Del pan dulce al huevo de chocolate: las monjas reposteras que se volvieron sensación
Producen artesanalmente en un convento de clausura. Y sus productos son un hit de la gastronomía porteña para Pascuas y Navidad.
Desde un convento de clausura en Victoria, un grupo de monjas se convirtió en una sensación de la gastronomía local. Son las religiosas de la Abadía de Santa Escolástica, que para cada Navidad producen artesanalmente un pan dulce que se metió entre los más recomendados y buscados de los que se venden en Buenos Aires. Ahora, las religiosas van por más y quieren sumar nuevos hits a su oferta dulce.
“Pascua es la fiesta más importante de los cristianos. Es el misterio central de nuestra fe. Toda nuestra vida vivimos en función de la Pascua. Estos días nos preparamos especialmente desde la oración y la celebración litúrgica. Como vivimos del trabajo de nuestras manos, tratamos de hacer llegar el mensaje espiritual no sólo con la oración sino también a través de las cosas que hacemos”, cuenta vía mail la hermana Mercedes, una de las religiosas.
Se levantan a las 4 y media de la mañana, desayunan y rezan hasta el horario de misa, que es a las 8. Después, cada monja se va a su tarea. Hay distintos talleres: encuadernación, arte, imprenta, ornamentos litúrgicos, hostias y el de repostería, el más famoso. En él trabajan 12 religiosas.
En estos días “la producción se acrecienta de manera inconmensurable”, dice Mercedes. Esa producción la dominan ahora los huevos y las roscas. “No hay un huevo igual a otro. Cada uno lleva horas de elaboración. Los hay de todos los tamaños y de distinta calidad: de chocolate nacional y de chocolate belga; huevos macizos y huevos rellenos; minis y gigantes; de chocolate blanco, de chocolate amargo y de chocolate con leche”, describe la religiosa. Los precios varían según los tamaños y el tipo de chocolate: hay desde $ 30 hasta $ 780.
Todos los productos los venden en su local de Pasaje Libertad (Libertad 1240) y en la Abadía (Martín Rodríguez 547, Victoria), donde esta Semana Santa abrirán Jueves y Sábado Santo.
“Otro producto que nos sacan literalmente de las manos son las tradicionales roscas de Pascua”, sigue Mercedes. Ofrecen cinco variedades, a entre $ 170 y $ 230: rellenas de pastelera, de pastelera y dulce de leche, de pastelera y mazapán, de chocolate y mazapán, y de chocolate, nueces y naranja. “Y este año la gran novedad son las galletitas de Pascua bellamente decoradas. Vienen de todas partes a buscarlas. Dicen que las llevan porque no las encuentran en ningún otro lado. Son verdaderos cuadros de arte”, afirma la monja.
Al igual que con el pan dulce, las religiosas no revelan sus fórmulas, pero insisten en que el secreto es el mismo: ingredientes de calidad y el amor de su trabajo. “Queremos que a todo aquel que le llegue un producto de las monjas reciba a través de lo material la bondad y la belleza del amor de Dios. Que nuestros trabajos puedan elevar el alma. Creemos que esta es la causa por los que son tan codiciados los productos de las monjas”, concluye la hermana Mercedes.
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