martes, 24 de septiembre de 2019

Clarín - Sociedad - El año de Mauro Colagreco: ahora los chefs franceses lo eligieron como el mejor

El año de Mauro Colagreco: ahora los chefs franceses lo eligieron como el mejor

El argentino, que ya obtuvo la tercera estrella Michelin y el primer puesto del 50 Best, ganó el Trofeos de Le Chef 2019.


En una entrevista en la redacción de Clarín hace dos años, cuando su restaurante Mirazur había sido elegido el cuarto mejor del mundo, Mauro Colagreco dijo que no creía que en otro lugar del mundo “me hubiesen reconocido como fui reconocido en Francia sólo por mi trabajo”. Ahora, después de un año extraordinario en el que alcanzó todos los premios que le faltaban, el chef argentino obtuvo también ese reconocimiento formal de sus propios colegas: este lunes, la 33ª edición de los Trofeos de la revista Le Chef lo consagraron como chef del año, tras la votación de unos 6.000 pares presentes en la Guía Michelin Francia.
Mirazur, el restaurante del argentino en la Costa Azul, en el límite entre Francia e Italia, abrió en 2006 y desde entonces su ascenso fue meteórico hasta convertirse en uno de los lugares que hizo historia en la gastronomía. En enero de este año, Guía Michelin le dio su tercera estrella. Así, Colagreco se convirtió en el único chef no francés que logró obtener ese reconocimiento y entró a un Olimpo que comparte con próceres como Jöel Robuchon y Alain Ducasse.
En junio, llegó otro premio esperado. El influyente ranking The World’s 50 Best llevó a Mirazur al primer puesto, que ostentará por este año para luego ingresar al club Best of the Best donde están los siete restaurantes que alguna vez fueron elegido el mejor del mundo (como Noma o El Celler de Can Roca).
Con su mujer Julia, después de que su restaurante fuera elegido el mejor del mundo en junio. (AFP)
Con su mujer Julia, después de que su restaurante fuera elegido el mejor del mundo en junio. (AFP)
La lista de reconocimientos que ha recibido el argentino es extensa. A sólo seis meses de haber abierto Mirazur --un restaurante en una ubicación privilegiada con vista al mar, pero alejado del circuito gastronómico francés--, la guía Gault Millau lo había señalado como revelación del año y en 2009 lo premió como mejor cocinero del año, distinción que recibió por primera vez un extranjero. Los galardones no sólo le llegaron del mundo de la cocina.
El propio estado francés le entregó dos de sus insignias por el aporte que ha hecho a la gastronomía del país: recibió la Orden Nacional del Mérito y es Caballero del Orden de Artes y Letras. Además, el municipio de Menton, donde está Mirazur, lo nombró ciudadano ilustre. Y el gobierno argentino también lo distinguió: en junio le otorgó el diploma de reconocimiento Argentinos en el Mundo.
Colagreco con el ex presidente francés Hollande y su mujer, en una cena la semana pasad. (Noël Smart)
Colagreco con el ex presidente francés Hollande y su mujer, en una cena la semana pasad. (Noël Smart)
“Llegué a Francia sin conocer a nadie, no me han regalado nada, pero han sabido reconocerlo”, le dijo Colagreco a este diario en esa entrevista de 2017. El argentino --que nació en La Plata, jugó al rugby y estudió Ciencias Económicas antes de dedicarse a la cocina-- emigró en 2000 a Francia. Allí siguió su formación, fue creciendo y trabajó con grandes referentes como Ducasse, Bernard Loiseau y Alain Passard.
Con sus colegas franceses, tras obtener la tercera estrella Michelin. (AP)
Con sus colegas franceses, tras obtener la tercera estrella Michelin. (AP)
Hoy, además de reconocido chef, Colagreco es un empresario gastronómico. Es propietario de la brasserie Grand Coeur en París, las hamburgueserías Carne en Buenos Aires, el restaurante Azur en Beijing y está próximo a abrir un nuevo emprendimiento en Palm Beach, Estados Unidos.
En Mirazur, a pesar del boom de reservas posterior al 50 Best, seguirá manteniendo sus exclusivas 12 mesas y cerrando los lunes, los martes y los miércoles al mediodía. En el restaurante hace una cocina de autor, afincada en su origen italiano, sus raíces argentinas y su actualidad francesa. Trabaja sólo con productores locales y con los vegetales de su propia huerta. Su próximo reto, según le contó a la agencia AFP, es la panificación: “Compramos un horno de 1906, de leña, y haremos nuestras harinas con variedades antiguas de trigo”.

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