martes, 3 de enero de 2017

Clarín - Buena Vida - Ola de calor y alerta: guía para prevenir efectos en la salud

Ola de calor y alerta: guía para prevenir efectos en la salud


Las elevadas temperaturas crean condiciones muy peligrosas, especialmente para los chicos, los mayores de 65 y personas con enfermedades crónicas.

Ola de calor y alerta: guía para prevenir efectos en la salud
Es clave evitar la exposición directa al sol en los horarios de mayor temperatura y utilizar protector. (Néstor García/Archivo)
El 2017 comenzó hecho un fuego. Pese a que el cielo de la noche del 31 estaba ideal para transitar el cambio de año bajo las estrellas, muchos decidieron armar la mesa bajo techo, con ventiladores sonando al ritmo de sus aspas y aires acondicionados haciendo su máximo esfuerzo para refrigerar casas ardientes. El calor no cedió ayer ni lo hará hoy. Por eso, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) elevó a naranja el nivel de alerta relacionado con el impacto que estas condiciones pueden provocar en la salud.
El alerta naranja se declara cuando la ola de calor continúa en el tiempo aumentando así el exceso de calor. Son muy peligrosas, especialmente para los grupos de riesgo, entre los que se encuentran: bebés y niños pequeños, mayores de 65 años o personas con enfermedades crónicas (respiratorias o cardíacas, hipertensión arterial, obesidad y/o diabetes). El efecto sobre la mortalidad, de acuerdo al estado actual es, según el SMN, moderado-alto.
Las olas de calor pueden potenciar o agravar enfermedades. Sus consecuencias pueden revestir mayor o menor gravedad dependiendo de varios factores y pueden ir desde mareos hasta un infarto de miocardio. Lo importante, no subestimar las condiciones y estar atento ante la aparición de estos síntomas del golpe de calor: sed intensa y sequedad en la boca, temperatura mayor a 39º C, transpiración excesiva, sensación de calor sofocante, piel seca, agotamiento, mareos o desmayo, dolores de estómago, falta de apetito, náuseas o vómitos, dolores de cabeza, calambres, estado de confusión o desorientación (delirio o incluso coma o convulsiones).
A los más chicos hay que cuidarlos fundamentalmente de las diarreas. Es que “las altas temperaturas en el ambiente favorecen la diseminación de las bacterias que provocan distintas enfermedades y descompensaciones físicas que pueden ser mortales en los niños más pequeños (principalmente, diarrea y enfermedades infecciosas como el cólera)”, informan desde el Ministerio de Salud. ¿Cuáles son los signos a los que hay que prestarle atención en los más chicos? En los bebés, la piel muy irritada por el sudor en el cuello, pecho, axilas, pliegues del codo y la zona del pañal y si el pequeño se encuentra irritable. Ante la aparición de cualquiera de esos síntomas hay que acudir con urgencia a un centro de salud.
La cartera sanitaria elaboró una serie de consejos para implementar en caso de alerta declarada en relación a los cuidados en la casa, la vía pública, y precauciones en torno a los alimentos y el agua.
  • Preste atención al tipo de alerta e infórmese sobre los cuidados necesarios en ese caso para la salud de la familia. Conocer el pronóstico y los cambios de temperatura que se aproximan ayuda a estar prevenido.
  • Tenga un plan para cada lugar en caso de alerta (casa, trabajo, escuela). Ese plan incluye: refrigeración y/o ventilación del ambiente, tener a mano teléfonos de emergencias y conocer la ubicación de centros de salud y hospitales cercanos, así como de farmacias 24 horas.
  • Tenga reserva de medicamentos de las personas con enfermedades crónicas y un botiquín de primeros auxilios.
  • Cuente con hielo y cantidad suficiente de agua potable. Esté preparado para la posibilidad de un corte de luz.
  • Esté especialmente atento y tome precauciones con las personas que puedan verse más afectadas por el impacto de la ola de calor: familiares y vecinos de edad avanzada, los niños pequeños,personas con enfermedades preexistentes, con sobrepeso, o en situación de calle. Es posible que necesiten ayuda. Solicite ayuda médica si alguien sufre una descompensación en el hogar o la vía pública.
  • Asegúrese de que las mascotas y otros animales tengan agua y sombra.
Para evitar un golpe de calor
  • Hidrátese, beba agua con mayor frecuencia (aunque no sienta sed). Recuerde que debe ser potable.
  • Consuma alimentos frescos como frutas y verduras.
  • Evite bebidas con cafeína o con azúcar en exceso, muy frías o muy calientes. También el alcohol.
  • Evite comidas pesadas.
  • No realice actividad física intensa.
  • Evite la exposición directa al sol en los horarios de mayor temperatura. Utilice protector solar.
  • Use ropa suelta, de materiales livianos y colores claros.
¿Cómo actuar si ocurre?
  • Se debe intentar bajar la temperatura del cuerpo de la persona afectada, con hielo o con un baño rápidamente.
  • Ofrecerle agua fresca.
  • Trasladarla a un lugar fresco y ventilado.
  • No darle medicamentos antifebriles.
  • No friccionar la piel con alcohol
Cuidados para los más chicos
  • No espere a que pidan agua. Ofrecézcale continuamente. En el caso de lactantes, es recomendable darles el pecho de manera más frecuente.
  • Vistalos con ropa holgada, liviana, de algodón y de colores claros (puede convenir, incluso, que estén sin ropa).
  • Báñelos y mójeles el cuerpo con frecuencia.
  • Evite que se expongan al sol, especialmente en el horario del mediodía. Si no se puede evitar la exposición, protejalos con el uso de ropa adecuada (sombreros, ropa de manga larga) y protectores solares adecuados.
  • Manténgalos en lugares bien ventilados o con aire acondicionado (ya sea en la casa o en lugares públicos) cuando la temperatura es muy elevada.
Tratamiento de alimentos y agua
  • Mantenga en la heladera los alimentos frescos que puedan echarse a perder por el calor. Verifique que la heladera funcione bien. Tire cualquier alimento fresco que pueda haber perdido la cadena de frío y que tengan olor, color o textura anormales.
  • Mantenga los alimentos que puedan estar fuera de la heladera, en lugares limpios y frescos y al resguardo de puertas, superficies y/o fuentes de calor.
  • Deseche los alimentos perecederos (incluidos la carne, el pollo, el pescado, los huevos y las sobras) que hayan estado por 2 horas o más sin frío. Tire todos los alimentos enlatados cuyos envases estén abiertos, dañados o inflados.
  • No tome agua sin comprobar su potabilidad. Mantenga el agua potable correctamente envasada (en botellas o bidones limpios y cerrados) en la heladera, en lugares limpios y frescos, y alejada de fuentes de calor.
  • Si no dispone de agua segura, puede tratarla (siempre que no esté contaminada) para su consumo. Puede hacerlo colocando 2 gotas de lavandina por cada litro de agua, y deja en reposo 30 minutos antes de consumirla. Otra forma es hervirla hasta que salgan burbujas durante 3 minutos, y esperar a que se enfríe para consumirla.

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