Con una receta clásica, un cocinero amateur es el “campeón del pesto”
Lucio D´Imperio es publicista e hijo de italianos. Se consagró en un concurso en la Usina del Arte.
Hay cocinas más familiares que otras para los porteños. La italiana es una de esas que se siente cercana. Dentro de su carta, hay varios infaltables. Algunos pensarán en la pizza o la pasta, pero en la Ciudad este domingo se homenajeó al sabor italiano más concentrado. El pesto, en un torneo que tuvo su campeón: Lucio D'Imperio, un cocinero amateur que se llevó el título con una receta tradicional.
“Soy hijo de una genovesa y un romano. Aposté por una preparación clásica”, dijo D’ Imperio, publicista, de 48 años, a Clarín. Su método ganador podría sintetizarse así: primero molió los piñones con el ajo, después incorporó las hojas de albahaca, un poco de sal, machacó y machacó hasta sumar el queso y emulsionar con el aceite de oliva. Su receta recibió 34 puntos y aplausos de todos.
La gente se acercó a la Usina del Arte para ver el Campeonato de Pesto. Foto: Maxi Failla.
El campeonato de pesto genovés al mortero fue la actividad central en el cierre de la Semana de la Cocina Italiana, un festival que duró cuatro días e incluyó descuentos en restaurantes, venta de productos, degustaciones y clases.
El pesto es una de las salsas italianas más conocidas en el mundo y fue introducida en la Argentina por inmigrantes genoveses. Localizar su campeonato en La Boca no fue casualidad. Ahí, se nuclea la comunidad de inmigrantes genoveses más grande la Ciudad. Un ejemplo: xeneize, deriva de zeneize, como se llaman a sí mismos los nacidos en Génova.
Desde las 16, en el primer piso de la Usina, 27 competidores molían la albahaca. Lo hacían en morteros, respetando la tradición de la preparación. Es que pesto proviene del genovés pestare, que significa machacar o moler. La acción era artesanal y sostenida, impregnando con aroma el ambiente.
Los curiosos no sólo se agruparon frente a los tablones, sino también en los pisos superiores, asomados por encima de las barandas de las escaleras. Abajo, los jurados con planillas en las manos supervisaron a cada competidor.
Minutos antes de las 17, el periodista, crítico gastronómico y curador de las actividades del festival, Pietro Sorba, invitó al conteo final. El que, una vez vencido, habilitó con cuchara en mano a cada uno de los jurados a probar.
En el Campeonato de Pesto, los competidores debieron trabajar con el tradicional mortero. Foto: Maxi Failla.
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