Cadus, la expansión de un clásico
Luego de 20 años como etiqueta ícono de Nieto Senetiner, forma una bodega propia en Gualtallary, Vale del Uco, y lanza nuevos vinos en la línea Appellation.
Era natural que, al cabo de dos décadas como etiqueta de alta gama de la bodega Nieto Senetiner, Cadus consiguiera su lugar definido: ahora se llama Cadus Wines y forma una bodega pequeña en Gualtallary, Valle de Uco. Como tal, tiene enólogo propio –Santiago Mayorga Boaknin– y opera en plena ley como bodega independiente. Tanto es así, que ahora apuesta a su propia vía con una gama de varietales nuevos: la línea Appellation. ¿Su objetivo? Ofrecer el sabor de cada región en la que tengan viñedos empleando la mejor variedad en cada caso.
Por el momento larga con tres. Cadus Appellation Malbec (2013, $350), perfecto para la variedad y Gualtallary, con un perfil aromático frutal y al mismo tiempo maduro, con trazos herbales y una boca jugosa y fresca, tocada por taninos de tiza y elevada intensidad de sabor. Cadus Appellation Cabernet Sauvignon (2014, $350), elaborado con uvas de Agrelo, también típico para la región, con recuerdo de cassis y hierbas, pero sobre todo con una boca de taninos firmes y finos, en donde la madera emerge al final de la boca. Y un Cadus Appellation Charddonnay (2014, $300), con materia prima de Uco, que ofrece una aromática frutal y floral, y una bien lograda crianza en roble, compensada en paladar con untuosidad y elevada frescura. Pero habrá más. De hecho, ya probamos un Petit Verdot en la misma línea que aún no tiene comercialización.
En todo caso, completan el mundo Cadus los tintos que ya conocíamos. Cadus Malbec Blend de Alturas (2013, $500), que emplea uvas de Agrelo y Uco, por lo que resulta bien expresivo en aromas frutales y de complexión firme. Por otro, los Cadus Single Vineyard Las Torcazas (2013, $850) y Las Tortugas (2013, $850), ambos de Agrelo aunque claramente de distintas fincas, que ofrecen el perfil que le dio fama a la marca: tintos profundos, de potente intensidad y sabor, maduros, con taninos pulidos y largos de paladar.
SANTIAGO MAYORGAHijo de una leyenda de la agronomía, Santiago Mayorga Boaknin es un joven y talentoso ingeniero agrónomo devenido en enólogo en la práctica de la profesión. Comenzó bajo el ala de Roberto de la Mota, donde se desarrolló como segundo de a bordo en Mendel. Ahora, sin embargo, se encarga de Cadus en toda su extensión, y colabora con el equipo del enólogo Roberto González, también otra leyenda dentro de Cadus, ya que fue uno de los fundadores de la marca hace más de veinte años con el ingeniero Thomas Hughes.
CADUS DE MEMORIACuando, en la década de 1990, las bodegas comenzaron a explorar un nuevo estilo de vinos de cara a la exportación, fueron creadas algunas de las marcas que dieron pie a la década siguiente. Cadus fue una de ellas. Nació en 1997 de la mano de un primer Syrah de alta gama que formó paladares. Seguirían otros emblemáticos, como Malbec y Cabernet Sauvignon, pero especialmente Bonarda, que fue un ícono díscolo de edición limitada hasta que entró en el Olimpo de los Cadus. Hoy, forma un nuevo mundo de etiquetas independientes con base en Uco.
Por el momento larga con tres. Cadus Appellation Malbec (2013, $350), perfecto para la variedad y Gualtallary, con un perfil aromático frutal y al mismo tiempo maduro, con trazos herbales y una boca jugosa y fresca, tocada por taninos de tiza y elevada intensidad de sabor. Cadus Appellation Cabernet Sauvignon (2014, $350), elaborado con uvas de Agrelo, también típico para la región, con recuerdo de cassis y hierbas, pero sobre todo con una boca de taninos firmes y finos, en donde la madera emerge al final de la boca. Y un Cadus Appellation Charddonnay (2014, $300), con materia prima de Uco, que ofrece una aromática frutal y floral, y una bien lograda crianza en roble, compensada en paladar con untuosidad y elevada frescura. Pero habrá más. De hecho, ya probamos un Petit Verdot en la misma línea que aún no tiene comercialización.
En todo caso, completan el mundo Cadus los tintos que ya conocíamos. Cadus Malbec Blend de Alturas (2013, $500), que emplea uvas de Agrelo y Uco, por lo que resulta bien expresivo en aromas frutales y de complexión firme. Por otro, los Cadus Single Vineyard Las Torcazas (2013, $850) y Las Tortugas (2013, $850), ambos de Agrelo aunque claramente de distintas fincas, que ofrecen el perfil que le dio fama a la marca: tintos profundos, de potente intensidad y sabor, maduros, con taninos pulidos y largos de paladar.
SANTIAGO MAYORGAHijo de una leyenda de la agronomía, Santiago Mayorga Boaknin es un joven y talentoso ingeniero agrónomo devenido en enólogo en la práctica de la profesión. Comenzó bajo el ala de Roberto de la Mota, donde se desarrolló como segundo de a bordo en Mendel. Ahora, sin embargo, se encarga de Cadus en toda su extensión, y colabora con el equipo del enólogo Roberto González, también otra leyenda dentro de Cadus, ya que fue uno de los fundadores de la marca hace más de veinte años con el ingeniero Thomas Hughes.
CADUS DE MEMORIACuando, en la década de 1990, las bodegas comenzaron a explorar un nuevo estilo de vinos de cara a la exportación, fueron creadas algunas de las marcas que dieron pie a la década siguiente. Cadus fue una de ellas. Nació en 1997 de la mano de un primer Syrah de alta gama que formó paladares. Seguirían otros emblemáticos, como Malbec y Cabernet Sauvignon, pero especialmente Bonarda, que fue un ícono díscolo de edición limitada hasta que entró en el Olimpo de los Cadus. Hoy, forma un nuevo mundo de etiquetas independientes con base en Uco.
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