Se amplía la oferta gastronómica de Palermo: abrió el primer poke & bar
Un bowl donde confluyen proteínas, vegetales frescos y distintos toppings son la vedette de Hana, el nuevo reducto para descubrir y dejarse llevar por su variada propuesta
Al cruzar la puerta, se aprecia un enorme listado de combinaciones posibles apoderándose de nuestros sentidos, y al sentarse en alguna de las pocas mesas disponibles, una camarera entrega una carta donde reafirma esa sensación que se tenía al llegar: cada comensal puede armar el poke bowl como le plazca, o directamente pedir alguna de las especialidades ya previstas y milimétricamente diagramadas.
¿Pero qué es un poke bowl? Un plato típico de Hawai que rápidamente cruzó las fronteras y ya se sumó a la propuesta gastronómica de los países más importantes del mundo, en el que a una base de arroz se suma pescado crudo marinado y se completa con frutas, verduras y salsas especialmente armadas para que la experiencia sea única.
Francisco Villarroel sabía desde hace años que su lugar en el mundo, al margen de su Venezuela natal, era Buenos Aires; no sólo por su novia argentina, sino por el hecho de sentir a esta tierra como próspera en muchos sentidos. Este abogado obsesivo por el trabajo además administraba en su país unas canchas de fútbol, y cuando finalmente se instaló en la Argentina pensó que continuar con ello sería una buena oportunidad. Sin embargo, rápido entendió que el negocio no funcionaría según lo imaginado, por lo que la opción de poner un local de poke se convirtió en su nueva obsesión.
En todo el mundo era tendencia y no entendía cómo aquí, con tantas propuestas, esa todavía no había desembarcado como se merecía. Así fue como casi un año atrás comenzó a idearse Hana, inaugurado hace menos de un mes en una zona clave de Palermo, emprendimiento para el que armó un equipo de lujo con el que cada detalle fue pensado y en modo "prueba y error" hasta lograr un producto de calidad.
¿Pero por qué el poke? "Para mí, por ser del caribe, consumir frutas, pescados, picante, es normal, son sabores conocidos", explica Francisco. "Me enamoré tanto del producto que lo probé en varias partes del mundo. Gracias a eso entendí cómo se podía adaptar para hacerlo aquí lo mejor posible".
Así, tras definir cuál sería su futuro en el país, se contactó con Natacha Peskins, cocinera, food stylist y asesora gastronómica, quien en nueve meses logró plasmar en la carta y en la mesa todo lo que él tenía en mente. "Me contactó a través de Instagram para que le haga el food styling, porque él venía con la idea, que creía desarrollada, pero al final de la dimos vuelta", rememora la ahora chef ejecutiva del lugar respecto de ese primer acercamiento. "En principio estaba ideado como un despacho de poke, pero en tanto el proyecto fue avanzando, de a poco, hasta convertirse en el restaurante que es ahora". Sobre la propuesta, reafirma que "tenés frutas, tenés proteínas, tenés cereales, tenés pescados, mariscos, tofu, es un alimento súpercompleto, fresco, todos los días llega el pescado, todos los días se preparan las salsas".
Una experiencia de sabores y texturas que va más allá del bowl, y que se destaca con propuestas tan variadas como los nachos con salmón marinado y palta, o la pokepizza(con una base de arroz frito y sobre ella cream cheese, salmón, palta y un touch de salsa de anguila), o incluso las gyozas, con quinoa, portobellos y sake. ¿Antojo de hamburguesas? Base frita de arroz, cream cheese, salmón marinado, palta, repollo colorado, chips de batata y salsa de anguila.
"Gente de más de 50 años probando nuevas propuestas, argentinos de generación de asado, significa que algo bueno está pasando", se entusiasma Francisco sobre lo vivido en los primeros días tras la apertura. "Que yo te pueda poner un papel acá, y te deje elegir cada uno de los ingredientes, porque sé que cualquiera de las combinaciones que elijas va a quedar bien, es una locura de pensarlo. Y se logró".
"Esta es la apuesta de mi vida", se sincera, "tiene que funcionar sí o sí, primero por las personas que tengo alrededor, segundo porque está hecho para crecer, y cuando empiezas algo con ese estímulo, lo que menos piensas es que va a fracasar, por los profesionales con que te rodeas. Hay una responsabilidad muy grande, no ha sido fácil, fueron momentos de estrés".
"Me veo muchos años más en la Argentina porque creo en este país. Yo le veo mucha oportunidad. Este país cree que es del primer mundo, y está en un momento delicado, pero sin dudas siento de corazón que finalmente llegaremos a ser eso", finalizó.
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