El color rosa es tendencia en la gastronomía
La vitalidad de este color tiene más impacto en vos del que creés.
Los colores impactan e influyen en tus emociones, así como en tu apetito y en tus decisiones a la hora de elegir uno u otro alimento.
“Ya sea que quieras pintar tu casa o elegir la carcasa para tu celular, el color será lo fundamental en la elección, incluso al escoger una gaseosa o un paquete de golosina tu decisión estará determinada por lo colores”, indicó en una columna en CONBIENESTAR Laura Podio, licenciada en Psicología y en Arte Visuales (MN: 66722).
Los chefs, por su parte, profundizan en esta cuestión y aseguran que las personas seleccionamos productos con colores vivos para nuestro consumo personal porque los relacionamos con una alimentación saludable y adecuada. Por eso, los restaurantes suelen servir platos con tonos rojos, verdes, naranjas o amarillos.
Entre esos colores, hay uno que está ganando terreno en el ámbito gastronómico: el rosa. Los millennials, amantes de la estética y las redes sociales, convirtieron en varios productos con esta tonalidad en los reyes de la red. Hasta se dice que es un movimiento denominado Millenial Pink.
Un claro ejemplo es el pink latte. Es conocido también como beetroot latte, porque se prepara con remolacha, cuyo pigmento llamado betalaína le brinda un color rojo intenso que al combinarse con la leche se vuelve rosado como resultado final.
Otro alimento que se ganó un lugar entre las tendencias foodies es la Radicchio del Veneto, una lechuga de color rosa conocida también como La Rosa del Veneto. Es una achicoria que crece principalmente en Italia, aunque en la actualidad también se cultiva en otros países donde crece su consumo.
La hamburguesa rosa llegó a estar muy de moda y tiene su origen en las cadenas de comida rápida en Japón. Tanto fue el boom que hubo en las redes sociales que se reprodujo en otras empresas de fast food en el mundo así como restaurantes top. En realidad, lo que tiene color rosado es el pan con el que se presenta al plato y no cambia su sabor.
Por otro lado, existe el pink smoothie bowl, tazones a base de frutas con batido de color rosada. Son solo una de las muchas maneras en que podemos incorporar frutas a nuestra dieta alimentaria y además son estéticamente muy atractivos.
El sushi también se tiñó de este color, desde agregarle colorante rosa al arroz hasta los rolls especiales que se envuelven en pescados con esa tonalidad. Por ahora, no parece que ningún otro color se imponga tanto en la gastronomía, ¿será una moda pasajera o perdurará?
La vitalidad de este color tiene más impacto en vos del que creés.
Los colores impactan e influyen en tus emociones, así como en tu apetito y en tus decisiones a la hora de elegir uno u otro alimento.
“Ya sea que quieras pintar tu casa o elegir la carcasa para tu celular, el color será lo fundamental en la elección, incluso al escoger una gaseosa o un paquete de golosina tu decisión estará determinada por lo colores”, indicó en una columna en CONBIENESTAR Laura Podio, licenciada en Psicología y en Arte Visuales (MN: 66722).
Los chefs, por su parte, profundizan en esta cuestión y aseguran que las personas seleccionamos productos con colores vivos para nuestro consumo personal porque los relacionamos con una alimentación saludable y adecuada. Por eso, los restaurantes suelen servir platos con tonos rojos, verdes, naranjas o amarillos.
Entre esos colores, hay uno que está ganando terreno en el ámbito gastronómico: el rosa. Los millennials, amantes de la estética y las redes sociales, convirtieron en varios productos con esta tonalidad en los reyes de la red. Hasta se dice que es un movimiento denominado Millenial Pink.
Un claro ejemplo es el pink latte. Es conocido también como beetroot latte, porque se prepara con remolacha, cuyo pigmento llamado betalaína le brinda un color rojo intenso que al combinarse con la leche se vuelve rosado como resultado final.
Otro alimento que se ganó un lugar entre las tendencias foodies es la Radicchio del Veneto, una lechuga de color rosa conocida también como La Rosa del Veneto. Es una achicoria que crece principalmente en Italia, aunque en la actualidad también se cultiva en otros países donde crece su consumo.
La hamburguesa rosa llegó a estar muy de moda y tiene su origen en las cadenas de comida rápida en Japón. Tanto fue el boom que hubo en las redes sociales que se reprodujo en otras empresas de fast food en el mundo así como restaurantes top. En realidad, lo que tiene color rosado es el pan con el que se presenta al plato y no cambia su sabor.
Por otro lado, existe el pink smoothie bowl, tazones a base de frutas con batido de color rosada. Son solo una de las muchas maneras en que podemos incorporar frutas a nuestra dieta alimentaria y además son estéticamente muy atractivos.
El sushi también se tiñó de este color, desde agregarle colorante rosa al arroz hasta los rolls especiales que se envuelven en pescados con esa tonalidad. Por ahora, no parece que ningún otro color se imponga tanto en la gastronomía, ¿será una moda pasajera o perdurará?
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