-compartir-una-noche-en-el-nuevo-restaurante-de-narda-lepes
El restaurante de fast good ofrece platos saludables preparados con ingredientes locales y de estación. Un imperdible si estás en la zona.
Con la idea de ofrecer platos ricos elaborados con productos locales, de estación y con trazabilidad, Sebastián Pertiné y Eugenia Passini lanzaron Fresco en enero de 2016. Casi dos años después y con la consultoría del chef Fernando Trocca, el local del Centro es un punto caliente durante la hora del desayuno y el almuerzo. Hasta allí llegan cientos de oficinistas en busca de comida verdadera en un formato rápido, que se puede disfrutar tanto en el restaurante diseñado por Horacio Gallo o pedir para take away.
Para acompañar la llegada de una nueva temporada, Fresco renovó su carta con frutas y verduras de estación. ¿Qué hay para probar? Sándwiches imperdibles como el de falafel ($130) con guacamole y tomate de Mendoza en pan x que sale con batatas, el coleslaw ($140) con ensalada, pollo de pastura en pan tipo árabe o el palta, muzzarella de búfala y brotes en pan crocante de masa madre ($130). Además, nuevas ensaladas con la combinación de los mejores ingredientes de todo el país cuyo resultado son platos equilibrados en nutrientes, proteínas y antioxidantes.
El restó también actualizó su carta de calientes, con bowls –una de las tendencias gastronómicas actuales- para todos los gustos. Entre los imperdibles, el de cerdo agridulce y el brunch bowl, con tortilla de papa, tomates cherrys, espárragos, jamón crudo y huevo a baja temperatura. Y para quienes piensen que la comida no termina hasta que no llegue el postre, hay tres opciones de postres en frascos ($60), ideales para compartir. Los sabores son cheesecake de frutos rojos, crumble de manzanas y key lime pie.
Abierto de 8 a 18, el spot ofrece también opciones para el desayuno y la merienda para disfrutar allí o llevar a la oficina o a casa. Para beber, Nespresso Gran Cru ($45) o té orgánico ($35). Para comer, bagel ($25), porción de budín ($45), alfajor con mucho dulce de leche ($45) o croissants ($25).
EN EXPANSIÓN
A poco tiempo de celebrar su segundo aniversario, Fresco suma y crece. En los próximos meses, se espera la apertura de dos nuevas sucursales del fast good: Fresco Palermo (Complejo Line Park en Jerónimo Salguero 3350) y Fresco Bellini (en Esmeralda y Paraguay) Ambas mantendrán su identidad y concepto, pero se adaptarán a las particularidades de las zonas.
A TENER EN CUENTA
Otra novedad de la carta primavera-verano de Fresco es la incorporación de conservas de Juliana López May. Entre ellas, mermeladas, mayonesas veggie y otros productos, como ajos confitados. Para sumar a tu alacena.
El restaurante elabora todos sus platos cuatro veces al día para que estén siempre frescos. Buena idea es pasar antes del cierre, elegir un par y llevar la cena preparada a casa.
Diagonal Julio A Roca 761, Monserrat / T. 1143421347
Link a la nota: https://www.planetajoy.com/?Fresco%3A_verdadera_comida_en_el_Centro&page=ampliada&id=9946
Pequeña guía útil para no perderse en la avalancha de vinos importados
Qué conviene saber ante la creciente oferta de etiquetas del Viejo y del Nuevo Mundo
¿Tinto o blanco? ¿Malbec o cabernet? ¿Con burbujas o sin burbujas? Las disyuntivas ante las que se ven enfrentados los fanáticos del vino -aquellos que con espíritu de explorador recorren vinotecas en busca de aromas y sabores por descubrir- se ven potenciadas en forma exponencial por la actual avalancha de etiquetas importadas.
"Hoy se pueden conseguir vinos de primerísima calidad de los principales países vitivinícolas como Francia, España, Italia, Alemania, Sudáfrica, Nueva Zelanda y muchos otros", cuenta Ezequiel Schneer, propietario de Vinoteca Soil. La oferta alcanza a vinos tranquilos, pero también a espumosos o incluso a fortificados, y si bien el lugar ideal para dar con ellos son las vinotecas especializadas (Terroir y Grand Cru, entre otras), las de barrio y los restaurantes también ofrecen algunos ejemplares, e incluso es posible hallar vinos importados en las cadenas de supermercados.
Para los que quieran asomarse al vino del mundo una buena opción son los bares que ofrecen en sus cartas vinos importados por copa. "En Buenos Aires, algunos wine barsofrecen una cuidada selección de vinos de las principales regiones vitivinícolas del mundo", alienta Matías Prezioso, presidente de la Asociación Argentina de Sommeliers. Aquí van tres wine bars que ofrecen una buena variedad de vino importado por copa (o incluso media copa o cuarto de copa): Shout Brasas & Drinks, en Retiro, y Bar Du Marche y el recién inaugurado Vico, en Palermo.
La pregunta obvia (y necesaria) es si los vinos importados son caros o, por lo menos, más caros que los locales. Y la respuesta es que cubren casi todos los rangos de precios de los vinos argentinos, empezando por los 140 pesos hasta alcanzar cifras que no son las habituales para los vinos argentinos. Un ejemplo del techo que pueden alcanzar los importados es el Champagne. "Los precios de las etiquetas de Champagne que están en nuestro país oscilan entre $ 1350, que es el valor de un Moët & Chandon Brut Imperial, y $ 11.000 -precisa Fernando Gouiran, director de comunicaciones de Moët Hennessy Argentina-. Este último es el valor del Dom Pérignon Vintage 2009 que se podrá encontrar por primera vez en formato Magnum (1,5 litros); otras novedades son el Dom Pérignon P2 1998, a $ 10.600 y el P2 2000 que se dará a conocer a fines de 2017" .
La lista de espumantes de lujo incluye desde hace unos días a Cristal Brut Vintage 2009, de la casa Louis Roederer, que llega de la mano de Bodegas Norton a un valor de $10.000; Casa Pirque, por su parte, importa los espumantes Champagne Barons de Rothschild, a partir de $ 1880.
Pero los valores de los vinos tranquilos incluso pueden ser más elevados, como es el caso del Vega Sicilia Unico 2000, de la región de Ribera del Duero, España, que se puede encontrar a la venta en Buenos Aires a $ 20.000. "Al mismo tiempo hoy podés comprar una botella de un vino Frances a partir de los 350 pesos en una tienda", advierte Francisco Dotto, de Casa Pirque, y cita como ejemplo los Aussières (rouge oblanc), de Château d´Aussières, a $ 365, los bordeleses Légende, a partir de $ 440, o el Château La Coste Rose, de la provence a $ 510.
Es más, una visita por cualquier supermercado permite toparse con la línea Bravío Cuatro Continentes, de Bodega Uxmal, a tan sólo $ 140 pesos la botella: "Esta línea incluye cuatro red blends provenientes de Italia, España, Australia y Sudáfrica, (y uno argentino) que se pueden comprar juntos o separados, y que tienen un componente lúdico, pues permite descubrir vinos que representan estilos particulares de diferentes rincones del planeta, a un precio superaccesible", comenta Victoria Maza, de Bodega Uxmal.
Cómo entender las etiquetas
Francia, España, Italia, Portugal, Australia, Nueva Zelanda, Alemania, Estados Unidos, Uruguay, Chile... todos estos países y otros más están hoy representados en las góndolas de las vinotecas. Pero en el caso de los vinos del Viejo Mundo, especialmente, no resulta fácil para el no iniciado hacerse una idea de qué esperar al servirlos en la copa. De ahí la importancia en prestarles especial atención a ciertos elementos presentes en las etiquetas.
"A nivel global las bodegas destacan el origen del vino en su lengua nativa, no importa si la etiqueta está en francés o inglés o bien si hasta usan términos propios de alguna región vitícola del mundo -explica Alejandro Iglesias, sommelier del Club BonVivir-. Lo importante es buscar la procedencia del vino que en muchos casos es obligatorio, más en los vinos importados. Puede parecer una obviedad pero términos como château, closo el nombre mal utilizado de una región pueden confundir. Y otro dato importante, pero que demanda mayor experiencia, es buscar zonas precisas y no un origen general. En el caso de un vino francés, Burdeos [Bordeaux] o Borgoña [Bourgogne] aseguran una identidad más precisa que si la etiqueta sólo dice que el origen es Francia, y lo mismo va a suceder con los vinos de cualquier país".
Los vinos que más dificultad presentan ahí en la góndola son sin dudas los alemanes. Y no es sólo el idioma la barrera, sino también un complejo sistema de denominación. ¿Alguna pista? "Hay una palabra clave: trocken. Si ven esta palabra en la etiqueta significa que el vino es seco. Pero inclusive cuando figura trocken en la etiqueta puede contar con algunos gramos de azúcar residual que balancean perfectamente con la elevada acidez. Por otro lado podemos hallar siglas como GG o Grosses Gewächs, que es similar al concepto de grand cru [de Francia], y se utiliza para los vinos secos provenientes de las mejores parcelas de viñedos", explica el sommelier Matías Chiesa, de la importadora de vinos alemanes The Riesling Wine Company.
Para alguien que tiene su paladar acostumbrado a los vinos mendocinos, cuando no salteños o patagónicos, ¿qué esperar de un vino importado? "Que sea distinto, lo cual es maravilloso -responde Prezioso-. Dependiendo de la variedad y de la región de donde provenga mostrará colores, aromas y sabores distintivos. Esté preparado para sentir aromas cítricos y minerales en aquellos blancos de regiones frías como Mosel (Alemania) y Chablis (Francia), fruta roja madura, especias y cuero en sectores cálidos para lo que es Francia (Ródano), frescura, austeridad y elegancia en zonas afamadas como la Borgoña (Francia). Todo hará que su paladar y autoconocimiento en términos del disfrute crezcan notablemente". Será entonces cuestión de probar, ¿no?
A la hora de elegir
Tranquilos
Etna Rosso 2015 $ 650
Un tinto siciliano bien distinto a los tintos locales.
Blason d´Aussières 2015 $ 485
Un típico blend tinto del sur de Francia.
Cloudy Bay Sauvignon Blanc 2016 $ 600
Un blanco de acidez filosa de Nueva Zelanda.
Con burbujas
Cordón Negro Brut $ 362
Un clásico cava (espumoso español).
Martini Prosecco $ 400
Un refrescante espumante italiano.
Link a la nota: http://www.lanacion.com.ar/2083393-pequena-guia-util-para-no-perderse-en-la-avalancha-de-vinos-importados