Reinas de la parrilla: los secretos de las chicas para hacer el mejor asado
Eliana Montero, Sabrina Medina y Analía Santa Cruz son amigas y ganaron el primer Torneo Nacional de Asadoras.
“El secreto para hacer el mejor asado es el fuego: se tiene que calentar toda la parrilla y las brasas siempre deben rodear a la carne. Primero se sella bien la pieza. Una vez que está, ahí se sala y se le puede poner limón, romero, chimichurri, lo que quieras”, cuentan las vecinas de Hurlingham y flamantes ganadoras del Primer Torneo Nacional de Asadoras Argentinas, que se realizó en la Plaza Grigera de Lomas de Zamora.
Analía Santa Cruz, Eliana Montero y Sabrina Medina se llevaron la copa por haber hecho los mejores platos de la competencia. “Fuimos a divertirnos, a jugar y no estábamos enfocadas en ganar, ni lo pensamos”, confiesa Eli, quien se encargó de la cocción de los vegetales.
Los cortes evaluados por los jurados fueron pollo, vacío, bondiola y tira de asado. Además, debían presentarlos acompañados de una guarnición. Ellas eligieron que fuera caliente porque -según Ana, quien estuvo al mando de la parrilla- “es todo a las brasas”.
“El secreto para hacer el mejor asado es el fuego: se tiene que calentar toda la parrilla y las brasas siempre deben rodear a la carne", dicen.
Las chicas querían que sus platos representaran algo. El elegido fue el pollo con un mbejú mixto, una comida característica del Litoral argentino que lleva agua, harina de mandioca y sal. “Cuando hacés mbejú entendés la pobreza que se vivencia en esa zona”, afirma Sabrina, la capitana del equipo, que además es instructora de yoga.
Las Domadoras del fuego en acción, en la competencia en Lomas de Zamora.
Asimismo, “Las Domadoras del Fuego” optaron por destacarse y ser innovadoras. Por ejemplo, a la tira de asado la sirvieron con una ensalada clásica de papas, zanahoria y huevo pero en forma de sushi. “Salir de los esquemas es lo que te lleva a mejorar, por eso ¿por qué no meter sushi en un asado?”, sonríe la jefa del grupo.
Las asadoras revelan que jugaron bastante con el humo. “Ahumar cambia el sabor, sumarle pedacitos de rama de laurel abajo con el fuego ayuda mucho”, dicen. Y agregan: “El punto justo es el que a uno le gusta”.
Otro de los secretos que las ayudó a calmar sus nervios fue meditar. Entre risas cuentan que -por momentos- paraban a relajarse y reordenar el caos. También se ponían juntas enfrente de la parrilla para “tirar buenas vibras”.
“El punto justo es el que a uno le gusta”, dicen Analía, Sabrina y Eliana.
Orgullosas de sus presentaciones en el torneo, destacan que quieren la igualdad en la sociedad y que ellas ya se hicieron un espacio en el ámbito parrillero. Ahora, son los hombres quienes les preguntan cómo hacer un buen asado.
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