lunes, 15 de julio de 2019

La Nación - Gastronomía - En este mercado preparan la mejor tortilla española... del mundo

En este mercado preparan la mejor tortilla española... del mundo

Una cosa es ufanarse de hacer la mejor tortilla de España, lo que probablemente equivaldría a decir la mejor del planeta, y otra muy distinta es que ese título esté certificado por los críticos gastronómicos y los chefs más renombrados de la península.
La mejor tortilla del mundo, dicho esto para simplificar, está en Madrid y lejos de lo que podría pensarse no se trata de uno de los tantísimos restaurantes sofisticados y por ende caros de los que esta ciudad se nutre. Tampoco se instaló como un sitio trendy de esos que simulan ser casual o a la sans-façon (perdón pero en este tema los anglicismos y galicismos se imponen).
Nada de eso. Nació hace 25 años cuando Dani García instaló un pequeño puesto, modesto y austero, en el Mercado de la Paz en el elegante barrio de Salamanca, más precisamente en la calle de Ayala 28.
El puesto del Mercado de la Paz, barrio de Salamanca, obtuvo este año el premio a la mejor tortilla de España
El puesto del Mercado de la Paz, barrio de Salamanca, obtuvo este año el premio a la mejor tortilla de EspañaCrédito: Sebastián Arauz
Lo llamó simplemente Casa Dani. Y si bien se hizo rápidamente famoso por su popular cocina, lo cierto es que el título formal lo obtuvo en marzo de este año cuando ganó el primer premio en el II Campeonato de España de Tortilla de Patata, celebrado en Tenerife.

Asunto de familia

En realidad el premio es para Lola Cuerda, la mujer de Dani García, que tuvo su galardón presentando al concurso una tortilla elaborada con papa agria manchega y cebolla caramelizada cuajada en fuego de gas, así, sencillo, como se cocina en cualquier casa. Ella sigue regenteando la cocina. Su marido va de tanto en tanto a reencontrarse con sus clientes.
Hoy el negocio está en manos de Dani jr. Y de su hermana Noelia. "¿Qué si han venido celebridades dice usted? Pues sí, la hermana del rey emérito Juan Carlos, muchos políticos, grandes chefs como Ramón Freixa, José Andrés, Juanjo López. Pero para nosotros personaje ilustre es el obrero de cada día, la administradora de la oficina de la esquina, los dependientes de la tienda del barrio. ellos que nos visitan a diario.", asegura Noelia.
Detrás de la pequeña barra Dani y un par de empleados más, entre quienes se destaca la hiperactiva Georgiana (todos, compañeros y habitués la llaman Gío). Ella y Dani son un espectáculo en esa estrechez detrás de la barra. Quitan los platos usados, limpian, ordenan lo que quiere el siguiente cliente, sirven las bebidas, llevan los trastos a la bacha. ¡Ah! y cobran.
Hablando de cobrar, un menú, que incluye entrada, plato principal, bebida y postre o café cuesta 11,50 euros. Y además de la tortilla hay pisto manchego, albóndigas caseras, callos y otros platos clásicos de la cocina española.

La grieta española: cebolla, ¿sí o no?

En España hay un tema que parece dividir aguas y acaso controversias mayores que el independentismo. La tortilla.¿con o sin cebolla? En Dani, para no ahondar la grieta, la hacen con cebolla a pedido.
Atendido por la familia propietaria, el puesto tiene dos cocinas, una de ellas dedicada exclusivamente a la tortilla
Atendido por la familia propietaria, el puesto tiene dos cocinas, una de ellas dedicada exclusivamente a la tortilla Crédito: Sebastián Arauz
Hay cuatro espacios en Dani. Una barra interior (la que permite medir el pulso del lugar y a mi juicio la que respira más el genuino sabor de ese sitio), una exterior que da a uno de los pasillos del Mercado de la Paz que se habilita sólo a partir de las dos de la tarde, unas mesas bajo un alero y otras en un local pequeño cerrado de perímetros vidriados. Si los atiende Faruk es garantía de buen asesoramiento y una sonrisa.
También hay un sector de comidas para llevar. Entre todos despachan en un día normal 300 docenas de huevos y si hay mucha demanda, 400, lo que significa unas 570 tortillas. Han llegado a cocinar en un día una tonelada de papas. No por nada cuentan con dos cocinas, una sólo exclusiva para tortillas, donde trabajan cinco personas.
Los días de más concurrencia son los viernes y sábados, además de los miércoles, cuando hay arroz con bogavante en el menú. Dani abre a las 6.15 para dar desayuno a los trabajadores del barrio y así permanece hasta las 20.30 aunque la cocina cierra a las 17.

¿Sin secretos?

A pesar de que de antemano sabemos que no hay en el medio gastronómico secretos que se develen, le preguntamos a Dani que nos dé la clave para una buena tortilla. "Lo más importante es una buena materia prima. Nosotros utilizamos una patata extraordinaria, la Patata Agria Manchega, típica de Castilla la Mancha. A partir de ahí, decidir si hacerla con o sin cebolla va al gusto de cada uno", explica.
Obreros y ejecutivos de la ciudad coinciden en la barra y las mesas de Casa Dani
Obreros y ejecutivos de la ciudad coinciden en la barra y las mesas de Casa Dani Crédito: Sebastián Arauz
Aunque es joven, Dani no parece agotarse con semejante vértigo. "Una vez que estoy dentro de la barra, el día a día no me estresa. Me importa que todos nuestros clientes salgan contentos y bien atendidos. Lo que más me gusta es charlar con los clientes, si se puede. En mi familia estamos muy unidos, somos parte de una historia y queremos continuar".
La mejor tortilla del mundo también tiene su mística.

La Nación - Lifestyle - Devoto, barrio foodie. Un polo gourmet con ritmo slow

Devoto, barrio foodie. Un polo gourmet con ritmo slow

Las cuadras que rodean la Plaza Arenales se han poblado en el último tiempo de restaurantes, bares, heladerías y cervecerías: la gente llega atraída por estas nuevas propuestas, pero también, dice, quiere aprovechar el paisaje arbolado y tranquilo

evoto solía tener vida de pueblo. Cuenta Salvador Viscomi, propietario de la tradicional heladería Monte Olivia, que desde la esquina de las calles Fernández de Enciso y Mercedes mira a la Plaza Arenales, que era común que los vecinos lo llamaran para preguntarle si sus hijos estaban allí tomando un helado. Corría el año 1966 cuando abrió Monte Olivia; no había entonces mucho más que un restaurante y un bar junto a la estación de tren, y una pizzería en la calle Gualeguaychú. En los últimos años ese panorama cambió radicalmente: los vecinos han visto la consolidación de unpolo gastronómico que, a diferencia de otros, no ha alterado el ritmo del barrio.
"Devoto creció muchísimo, se ha generado un polo gastronómico en la zona a partir de la apertura de muchos restaurantes y bares, pero no deja de ser un barrio familiar. No es como Palermo, donde las familias se fueron; acá siguen los vecinos de toda la vida, que conviven con un público que viene de otros barrios a conocer las nuevas propuestas", dice Abdala Ghisays, chef a cargo -junto con el pastelero Damián Betular- de la cocina de los restaurantes Alicia, Casa Lucca y Mecha Fuego Porteño, todos en un radio de dos cuadras.

Mariana Micozzi, Leticia Boer y Natalia Provera disfrutan en Casa Lucca de su reunión de amigas mensual, que tiene como punto de encuentro Devoto
Mariana Micozzi, Leticia Boer y Natalia Provera disfrutan en Casa Lucca de su reunión de amigas mensual, que tiene como punto de encuentro Devoto Fuente: LA NACION

Sentadas a una mesa de Casa Lucca un jueves por la noche, Leticia Boer, Natalia Provera y Mariana Micozzi confirman que hoy Devoto atrae gente externa al barrio: "Es nuestro punto de encuentro. Empezamos a venir porque dos de nosotras vivimos en Villa Ballester y una en Caballito, entonces nos quedó como un punto medio que se transformó en algo casi religioso de venir una vez por mes, porque está buenísimo el barrio. ¡Ya fuimos a todos los restaurantes!".
"El barrio es espectacular, se llena de gente los días de más calor: todos los locales repletos; viene gente de todos lados", cuentan Florencia Inchauste (26) y Camilia García (27), vecinas de Devoto y habitués de la cervecería Hendrix. "Fuimos la primera cervecería artesanal en el barrio y la mayoría de las noches se llena -confirma por su parte Pablo Ellera, de 32 años, dueño de Hendrix-. Viene gente de todos lados, y aunque siempre hay más gente del barrio, de repente vienen clientes desde Escobar o Pilar. Nos sorprende el empuje que tiene el barrio que atrae personas de todos lados".

Bar Pintón cuenta con un sommelier de cervezas, además de su propuesta de coctelería
Bar Pintón cuenta con un sommelier de cervezas, además de su propuesta de coctelería Fuente: LA NACION

Pero ni el constante surgimiento de nuevos establecimientos gastronómicos ni la consecuente afluencia de visitantes ha trastocado el paisaje de Devoto. La Plaza Arenales mantiene su verde y su lugar de punto de cruce y de encuentro casual entre vecinos, el ritmo de los días de la semana sigue atado a los horarios de salida y entrada de los colegios, y el tránsito -con la excepción del cruce de las calles Nueva York, Bahía Blanca y Avenida Lincoln- sigue siendo amable. Aún es relativamente fácil encontrar lugar para estacionar a pocas cuadras de la plaza, mientras que el caminar por las diagonales y los boulevares que de ella nacen sigue pudiendo hacerse a ritmo lento.
Inés vive en Devoto desde hace 20 años y es testigo privilegiada de su reciente desarrollo: hoy comparte medianera con un moderno restaurante y enfrente de su casa hay dos bares, uno de los cuales permanece abierto hasta las 3 de la mañana. "El barrio empezó a cambiar hace unos 6 años -cuenta-. Antes eran todas casas, pero hoy está lleno de bares y restaurantes, que tienen mucho movimiento de gente. De alguna manera, con ese movimiento hoy nos sentimos un poco más seguros que antes, porque además hoy está todo mejor iluminado. En ese sentido, estamos contentos con los restaurantes, pero sí lo que no me gusta es que a la noche estacionen motos sobre la vereda".

Hoja de ruta


Cacerolita con chorizo, salsa criolla, papas fritas y huevo cocido a 63°, del restaurante Mecha Fuego Porteño
Cacerolita con chorizo, salsa criolla, papas fritas y huevo cocido a 63°, del restaurante Mecha Fuego PorteñoFuente: LA NACION

Quienes hace mucho que no visitan Devoto fácilmente se sorprenderán por el cambio que presenta hoy la diversidad de su propuesta gastronómica, la que en su gran mayoría se encuentra concentrada en las cuadras que van de la plaza Arenales a la estación Devoto (de la línea San Martín). Allí están los pioneros: la heladería Monte Olivia, el bar-restaurante Pablo's, la panchería Peter's Hot Dogs y el Café de la Plaza. También, como suele suceder en todo lugar que comienza a atraer comensales, están las cadenas, que incluyen desde sushi (Sushi Club, Fabric), hamburguesas (Burger 54, Deniro), pizzas (Kentucky), tex-mex (Taco Box), helados (Lucciano's, Rapanui, Chungo), pastelería (Nucha), cafetería (Café Martínez, Havanna), woks y ensaladas (Green & Co), panadería (Hausbrot)...
Y, como no podía ser de otra forma en una ciudad donde las cervecerías artesanales brotan hasta por debajo de las macetas, hay muchos -¡muchos!- locales del rubro hoy en Devoto. Cerca de la plaza hay tres: la ya mencionada Hendrix, en la calle Nueva York, una Antares en el boulevard Chivilcoy, y la destacable Bar Pintón, en Mercedes: "Somos la única cervecería con sommelier en la zona -afirma Leandro López, sommelier de cervezas-. Traigo todas las semanas distintos tipos de cerveza, con otros sabores, aromas".

Tiempo de sabores, en la esquina de Chivilcoy y Asunción
Tiempo de sabores, en la esquina de Chivilcoy y Asunción Fuente: LA NACION

Sin embargo, la mayoría de las cervecerías se encuentran a unas (cuantas) cuadras de la Plaza Arenales, en las avenidas San Martín y Beiró. En la primera, el punto de referencia es un clásico del barrio -el Bar Alemán, con su "patio cervecero" a la sombra de las palmeras, ubicada en la esquina de San Martín y Pedro Morán-; en las cuadras aledañas hay varios bares cerveceros: Sláinte Irish Pub, Taberna Odin, Orange Bar, Malone Buenos Aires Pub y la hamburguesería/cervecería Deniro, entre otros. Sobre Beiró hay otros tantos, entre los que se destaca Rotterdam Craft Bar. Párrafo aparte merece Prinston Devoto, en Concordia y Mosconi, que en su salón se encuentran (a la vista) los tanques en los que se elaboran las cervezas de la casa.

De autor

"Palermo es Palermo, pero es difícil estacionar, hay trapitos, hay montones de controles policiales, inseguridad... Es en parte por eso que cada vez hay mas bares de mejor calidad, al igual que el resto de las propuestas gastronómicas, fuera de Palermo", reflexiona Federico Cuco, referente de la coctelería argentina que todos los sábados por la noche se encuentra detrás de la barra de Bronce. "Devoto, además, es un lindo barrio -agrega-, podés estar en la vereda tomando un café o comiendo sin que te arrebaten el teléfono".
Bronce, junto con Bar Pintón y Laganini Jazz Bar (que de jueves a sábado en su cuidado salón principal ofrece espectáculos de jazz), conforman la propuesta de coctelería de Devoto, que brindan la amable antesala al momento previo a la cena y estiran la noche más allá del horario de cierre de las cocinas de los restaurantes del barrio.

Caprichosa, uno de los números fijos de la hamburguesería Deniro
Caprichosa, uno de los números fijos de la hamburguesería Deniro Fuente: LA NACION

En lo que hace a restaurantes, fuera de los citados locales de cadena, el barrio cuenta hoy con un puñado de establecimientos con cocina de autor y otros tantos bistrós. Entre estos últimos hay que mencionar a Alelí Bistró, Brunette y Tiempo de Sabores con su atractiva cava de vinos. Entre los de cocina de autor se destaca el trío que conducen Ghisays-Betular, cada uno con una propuesta gastronómica diferenciada: "Alicia es cocina mediterránea de autor: paellas, risottos y pastas artesanales, al igual que la panadería; Casa Lucca es cocina de inmigrantes, refiriéndonos a la cocina italiana y española, con platos como vitel toné, lengua la vinagreta, pastas artesanales y parrilla; Mecha Fuego Porteño es parrilla en la que le dimos una vuelta a clásicos argentinos como la morcilla y el chorizo, tenemos platos principales braseados, corderos, pescados y mariscos, y después una carta de cacerolitas: platitos para compartir con productos de estación", describe Abdala Guisays.
Así como Monte Olivia o Pablo's son considerados los establecimientos pioneros de Devoto, Alicia -que abrió sus puertas hace 6 años- puede ser señalado como el restaurante que anticipó el recambio gastronómico del barrio, ese que hoy lo consolida como un polo que atrae visitantes y que por el momento sigue en plena expansión.

Clarín - VIVA - Un lugar de vanguardia

Un lugar de vanguardia

Propuesta exclusiva en una joya de la arquitectura del microcentro.


Una señal alentadora se irradia desde el microcentro porteño. El epicentro es el edificio Comega, joya racionalista de la arquitectura ciudadana.
Andrés Rolando, Pablo Fernández y Hernán Rosales bajaron sobre la mesa un as de espadas imperioso cuando soñaron con un gran proyecto: 3 pisos unidos por una idea arquitectónica potente, elegante y moderna digna de las mejores postales neoyorquinas. Lo lograron.
La vista sobre la metrópolis deja absorto. Inevitable acompañar un contexto tan contundente con una propuesta culinaria acorde. La tarea fue delegada al chef corporativo Dante Liporace y a sus colaboradores.
El resultado final fueron 3 propuestas, creativas y tentadoras, confeccionadas para cada uno de los pisos.
El 19 (Bar & Restaurant) ofrece un menú de estructura tradicional (entradas, principales y postres).
Su tartare de lomo es refinado y de textura gratamente cremosa gracias a la yema curada con soja. Sabroso, sutilmente ácido y perfumado por mérito del kétchup aromatizado al jengibre.
El pulpo confitado en aceite EVO regala bocados de terneza extrema acompañados por etéreas y crocantes papas Anna, pimentónfragante y delicado alioli.
La carne de la milanesa de ojo de bife es suave, húmeda y de apanado impecable. Acompañada por hojas de rúcula, anillos de cebollas encurtidas agridulces, ralladura de provolone y papines andinos.
El piso 20 (Crudos Omakase) propone menú degustación de crudos ($1.800 s/bebida) que espacían entre ostrasatún rojo, langostinos, anchoas, mariscospescados del día, carne wagyu, hongos y trufas.
La magnífica terraza del piso 21 (360 Bar) propone tragos, hamburguesas gourmet y sushi más informal.

Ficha

Trade Sky Bar

Dirección: Av. Corrientes 222 - CABA.
Teléfono: N/D.
Horarios: Lunes a viernes, almuerzo.  Martes a sábado, after office/cenas/tragos.
Formas de pago: Efectivo y tarjetas.
Relación precio / placer: Muy arqui-gourmet.
Precio: $ 1.200.


Clarín - VIVA - La receta de chester cakes de Blanca Cotta

La receta de chester cakes de Blanca Cotta

La cocinera propone descorchar un vino y acompañarlo con unos bizcochitos de queso vip.


Soy le propongo practicar el culto de la “filotesia”. No, no es ningún ritual esotérico. Los griegos llamaban así: “filotesia” (es decir: amistad y salud) a la costumbre de saludarse en la mesa por medio de las libaciones.
Según refiere Homero, el primero en llenarse la copa de vino era el dueño de casa (¡cuándo no!), pero no era para catarlo y decirle al mozo si estaba bien o mal, sino para derramar un poco en el piso y sacrificarlo a los dioses o a la amistad.
De aquí en más, el anfitrión se llevaba la copa a los labios y bebía a la salud del invitado que quisiera distinguir, deseándole toda clase de felicidades. Entonces éste tomaba la copa y bebía.
Luego ofrecía la copa a otro amigo, y a otro, y a otro… Porque salir de un banquete sin haber sido obligado a beber y brindar por alguno de los asistentes, era tomado como una afrenta. Todos bebían de la misma copa y, a veces, lo hacían cantando “canciones oblicuas”, que se llamaban así no porque fueran de intención torcida sino porque, quien bebía, en lugar de pasar la copa al vecino inmediato, lo hacía a otro más distante.
Por lo que cuentan los historiadores, el vino debía ser muy barato en Grecia. Yo le sugiero para hoy otro rito: descorche un buen vino, compártalo con familiares o amigos y acompáñelo con unos bizcochitos deliciosos de queso, los chester cakes.

Chester cakes

1

En un bol, mezcle 100 gramos de manteca junto con 100 gramos de queso rallado y otros 100 gramos de harina. Súmele a todo un poco de pimienta.

2

Luego, amase todo con las manos (sin ningún agregado de nada) hasta que el calor de las mismas funda todo en lo que conocemos como… ¡un verdadero mazacote!

3

Después, tome ese mazacote y estire la masa dejándola apenas de 1/2 centímetro de espesor.

4

Cuando la tenga en esa medida, corte en discos chiquitos, colóquelos en placas “limpias” y cocine en horno caliente hasta que estén que tengan un aspecto de apenas rubios y sequitos (advertencia: las preparaciones que llevan mucho queso no deben dorarse pues toman sabor amargo).