Una pintoresca zona de la Ciudad, en jaque por el boom de las cervecerías
En el bulevar Caseros, en San Telmo, la llegada de una movida común en otros barrios generó que cientos de jóvenes tomen hasta en la calle. Para los dueños se trata de un “cambio cultural”.
Diez años atrás la Ciudad inauguraba el pintoresco bulevar de avenida Caseros: seis cuadras en las que se colocaron farolas clásicas, rampas para discapacitados, árboles y baldosas calcáreas rojas. La intervención del Estado fue vital para devolverle su brillo a esta avenida. Luego llegó la inversión privada: primero aterrizó el restaurante Caseros, y se sumaron la cantina Club Social Deluxe y el vegetariano Hierbabuena. Para completar hoy una oferta muy variada, con decenas de restaurantes y otros a punto de sumarse. Sin embargo -como sucede en otros sitios de la Ciudad que se ponen de moda y se transforman en polos gastronómicos-, estos cambios generan problemas de convivencia y mucha incertidumbre entre los vecinos.
En este caso todos apuntan a la cervecería On Tap (Caseros 482): se trata de un local en donde se venden cervezas artesanales y hamburguesas. La firma tiene otros seis locales en diferentes barrios de la Ciudad (incluso uno en Mar del Plata), en los que se genera la misma dinámica, ya que los clientes no permanecen dentro del establecimiento sino en las veredas. Se trata de una tendencia que se fue instalando poco a poco y explotó este verano.
Básicamente los clientes beben cerveza y comen hamburguesas en las veredas, sentados en los cordones e incluso en medio de la avenida. Dependiendo de la cantidad de gente, pueden llegar a desviar el tránsito. El local tiene una habilitación para disponer de un puñado de mesas en la vereda, lo que no llega a abastecer la cantidad de gente que concurre. Fumando, comiendo, bebiendo y charlando los clientes se hacen oír y los vecinos denunciaron al local por este y otros motivos: "No es el primer bar, ni el primer restaurante. El resto de los empresarios gastronómicos respetan la convivencia con los vecinos. Estamos muy a favor del cambio que se dio en la avenida en los últimos años, nos beneficia a todos y sin dudas es una de las cuadras mas linda de la Ciudad. Pero esta cervecería rompió la dinámica barrial, con ruidos molestos, venta de alcohol en la calle e invasión descontrolada de veredas y aceras", dijo a Clarín un vecino que habita en la misma cuadra. Junto a otros 50 cercanos al local, firmaron una petición que hicieron llegar a la Agencia Gubernamental de Control (AGC) para que se revoque la habilitación de esta cervecería y se la clausure.
Desde la AGC explicaron que el local está habilitado, como bar con uso del espacio público. "Fue inspeccionado varias veces, pero no se han detectado irregularidades; se han ordenado mejoras menores. Aunque tiene varias denuncias a través del SUACI (Sistema Unico de Atención Ciudadana)", explicaron fuentes del organismo. El Ministerio de Ambiente y Espacio Público -a través de la dirección de fiscalización del espacio público- está a cargo de la inspección de lo que sucede en las veredas: "El local posee un acta por la construcción de una estructura alrededor de un árbol, que esta prohibido. Por otro lado, el tránsito y la permanencia de público en la calle no representa una infracción en sí misma", dijeron. Excepto que los inspectores vean a los mozos haciendo una transacción fuera de los límites del bar o de las mesas; es decir, tienen que "pescarlos in fraganti", sintetizaron.
¿Qué dicen los dueños de On Tap? "Es una tendencia a nivel mundial, este tipo de bares funcionan en Amsterdam, New York, Berlín. Son personas tomando cerveza y charlando en una vereda. El alcohol se vende adentro del local, no en la calle. Y luego la gente puede quedarse adentro o salir. No les podemos prohibir que salgan. Tenemos todo el regla y el local perfectamente habilitado. Todos estamos asistiendo a un cambio cultural en el barrio, estamos dispuestos a trabajar junto a los vecinos y la Fiscalía para convivir, pero también para ejercer nuestra actividad", dijo Francisco Oviedo, socio en la empresa. Otro de los socios es el ex vocero de Greenpeace y del Ministerio de Ambiente porteño, Gonzalo Girolami.
Sin embargo desde el Ministerio Público Fiscal porteño tienen otra mirada sobre el tema: "Se trata de una excusa poco válida. Porque si bien es verdad que no se van a poner en el papel de policía para impedir que la gente salga a la calle, el local promueve esta modalidad y amplía su actividad comercial mas allá de los límites que tiene habilitados", opinó el fiscal Federico Villalba Díaz.
Vecinos y empresarios ya se vieron las caras en una mediación judicial; en mayo volverán a reunirse para acercar puntos de vista. La idea es que una de las cuadras más pintorescas de la Ciudad pueda conservar su impronta.
Link a la nota: https://www.clarin.com/ciudades/avenida-caseros_0_Bkg7H0qae.html
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