Pese a las temperaturas bajo cero, el helado es una pasión en Moscú
Un recorrido por el mercado navideño que funciona hasta fines de febrero, el centro comecial GUM y las costumbres de los moscovitas.
Tomando helados en el GUM, desde 50 rublos (unos 90 centavos de dólar) / PB/Viajes
Moscú en invierno es una delicia de colores sobre la nieve. La decoración de Navidad sigue adornando todas las calles de la capital de Rusia hasta la fiesta de fin del invierno (a fines de febrero), con centenares de luces por las calles céntricas y atractivos que no se detienen con la nieve y el frío, que congela buena parte del río Moscú.
En la Plaza Roja, por ejemplo, hay una pista de patinaje sobre hielo –al aire libre, claro, porque la temperatura está entre 4 y 10 grados bajo cero- y un mercado navideño al mejor estilo europeo.
Aquí se consigue todo tipo de artesanías y souvenires y también hay juegos para niños y comidas rápidas como hot dogs, salchichas grilladas y el tradicional vino caliente de los mercados europeos, además de árboles de Navidad, juguetes, pastelería francesa y más.
GUM es un elegante centro comercial frente a los muros del Kremlin (PB/Viajes)
Allí, a un costado de la icónica basílica de San Basilio, está el GUM, un enorme y elegante centro comercial ubicado justo frente a los muros del Kremlin y el Mausoleo donde se conserva, embalsamado, el cuerpo de Lenin.
Cola para pedir helado en el GUM / PB/Viajes
Entre tiendas de las marcas más exclusivas y bajo la cúpula vidriada del maravilloso edificio que combina elementos de la arquitectura medieval rusa con la llamada arquitectura trapezoidal, los rusos toman montones de helados.
Sí, aunque parezca mentira, en pleno invierno, con temperaturas bajo cero y nieve hasta para regalar, los rusos aman los helados.
Los helados cuestan desde desde 50 rublos (unos 90 centavos de dólar/ PB/Viajes
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