Definir lo que sucede hoy con la gastronomía argentina no es fácil; en un extremo, el glamour y la sofisticación, el lujo cinco estrellas de menús a precios exorbitantes, los polos gastronómicos, las brillantes vidrieras y los chefs como estrellas del jet set; en el otro, el anonimato de los productores rurales, las materias primas de estación, los cultivos agroecólógicos, el trabajo manual, el esfuerzo de los fuegos y las jornadas interminables. Es en ese equilibrio por donde transita el proyecto Tierras, flamante creación de Germán Martitegui, uno de los más reconocidos cocineros de la Argentina. Un recorrido por 24 provincias, a lo largo de 240 días distribuidos en dos años, con el objetivo de conocer, valorar y apoyar la labor de productores y chefs de todo el país.
"Para saber qué quería hacer, empecé por saber qué cosas no me gustan de la situación de la comida argentina hoy. Y no me gusta que en la lista de los 50 Best haya exclusivamente restaurantes de Buenos Aires; no me gusta cuando escucho que la gente del interior te agradece por ir y te dice que nadie los escucha; no me gusta la diferencia de posibilidades entre un chef de Buenos Aires y uno del interior; no me gusta ver que hay productos y recetas que se están perdiendo; no me gusta que los hijos de los productores tengan como objetivo en la vida venirse a vivir al conurbano", explica Martitegui.
Con apoyo de CocinAR (el Plan Estratégico de la Cocina Argentina, lanzado hace un año por parte del Ministerio de Turismo de la Nación) y de la Bodega Catena Zapata, Tierras incluye en total 24 viajes por todo el país. En cada destino los recibe un cocinero anfitrión, junto con el cual visitan a productores y conocen productos emblemáticos de la zona. Luego, con esa materia prima, Martitegui y su anfitrión desarrollan un menú en conjunto, en una cena especial en Tegui (el restaurante de Germán en Buenos Aires) y, según la ocasión, también en la provincia visitada. Por último, toda la información (fotos, videos, direcciones, productos) recolectada en los viajes es compartida a través de la página web proyectotierras.com.ar, que busca posicionarse como fuente de consulta interactiva para toda la industria gastronómica argentina.
Para entender Tierras, es necesario revisar el rol que los chefs están tomando actualmente, no sólo en la Argentina, sino también en Latinoamérica y el resto del mundo. El cocinero ya no sólo entendido como responsable de un restaurante sino como actor social con decisiones que toman carácter y peso político, influyendo en los modos en que la gastronomía y la alimentación, con sus economías respectivas, se desarrollan en cada país. La lista de protagonistas que encarnan este paradigma es amplia, con nombres cercanos como los peruanos Gastón Acurio y Virgilio Martínez, Alex Atala en Brasil o Rodolfo Guzmán de Chile. "La gente nos mira y nos escucha, por eso hay que tomar cierta responsabilidad sobre lo que se dice y se hace. Yo entiendo que hoy Tegui, por su exposición, es una vidriera para mostrar lo que pasa en otros lados de nuestro país. Pero Tierras no es una idea solitaria, sino que se complementa con proyectos como Pueblo Abierto o los recorridos por las provincias que vienen haciendo otros grandes cocineros, como Soledad Nardelli y Dolli Yrigoyen", explica Martitegui.
Hasta ahora, Tierras tuvo ya dos paradas: primero, Misiones, con Gunther Moros como anfitrión; y la semana pasada Jujuy. "Tiene distintos climas, alturas, suelos. Visitamos la yunga, el valle, la puna y la quebrada, conociendo distintos productores y campesinos, desde emprendimientos medianos a otros muy pequeños y familiares. Con lo visto y aprendido, hicimos una comida con ellos y sus productos en El Manantial del Silencio, en el restaurante de Sergio Latorre. Uno de los platos que más nos gustó fue una sopa de chalona (una suerte de charqui de cordero con hueso secado al sol), que lleva pupusa, una hierba de altura, y la acompañamos con pan con chicharrones. Ese plato también va a ser parte del menú de diez pasos que este lunes ofreceremos en Tegui".
Durante este 2016 quedan todavía tres viajes: Mar del Plata, junto a Patricio Negro, del restaurante Sarasa Negro; La Pampa (donde cocinarán en Pampa Roja, el restaurante de Mariano Braga y Florencia Borsani); y Río Negro, con Mariana "la China" Müller de Cassis como anfitriona. "Queremos seguir creciendo y dejar algo que nos trascienda", dice Germán.
Link a la nota: http://www.lanacion.com.ar/1949294-un-viaje-por-los-sabores-recetas-y-productores-de-la-argentina
Un jurado de notables y el público destacó a la burger con queso y cheddar. El festival gastronómico se realizó el fin de semana del 22 y 23 de octubre en el Hipódromo.
El sábado 22 y el domingo 23 de octubre, el Hipódromo de Palermo se llenó de fanáticos de las hamburguesas que pasaron horas disfrutando de éste ícono del street food y ricas bebidas en la primera edición del Burger Fest.
Como parte de la fiesta, Burger Facts organizó el concurso para elegir a la mejor hamburguesa del festival. ¿La ganadora? El Rodazo.
El Gordo Cocina (instagramer), Allie Lazar (Pick up the Fork), Malena Guinzburg (Pucha, Morfi) Matías Najle (Muy Liebre), Melisa Tassano (Bon AppeTips) Gonzalo Alderete Pagés (cocinero del Peron Peron Resto Bar), Santiago Mateo (Yelp), Paulina Cocina (youtuber) y Sergio Pángaro (artista y bon vivant) fueron los integrantes del jurado coordinado por Burger Facts.
Los evaluadores tuvieron la tarea de probar 9 burgers y evaluar los diferentes aspectos qeu hacen que una hamburguesa sea buena, como la calidad del pan, la textura y punto de cocción del medallón y la complementariedad de los toppings.
La ganadora: El Rodazo (Foto by @SantiMateo).
La ganadora fue la hambruguesa de El Rodazo, con panceta, cheddar y alioli. Además, el jurado entregó unamención especial para la de pato rellena con provoleta con barbacoa de hongos, kimchi de repollo y portobellos grilladosde Los Infernales. Los miles de fanáticos que visitaron el Hipódromo tuvieron la oportunidad de votar. Ellos también eligieron a El Rodazo.
En la primera edición del Burger Fest, los visitantes pudieron elegir entre 50 diferentes tipos de hamburguesas. También había hot dogs, ribs, sándwiches, pollo frito, kofle de cordero, ceviche, mollejas, ribs y mucho más street food, las mejores bebidas y postres.
Link a la nota: http://www.planetajoy.com/?El_Rodazo%2C_la_mejor_hamburguesa_del_Burger_Fest&page=ampliada&id=9131
El clásico evento gastronómico de la ciudad rionegrina trajo novedades y, sobre todo, una interesante vidriera sobre lo que está sucediendo en la región.
La deliciosa Bariloche desde las alturas
Por Alejandro Maglione / Fotos gentileza Chiwi Giambirtone
amaglione@lanacion.com.ar
@MaglioneSibaris
Siempre mejor. Esto es lo que recogemos como impresión cuando se vuelve una y otra vez a ver que tenían preparado los barilochenses -y Lucio Bellora y su equipo- este año con su evento más importante en materia gastronómica: Bariloche a la carta. Esta vez, una carpa de 1800 metros cuadrados en forma de T ocupó la plaza del Centro Cívico hasta una calle cortada al lado del municipio, con docenas de stands de productores y cocineros locales que se agregaron a los que ya habían participado el año pasado. La cantidad de restaurantes que fueron parte de la semana gastronómica volvió a ser impresionante: setenta, con menús y precios especiales para la ocasión.
En esta movida, es la gente del lugar la que festeja y lo hace de la mejor manera: comprando y comiendo sus mejores productos; escuchando a sus cocineros como Federico Domínguez Fontán, Mariana China Müller, Pablo Buzzo -recién aterrizado de un viaje a Suiza que compartió, entre otros, con Dolli Irigoyen y Osvaldo Gross- o Martín García Rebecchi, del hotel Huinid. O dándose el gusto de acercarse a Maru Botana o Felicitas Pizarro -futura mamá-, que derrocharon simpatía como ellas saben hacerlo.
Lo novedoso. Los periodistas que cubrían toda esta actividad no daban a abasto. Una mañana tuvieron una clase-desayuno con Diego Fenoglio, que preparó un bombón al whisky para deleite de todos. El whisky era el Mardoc, una nueva propuesta patagónica, que se viene a sumar a La Alazana, cuya fama no deja de crecer.
Un almuerzo en el Cassis de la China Müller fue la excusa para tomar contacto con productores artesanales venidos desde lugares alejados como El Hoyo de Epuyén. O bien, de conocer la propuesta local de un agua mineral de vertiente, Alun-co, cuyos desarrolladores juran que entre los minerales casi no se encuentra el tan temido sodio. En una estupenda acción de marketing, un violinista tocó cerca de las botellas a degustar y se explicó que "ahora el agua que van a tomar tiene la vibración de la música.". El agua era muy rica ¿habrá sido por la vibración musical?
Fue en Cassis donde estaba presente Eduardo Rapoport, el mayor experto del país en hierbas comestibles. Una verdadera gloria, que suele alentar a los cocineros inquietos a que descubran nuevas hierbas para la cocina. Les dice: "Ustedes prueben. Si a las 48 horas no les hizo nada significa que se puede comer.".
Fue novedoso ver a los alumnos de la carrera de Gastronomía de la Universidad del Comahue vendiendo al público lo que habían cocinado y con cola de espera en el despacho. No es fácil encontrar las ganas que le pone esta muchachada al oficio que han elegido.
Los cocineros en las escaleras del Llao Llao.
Fue interesante que durante la visita a la Cervecería Berlina, Bruno Ferrari presentara con Diego Fenoglio la cerveza con chocolate que presentarán al mercado. Fue divertida una risottada preparada a la vista del público en el Llao-Llao, donde al sabor se le agregó el buen humor de los cocineros participantes. Fueron novedosos productos como el aceite de oliva que se hace en Las Grutas. Como fueron novedosas estupendas sidras artesanales que merecen tener más difusión.
El vino. En el hotel El Casco, un añejo y sabio Guillermo Barzi Canale presentó un Riesling de su bodega y un logrado Semillón Old Vineyard, mostrando que se mantiene atento a los vaivenes del mercado. En voz muy baja dijo: "Mi favorito sigue siendo el Merlot".
Conclusión. Bariloche a la Carta mostró que crece porque al esfuerzo se le agrega la imaginación de sus organizadores. También mostró varios ejemplos de sinergia en la que todos ganaron. Mostró la decisión de hacer crecer a Bariloche como destino gastronómico, y en esa dirección aparecen tirando del carro todos los actores que deben estar. La impresión es la de presenciar una vocación creciente del interior del país a una mejor gastronomía. ¿Cómo será el próximo Bariloche a la Carta? Corren rumores de que la novedad por venir es que no hará falta esperar un año para verlo.¿enero quizás?
Miscelánea librera. El mercado está siendo abastecido por numerosos libros de recetas culinarias, por lo que es difícil encontrar una propuesta original. En el caso de "Pedro Lambertini al natural" es grato hallarse con una obra en la que el chef autor le habla continuamente al lector, lo cual asegura más proximidad. Los capítulos no engloban platos solamente, sino momentos de su vida. Desde el primer momento hace alarde de su orgullo de ser cordobés. Pedro tiene dos características interesantes: conoce como pocos técnicas de cocina, y además le encanta y sabe cómo comunicarlas. Quizás su libro no es un compendio de recetas sencillas, si bien abundan, pero luego de leerlo sin duda que el lector sabrá más de la cocina en general. Él, además, ama los productos naturales, de ser posible, orgánicos. La suma de lo rico y saludable no suele ser fácil, pero él logra que no sean conceptos antagónicos. A una edición y fotografía muy cuidadas, se le agregan detalles como un cálido prólogo de Francis Mallmann, que no suele regalar elogios. En suma: para no perdérselo.
Link a la nota: http://www.conexionbrando.com/1948538-apuntes-sobre-bariloche-a-la-carta
Más de 300 restaurantes, bares y vinotecas ofrecerán menúes, degustaciones y actividades especiales; el sábado, la semana cierra con una fiesta en El Dorrego
Del 24 al 30 de octubre, los amantes del vino tendrán la oportunidad de vivir distintas experiencias en torno a esta bebida, ya que se llevará adelante una nueva edición de la Semana del Vino que incluirá degustaciones a cielo abierto, flights temáticos y menúes especiales en restaurantes, un circuito de bares que ofrecerán cócteles elaborados en base a vino y, para cerrar una gran fiesta con música, gastronomía y clases de coctelería en El Dorrego.
Para ir agendando, acá va una lista de algunas de las actividades más interesantes (imperdibles, podríamos aventurar). Quienes quieran más data pueden encontrarla en la página web de la Semana: www.lasemanadelvino.com.ar
Restaurantes con propuestas únicas
Más de 200 restaurantes de la ciudades de Buenos Aires, Rosario, Córdoba, Mendoza, San Juan, Salta, Tucumán y Villa La Angostura, entre otras, ofrecerán la posibilidad de acompañar las comidas con tres vinos por copa en dos gamas: premium (150 pesos) y alta gama (250 pesos). Además, varios restaurantes ofrecerán experiencias en torno al vino especiales para esta semana. A continuación, algunas de las más interesantes:
10 sorbos de Argentina: El sommelier Mariano Braga comandará una cata a ciegas que recorrerá un decálogo de algunos de los vinos más intrigantes del país. Etiquetas tradicionales, nuevas regiones productoras
y los blancos y tintos nacionales que hacen estremecer al mundo. Será el miércoles 26 de octubre, a las 20, en Pampa Roja (Juan B. Justo 65, Santa Rosa, La Pampa). Reservas: hola@pamparoja.com.
Una vertical histórica: El clásico restaraurante Oviedo abrirá sus puertas para vertical de Angélica Zapata Chardonnay, que incluirá las añadas 2004, 2005, 2008 y 2013. Acompaña un menú especialmente diseñado para resaltar los años de guarda de esta icónica etiqueta. Será el miércoles 26 de octubre de 2016, a las 20, Oviedo (Antonio Beruti 2602, Barrio Norte, CABA). Reservas: 4821-3741.
Aldo por Aldo: Aldo Graziani conducirá una degustación por los mejores vinos de su distribuidora, El Garage de Aldo, entre las que se contarán: República del Malbec 2014, Teho Malbec 2013, Corazón del Sol Gran Malbec 2012, Gran Revancha Blend 2012 y Lurton Chacayes Malbec 2008. Será el miércoles 26 de octubre, a las 19, Aldo´s (Moreno 372, San Telmo, CABA). Reservas: 4334-2380 / 4343-0823.
La cocina Patagónica y el vino: El reconocido chef Leo Morsella, junto a una mesa llena de vinos de autor, que invitarán a divertirse combinando texturas y sabores de la comida Patagónica. Guiará la experiencia de vinos el sommelier Gabriel Fuentes. Será el miércoles 26 de octubre, a las 21, en Waldhaus (Av. Arrayanes 6431, Villa La Angostura, Neuquén). Reservas: leomorsella@gmail.com.
Malbec vs. Pinot Noir: la batalla final: Shout Brasas & Drinks, uno de los wine bar con mayor cantidad de opciones de vinos por copa de la ciudad será el escenario para esta batalla, en la que el bartender y sommelier Sebastián Maggi hará las veces de William Boo. Será el jueves 27 de octubre, a las 18.30, en Shout (Maipú 981, Retiro, CABA). Reservas: reservas@shoutbar.com.ar.
Por las calles, los bares y las vinotecas
En La Semana del Vino, las vinotecas extenderán su horario de atención desde las 21 y hasta la medianoche y sumarán propuestas artísticas, degustaciones y ofertas promocionales. Además, más de 50 vinotecas conformarán el circuito de La Noche de las Vinotecas, que se realizará el viernes 28 de octubre.
La calle también será tomada por el vino, en dos circuitos de degustación a cielo abierto. El miércoles 26 de octubre será el turno del barrio de Villa Devoto y, el jueves 27, el de San Telmo. Esos días las vinotecas, los bares y los restaurantes de esos barrios invitarán a degustar vinos acompañados de tapeos, cenas y descuentos por compra de vinos. Los consumidores que se sumen a este circuito y compren una copa estarán ayudando a entidades benéficas.
BASA, Gran Bar Danzón, 878 Bar, Verne, Pony Line, Los Galgos, Pony Line, Sullivan´s, Doppelganger, Anasagasti y Café Rivas, entre otros destacados bares porteños, participarán de la Semana del vino ofreciendo a sus consumidores con tragos elaborados con esta bebida así como también diferentes propuestas de vinos por copa.
Carne & vino: la fiesta inolvidable
El Predio Ferial El Dorrego, en Palermo, será la sede la fiesta de cierre de la Semana del Vino. Desde las 12 del mediodía y hasta la medianoche del sábado 29, los asistentes podrán degustar vinos de más de 40 bodegas de todas las regiones del país, junto a un festival de carnes y música en vivo. La carne estará a cargo de los food trucks deDon Julio, Milberg (carnes ahumadas preparadas por el chef Matías Kyriazis), Marcha y Sale (con carnes exóticas de la carnicería Piaf), HikenBar (de Oliverio, Alejandro Lacroix y el chef Hernán Taiana).
Entre de las actividades habrá clínicas de coctelería con vino a cargo del bartender Carlo "Tano" Contini, donde los asistentes aprenderán a preparar tragos simples con vino para luego degustarlos, mientras que bartender Mona Gallosi junto a la sommelier María Mendizabal compartirán una charla sobre coctelería y vinos. La música en vivo estará a cargo de la agrupación Freaky Freedom y de los dj´s Oliverio, Fabián Couto Anita Pasión y Julius Sólo, entre otros.
Las entradas de la fiesta de cierre de la Semana del Vino pueden adquirirse enwww.lasemanadelvino.com.ar El valor es de 160 pesos si se adquiere en forma anticipada, y 200 en puerta.
Link a la nota: http://www.lanacion.com.ar/1948806-semana-del-vino-actividades-para-no-perderse
Acodado en la barra donde brillan unas 16 canillas de cerveza tirada, Marcos Micozzi toma un trago mientras espera que llenen su growler con la misma Kingston Honey de la que se ha servido una pinta. "Siempre pruebo primero una honey, que es una cerveza para cualquier día -no como una negra, para la que hay que estar de cierto humor-, y después seguro paso a una roja", dice Marcos, de 23 años, músico y estudiante de Arquitectura, mientras sigue con la mirada cómo la bartenderllena el recipiente de 1,75 litros que en la jerga se conoce como growler. Basta escuchar las charlas que se suceden en torno a la barra para confirmar que todos los aquí presentes saben lo que es un growler o una pinta y que manejan con naturalidad el léxico necesario para decodificar la enorme pizarra que cuelga de una pared, en la que se listan las cervezas. Algo impensado apenas un par de años atrás.
Es martes, recién pasadas las 10 de la noche; afuera llueve a baldazos y aquí adentro, en La Birrería de Palermo, no hay una sola silla vacía. La misma escena se repetía una hora antes en el local de On Tap en SanTelmo, y se repetirá a medianoche en Buller, de Recoleta, dos de los cada vez más numerosos refugios que ofrecen abrigo, malta y lúpulo al creciente número de porteños que descubrieron una nueva forma de beber cerveza.
"Es un boom, todos los días abre una nueva cervecería", asegura Jéssica Marantz, de 34 años, que atenta a la tendencia creó junto a su marido, Juan Manuel Santa María, la aplicación BA Tap Map, que ofrece un mapa interactivo de cervecerías artesanales porteñas (y, pronto, de otras ciudades cerveceras, como Mar del Plata o La Plata). Lo dicho es literal: basta citar Growlers, que ayer abrió sus puertas en Palermo, o Bierhaus, que en cuestión de días inaugurará un nuevo local en el mismo barrio. Detrás del explosivo crecimiento de bocas de expendio están las 650 marcas de cerveza artesanal que surgieron en la Argentina en los últimos dos años, y están también los nuevos bebedores de cerveza, aquellos que, en palabras de Marcos, "un día descubrieron que había todo un mundo más allá del porrón".
"Así como hace unos años hubo una revolución en el vino, hoy hay una en torno a la cerveza artesanal", afirma Francisco
Oviedo, de 28 años, brewmaster de la
cervecería Afrika Brewing Compay. "Antes nadie tenía idea de qué estilo de cerveza era la que compraba en el súper, y hoy la mayoría de los que vienen acá saben lo que es una golden, una IPA o una honey, entienden lo que es el IBU [índice de amargor de la cerveza], le prestan atención al volumen alcohólico, y así si a uno no le gusta la cerveza amarga, puede ir pasando de rubia a roja y a negra siempre fijándose en el IBU, y buscando otras características: si es floral, si es frutal, etcétera", dice Francisco, en la vereda del local de On Tap de San Telmo (del que es socio), mientras desafía a la llovizna que no ha impedido que todas las mesas estén llenas en el interior.
"El auge de la cerveza artesanal me interesa bastante. El tema de las distintas variedades se asemeja a los varietales del vino y permite salir de lo habitual, que es la cerveza industrial", dice Guido Hegenkotter, de 38 años, mientras comparte con amigos un after office de martes en On Tap.
Guido trabaja en la industria del vino y se reconoce como fan de la cerveza de trigo. "Cerca de la oficina tengo varias cervecerías, por lo que suelo pasar por alguna con compañeros de trabajo para relajar después de un día estresante de oficina, tomar una pinta y después ir a casa", agrega.
La pinta del after office, una costumbre ya arraigada en Europa y las ciudades más grandes de los Estados Unidos, es una de las situaciones de consumo que más crece en Buenos Aires. En las birrerías la gente va a tomar cerveza y acompaña ese nuevo rito con las hamburguesas gourmet (tal vez la novedad gastronómica del año), picadas o pizzas. Pero el atractivo son las canillas, la variedad...
Con un valor de más o menos 80 pesos la pinta (440 mililitros aproximadamente), la cerveza se transformó en una bebida muy competitiva, sobre todo en el segmento más joven e informado. También es muy común pedir una media pinta primero, y luego, una segunda pero de otra variedad. Pero la gran novedad son los growlers: botellones que contienen 1.75 o 1.9 litros que plantean una forma diferente de tomar cerveza y de comprarla. El público adquiere uno de estos simpáticos botellones de vidrio que se lleva para consumir en su casa y en las próximas visitas a la cervecería sólo pagará el refill.
"El growler es una buena forma de poder tomar una rica cerveza en casa", dice Marcos Micozzi, que cuenta que el botellón ya es un habitué en sus reuniones con amigos, en las que se juntan para escuchar música o para ver un partido. Gustavo Suárez vive en Palermo. Justo debajo de su casa abrieron una cervecería (en ese barrio hay una por cuadra...) y tres veces por semana pasa a cargar su growler con distintas cervezas para acompañar la cena. "Cambié el vino por la cerveza: es alucinante porque para el que le gustan las bebidas es un universo nuevo por conocer", dice.
"El botellón trae la idea de que si comprás el pan en la panadería y la carne en la carnicería, ¿por qué no comprás la cerveza en la cervecería? -señala Leo Ferrari, brewmaster de Cervecería Antares, que el año pasado comenzó a expender sus cervezas en este formato-. En una manera de llegar con cerveza artesanal fresca, sin pasteurizar, a la heladera de miles de clientes. Funciona muy bien, es un hitazo".
La combinación ganadora
"El combo cerveza y hamburguesa es imbatible porque es masivo -asegura Valentina Ruderman, de 26 años, periodista gastronómica-. Cierra por todos lados: es barato, básico y amigable. Hace que los que no salen a comer lo vean como algo que no repercute en su banca semanal; es carne con papas, aunque haya versiones bien gourmet; y tiene como protagonista a la columna vertebral de las reuniones que es la birra. A eso sumémosle que [las hamburgueserías/cervecerías] suelen ser spots cuidados pero desprolijos a propósito, lo que genera un clima ideal para la comida-salida".
Pero además de ser la infaltable estrella de reparto de las hamburgueserías -como Carne, del chef Mauro Colagrego, Deltoro, Mi Barrio o la flamante Williamsburg-, la cerveza comenzó a colarse en las cartas de muchos restaurantes. El pequeño apartado en los menús con apenas algunas cervezas industriales ya no es suficiente para un público que empieza a maridar platos elaborados con cervezas artesanales.
Cuenta Gonzalo Alderete Pagés, a cargo de la cocina del restaurante Perón Perón, que recientemente se embarcó en la tarea de mejorar su propuesta de cervezas, y que no es algo tan sencillo como parece: "Como no soy un conocedor de cervezas, mi pasión es el vino, lo que hice fue consultar con amigos que saben del tema y que me fueron nombrando cuáles cervecerías eran para ellos las mejores -recuerda-. Me contacté con esas cervecerías y me encontré con que tenían su producción mensual ya vendida y con que no tenían capacidad de generar más cerveza hasta que no agrandaran sus fábricas. Y eso iba a suceder recién el año que viene".
"No hacemos ni de más ni de menos, por lo que hoy no podemos tomar nuevos clientes -cuenta Matías Capria, de 38 años, uno de los socios de la cervecería Anna-C, que sólo elabora cerveza de trigo y una porter con chocolate-. Producimos 4000 litros y los tenemos acomodados. La idea es subir a 10.000, el año que viene".
Pero en un país donde la cerveza industrial ha experimentado una caída del 8% en lo que va del año, el auge de las microcervecerías urbanas constrasta fuerte y obliga a las grandes marcas a mirar el fenómeno de cerca. "Hay un nuevo consumidor que son como los nativos digitales: nacieron con esta oferta y son los que hoy se vuelcan con curiosidad a recorrer los bares multimarca, a llenar su botellón o a pagar un poco más en el súper por una cerveza de calidad", dice Pablo Fazio, creador de Otro Mundo. Los últimos movimientos comerciales de las cervecerías industriales (un sector donde una sola marca concentra el 75% del mercado) confirman aún más el boom de las artesanales. Quilmes creó su versión de "microcervecería" en Bariloche con su línea Patagonia y Heineken inauguró la semana pasada Star Bar, su primer bar temático.
"El auge de las artesanales ya no es un fenómeno de nicho -dice Pablo Barrale, gerente de asuntos corporativos de CCU-. Basta ver las cervecerías de Palermo, llenas de gente, que muestran que el consumidor es cada vez más sofisticado, y que está preparado para encontrar otra cosa en la góndola". La cultura cervecera empezó a cambiar. De la botella de litro retornable a la pinta y el growler; de la reunión entre amigos a la salida en pareja a degustar o cocinar comidas para acompañar con esta bebida. Incluso en el expendio hay novedades como PourMyBeer: un display que se coloca en cualquier chopera y que funciona con una tarjeta prepaga, como la SUBE. "Permite que la persona se sirva su cerveza y que elija lo que quiera; no hace falta llenar el vaso, ya que se descuenta el saldo en función de los mililitros servidos", explica Claudio Rozental, de 56 años, que introdujo el sistema en el país.
Otra curiosidad es que este fenómeno urbano nació en el interior del país. Mar del Plata, Bariloche, El Bolsón y Córdoba fueron precursores de una cultura cervecera. "Hoy el consumidor busca productos que sean representativos de una región como las cervezas de El Bolsón, Córdoba o Ushuaia, que son muy demandadas", concluye Eugenia Botta, gerente de e commerce de BebyBar, empresa de venta de bebidas por Internet.
Tips para no quedarse afuera
El IBU en las cervezas
Es la sigla que define el amargor de las cervezas; cuánto mayor el número, más amarga la cerveza. Este valor aparece en los pizarrones sobre las canillas de expendio
Growler
Es el botellón, de contenido variable, para llenar de cerveza tirada y llevarse a casa. El growler se compra una vez y es recargable
Las IPA
Sigla de India Pale Ale, se trata de una variedad de cerveza amarga, alto contenido de lúpulo y elevada graduación alcohólica.
Link a la nota: http://www.lanacion.com.ar/1949287-la-revolucion-de-la-cerveza