Salgamos a comer afuera: restaurantes con patio
Si tus aspiraciones gastronómicas no tienen techo, te ofrecermos los cinco espacios con mejores patios de la ciudad.
Los patios suelen asociarse a la infancia y a la libertad. Pero en estos tiempos también hay que vincularlos a la gastronomía. Es que en el verano nos tomamos muy en serio eso de salir a comer “afuera”. Y cuando decimos “afuera” es afuera, sin comillas. No son los únicos claro. Restaurantes con patios hay muchos, pero estos que elegimos, cada uno en su estilo, tienen un encanto especial...
Su impronta brasileña queda de manifiesto en el mural que muestra una imponente postal de Copacabana, ese ícono carioca.
Boteco
Boteco do Brasil (Honduras 5774, Palermo) es una cantina con toda la impronta brasilera. Esta antigua casona ubicada en el corazón de Palermo Hollywood cuenta con un salón cubierto, una galería y un divino jardín con mesas y sillones bajos que invitan a tomar una caipirinha o comer la típica feijoada, aún con los calores reinantes, ¿por qué no? “En verano hay que estar afuera. Me gusta salir con amigos, tomar un trago, escuchar bueno música y picar algo. Es una salida completa”, dice Alejandro, 35 años, de Villa Crespo. Para quienes prefieran picar algo hay salgadinhos como coxinha o empadinha de camarón con Guaraná, entre otras cosas. Siempre con música temática de fondo, pero elegida por los clientes. Y por supuesto, en este boliche no puede faltar la samba. Los domingos a partir de las 17 se larga la “roda de samba” con Renato dos Santos.
El lugar luce con orgullo un patio florido, con guirnaldas, faroles, sillones de jardín y hasta una pajarera que irradia magia.
La Apasionada Almacén
La Apasionada Almacén (Ayacucho 1383, Florida) se destaca por su estética vintage y buena gastronomía. Latas viejas de galletitas, mesas comunales (para trabajar o para grandes grupos), sillas restauradas y veladores antiguos decoran el salón, pero al fondo hay una sorpresa. Un patiecito con guirnaldas, faroles, sillas bien antiguas y hasta una pajarera. Un lugar muy ameno para disfrutar desayunos, brunch, almuerzos, meriendas y cenas. La carta es amplia, destacándose los sándwiches - en pan bagel o de molde- y la pastelería de Próspero Velazco. El plato estrella es el Marroquí: pollo pastoril con verduras grilladas, crema y curry acompañado con trigo burgol. Si se va en bici te recompensan con un 15 por ciento de descuento en desayunos y meriendas, y ofrecen un 10 por ciento para quienes lleven su recipiente hermético y elijan la opción take away.
En esta casona de 1890, a metros de Santa Fe y Callao, se impone una fuente de marmol. Ex sede de la UCA antes de mudarse a Puerto Madero. Foto Diego Díaz
Como en casa
Como en casa (Riobamba 1239, Recoleta), una empresa familiar con 37 años de experiencia haciendo tortas, tiene su oasis propio en medio de la City porteña. A sólo una cuadra de Santa Fe y Callao, en una casona de 1890, existe un gran patio con una hermosa fuente de mármol y abundante vegetación. Esta casona funcionó antiguamente como pensionado universitario y en 1956 se fundó la Universidad Católica Argentina (UCA). En ese mismo patio en el que podés comer variedad de ensaladas con refinados ingredientes, bruschettas, sándwiches, tortas caseras –las más pedidas son el cheesecake con frutos rojos, el lemon pie, rogel y torta africana- platos lights o contundentes pastas, cuentan que estuvo sentado el Papa Pio X, a la sombra de centenario árbol.
Típica casona antigua de Villa Crespo, su patio retro-cool, invadido de plantas y flores, invita a la charla relajada con amigos.
Malvón
Es un restaurant al viejo estilo porteño ubicado en una casona antigua (Serrano 789, Villa Crespo). Un amplio patio -toda una seña de identidad típica del barrio en definitiva) crea un ambiente retro-cool para disfrutar de la buena cocina como en casa. También hay una mesa de club de cemento y cerámica partida y una antigua pérgola totalmente restaurada. Café, cocktails, pastelería y panes caseros se pueden degustar en un ambiente relajado, con espacios eclécticos. La oferta de panadería y pastelería es muy amplia, ofrece opciones clásicas y algunos especiales como cornbread (pan de maíz), carrot cake (torta de zanahoria), English muffin (pan redondo) y Shortcake (pequeño pastel dulce del Reino Unido). “Nosotros vivimos en un departamento y amamos el verde. Así que aunque haga mil grados preferimos el patio. Debajo de un árbol o protegidos por una sombrilla se respira otro aire”, dice Claudia, habitué y vecina, porque es del barrio.
Dos grandes patios integrados se convierten en el escenario ideal para que suenen guitarreadas y marchen unas ricas empanadas.
Pulpería Quilapán
Quilapán (Defensa 1344, San Telmo) tiene dos grandes patios. Un viejo aljibe sobrevive, al igual que los soldaditos de plomo que hoy lucen como decoración en las paredes de la pulpería. En una especie de pecera, mientras esperan criar sus propias truchas, se encuentran las esculturas de Juan Domingo Perón y de un imaginario Martín Fierro. “La gente se toma una cervecita y pasa horas en los patios escuchando música y disfrutando del aire libre. Llegan y no se quieren ir”, cuenta Virginia, la encargada. Suena folclore, tango y un DJ pasa discos en vinilo los sábados de 16 a 20. La filosofía de la casa es “comida argentina para los argentinos”: picadas, parrilla, guisos, milanesa y pastas. Los domingos esperan a los comensales con costillar asado y, cuando se prende el horno de barro, un cordero im-per-di-ble.
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