De chivitos a ensaladas hawaianas: los 5 lugares que eligen los millennials en el Este
Cada año surge una nueva tendencia en el exclusivo balneario uruguayo, que busca siempre estar a la vanguardia en materia gastronómica. En el 2020 la prioridad para algunos es comer sano y para otros, hacerlo escuchando siempre un DJ.
Algunas hábitos son difíciles de matar. Otros son duros para entrar en nuestras vidas. Huye lo que era firme y solo lo fugitivo permanece y dura (decía Quevedo), pero en Este las reglas parecen ser otras. Incorporar un hábito es rutina de todos los años, olvidar el nombre de un restaurante también parece fácil en estas costas. Es que en el reino de la tendencia, lo único constante es el cambio... y alguna que otra constante que reafirma lo nuevo.
Así, esta temporada en Punta del Este los preferidos de los millennials a la hora de ir a comer trae algunas sorpresas y mantiene algunos hábitos. Se incorporan restaurantes novedosos, propuestas que llegan desde Hawai, y se suma una nueva figura infaltable: los DJs. Veamos.
1. Una chivitería que se volvió clásico
En 1996 eran pocos los que hablaban de Rex. Se trataba apenas de una chivitería que abrió en el centro de La Barra. Su decoración ni siquiera era lo que es hoy (una especie de hamburguesería norteamericana). En ese entonces era solo una terraza con vista al mar y algunas mesas sobre la vereda. El tiempo (y los chivitos, dicen los habitués) hicieron de Rex un clásico de Punta del Este.
Hoy tiene sucursales en José Ignacio y acaba de abrir otra en Punta Shopping, pero ninguna tiene el peso de la casa central, que a fuerza de recibir famosos (todos pasan por ahí) debe ser de los lugares más fotografiados cada temporada.
Víctor, su encargado, dice que este año la temporada empezó a levantar en los tres días anteriores, que venía medio floja pero mejoró. Hoy están cerca de los mil cubiertos por día. “Los clientes no preguntan tanto por el 30% del impuesto sino por los descuentos que ofrecen las distintas tarjetas de crédito”, explica.
La gran mayoría de sus clientes tienen entre 18 y 30 años, además de las familias que llegan para el almuerzo y la cena. Para muchos de los millennials que pasan el verano en Punta del Este, pasar por Rex e instagramearlo es el sello ineludible en su pasaporte.
2. El boom de la ensalada hawaiana
Hoku Poke es uno de los únicos lugares (sino el único) de Punta del Este donde se puede comprar Poke. Se trata de un tipo de comida creada en Hawai, luego incorporada por Estados Unidos y hoy expandida al mundo entero. Poke significa cortar. La característica es que los ingredientes del plato están cortados en cuadraditos. Salmón en cuadraditos, pollo, kanikama, lo que sea.
Hoku está en La Barra y fue creado por los hijos de Alondra, que nos recibe y cuenta la propuesta. “No solo es ideal para los millennials sino que fue creado por millennials, porque mis hijos lo son", explica.
El plato de 500 gramos sale 500 pesos uruguayos (14 dólares), y el de 300 gramos sale 300 pesos uruguayos (8 dólares). En cada plato uno puede elegir una enorme cantidad de ingredientes en distintos pasos. “Le gusta a la gente primero que nada porque es muy sano y todo es fresco. Segundo: porque cada uno opta por los ingredientes que le gustan y no tiene que comer algo que no quiere. Tercero: porque todo se sirve en material reciclable y hoy los millennials están muy preocupados por el medio ambiente. Además de que lo pueden cerrar y llevarlo a la playa”, explica Alondra.
3. Medialunas las 24 horas
La histórica cadena de medialunas fue creada por unos argentinos en 1995. Llegaron de vacaciones al Este y notaron que nadie vendía medialunas a sus compatriotas. Rápidos de reflejos, inauguraron el local y empezaron a regalar facturas junto a la ruta. El particular sabor de sus medialunas rápidamente se ganó el corazón de los turistas. Veinticuatro años después, se convirtió en un emblema de La Barra, y abrió decenas de sucursales en la Argentina.
¿Por qué lo eligen los millennials y centennials? Uno de los grandes secretos es porque está abierto las 24 horas el día durante toda la temporada. De este modo, los chicos y chicas que salen de bailar pueden pasar a comprar y se mezclan con las familias que buscan sus medialunas para arrancar el día.
Además, algunas tardes se arman recitales gratuitos para la gente (Cordera, Fernando Ruiz Díaz, Pepe Canedo son algunos de los que han tocado ahí), y pueden verse larguísimas colas de gente esperando para comprar sus medialunas. El precio: 500 pesos uruguayos la docena (14 dólares).
4. Tragos, platos y sunset party en la punta
Es lo que ofrece OVO Beach, la parada más concurrida y top de la punta. En su restaurante y terraza todos los días ofrece platos y tragos acompañados de un set de música electrónica. ¿El momento preferido de los millennials? A la hora del atardecer. Es parador del Enjoy Hotel el spot ideal para ver caer el sol.
Hay platos desde 15 dólares y estiman que por día sirven 600 cubiertos. Está abierto desde las 12 del mediodía hasta la medianoche. Su DJ residente más conocido: Ale Lacroix. Además, hay fiestas internacionales y queda a una avenida de distancia del Enjoy, por lo que algunos se envalentonan tras el atardecer y se acercan al casino.
5. Sushi en José Ignacio
Hasta este año, no era posible ir a un restaurante de sushi en el exclusivísimo pueblo de José Ignacio. Cosa extraña, dado que el público que va hasta ahí es el de mayor poder adquisitivo. Hasta el 2019, quienes querían sushi debían pedirlo en La Huella, el histórico restaurante sobre la playa. Esta temporada llegó uno de los lugares favoritos de influencers y millennials porteños: Fabric.
La casa de sushi y comida peruana inauguró la temporada con un evento en el que estuvo Adrián Suar con su hijo Tomás, varias influencers de moda, el actor Joaquín Furriel, Ricardo Darín junto a su familia, Susana Giménez y muchos otros.
Siguiendo la línea de exclusividad de la zona, comer sale en promedio 50 dólares por persona. Tiene una capacidad de 90 cubiertos por turno y cada noche un DJ pone música para acompañar la cena. La música electrónica parece ser un must en los restaurantes del Este. Los hay en cada parador, cada fiesta, y cada esquina de la costa. Ese es sin duda el himno de los estennials esta temporada: que sea lo que sea, pero que sea con un DJ al lado.
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