Coronavirus en Argentina: el sector garantizó el normal abastecimiento de carnes y desmintió aumentos significativos
Lo hizo la Mesa de las Carnes, que agrupa a 45 entidades, cámaras, federaciones y asociaciones de la cadena.
n medio de la pandemia del Covid-19, la Mesa de las Carnes, que nuclea a más de 45 entidades, cámaras, federaciones y asociaciones, tuvo que salir a aclarar en un comunicado el normal abastecimiento de carne y además desmintió aumentos significativos.
"Ante distintas versiones periodísticas que hablan de aumentos de los precios de la carne, debemos aclarar a la sociedad el esfuerzo de la cadena para mantener el abastecimiento normal de carne, y desmentir rotundamente aumentos de la magnitud que se divulgan", explicó el texto.
El alza de los valores comenzó desde el primer eslabón de la cadena, en la hacienda en pié en el mercado de Liniers donde crecieron entre un 10% y 12% desde marzo. El precio del novillito pasó de 101 pesos el kilo a principios de mes a tocar los 117 pesos la semana pasada mientras que actualmente en esa categoría se encuentran en valores de entre 105 y 110 pesos por kilo.
Luego, el auge del valor en el kilo vivo se trasladó a las carnicerías y supermercados. La media res descargada en las carnicería pasó de un promedio de 205 a 215 pesos por kilo a principios de mes a 220/240 en estos últimos días.
Para ejemplificar, según los precios de esta semana en una carnicería ubicada en el barrio porteño de Palermo, el valor de la picada especial ascendió de $300 a $340 el kilo; el lomo, de $580 a $620, la milanesa, de $420 a $470 tanto que el precio del asado ascendió de $390 a $420.
Según el informe elaborado por el área de información económica y estadística del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), el valor de la carne vacuna se incrementó 5,8%. Pero cabe aclarar que la suba sería aún mayor ya que el relevamiento de precios, que es medido todos los meses en 200 puntos de venta de Capital Federal y Gran Buenos Aires, fue realizado durante la segunda semana del mes, previo a que se profundice la pandemia en Argentina y que se eleve el importe aún más.
Los motivos del aumento de los valores de la carne vacuna se debieron tanto al efecto del cese de comercialización por parte del campo en la segunda semana de marzo, donde se sintió fuerte la falta de animales, como también a cuestiones climáticas con fuertes lluvias que se dieron una vez finalizado la medida de fuerza.
También se sumó en tiempos de cuarentena la sobre demanda por parte de los consumidores y por el problema de las curtiembres que no retiran el cuero de los frigoríficos provocando alza en los costos que luego se trasladan al mostrador.
"No ha habido aumentos sustanciales como se dice, a nuestro entender, maliciosamente por aquellos oportunistas que lo único que buscan es un provecho económico momentáneo en detrimento de toda la población", denunció la Mesa de las Carnes.
En este contexto, el martes se conoció la medida del Gobierno que estableció que la industria frigorífica de carne bovina deberá informar semanalmente la cantidad de kilos de media res y cueros vendidos diariamente y sus respectivos precios promedio, los cuales se difundirán al público.
La medida fue dispuesta a través de la resolución 103/2020 de la Secretaría de Comercio Interior, publicada en el Boletín Oficial, y se argumenta en que en el marco de esta situación de emergencia se han observado desequilibrios en el mercado de la carne vacuna, producto de distorsiones en materia de precios.
Asimismo, desde la agrupación de todas la cadena cárnica hicieron foco en el abastecimiento de la carne que se ve amenazado por un "viejo conflicto" con las curtiembres que hoy no están retirando los cueros.
"Dicha situación, que ya denunciada al Gobierno, hace imperioso que se abra la exportación irrestricta de cueros frescos y salados", dijo.
"Las empresas frigoríficas deben hacer esfuerzos incomprensibles, como llevar cueros al CEAMSE, pagando fletes para tirarlos a la basura. Este hecho tan irracional, atenta directamente en el precio de la carne al consumidor, atenta contra los puestos de trabajo de los empleados de los frigoríficos pues algunos ya han tendido que parar la operatoria de faena por el problema de los cueros",agregó.
Desde el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) ordenó a las curtiembres que deben retirar desde el lunes pasado el cuero proveniente de la faena. De no obedecer esta orden, se "tomarán las medidas correspondientes para hacer retomar a los canales normales", así lo dispuso el organismo mediante una nota firmada por el titular, Carlos Paz, pero por el momento desde la industria afirman que no se está cumpliendo plenamente con la normativa.
"Argentina ha tenido históricamente un régimen de protección a esta industria que solo ha servido para la cartelización de la misma vedando la exportación de cueros frescos y salados. Hoy este régimen actúa en contra de la cadena, del empleo y por sobre todas las cosas aumenta el precio de la carne en el mostrador", destacó la Mesa de las Carnes.
Desde la Cámara Argentina de la Industria Frigorífica (Cadif) le pusieron números. Alertaron que diez plantas frigoríficas no operar. Y según fuentes consultadas del sector, por el momento continúan sin actividad.
Además, a los motivos del cierre de las plantas, agregó Cadif, se suma la incertidumbre debido por la paralización de las exportaciones y el miedo al contagio de Covid-19 entre los empleados.
De todas maneras, desde la Mesa de las Carnes insistió que toda la cadena está garantizando el normal abastecimiento de carne. Según sus datos, la faena en marzo fue de 55.000 animales/día, el mismo ritmo de faena y producción que épocas de normalidad a pesar de las lluvias generalizadas y la incertidumbre que produjo la cuarentena por el coronavirus.
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