Masticar, un lugar donde la comida invita
al encuentro de los sabores argentinos
LA COMIDA Y EL ENCUENTRO DISTINGUEN LA FERIA "MASTICAR" MONTADA HASTA EL DOMINGO EN PLENO CORAZÓN DEL BARRIO PORTEÑO DE COLEGIALES, DONDE LOS SABORES Y OLORES INVITAN A CONOCER LAS REGIONES ARGENTINAS, LAS CREACIONES DE CHEFS RECONOCIDOS Y TIENTAN A ANIMARSE A LAS CLASES DE COCINA.
La comida y el encuentro distinguen la feria "Masticar" montada hasta el domingo en pleno corazón del barrio porteño de Colegiales, donde los sabores y olores invitan a conocer las regiones argentinas, las creaciones de chefs reconocidos y tientan a animarse a las clases de cocina que posibilitan convertir los productos adquiridos en el mercado en platos de autor.
"Venimos a comer cosas distintas" cuentan a Télam, Ada y Susana, dos amigas de más de 60 años que no terminan de decidir en cuál de los 40 puestos de comida van a comenzar el recorrido gourmet.
Al predio, situado en Concepción Arenal y Conde se ingresa abonando 80 pesos y con el estómago libre para poder degustar las porciones pequeñas, pensadas así para no agotar el apetito en el primer bocado.
Entre las mesas dispuestas en el enorme galpón de El Dorrego, tres monjas risueñas reconocen que lo que más les interesa de la propuesta es el sector del mercado, donde frutas, verduras, embutidos, aceites, especias, hongos, semillas y mucho más, relatan a las distintas regiones del país.
"Las hojas de yacón las toma como infusión y bajan el azúcar en sangre", recomienda Dalmasio Sandoval que ofrece en su puesto opciones en base a quinoa y amaranto y otros productos de las culturas andinas.
Su aspecto no permite adivinar que tiene 80 años: "Es que consumo todo lo que estoy ofreciendo desde chico", explica el hombre llegado de Salta. Es posible imaginárselo dando charlas sobre cultura alimentaria.
Para acompañar la comida, que tiene precios que van de los 40 a 80 pesos, se puede optar por alguna de las 26 barras de tragos o participar de la degustación de vinos que proponen diez bodegas argentinas. El sistema es alquilar una copa por 100 pesos y pagar 30 por cada cata.
El auge de la cerveza artesanal está presente en el patio, conviviendo con los espacios de fogones de carnes vacunas, de búfalo, de oveja, pescado y todas las imaginables… o no.
Los más chicos tienen un espacio para recrearse en "La Biblioneta" donde les narran cuentos, los entretienen con canciones y juguetes de cartón. Al lado, hay un lactario para quienes van con sus bebes.
En el escenario montado al aire libre las clases de cocina son permanentes, mientras otras personas optan por comprarse libros gastronómicos, ropa afín o elementos para barman.
En el recorrido es fácil charlar con chefs reconocidos por su cocina y por sus programas de televisión. Son los impulsores de "Masticar" reunidos en ACELGA (Asociación de Cocineros y Empresarios Argentinos Ligados a la Gastronomía Argentina) que iniciaron la feria en el 2012.
Dentro del predio no circula dinero: hay que ir a los distintos puestos donde, en efectivo o con tarjeta, se compran los billetes "Masticar". Los que no se utilizan, se devuelven en efectivo al retirarse.
De 12 a 22, hasta el domingo, es posible vivir una experiencia distinta donde, como buena costumbre argentina, la comida y la bebida son una excelente excusa para el encuentro y el reconocimiento.
"Venimos a comer cosas distintas" cuentan a Télam, Ada y Susana, dos amigas de más de 60 años que no terminan de decidir en cuál de los 40 puestos de comida van a comenzar el recorrido gourmet.
Al predio, situado en Concepción Arenal y Conde se ingresa abonando 80 pesos y con el estómago libre para poder degustar las porciones pequeñas, pensadas así para no agotar el apetito en el primer bocado.
Entre las mesas dispuestas en el enorme galpón de El Dorrego, tres monjas risueñas reconocen que lo que más les interesa de la propuesta es el sector del mercado, donde frutas, verduras, embutidos, aceites, especias, hongos, semillas y mucho más, relatan a las distintas regiones del país.
"Las hojas de yacón las toma como infusión y bajan el azúcar en sangre", recomienda Dalmasio Sandoval que ofrece en su puesto opciones en base a quinoa y amaranto y otros productos de las culturas andinas.
Su aspecto no permite adivinar que tiene 80 años: "Es que consumo todo lo que estoy ofreciendo desde chico", explica el hombre llegado de Salta. Es posible imaginárselo dando charlas sobre cultura alimentaria.
Para acompañar la comida, que tiene precios que van de los 40 a 80 pesos, se puede optar por alguna de las 26 barras de tragos o participar de la degustación de vinos que proponen diez bodegas argentinas. El sistema es alquilar una copa por 100 pesos y pagar 30 por cada cata.
El auge de la cerveza artesanal está presente en el patio, conviviendo con los espacios de fogones de carnes vacunas, de búfalo, de oveja, pescado y todas las imaginables… o no.
Los más chicos tienen un espacio para recrearse en "La Biblioneta" donde les narran cuentos, los entretienen con canciones y juguetes de cartón. Al lado, hay un lactario para quienes van con sus bebes.
En el escenario montado al aire libre las clases de cocina son permanentes, mientras otras personas optan por comprarse libros gastronómicos, ropa afín o elementos para barman.
En el recorrido es fácil charlar con chefs reconocidos por su cocina y por sus programas de televisión. Son los impulsores de "Masticar" reunidos en ACELGA (Asociación de Cocineros y Empresarios Argentinos Ligados a la Gastronomía Argentina) que iniciaron la feria en el 2012.
Dentro del predio no circula dinero: hay que ir a los distintos puestos donde, en efectivo o con tarjeta, se compran los billetes "Masticar". Los que no se utilizan, se devuelven en efectivo al retirarse.
De 12 a 22, hasta el domingo, es posible vivir una experiencia distinta donde, como buena costumbre argentina, la comida y la bebida son una excelente excusa para el encuentro y el reconocimiento.
Link a la nota: http://www.telam.com.ar/notas/201605/146270-feria-masticar-ciudad-buenos-aires-gastronomia.html
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