miércoles, 20 de julio de 2016

El Gourmet - El Malbec en su laberinto

El Malbec en su laberinto

Por Elisabeth Checa

 El Malbec en su laberinto
Algo de magia, romanticismo, misterio y moda se unen,  para instalar sobre este tipo de vinos tratados según los conceptos biodinámicos un áurea sagrada.
La biodinámica está basada en las teorías del austriaco Rudolf Steiner quien, en la década de 1920 −ante el avance de los métodos de la industrialización de la agricultura− planteó las bases de un nuevo tipo de explotación que considera a la naturaleza como un conjunto donde prevalece la armonía entre el mundo animal, el vegetal y el mineral.

Según esta teoría, la eliminación de insectos presuntamente dañinos para ciertos cultivos tendría consecuencias negativas en el equilibrio natural.

Además, Steiner afirma que los planetas y, sobre todo, la luna y el sol, influyen considerablemente sobre el desarrollo del viñedo. No es invento Steiner, son creencias ancestrales desde los primeros agricultores del planeta. Como aquellos ancestros, la biodinámica tiene en cuenta el calendario lunar para cada intervención vinícola y enológica.

No es fácil, y es costoso  llevar al pie de la letra los métodos de Steiner. Además, los métodos biodinámicos sugieren que en otoño se trabaje la tierra con compost de abono animal (la elección del abono es fundamental e incluye preparaciones vegetales) para dinamizar los suelos y proteger la viña contra posibles agresiones.

En cuanto al trabajo en bodega, las  únicas levaduras  permitidas en los vinos bio son las que están presentes naturalmente en la uva, mientras que el filtrado de los vinos no es recomendable.

En Argentina por el momento hay logros e  intentos de viñedos biodinámicos.  Ernesto Catena Vineyards y Bodega Krontiras en  Mendoza, y en Rio Negro la bodega del italiano Piero Inciso della Roccheta, Chacra.  Ernesto Catena Vineyards acaba de presentar una nueva línea de vinos biodinámicos, Siesta en el Tahuantinsuyu, varietales Malbec, Cabernet Franc y Cabernet Sauvignon de la cosecha 2013.

Estos  vinos nacen en la finca Tikal, ubicada en Vista Flores, Valle de Uco. Está rodeada por jardines y rosas, el Malbec crece en un laberinto que tiene su razón de ser no solo por su belleza. Las uvas maduran según su ubicación en este laberinto, algunas reciben más sol, otras menos, se  cosechan en diferentes momentos, concediendo matices y complejidad al vino.

Una laguna con patos y una familia de llamas que corretea libremente por los viñedos engloba esa riqueza de fauna y flora que demanda la práctica biodinámica.

De los vinos presentados me  sedujo absolutamente, por su elegancia y equilibrio, el Cabernet Franc, y en segundo lugar el Cabernet Sauvignon, ya que el Malbec merece unos meses guarda, para que se integre la madera a la estructura del vino.

En el mundo importantes Châteaux de Burdeos, muchos vinos de la Bourgogne, del Ródano y el Loire y en varias denominaciones de origen españolas, italianas y alemanas, utilizan estos principios. Son vinos sanos y en algunos casos frágiles. Según sus fans, no marean. Cuestión de fe y de cantidad de copas.
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