miércoles, 19 de junio de 2019

Clarín - Sociedad - Con nuevas propuestas, Caminos y Sabores apunta a los millennials

Con nuevas propuestas, Caminos y Sabores apunta a los millennials

La feria amplía su oferta a todas las edades. Arranca en dos semanas en La Rural.   

El Camino de las Picadas, uno de los que siempre atrae en Caminos y Sabores.
En dos semanas, del 6 al 9 de julio, se realizará la 15° edición de Caminos y Sabores, en La Rural. Como todos los años, “el gran mercado argentino” concentrará el placer de viajar con la pasión por la comida. En 18.000 metros cuadrados habrá más de 400 expositores de 20 provincias. Se podrá pasear por los nueve caminos que invitan a sumergirse en un recorrido por Aceites y Aderezos; Bebidas; Dulces; Frutos de la Tierra; Picada Federal; Infusiones; Tu Cocina y Turismo y Tradición. Todas rutas del placer gastronómico y de la riqueza cultural para pasear, degustar y comprar directo al productor. Una garantía de calidad al mejor precio.
A la tradicional Experiencia del Sabor, este año se suman tres nuevas categorías: miel, salame y vino Malbec. Pero el certamen para descifrar cuál es el mejor producto de los participantes de la feria este año no será evaluado por una consultora privada, como en las ediciones anteriores, sino que la última palabra la tendrá el público.
El Camino de la Picada es uno de los más visitados. (Constanza Niscovolos)
El Camino de la Picada es uno de los más visitados. (Constanza Niscovolos)
El Instituto de Tecnología de Alimentos, que depende del INTA, es el ente que efectuará una preselección de todos los expositores en cada categoría. Y seleccionarán a tres finalistas, quienes ofrecerán sus muestras entre el domingo y el lunes, para que los visitantes puedan sumar su voto. “Nos parece importante que el público también participe de la experiencia y que nos cuenten cuáles son los mejores productos, cuáles les resultan más sabrosos”, asegura Diego Abdo, gerente comercial de la exposición, quien informa que la gente del INTA va a explicar al público las cualidades sensoriales para la degustación, de manera que los visitantes también se capaciten para dar su voto de manera responsable.
Como novedad, este año además estrenarán la Plaza del Mercado, un lugar donde se concentrarán los puestos de venta de platos preparados y ventas de productos, con un patio de comidas con mesas y sillas. Habrá al menos 25 ofertas diferentes, entre las que se destacan fiambres caseros, quesos, helados, sidras, cervezas artesanales y platos tradicionales.
El ganador en el rubro de quesos en la edición 2018, recibe el premio de manos de Diego Abdo, gerente comercial de la feria. (Constanza Niscovolos)
El ganador en el rubro de quesos en la edición 2018, recibe el premio de manos de Diego Abdo, gerente comercial de la feria. (Constanza Niscovolos)
Abdo cuenta que en la edición 2019 esperan sumar al público millennial, y se explaya sobre la idea, una propuesta tentadora llamada “After Caminos y Sabores”: desde el sábado hasta el lunes, el horario original de cierre de las 21, se extenderá hasta las 22.30. Están previstos shows especiales, bandas y DJ's en vivo, y también se anuncian promociones especiales para esa franja horaria en los puestos de comidas, además de un 2x1 en las entradas al predio. “Será un clima diferente, un paseo más completo”, cuenta Abdo. Los tickets costarán $ 200 y ya se pueden comprar anticipados (más información en www.caminosysabores.com.ar).
Los stands de  cerveza artesanal, una de las grandes atracciones. (Constanza Niscovolos)
Los stands de cerveza artesanal, una de las grandes atracciones. (Constanza Niscovolos)
Con este nuevo formato, que abre procura abrir las puertas a los más jóvenes, la feria extiende su abanico a todas las edades. Quienes quieran hacer compras solamente podrán ir en el horario de apertura, a las 12, con el changuito preparado para conseguir los productos más frescos y, de paso, charlar con los productores. Los más chiquitos de la familia tendrán su espacio en Caminitos, un sector especial para que jueguen al supermercado, a cocinar, participen en talleres de huerta y conozcan cómo es la cadena productiva, además de una granja sonora en la que descubrirán todos los sonidos de los animales. Y el fin de fiesta con música, descuentos y oferta gastronómica, apto para todas las edades. Una feria que, con la caída del sol, se convierte en festival.

La Nación - Buenos Aires - Chori con ají picante vs Big Mac: la guerra gastronómica que llega a la villa 31

Chori con ají picante vs Big Mac: la guerra gastronómica que llega a la villa 31

"Acá por $120 tenés un buen pedazo de vacío y comés bien", dice Carlos Brito, que comanda una parrilla móvil sobre la calle Rodolfo Walsh

arlos Brito pica ajíes amarillos y rojos -pequeños y picantes- en el puesto La Mamita, una parrilla móvil sobre la calle Rodolfo Walsh, uno de los principales accesos a la Villa 31. "A los peruanos les encanta agregárselo al choripán", explica. El chimichurri tiene sus adaptaciones culturales en uno de los lugares que más nacionalidades alberga dentro de la Ciudad de Buenos Aires.
la sucursal que McDonald's abrirá en la villa en octubre Son las diez de la mañana de un día laborable y no queda ni un espacio más para agregar carne en la parrilla. A esa hora suelen salir los primeros sandwiches, pero todavía no llegó el señor del pan en su bicicleta. Hay un fuerte viento, el humo envuelve todo y parece que va a diluviar, pero Carlos dice que se trabaja llueva o truene. "Acá vienen todos los trabajadores de las obras porque con $130 te alcanza para un buen pedazo de vacío; con esa plata comés bien. Allá van a ir los chicos", señala con el cuchillo en dirección a la novedad de la semana. "Allá" es la sucursal que McDonald's abrirá en la villa en octubre, una novedad muy comentada en el barrio.
Por los pasillos de la Villa 31 se puede encontrar, en pocos metros, sopa de maní y charqui boliviano, chipá y sopa paraguaya, ceviche y caldo de mote peruano, y en el último tiempo, arepas venezolanas.
Por los pasillos de la Villa 31 se puede encontrar, en pocos metros, sopa de maní y charqui boliviano, chipá y sopa paraguaya, ceviche y caldo de mote peruano, y en el último tiempo, arepas venezolanas. 
De la villa al barrio, la llegada de la sucursal de comidas rápidas es un paso en el proceso de urbanización del asentamiento en el que viven alrededor de 40.000 personas. "Un barrio más de la ciudad" dicen los carteles de la Avenida Castillo que anuncian redes de agua potable y cloacas. Como otros barrios este ya tiene, entre muchas otras cosas, servicios y escuelas -la primera pública acaba de terminar de construirse-, semáforos -llegaron en 2015- y cajero automático - está desde hace un año-. Ahora tendrá un local de comida rápida, donde los pedidos se van a hacer a través de pantallas.
"¡Me lo dijo mi nena de 11 y no le creí!", dice sorprendida Miriam Morales, que tiene un pequeño negocio de comida de dos mesas adentro y dos afuera. En lo de Mimí el único combo es de "sopa y segundo", "porque los peruanos comen abundante". El ají de gallina sale $130 y viene con una sopa de carne. El ceviche es un poco más caro, cuesta $200 y se vende mucho los fines de semana. También hay pollo broaster, que se fríe para que quede dorado por fuera y tierno por dentro, mondongo y locro de zapallo, que en la versión peruana parece más una sopa que un guiso.
En lo de Mimi el único combo es de "sopa y segundo", porque "los peruanos comen muy abundante". El ají de gallina cuesta $130 y viene con sopa de carne
En lo de Mimi el único combo es de "sopa y segundo", porque "los peruanos comen muy abundante". El ají de gallina cuesta $130 y viene con sopa de carne
El favorito indiscutido de los chicos es la salchipapa, que cuesta $60 y cotiza a la salida de la escuela. Miriam está contenta de que va a abrir un McDonald's a dos cuadras de su negocio, ya no tendrá que caminar hasta la calle Lavalle por las hamburguesas que le gustan. "Sería bueno para los chicos", dice mientras hierve verduras.
La uniformidad de McDonald's se contrapone al crisol de gastronomía inmigrante que propone la villa. "Acá hay paraguayos, peruanos, bolivianos, brasileros, peruanos, uruguayos y ahora hasta venezolanos: acá hay de todo y toda clase de comida", describe Carmen Castañeda, una limeña de 38 años que atiende un bazar. "Los domingos llega gente hasta de provincia en busca de comidas, condimentos o verduras que no consiguen en sus barrios", agrega.
El local de McDonalds abrirá en octubre y va a tener dos pisos. Ahí los pedidos se van a hacer a través de pantallas
El local de McDonalds abrirá en octubre y va a tener dos pisos. Ahí los pedidos se van a hacer a través de pantallas Crédito: Fernando Massobrio
Por los pasillos de la Villa 31 se puede encontrar, en pocos metros, sopa de maní y charqui boliviano, chipá y sopa paraguaya, ceviche y caldo de mote peruano, y en el último tiempo, arepas venezolanas. Hay 81 locales gastronómicos entre pizzerías, bares, parrillas y restaurantes de colectividades. Según un relevamiento del Gobierno de la Ciudad, hay un restaurante paraguayo, uno bolivano y ocho peruanos. De estos últimos, el más famoso es Las Palmeras, el favorito de Horacio Rodriguez Larreta.
Toda esta oferta se va a concentrar en un mercado que se está construyendo a metros de donde estará el McDonald's, en un galpón que funcionaba como estacionamiento y taller de colectivos. El nuevo polo gastronómico de la villa, "La Florida", estaba proyectado para abrir en marzo y se atrasó hasta el año que viene en sus obras. Cuando abra, serán 3500 metros cuadrados de locales de productos y dos patios de comida, distribuidos en dos plantas. El 40% de los espacios va a estar destinado a comerciantes de la zona, que ya presentaron proyectos y atravesaron un proceso de selección para obtener uno de los puestos.
En el restaurante Los Melliz se come sopa de pollo y ají de gallina, un clásico plato peruano
En el restaurante Los Melliz se come sopa de pollo y ají de gallina, un clásico plato peruano Crédito: Fernando Massobrio
Una de las elegidas para manejar un puesto fue Isabel Franco, que será la encargada de representar a la gastronomía paraguaya. Ella cocina dentro de su casa para algunas panaderías y presentó un proyecto de menú criollo que quedó seleccionado. "Es un contrato de 5 años, una posibilidad muy grande para la gente del barrio", explica su hijo, Fredy, que está por recibirse de licenciado en comunicación publicitaria en la UCA y la ayudó a armar la propuesta.
Nacido en Paraguay y vecino del barrio, Fredy tiene 26 años y trabaja en Pacto Emprendedor, un programa del gobierno porteño que capacita a emprendedores vulnerables. Antes, cuando buscó sus primeros trabajos siempre mintió con la dirección. Consultado por el incipiente local de comidas rápidas, dice: "Me parece una oportunidad muy grande para romper el estereotipo que tiene la sociedad en general del barrio". Para él, el local va a ayudar a mostrar que ahí "las cosas funcionan como en cualquier otro lugar".
En la Villa hay 81 locales gastronómicos. Seis de ellos son pizzerias, como la de Bruno
En la Villa hay 81 locales gastronómicos. Seis de ellos son pizzerias, como la de Bruno Crédito: Fernando Massobrio
Algo parecido piensa Rosa Calderón, que llegó desde Trujillo, Perú y estudia Derecho. "El barrio está catalogado como que es lo peor del mundo, la gente piensa que la van a matar si entran. Pero esto está cada vez mejor". Ella trabaja como cajera en la primera terminal de autoservicio de la villa, que abrió hace un año.
Rosa cobra servicios, revisa los cajeros automáticos y envía y recibe dinero a distintos países. Cuando comenzó a trabajar, hace ocho meses, se cargaban cuarenta SUBES por día. Hoy son más de 200. Signo de la frondosa economía "villera", el cajero automático que pertenece a la empresa Pago24 realiza unas 5500 extracciones al mes, cuando otros cajeros no bancarios -terminales no ubicadas en un banco - no llegan a las 4000 en otros barrios . El de la 31 hoy tiene un promedio de extracción similar al de Barracas, con una población mucho menos bancarizada.

Clarín - Sociedad - Argentina premió al chef Mauro Colagreco en París

Argentina premió al chef Mauro Colagreco en París

Recibió el diploma oficial que distingue a los argentinos destacados en el mundo.

En París, el embajador Mario Verón Guerra le entregó a Mauro Colagreco el diploma de reconocimiento a “los Argentinos en el Mundo”. (Noel Smart)
El Gran Maestro Mauro Colagreco ganó una nueva estrella. En “petit comité”, en la residencia del embajador Mario Verón Guerra en la avenue Foch, el famoso chef recibió el diploma de reconocimiento a “los Argentinos en el Mundo”, al mediodía de este martes, en París. ¿El menú del cóctel? Empanadas.
Mauro Colagreco recibió el diploma de reconocimiento a “los Argentinos en el Mundl�'H  [�  \��\ˈ
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Mauro Colagreco recibió el diploma de reconocimiento a “los Argentinos en el Mundl�'H [� \��\ˈ ��[ �X\�
Junto a esposa brasileña , Julia, amigos, como el escultor y diseñador Pablo Reinoso, el polista Diego Braun y diplomáticos, el chef tres estrellas Michelin fue homenajeado por Argentina, en el primer reconocimiento oficial de su país a su carrera y los valores que difunde. Hoy su restaurante Mirazur, en la mediterránea ciudad de Menton, es uno de los tres mejores del mundo.
Mauro Colagreco recibió el diploma de reconocimiento a “los Argentinos en el Mundl�'H  [�  \��\ˈ
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Mauro Colagreco recibió el diploma de reconocimiento a “los Argentinos en el Mundo"
“Estamos aquí para entregar este diploma, creado por el Poder Ejecutivo para premiar a los ciudadanos como argentinos, como sociedad. Argentina es un país de inmigración, una sociedad diversa, abierta, con una diversidad pocas veces repetible. Esos orígenes diversos nos convierten en una sociedad con talento porque esa mezcla contribuye a generar esa creatividad. Mauro, vos nos venís enseñando a todos a comer con creatividad. No ha trascendido solo tu talento sino nosotros como sociedad, al ser vos parte integrante de ella”, dijo el embajador argentino.
Conmovido, contento, Mauro reconoció el gesto como “un orgullo. Un muy lindo mimo. Cuando estás lejos de su tierra, todos estos actos de cariño reconfortan y hacen más ameno ese desarraigo. En mi caso hace 19 años que estoy en Francia y mis raíces empiezan a tomar forma. Francia es también hoy mi tierra. Un orgullo y una felicidad que el país reconozca mi trabajo. Gracias por haber tomado la iniciativa de esto y organizar este comité de amigos para esta ocasión”, agradeció Colagreco.
Mauro Colagreco recibió el diploma de reconocimiento a “los Argentinos en el Mundl�'H  [�  \��\ˈ
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Mauro Colagreco, un platense y ex estudiante de contador, llegó a Francia en 2001 y trabajó con los grandes chefs del país . Aprendió y se formó con Bernard Loiseau hasta su muerte en el 2003, con Alain Passard, Alain Ducasse en hotel Plaza Athénée y finalmente en La Grand Vefour, antes de establecerse en Mirazur. Su restaurantes ahora se suman desde Pekín a Paris, Courchevel, Cannes, Niza y La Plata.

La Nación - Lifestyle - Recetas para la hora del vermut, o como salir de la picada clásica

Recetas para la hora del vermut, o como salir de la picada clásica

Fuente: Pixabay

La picada es sagrada en Argentina. Es casi una institución. Y si bien pocas cosas son más deliciosas que comer unos fiambres y unos quesos con un buen pan, no es de lo más sano.
No por eso vamos a prescindir de las picadas multitudinarias, pero sí vamos a organizar un concepto un poco distinto.
Primero, vamos a pensar que requisitos queremos que tenga nuestra picada hecha casera.´
Lo más importante es pensar opciones de comidas que no necesiten cubiertos. Con un plato o una servilleta uno se las tiene que poder arreglar perfectamente.
Luego, hay que pensar que haya para todos los gustos.
Claro que los panes y algo con queso tienen que aparecer.

La Nación - Economía - Iconos de los '90: la dura batalla de los tenedores libres clásicos por subsistir

Iconos de los '90: la dura batalla de los tenedores libres clásicos por subsistir

Tenedores libres: de íconos de los 90 a espacios de la resistencia

Comer hasta reventar ya no va más. Con el advenimiento de las recetassaludables, el "snacking" consciente y los menús de restaurantes que cuentancalorías , hay un símbolo de los 90 que quedó atrás: los tenedores libres.
Con el cierre de Los Maizales en Caballito y del Nuevo Argentino en La Plata, y el concurso de acreedores que solicitó Rodizio, se vieron las primeras señales de agotamiento del modelo que empezó a reconvertirse para hacerles frente al bolsillo ajustado de los argentinos y a costos que no paran de crecer.
Hoy los tenedores libres argentinos tienen dos frentes abiertos. Por un lado, dejaron de ser un consumo aspiracional, como lo eran hace 20 o 30 años. Por el otro, tienen costos fijos muy grandes, porque deben cocinar mucha comida que, si no se vende, se desperdicia. Se suman tickets promedio muy altos, que en la ciudad de Buenos Aires rondan los $900 por persona, lo que complica su crecimiento en tiempos de bolsillos ajustados.
La historia de los tenedores libres dio sus primeros pasos con la inmigración china, aunque luego se retiraron de a poco a medida que se fueron sumando jugadores locales. Hoy se calcula que hay 80 establecimientos de este tipo en la ciudad de Buenos Aires, que emplean a 5000 personas, explica Dante Camaño, secretario general del gremio de Gastronómicos de Capital Federal.
Algunos restaurantes de este tipo, como Rodizio, sostienen su demanda con promociones de tarjetas de beneficios y apuestan por su marca establecida para mantenerse como uno de los referentes que queden, explica Gustavo Llorente, su gerente de Recursos Humanos.
Otros, como Siga La Vaca, se volcaron a opciones más low cost para encantar a todos los consumidores, y no solo a los que pagan $890 los viernes a la noche en su sede de Puerto Madero. En Belgrano, Pilar y Costanera, el restaurante tiene menú a la carta y opciones de sándwiches al paso.
Mientras tanto, en Puerto Madero la demanda se sostiene porque, tras la devaluación, la parrilla notó una afluencia mayor de visitantes del extranjero. "Si bien fue afectado por la obra de Paseo del Bajo [que afectó los ingresos a la zona de los diques], pudimos suplir la caída de ventas por la recesión porque recibimos un montón de turistas, fundamentalmente de Brasil", detalla Juan Lippo, encargado de Comunicación y Análisis Económico de Siga La Vaca.
Consultado por los costos altos, Lippo detalla que el restaurante no sigue una ecuación determinada para recortarlos, sino que confía en el ojo de quienes cocinan. "El tenedor libre es un negocio de poco margen, y por eso que nos vaya bien depende de la muñeca del parrillero. Tenemos claro cuánta gente viene cada día de la semana aunque no tengamos un estudio estadístico", indica.
Como en el caso de Rodizio, Siga La Vaca desea mantenerse como uno de los pocos referentes de los tenedores libres por el poder de una marca fuerte. "Estamos hace 25 años y la gente nos sigue eligiendo porque ven que está todo incluido en ese ticket, hasta la bebida", resalta.

La reconversión

Algunos tenedores libres en otros países de Latinoamérica, como Paraguay, están virando hacia el concepto de "cocina de mercado", al estilo La Boquería o Mercado de San Miguel: buffets más chicos y más "gourmet", con atención full day (desayuno, almuerzo, té y cena), explica el consultor gastronómico Martín Blanco, encargado de ejecutar una estrategia así en la cadena paraguaya Acuarela.
El experto señala dos problemas para los tenedores libres. En primer lugar, los altos costos fijos: "En un tenedor libre vos tenés que tener mucha comida arriba de una mesa y, por lo tanto, mucho desperdicio. Salvo que estés muy bien y que te sobre plata, es mucho más difícil gestionar el costo de mercadería acá que en otro tipo de restaurante donde marchan los platos según el encargo de cada comensal", describe.
Tenedores libres: de íconos de los 90 a espacios de la resistencia
Tenedores libres: de íconos de los 90 a espacios de la resistencia Fuente: Archivo
Y añade: "Desde 2017 hasta 2019, en promedio la gastronomía perdió 10 puntos porcentuales de rentabilidad. Si ganabas 15%, ahora estás en 5%. Si ganabas 10%, ya no ganás nada. Entonces el riesgo que suma el tenedor libre, que te obliga a tirar comida si no se consume, complica el modelo", resalta.
"Los típicos tenedores libres como Maizales tenían mucho personal y camareros y mostradores, otro de los motivos por los que son proyectos de alto riesgo,: hoy nadie quiere mucha gente, todos buscan ser una hamburguesería", apunta.

Crisis generalizada

La crisis que enfrentan los tenedores libre no es exclusiva de su modelo y con algunas diferencias se extiende al resto de la industria gastronómica. La combinación de recesión, costos en ascenso (no solo por la inflación en alimentos, sino también por el impacto cada vez mayor que tienen los servicios públicos) y alta presión impositiva (de cada 100 pesos que ingresan en un restaurante, casi la mitad se van en impuestos) provocó una ola de cierres a nivel nacional.
La caída de la demanda además obligó a los empresarios gastronómicos a recortar sus márgenes de ganancia para no perder más clientes. Según un estudio realizado por la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías de y Cafés de la ciudad de Buenos Aires, hoy el margen operativo de un restaurante porteño oscila entre 1 y 3 por ciento.
"Este escenario va a empeorar -asegura Camaño, del gremio de Gastronómicos-. En Buenos Aires estamos sobreofertados y tenemos poca demanda, y además, por la incorporación de tecnología, donde antes se necesitaban 15 empleados hoy se necesitan cuatro". Sobre el exceso de establecimientos, asegura que en la ciudad hay casi 9000 espacios entre bares, restaurantes, boliches y hoteles. "Nueva York tiene 8000, pero 20 veces más consumo. Madrid, una de las capitales gastronómicas globales, tiene 6500", indica.
"Además, en la Argentina la presión fiscal es abrumadora: cuando vos comés una milanesa en un restaurante, el 50% es impuestos, mientras que en Estados Unidos es el 24% y el 19% en Chile", resalta.
Si bien no hay números oficiales, en el último año se calcula que más de 400 locales gastronómicos se vieron obligados a bajar las persianas. La crisis afecta tanto a los nuevos jugadores (la tasa de fracasos históricamente siempre fue muy alta en el rubro) pero también a nombres clásicos como Clo Clo, Los Maizales, Roma o Ribera Sud. En este contexto de crisis generalizada y caída en las ventas, las únicas excepciones llegan del lado de las cervecerías y las hamburgueserías, que a un ritmo menor que el de los últimos años, hoy continúan sumando nuevos locales.