miércoles, 12 de febrero de 2020

Clarín - Ciudades - Desde hacer tortas hasta arreglar computadoras, una ley permite legalizar los talleres hogareños

Desde hacer tortas hasta arreglar computadoras, una ley permite legalizar los talleres hogareños

Rige para la Ciudad y ofrece un marco legal para los cuentapropistas que producen bienes o servicios en su casa.


Hacer tortas o viandas por encargo. Armar cajas de cartón. Realizar arreglos de ropa o diseñarla. Reparar computadoras. Muchos emprendimientos empiezan y se desarrollan en domicilios particulares, generalmente de una manera informal. Pero ahora una nueva norma de la Ciudad busca habilitarlos como "talleres industriales residenciales", para que puedan producir bienes o prestar servicios legalmente.
La ley, que surgió de un proyecto presentado por el diputado de la Ciudad Sergio Abrevaya (GEN), fue sancionada en diciembre. Define como taller industrial residencial a aquel en el que se desarrollan actividades "con un proceso productivo que culmina con un producto de utilidad final destinado a un mercado específico". Puede ser un ciclo completo o formar parte de una cadena de producción desarrollada por otra persona física o jurídica.
La norma enumera que las industrias que se pueden desarrollar en estos talleres residenciales son: corte y confección; manufactura de alimentos; software; packaging de papel, cartón u otros materiales; electrónica, juguetes y productos de plástico, y otras producciones de similares características que el Ejecutivo determine a través de decretos.
La producción de tortas está incluida en la ley que regula los talleres industriales residenciales. Foto de archivo.
La producción de tortas está incluida en la ley que regula los talleres industriales residenciales. Foto de archivo.
También están incluidos en esta categoría los instaladores y reparadores a domicilio como electricistas, plomeros, gasistas, instaladores de revestimientos, calefactores o aire acondicionado y especialistas en equipos informáticos.
Diferenciando a este tipo de talleres y emprendimientos de los de mayor escala, la ley otorga una serie de facilidades para alentar su legalización y, también, su blanqueo impositivo. Así, determina que podrán ser emplazados en toda la Ciudad de Buenos Aires, en espacios que cumplan con las condiciones que determina el Código de Edificación.
"La inestabilidad económica de la Argentina hace imposible que un emprendimiento en sus comienzos, y aún avanzado en su propio desarrollo, logre la capacidad económica para enfrentar las distintas regulaciones sobre las locaciones donde se desarrollan sus tareas", se explica en los fundamentos del proyecto aprobado, donde se menciona que en la Ciudad hay alrededor de 114.000 cuentapropistas informales. También se subraya que con esta ley los pequeños empresarios podrán regularizar su situación.
Un taller de carpintería. Foto de archivo.
Un taller de carpintería. Foto de archivo.
El taller industrial residencial deberá cumplir ciertos requisitos. Uno de ellos será funcionar en la vivienda del titular de la habilitación, en uno o más locales que no superen los 50 m2 de superficie ni el 50% del espacio total de la vivienda. Podrán trabajar hasta cuatro personas. Si el proceso productivo requiere algún tipo de máquina, se podrán instalar hasta ocho, siempre y cuando entre todas no consuman más de 13.000 Kw de electricidad por año.
Además, el taller deberá cumplir con las medidas de seguridad contra incendios previstas en el Código de Edificación. Y su titular deberá inscribirse en el Monotributo de la AFIP y en el Régimen Simplificado de la AGIP.
Si no reúnen todos los requisitos, los titulares de los talleres industriales residenciales se podrán inscribir en un plan de adecuación edilicia y recibirán asesoramiento técnico de la Subsecretaría de Micro, Pequeña y Mediana Empresa y de la Agencia Gubernamental de control (AGC) para realizar las adaptaciones necesarias. Esas adecuaciones deberán realizarse en un plazo máximo y no prorrogable de un año.
La preparación de viandas es otro emprendimiento que se suele desarrollar en domicilios privados. Foto de archivo.
La preparación de viandas es otro emprendimiento que se suele desarrollar en domicilios privados. Foto de archivo.
"La ley da un marco para legalizar el domicilio como espacio para producir bienes y servicios -explica Abrevaya-. Mucho se ha hablado de las empresas de garage, pero para que sean legales primero hay que poder habilitar el garage. La nueva norma permitirá que si alguien sabe hacer tortas y las quiere hacer en forma comercial y venderlas en las confiterías de su barrio barrio, lo podrá hacer habilitando su cocina y teniendo las normas de higiene correspondientes para que todos se sientan seguros".
El legislador menciona otras actividades que pueden desarrollarse en el domicilio, como reparar computadoras o teléfonos celulares, coser ropa a medida, hornear galletitas personalizadas o tener una tapicería o un taller de carteras.

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