Cinco viñedos en lugares inesperados
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Pierre Dumas
DOMINGO 03 DE JULIO DE 2016
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1- Francia. Cultivos en París
Francia es la tierra del mayor viñedo de una sola cepa (el de Cognac, plantado casi exclusivamente con uva ugni-blanc). Es también el país donde se produce el vino más caro (unas botellas de la bodega de Borgoña Romanée-Conti alcanzaron este año precios superiores a los US$ 13.000). Los viñedos franceses ostentan muchos otros récords; algunos más bien inesperados. Es así que en Montmartre, en pleno corazón de París está el viñedo urbano más famoso del mundo. No es el único ya que hay otros, por ejemplo en Viena, en Venecia o en San Francisco. Sobre apenas 1500 m2 subsisten cepas de Gamey, de Pinot, de Sauvignon y de Riesling: recuerdos de las plantaciones que cubrían toda la colina todavía en el siglo XVI. Este Clos de Montmartre produce unas 2000 botellas al año, luego de una vendimia y de un proceso de vinificación que pone a contribución muchos vecinos benévolos. La oficina de turismo del barrio organiza visitas guiadas todo el año, que se terminan -como se debe- con una degustación. Hay otro viñedo en París, en el Parque Georges Brassens. Es mucho más chico y produce solamente unas 300 botellas al año luego de vendimias en las que participan los alumnos de las escuelas del barrio.
2 Dinamarca. Un vino para los vikingos
En la Argentina se empezaron a cultivar vides y producir vinos fuera de la Cordillera. Por ejemplo en Entre Ríos y en Sierra de la Ventana. Lo mismo sucede en otras regiones del mundo. Los viñedos ganan terrenos y acumulan nuevos terroirs. Un clima templado, un terreno adecuado y mucho sol ya no son las únicas condiciones necesarias para cultivar cepas de vid. Es lo que demuestran por lo menos algunos daneses que se han lanzado en 2000 a la viticultura. Se acordaron que su país ya había producido vino durante la Edad Media. Este renuevo es por ahora confidencial: unas cien hectáreas sobre las cuales unos 1500 pequeños productores totalizan 75.000 litros cada año. Están concentrados en el Jutland y los principales cepajes son el merlot, el ortega y el rondo. ¿Esta pequeña producción se volverá tan prestigiosa como la gastronomía danesa, una de las más premiadas del mundo? Existe otro viñedo comercial en Escandinavia, más septentrional todavía, en la región noruega del Telemark, a 59 grados de latitud norte.
3 España. Vides sobre la luna
Cada vez que se habla de un viñedo extremo o fuera de toda convención, se nombra aquel que está sobre la isla de Lanzarote, en las islas Canarias. Se encuentra en medio de un desierto de lava y de cenizas volcánicas al pie de las Montañas de Fuego en el Parque Nacional Timanfaya. Si no fuese por el cielo azul y el verde de las hojas, el paisaje daría la impresión de que un pedazo de luna cayó sobre la Tierra. Es así desde la última gran erupción en 1730. Para que sus plantas sobrevivan a los vientos, la falta de agua y la sobre exposición al sol, los viticultores cavan pozos de hasta tres metros, protegidos por pequeñas paredes de bloques de lava. El Neguev, en Israel, es otro desierto con condiciones extremas donde se produce vino.
4 Salta. El más alto del mundo
Un grupo francés se ha lanzado al cultivo de uvas hace poco en el macizo del Himalaya, a unos 2500 metros sobre el nivel del mar. Sus vinos no serán los más altos del mundo. Este título lo tiene la Bodega Colomé, instalada en la Cordillera, en Salta. El empresario suizo Donald Hess produce vinos en varios países del mundo y posee dos bodegas en la provincia del NOA. Su vino Altura Máxima es el que se considera como el más alto del mundo. Es producido a partir de uvas cultivadas a 3100 metros de altura, cerca del pueblito de Colomé. Las vides son vigiladas por grandes cardones, en un paisaje más mineral que vegetal. La altura compensa el calor que hace en los valles a esa latitud, cerca del trópico. Las vides fueron plantadas en 2007 y los vinos -más allá de la curiosidad geográfica- se ubican entre los de más alta gama del país.
5 Polinesia. Vendimia todo el año
Muchos otros viñedos merecen una visita. Por ejemplo: en Turquía está el más antiguo (tiene unos 4000 años) mientras que en Italia el de Cinque Terre ha sido clasificado por la Unesco, al igual que el del Lavaux, Suiza. Se puede mencionar el flamante viñedo de Etiopía, nuevo país integrado a la gran familia de los productores desde que el Grupo Castel plantó allí 125 hectáreas. ¿Y qué decir de Tahiti, el destino turístico por excelencia? Allá también se puede visitar una bodega. La ausencia de temporada fría hace que las vides produzcan uvas en continuo. Se hacen 2 o 3 vendimias por año y las plantas se agotan muy rápidamente. Los Vins de Tahiti existen desde el 2002 y se pueden degustar bajo los cocoteros, frente a las playas.
Link a la nota: http://www.lanacion.com.ar/1914178-cinco-vinedos-en-lugares-inesperados
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