Parrillas sin fuego: en lo que va de la cuarentena, el precio del asado cayó hasta un 25 por ciento
El impacto del menor consumo hizo que el tradicional corte alcanzara un valor de $300 el kilo. Lo mismo sucede con las achuras
El aislamiento obligatorio para prevenir el coronavirus modificó el consumo de carne vacuna, con una menor demanda de asado y hamburguesas, e incremento de las ventas de carne para guisos, y milanesas, entre otros cortes. Una situación que se tradujo en los precios en góndolas y los mostradores de las carnicerías, ya que el valor de los cortes para la parrilla, cotizan a la baja mientras que el resto se mantienen. En línea con la tónica de estabilidad que se observa al pie de los corrales del Mercado de Hacienda de Liniers.
Sergio Pedace, integrante de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (Camya), explicó a Infobae que con la reclusión de la población en sus hogares “las carnicerías están muy tranquilas, fundamentalmente por el cierre del mes y el impacto que esto tiene sobre los bolsillos de los consumidores, y también por el nutrido ingreso de hacienda al Mercado de Liniers en la última semana, que concentró la hacienda que habitualmente se remata en las ferias presenciales del Interior del país".
“El incremento –dijo Pedace– en los ingresos de hacienda bajaron los precios en Liniers, pero esto no se tradujo en una baja en las carnicerías. Allí lo único que puede bajar es el asado, es decir la carne con hueso, y el matambre para la parrilla. Los frigoríficos, al no poder vender bien el cuero y las achuras que bajaron, cobran un recupero al sector matarife para poder faenar y cubrir gastos. Aunque baje el valor de la hacienda, el futuro lo observamos complicado porque la exportación no tiene precio para Europa ni para Estados Unidos, y la carne de novillo está quedando en el mercado interno abaratando algunos cortes”.
Actualmente, con destino externo, solo se está moviendo un poco la preparación de los envíos para cubrir la demanda de carne bovina que realiza China tras poner límite a la pandemia. Esto hizo que trepara solo el valor del ternero especial, por su carne más apreciada, aunque los cortes parrilleros, así como las achuras, registraron una tónica bajista. En el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense, pueden verse precios en las carnicerías que rondan los $ 360 a $ 400 para el kilo de milanesa de nalga o cuadril, de $300 a $360 para la paleta, de $280 a $320 el rosbif, y de $ 250 a $ 300 para los bifes.
En el caso del asado, típica comida del fin de semana que llegó a pagarse $ 400 por kilo a comienzos de marzo, hoy cuenta con un valor de entre $ 280 a $ 340 dependiendo de cada barrio y carnicería, y reflejando una caída del 25% en lo que va de la cuarentena.
Hacienda
En el arranque de la cuarentena en las carnicerías y en las góndolas se registró un fuerte ajuste en los valores de la carne. Hecho que motivó la intervención de la Secretaría de Comercio Interior para controlar y que seriamente objetado por ganaderos y frigoríficos, desde donde se consideró que la performance que mostraron los valores de la hacienda no justificaron las subas excesivas producidas en el sector minorista.
La pasada semana en el Mercado de Liniers ingresaron en pocos días cerca de 30 mil vacunos disponibles para abastecer a la cadena comercial. Con este ingreso los precios mayoristas cayeron en promedio un 3%. Esta semana, aunque con las últimas lluvias que dificultan el retiro y transporte de los bovinos desde los establecimientos rurales, se podría asumir una tónica estable para los valores de la hacienda, aunque todo va a depender en definitiva del número total de ingresos a los corrales ubicados en el barrio porteño de Mataderos. La semana arrancó con el arribo de 5.000 cabezas.
Fernando Maqueda, de la firma consignataria Jorge Aguirre Urreta, explicó a este medio que “es difícil determinar que sucederá con el clima ya en otoño y por ende en el número de ingresos vacunos al mercado. Si se concreta la apertura de las ferias en el interior, se podría descomprimir la oferta ganadera y los frigoríficos trabajarían con mayor tranquilidad. En febrero, las subas en la hacienda fue de entre el 5 al 7%, por lo que el valor del ganado no subió en la proporción que registró el precio de la carne vacuna en el mostrador. En el último mes, los valores están sensibles al número de entradas, pero hoy los valores están más o menos estables, y no hay grandes modificaciones”, aseguró.
No hay comentarios:
Publicar un comentario