martes, 19 de noviembre de 2019

La Nación - Propiedades - La reinvención de los mercados porteños

La reinvención de los mercados porteños

Los tradicionales espacios de la ciudad replican la fórmula de los paseos de Barcelona, Madrid y Nueva York: suman marcas gastronómicas de moda dirigidas a los más jóvenes, que conviven con las propuestas más clásicas y con la oferta de frescos

Los mercados de la ciudad parecen abrir el juego al encuentro, a la mezcla de sabores, colores y propuestas. Así, en el último tiempo, la reapertura y renovación de algunos de estos espacios se convierte en una oportunidad para perderse en paseos, degustar delicias variadas y redescubrir el espíritu de la comunidad en cada barrio. Desde BA Capital Gastronómica cuentan que el concepto es mezclar gastronomía y productos frescos, como sucede en los grandes mercados de Barcelona, Madrid y Nueva York, con opciones para diversos paladares. ¿Cuáles son los desafíos de trabajar en un espacio de estas características?
En Córdoba y Callao, el mercado de San Nicolás es una de las recientes reaperturas. Allí conviven los clásicos rubros -verdulerías y carnicerías- con locales gastronómicos que ofrecen pizza, hamburguesas y otros manjares gourmet. Hell's Pizza -con locales en Palermo y Cañitas- es uno de los que participan de este espacio. Matías Cabrera, socio de Hell's habla de una tendencia mundial de gente que se acerca a los mercados y destaca sus beneficios. "Creo que toda acción que se pueda generar en conjunto con otras marcas está buenísima. Está muy bueno que las distintas propuestas no se pisan entre sí, sino todo lo contrario", sostiene.
La línea estética del local dentro del mercado se trabajó en sintonía con la identidad de Hell's Pizza, inspirada en las calles del Soho newyorkino, con un estilo urbano y street-art, murales coloridos y paredes con ladrillos expuestos. "En lugar de tener un local de 200 metros cuadrados tenemos un espacio de 15, pero tenemos nuestra clásica vitrina con pizzas a la vista, los hornos al frente, las canillas de cerveza tirada, pantallas donde se exhibe nuestro menú, la decoración con grafitis, murales y luces de neón", afirma Cabrera. La propuesta gastronómica también se modifica teniendo en cuenta el tamaño del espacio. Así, el socio de Hell's cuenta que en principio comenzaron con una carta acotada que incluye una selección de las pizzas que más salida tienen y más gustan. A su vez, sumaron una variedad de pizza "fresh market" que va variando con los ingredientes más frescos del mercado.
La Dorita es otro de los locales que dicen presente en el mercado de San Nicólás. Cristina Pedreira, gerente general del local, cuenta que el local dentro del mercado se trabajó respetando el estilo de la marca, que basa su ambientación en las típicas cantinas porteñas con fotos de personajes ilustres, guirnaldas de colores y banderines colgando al frente de la barra de hierro y madera, y los característicos "pingüinos" de vino que sobrevuelan la mesada del local. También señala que hubo que adaptarse y acomodarse a una unidad de negocio diferente, y replantear cosas del menú: "No es lo mismo un local propio que un espacio compartido con otros rubros. Para atraer al público, podemos modificar libremente desde la marquesina hacia adentro y eso nos obliga a ser ingeniosos y originales. El público que entra a un mercado va en búsqueda de diversidad de productos, manteniendo el costo y calidad. Entendemos que eso no lo podemos dejar de lado al momento de diseñar la carta y la ambientación del local", sostiene. La mixtura también tiene sus desafíos: "Conviviendo con los feriantes de siempre, una de las contras que surge está en la diferencia de horarios, ya que los feriantes clásicos cierran sus locales alrededor de las 20, que es justo el horario más fuerte de la gastronomía. Al estar ellos cerrados, no ingresa la misma cantidad de público. Ahí es donde tenemos que salir a trabajar para acaparar un público específico que ingrese sólo para la gastronomía", dice Pedreira.
Martín Bouquet, socio de Joe's Burgers cuenta que la firma venía trabajando con food trucks antes de tener su primer local, en el mercado de San Nicolás. Joe's fue diseñado por sus dueños, una pareja de jóvenes emprendedores, que con la ayuda de una arquitecta armaron una propuesta exclusivamente para este espacio. Los dueños de Joe's buscaron una estética inspirada en los dinners de los años veinte y cuarenta. Además, Bouquet señala que le dieron mucha importancia a transmitir la pulcritud con la que les gusta trabajar: todas las superficies son lavables, en blanco y negro con toques de rojo, jugando con luces cálidas y frías para resaltar los detalles. "Creo que los mercados son una buena posibilidad para tener un local a un costo accesible. Esto ayuda mucho a los emprendedores, a que se la jueguen e inviertan en la gastronomía local. El hecho de estar en un mercado con marcas reconocidas suma a las nuevas marcas y tracciona gente. Los desafíos son invertir en un local que no da a la calle, siendo una marca nueva", concluye.

Modernidad e historia en San Telmo

En el Mercado de San Telmo -situado en Estados Unidos y Bolívar-, el atractivo turístico de la zona invita a dejarse tentar. Fidel Pérez Ochoa, dueño de BierHof cuenta que la identidad de la marca -que tiene su primer local en Palermo- surgió a partir de la idea de implementar en Buenos Aires un biergarten o patio cervecero (terrazas al aire libre con mesas comunitarias muy típicas en Alemania). En este sentido, dice que encontró en el mercado un espacio relajado y distendido, con un patio interno, que encuentra puntos en común con el local original de la marca.
"El mercado tiene mística y BierHof también la tiene, cada uno en su estilo. La particularidad de BierHof Palermo es tener un espacio todo al aire libre. Aunque en días de lluvia o frío se cierre, la idea es que sigas sintiendo que estás al aire libre. El Mercado, al tener techos tan altos y mucha luz natural, da la sensación de que estás en un espacio abierto. Eso nos ayudó para crear un mini BierHof (cómo le llamamos cariñosamente) dentro del mercado", sostiene. Plantas, luces colgantes, mural, espacios comunitarios, metegol y puerta a la calle marcan la estética de BierHof, y Fidel Pérez Ochoa cuenta que Lorena Parra, arquitecta de ambos espacios, hizo un gran trabajo desde ese lugar. Estar en un punto turístico importante de la ciudad, lograr que la propuesta llegue a un público diferente y formar parte de un proyecto que está creciendo y tiene mucho potencial son algunas de las claves que marca el dueño de Bierhof. "El Mercado de San Telmo está logrando conservar lo pintoresco de tener locales de antigüedades, libros y artesanías y combinarlo con una propuesta gastronómica muy interesante para el público", dice.
Maikel & Billy Bagels es otro espacio que abre sus puertas en el mercado de San Telmo con una original opción para disfrutar de las diferentes combinaciones de este popular pan. Su dueño, Esteban Siderakis apuesta a fusionar modernidad y tradición en este espacio. Así, dice, usaron materiales de la época en la cual comenzó el mercado de San Telmo con el objetivo de integrar Maikel & Billy con la historia del mismo. Señala que un desafío importante fueron los colores y los materiales que se debía respetar para continuar con toda la estética general que reina, ya que se trata de edificios y fachadas históricas. "Hay que tener cierta coherencia a la hora de diseñar o decorar el local. Esto es lo que tratamos de hacer, pero dándole un toque propio ya que el producto es algo que está muy de moda por ser un producto rico, ligero y con buen precio. Como receta de años, que resurge, se busca ser consecuente con un edificio de 1890 -que siempre está vigente- y básicamente la idea de nuestro local en cuanto imagen y arquitectura tiene esta misma premisa, tomar lo antiguo y aprovecharlo, no taparlo. Que se cree el equilibrio y la comunicación que buscamos", afirma Siderakis.

Una impronta diferente

El ambiente que se respira en los mercados puede ser un incentivo para abrirse a una nueva manera de encarar las propuestas con un estilo que invite a otro tipo de consumo y degustación. Darío Muhafara, dueño del mítico restaurante de cocina asiática Green Bamboo, cuenta acerca de su experiencia en el Mercado de Belgrano -en Juramento y Ciudad de la Paz-, donde se instalaron con una propuesta distinta, en sintonía con la energía de Green Bamboo, pero con innovaciones acordes al espacio. "A partir del concepto de mercado comunitario nuestra idea fue revisar la propuesta de Green Bamboo y amplificarla para este tipo de espacios no convencionales desde la mirada del restaurante", dice. Así, la comida callejera, el puestito y el chiringo son las claves de Kho, la propuesta dentro del mercado que remite a un espacio callejero.
El dueño de Kho y Green Bamboo cuenta que en el caso de Kho, al ser un espacio pequeño y sin instalaciones de gas, la propuesta se adapta y surgen cambios en el menú, con platos que no necesiten llama. En un espacio lleno de color y con detalles únicos, el menú incluye platos de países asiáticos ideales para comer al paso o para llevar. La carta es corta y rotativa, ofreciendo entre ocho y diez platos diarios que varían semana a semana. Además, desde las estanterías de su almacén pueden adquirirse productos envasados como fideos de arroz, leche de coco o pastas de curry.
"Los mercados suelen tener una convivencia entre comerciantes que están desde hace una o dos generaciones y los nuevos que venimos a continuar o a refrescar la propuesta. Esto conlleva diferencias de criterios. El trabajo de integrar ambas partes es todo un desafío en sí mismo y si no se resuelve puede hacer la diferencia entre el éxito y el fracaso. El gran desafío es cómo volver el mercado atractivo a la gente joven. El beneficio es que los mercados tienen un gran potencial, están insertos en el corazón de cada barrio y son accesibles a la compra diaria de la gente, con una escala humana que no posee el supermercado", concluye Darío Muhafara, quien sostiene que estos espacios pueden convertirse en excelentes paseos cuando la propuesta es sólida.

Lo que viene

Más allá de la oferta existente, la ciudad porteña tiene espacio para nuevas propuestas. De hecho avanza la construcción de Mercat Villa Crespo, un proyecto que busca convertirse en una parada obligatoria para todo aquel que viva o visite Buenos Aires. Es un mercado tradicional que se refuncionalizará para estar a la vanguardia comercial. "El proyecto plantea una dinámica de comercial mixta, esto quiere decir que el vecino pueda realizar sus compras habituales y también tenga la posibilidad de vivir una experiencia gastronómica. La carnicería además de vender sus cortes tendrá una parrilla, la verdulería en verano venderá jugos y en invierno sopas y la pescadería hará también sushi", comenta Marcelo Pirogovsky, creador de Mercat Villa Crespo. Y agrega: "Nuestra prioridad es que el mercado esté integrado por las propuestas más interesantes para los consumidores y visitantes en términos de calidad, precio y cercanía. Para ello, además de realizar un proceso de curaduría y selección no sólo de espacios y de alimentos tenemos contemplado acompañar a los productores en el desarrollo de su espacio con formatos ?exibles, no sólo para que puedan exhibir su mercadería y ofertas gastronómicas de la forma más conveniente, sino también con un modelo de contratación que mejor se adapte a las características de su negocio".
El proyecto que planea abrir sus puertas en enero próximo y que demandará una inversión de $40 millones tendrá una superficie estimada de 2700 m2 y estará dividido en tres plantas. "No se cobrará un alquiler mensual como en cualquier negocio de renta, los locatarios pagarán únicamente el 12% bruto de su facturación. El período del alquiler puede ser de un año o más, dependiendo de las necesidades de cada productor, que serán analizadas al momento de realizar la curaduría de cada productor", concluye.

Clarín - Ciudades - Un publicista se volvió a calzar la corona de “campeón del pesto”

Un publicista se volvió a calzar la corona de “campeón del pesto”

En la Usina del Arte, Lucio D'Imperio repitió el título logrado el año pasado.


La comida es uno de los lenguajes por el cual se traslada la historia e identidad de un territorio. Los inmigrantes que llegaron al puerto de Buenos Aires desde una Italia cruzada por aromas y recetas instalaron su cultura gastronómica. La pizza, el fainá y el pesto son algunos de los platos preferidos por los argentinos.
Declarada de interés cultural por la Legislatura porteña, la séptima edición de la Semana de la Cocina italiana se celebró en la Usina del Arte, en el barrio de La Boca.
Allí se formaron largas filas de gente que esperaba recibir una porción de pizza al taglio, un vasito de helado o una copa de aperol spritz. Entre sfogliatelles (masa dulce hojaldrada), cannolis (masa enrollada con ricota), pasticciotti (postre de ricota o crema de huevo) y otras especialidades. Las familias degustaron distintas opciones.
El campeonato de pesto se llevó los aplausos de la fiesta. La salsa de larga tradición es muy utilizada en la gastronomía local. Presente en cantinas, bodegones y restaurantes, fue introducida por los inmigrantes genoveses.
“Este tipo de eventos permite dar a conocer la cultura del pesto, una salsa celebrada y querida por los argentinos. Es importante que se conozca la fórmula correcta para degustarlo”, explica Pietro Sorba, curador de la Semana de la Cocina Italiana, periodista y crítico enogastronómico.
Un jurado de nueve miembros, integrado por reconocidos profesionales de la gastronomía y expertos en cocina italiana, evaluó la técnica, organización y distribución, color, textura/machacado, aromas, consistencia, balance y sabor en el pesto de cada uno de los 15 participantes que fueron elegidos a través de las redes sociales. La mayoría era de Capital Federal, salvo dos que eran de Adrogué y La Matanza. Cada uno con su mortero de mármol y pilón de madera.
Pietro Sorba, en la Semana de la Cocina Italiana, en la Usina del Arte. Foto Germán García Adrasti
Pietro Sorba, en la Semana de la Cocina Italiana, en la Usina del Arte. Foto Germán García Adrasti

1, 2, 3... ya

Este año se redujo el número de concursantes para elevar la calidad del pesto. No es casual que gran parte del jurado esté integrado por mujeres. Según los expertos, perciben mejor los olores y tienen mayor sensibilidad. Tienen 45 minutos para recorrer las mesas de los participantes y aconsejarlos sobre el proceso de elaboración.
Los ingredientes son claves: albahaca de hoja chica, aceite de oliva extra virgen, piñones frescos, ajo, sal y quesos con distintos niveles de estacionamiento: grana padano, vacuno y pecorino, de oveja. “El buen pesto se logra con equilibrio. Ningún sabor debe sobresalir. Si tiene mucho perfume a ajo está mal hecho”, destaca Pietro.
El campeonato del pesto en la Semana de la Cocina Italiana, en la Usina del Arte. Foto Germán García Adrasti
El campeonato del pesto en la Semana de la Cocina Italiana, en la Usina del Arte. Foto Germán García Adrasti

Habemus resultado

El participante N° 6 se consagró como ganador de la competencia con un puntaje de 32,4. A sus 49 años, Lucio D'Imperio fue, por segunda vez consecutiva, elegido como el autor del mejor pesto genovés. Dejó nuevamente en el segundo puesto a Flavio Croce (28,75). El podio lo completó Nicolás Sánchez Segovia (24,6). 
Lucio D’Imperio, bicampeón del pesto. Foto Germán García Adrasti.
Lucio D’Imperio, bicampeón del pesto. Foto Germán García Adrasti.
Hijo de inmigrantes europeos, madre genovesa y padre romano, D'Imperio creció en medio de una familia numerosa, entre sabores de la cultura italiana.
El pesto fue la primera receta que aprendió ¿Cómo se prepara? En el mortero se colocan gajos de ajo, piñones y granos de sal gruesa. Se machacan hasta lograr una pasta, se le agregan hojas de albahaca hasta que adquiera consistencia homogénea y luego, se tiran los quesos y de a poco el aceite de oliva.
Campeonato del pesto, en la Semana de la Cocina Italiana, en la Usina del Arte. Foto Germán García Adrasti
Campeonato del pesto, en la Semana de la Cocina Italiana, en la Usina del Arte. Foto Germán García Adrasti
“Se logra con buena textura. Tiene que ser cremoso, tener brillo y color verde vivo”, explica.
“La cocina es una pasión encontrada de grande”, subraya el publicista nacido en Núñez. Confiesa que este año se sintió más nervioso que el anterior por el compromiso que implicaba defender lo que mejor sabe hacer. Desde hace un año y medio comenzó su propio emprendimiento: fabricar pastas freezadas. “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”, parafrasea al célebre poeta español Antonio Machado.

Infobae - Tendencias - Un viaje a la gastronomía en el Día de la Cocina Italiana en Buenos Aires

Un viaje a la gastronomía en el Día de la Cocina Italiana en Buenos Aires

La Usina del Arte se viste con el tricolor italiano para celebrar nuestras raíces culinarias. Desde las 11 hasta las 19 hs, el patio, los salones y las calles se convierten en la gran feria gastronómica italiana del país
Los maestros pizzeros de Appyce con sus pizzas de degustación para todos los que se acerquen a la Usina del Arte
Los maestros pizzeros de Appyce con sus pizzas de degustación para todos los que se acerquen a la Usina del Arte
Cada 17 de noviembre se celebra el Día de la Cocina Italiana en Buenos Aires. Y este año el escenario elegido para festejarlo es la Usina del Arte de la Boca. Para ello desde las 11 hasta las 19 horas se viste de verde, rojo y blanco para honrar a la gastronomía italiana convirtiendo a su patio, calles y salones en una verdadera fiesta tricolor.
Quienes quieran ser parte de un gran día festivo, podrán disfrutar de degustaciones gratuitas, venta de productos típicos y comida callejera. Aperitivos, arancini, porchetta, focaccia, aceite de oliva, aceto balsámico, mozzarella, panes artesanales, cannoli, sfogliatelle, pasticciotti, taralli, chacinados y embutidos típicos, helados artesanales, libros de cocina, cerveza italiana, pizza al “taglio”, café espresso y las mejores marcas del made in Italy son algunas de las delicias que estarán presentes en toda la Usina.
El campeonato del pesto al mortero consiste en realizar el tradicional pesto geonvés
El campeonato del pesto al mortero consiste en realizar el tradicional pesto geonvés
Sin embargo no solo es mercado y degustación. También habrá clases de cocina, charlas magistrales para grandes y chicos y música en vivo, además de un campeonato de quién hace el mejor pesto al mortero. Este consiste en hacer el pesto genovés con: albahaca fresca, ajo fresco, sal entrefina y gruesa, aceite de oliva extra virgen, queso reggianito y queso sardo. Ahí participarán solamente 30 afortunados.
“El Día de la Cocina Italiana en Buenos Aires para mí es una gran celebración que tiene una connotación emocional muy fuerte porque se celebra el vínculo estrecho entre Italia y Argentina y creo que no existe mejor catalizador que la comida para festejar y rendir homenaje de amor profundo que existe entre los dos países”, dijo en diálogo con Infobae el crítico gastronómico Pietro Sorba, quien brindará una charla a las 14 horas junto a Donato de Santis.
Los helados también estarán presentes en el Día de la Cocina italiana
Los helados también estarán presentes en el Día de la Cocina italiana
Y agregó: “Esta es la séptima edición del evento, y ya entró en la agenda gastronómica de la Ciudad y es multitudinario, seguramente es el más representativo de la gastronomía italiana que se realiza hoy en Argentina. Mi deseo es que todos los visitantes y familias que vienen a la fiesta puedan pasar un día lindo, un día de paz lleno de sabor y de emociones. Éste es el motivo por el cual intentamos armar un programa donde se junten degustaciones gratuitas, ventas de productos, comida callejera, clases de cocina, y eventos como el campeonato del pesto al mortero”.
Por su parte también estará presente APPYCE, la Asociación de propietarios de pizzerías y casas de empanadas con una degustación gratuita de “pizza al taglio” (pizza al corte al estilo romano) en variantes creativas inspiradas a la ciudad de Génova (cebolla, pesto y otras). Será acompañada por la típica fainá genovesa.
También estará AFADHYA, la Asociación Fabricantes Artesanales de Helados y Afines, ya que sus maestros heladeros ofrecerán una degustación abierta de sabores típicos italianos: stracciatella (crema granizada), nocciola (avellana), pistacho (pistacho) y cioccolato fondente (chocolate amargo).
El rincón de recreación para los más chicos
El rincón de recreación para los más chicos
Los más chicos tendrán la oportunidad de acercarse a las raíces culinarias italianas en una edición especial de Experimento Cocina, las clases de gastronomía para chicas y chicos entre 4 y 12 años, donde aprenderán a realizar una tradicional receta italiana: el tiramisú, en dos versiones: convencional y sin lactosa. Otra propuesta para las chicas y chicos que vengan a disfrutar del festejo es un taller en el que realizarán dibujos inspirados en formas escultóricas que remitirán a distintas comidas italianas, creados con elementos de descarte.
La música estará presente en esta fiesta de la mano de Fernando de Leo, uno de los DJs más convocados por la colectividad italiana en Buenos Aires, que musicalizará la tarde con sets en vivo, remixes propios y piezas italianas de todos los tiempos y géneros. Además, habrá un espectáculo de la Compañía de Ópera de la UNA, que presentará un recorrido por los fragmentos de las óperas italianas más representadas en el mundo de los grandes compositores italianos.
El helado de pistacho, un clásico helado de la cocina italiana (Shutterstock)
El helado de pistacho, un clásico helado de la cocina italiana (Shutterstock)
También será una oportunidad para disfrutar de los clásicos de la música popular italiana reversionados a cargo de Maxi Manzo y Los Picantes, que llevarán al público en un viaje por Italia a través de clásicos de San Remo con reversiones de temas pop y funk, y una fusión única entre la música popular italiana y ritmos tropicales.
Este gran evento cuenta con el apoyo institucional de la Embajada de Italia en Argentina, del Consulado General de Italia en Argentina, del Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, de la Usina del Arte, del Instituto Italiano de Cultura de Buenos Aires y de BA Capital Gastronómica.

Clarín - Ciudades - Donato De Santis y Pietro Sorba, los guardianes de los secretos de la cocina italiana en la Argentina

Donato De Santis y Pietro Sorba, los guardianes de los secretos de la cocina italiana en la Argentina

Son de regiones diferentes y eligieron vivir aquí, donde el 47% de la gente tiene sangre itálica en sus venas y heredó las recetas de los platos típicos. Darán una charla en la Usina del Arte.


La pascualina, el tuco, el fainá. Los panzerotti, parientes de las empanadas, y hasta las focaccias que inspiraron la fugazzeta rellena. Las regiones italianas de Puglia y Liguria están alejadas una de la otra y a miles de kilómetros de Buenos Aires. Sin embargo, conviven en la gastronomía porteña y son el origen de muchos de los platos que comemos aquí hasta hoy. Este domingo, Donato De Santis y Pietro Sorba contarán cómo las cocinas de sus regiones derramaron su influencia sobre la diversa identidad culinaria local hasta hacerse parte.
Se calcula que el 47% de la población argentina tiene en sus venas sangre italiana, según datos oficiales. Nuestro país es el único fuera de Italia con representación de las 20 regiones italianas. Buenos Aires y las áreas aledañas conforman la octava provincia italiana en cantidad de habitantes con ciudadanía de ese país. No sorprende entonces la influencia cultural de esta nación europea por estas tierras. Y, dado que la gastronomía también es cultura, tampoco es casual que dos referentes del buon mangiare hayan maridado tan bien con los gustos e intereses locales.
De Santis y Sorba, cocinero uno y periodista y crítico el otro, llegaron a Buenos Aires en los noventa y decidieron quedarse por la cruza entre familiaridad del terreno -la población, los gestos, el idioma- y mercado con gran potencial. Este domingo volverán a sus tierras de origen a través de lo que mejor conocen: sus platos. Será con la charla “Liguria y Puglia. Memoria, gusto y territorio”. Regiones que, pese a estar a uno y otro extremo de Italia, tienen puntos de contacto culinarios, y a su vez, contribuyen al carácter de nuestro propio paladar.
Donato de Santis y Pietro Sorba darán una charla en el Gran Día de la Cocina Italiana, en la Usina del Arte. Foto: Andres D'Elia
Donato de Santis y Pietro Sorba darán una charla en el Gran Día de la Cocina Italiana, en la Usina del Arte. Foto: Andres D'Elia
“Puglia aportó una gran tradición en el formato de elaboración manual de ciertas pastas que comemos acá. Hablo de los orecchiette, straginatti, sagne ’ncannulate y otras masas típicas preparadas con trigo duro, que es el producto primario para hacer la pasta, por lo menos en el sur de Italia”, cuenta De Santis, que sirve varios de esos exponentes en su restaurante Cucina Paradiso. En entrevista con Clarín, el cocinero pugliese recuerda además “los panzerotti, que coinciden con algunas empanadas fritas argentinas”.
La influencia de Liguria también se hace sentir por estas tierras: durante la primera oleada migratoria italiana a la Argentina, a mediados del siglo XIX, los ligures eran el primer grupo europeo de la Ciudad de Buenos Aires. De hecho, xeneize deriva de zeneize, que es justamente como se llaman a sí mismos los nacidos en Génova, capital de esa región.
“Por una cuestión temporal y numérica, hubo un flujo de inmigrantes genoveses muy consistente, y la interacción entre la cultura porteña y la genovesa fue tal que algunas de las recetas que hasta hoy se consumen vinieron de Génova. Por ejemplo, la pascualina, el fainá y el tuco, que proviene de la palabra tuccu, como se llama en dialecto genovés a la carne o los hongos cocinados en salsa de tomate. Hasta es posible que el matambre arrollado derive de la cima genovesa”, ejemplifica Sorba.
Donato de Santis y Pietro Sorba darán una charla en el Gran Día de la Cocina Italiana, en la Usina del Arte. Foto: Andres D'Elia
Donato de Santis y Pietro Sorba darán una charla en el Gran Día de la Cocina Italiana, en la Usina del Arte. Foto: Andres D'Elia
El periodista, que escribió libros tanto de recetas italianas como de restaurantes porteños, indaga incluso en el origen de un clásico de la gastronomía de la Ciudad: la fugazzeta rellena. “Muy probablemente es una fusión entre dos especialidades de Liguria: la focaccia con cebolla y la focaccia con queso”, sostiene en esta entrevista con Clarín, entrada en calor para la charla del domingo.
Todas estas razones son las que dejan en claro que “Puglia y Liguria, aunque son dos regiones que están en las antípodas, hacen sándwich para continuar el legado de lo que luego sería la cocina italiana en la Argentina”, razona De Santis. Son esos puntos de contacto los que él y Sorba usarán como excusa para hablar de sus orígenes culinarios y su relación con los nuestros, este domingo a las 14 en el hall de la Usina del Arte.
El marco será el Gran Día de la Cocina Italiana en Buenos Aires, que se extenderá de 11 a 18 en el mismo predio, con un mercado de productos típicos, clases de cocina para grandes y chicos, y shows musicales. También se recorrerán fragmentos de las óperas italianas más representadas del mundo, a las 13 y a las 15 en el patio central.
Esta fiesta, curada por el propio Sorba y organizada por el Ministerio de Cultura de la Ciudad, cerrará con la segunda edición de Master Pesto, el Campeonato Argentino de Pesto Genovés al Mortero. Desde las 16, una treintena de vecinos competirán por ver quién hace el mejor según un jurado de cocineros, periodistas y otros expertos de Italia y su gastronomía. Los premios: un curso de pizzas clásicas en la Escuela APPYCE y kits con algunos de los ingredientes que lleva el pesto, y que son albahaca fresca, ajo fresco, sal entrefina y gruesa, aceite de oliva extra virgen, y quesos reggianito y sardo.
Para elaborar esta salsa se respetará la vieja tradición de usar mortero. Es que, y aquí hay otra marca de Liguria, la palabra “pesto” proviene del genovés pestare, que significa machacar o moler, como se hace justamente en este utensilio. Un detalle que para los organizadores no puede pasar desapercibido.

La Nación - Lifestyle - Pastel de papas: la receta de Doña Petrona y tres versiones para innovar

Pastel de papas: la receta de Doña Petrona y tres versiones para innovar

Diferentes, un pastel con morcilla y hongos para hacer o pedir en La Cabrera.

Puré de papas. Carne picada. Otra vez puré. La base de una de las recetas más tradicionales de la región está inspirada en un plato inglés, el Cottage Pie (Pastel de Rancho, se popularizó en el siglo XVIII) y tiene montones de versiones. Puré simple o duquesa; cubierto con queso o azúcar; con huevo duro, aceitunas, morrones, tomates, cebolla de verdeo, alcaparras o pasas de uva en el relleno; y la lista sigue.
En la edición de 1914 del libro El Arte Culinario, de Francisco Figueredo, ya se registran variaciones de esta receta. Por un lado, el clásico Pastel de Papas con agregado de azúcar, canela, harina y huevos en el puré. Por el otro, el Picadillo Sud-Americano, a partir de carne de lomo cortada y cocida en grasa con cebollas picadas, ajo, ajíes, pimentón, tomate y condimentos varios, además de pasas de uva, aceitunas y huevos duros.
Por supuesto que Doña Petrona también tiene una receta que aparece por primera vez en Las Recetas Económicas de Doña Petrona (6ta edición, posterior a 1934) y en las re ediciones actuales de Editorial Planeta. Ella lo preparaba cocinando un kilo y medio de papas en abundante agua con sal, y hacía el puré con dos huevos, 80 g de manteca, una cucharadita de azúcar, sal fina y pimienta. Para el relleno doraba una cebolla cortada fina en 100 g de manteca, agregaba 300 g de carne picada, un tomate y un morrón picados, 100 g de pasas de uva sin semillas y 12 aceitunas descarozadas.

Pastel de papa, morcilla y hongos de Gastón Riveira, La Cabrera

  • 1 rueda de morcilla
  • 30 g de hongos frescos o secos hidratados, picados
  • Agua o caldo, c/n
  • 1 kg de papas peladas
  • 1 cucharada de manteca
  • 1 yema
  • 2 cucharadas de leche
  • 1 pizca de queso sardo madurado o reggianito rallado
  • Sal, pimienta y nuez moscada, a gusto
Cocinar la morcilla a fuego medio durante unos minutos en una sartén antiadherente. Descartar la piel, volver a ponerla en la sartén y mezclar hasta desarmarla. Agregarle los hongos picados, revolver un poco más y reservar. Hervir abundante agua o caldo en una cacerola. Una vez que rompe el hervor, sumergir las papas peladas y enteras y cocinar hasta que estén bien blandas. Hacer puré con la manteca, la yema, la leche, la sal, la pimienta, la nuez moscada y, por último, el queso rallado. Colocar la mezcla de morcilla y hongos en una fuente para horno y cubrir con el puré duquesa. Cocinar durante 20 minutos en horno precalentado a 180 C° hasta que se gratine la superficie. Servir caliente.

Pastel de pollo con cubierta de maíz y morrones por Daniel Hansen, La Pecora Nera

El de pollo es uno de los preferidos del cocinero de La Pécora Nera
El de pollo es uno de los preferidos del cocinero de La Pécora Nera
  • 2 cebollas grandes
  • 1 diente de ajo
  • 1 morrón
  • 1/2 pollo
  • 1 puñado de pasas de uva
  • 1 ramito de albahaca
  • 1/2 taza de Brandy
  • 1 cucharadita de pimentón
  • Sal y pimienta
  • 12 Choclos frescos o 500 gs de congelado
  • 1 cebolla
  • 4 morrones asados y pelados
  • 4 cucharadas de azúcar
  • 1 cucharadita de sal
Cortar dos cebollas y un morrón en brunoise, picar el ajo. Dorar en una olla. Agregar el pollo y cocinar. Flambear con el brandy. Agregar la albahaca, el pimentón, sal y pimienta. Sacar el pollo y dejar que se enfríe, desmenuzar en hebras y volver a mezclar con el sofrito. Agregar las pasas de uva. Poner en una asadera. Aparte, desgranar y procesar el choclo. Licuar con los morrones asados. Freír la otra cebolla y cocinar junto al maíz procesado y el morrón licuado por cinco minutos. Agregar el azúcar, salar y cubrir el pollo. Hornear durante 30 minutos. Retirar y servir.

Pastel de cordero y calabaza

  • 1,2k de calabaza
  • 40 g de manteca
  • 2 ramitas de tomillo
  • Sal y pimienta, a gusto
  • 1,6 k de paleta de cordero
  • 100 g de cebolla
  • 100 g de zanahoria
  • 100 g de apio
  • 40 g de ajo
  • 2 hojas de laurel
  • 500 cc cerveza Porter Patagonia o similar
  • Caldo de verduras
En esta receta, el pastel de cordero lleva cerveza negra.
En esta receta, el pastel de cordero lleva cerveza negra.
Sellar en una sartén la paleta de cordero y luego los vegetales. Colocarlos en una bandeja de horno profunda. Agregar la cerveza y el caldo. Tapar con papel aluminio y cocinar por 3 horas hasta que la carne se desprenda del hueso. Retirar la carne, separarla en hebras y reservar. Cortar la calabaza a la mitad, agregar sal fina, ajo, tomillo y aceite de oliva. Cocinar en horno a 180° durante media hora hasta que esté tierna. Una vez cocida, sacar la pulpa con una cuchara y hacer un puré agregando la manteca. Rectificar sal y pimienta. En una cazuela colocar una base de puré de calabaza, otra de cordero y por encima otra de puré.