lunes, 6 de abril de 2020

Clarín - Zonales - Coronavirus en Argentina: la dueña de una fábrica de pastas que regala viandas a médicos y policías

Coronavirus en Argentina: la dueña de una fábrica de pastas que regala viandas a médicos y policías

Cada mediodía Marcela Almenara prepara ñoquis, ravioles y fideos. ¿Su motivación? “Compartir y ayudar con lo que tenemos”.


Marcela Almenara, una de las dueñas de una tradicional fábrica de pastas de Escobar, no lo dudó cuando empezó la cuarentena​ y se desató la crisis sanitaria por el coronavirus​: empezó a cocinar ravioles, ñoquis y fideos para regalarle a médicos, enfermeros y agentes de seguridad.

La propietaria del local Mamma Nicoletta, de 52 años, arma todos los mediodías viandas gratuitas con sus especialidades caseras para quienes trabajan en combatir la pandemia.

“No es una donación. Lo que hacemos es compartir y ayudar con lo que tenemos. Nos puso tristes ver al país tan vacío”, detalló Marcela, que dispuso cinco de sus locales para la iniciativa. Por día, cocinan, arman y entregan cerca de 200 bandejitas con pastas y salsa casera.
Los negocios por donde las pueden retirar quedan en Ingeniero Maschwitz (avenida Villanueva y La Plata; y dentro del Maschwitz Mall), Garín (Concejal Larroca 1057), Maquinista Savio (Juan XXIII y la Ruta Provincial 26) y Belén de Escobar (Doctor Travi y Colón). En caso de no tener disponibles, se los deriva a otra sucursal. "Todos se llevan una", dijo Marcela.
La idea surgió el día en que una enfermera de la Clínica San Carlos fue a comprar comida. “Me contó que estaban muy cansados por tanto trabajo. Entonces, le ofrecí que viniera con sus compañeros a comer lo que quisieran, mientras que durase la cuarentena. Así empezó a circular el boca en boca en las comisarías y centros de salud de la zona, y ahora se acercan de a dos para retirar las porciones de todos sus colegas”, detalló la vecina de Maschwitz, que está presente detrás del mostrador hace más de 20 años, pero ahora con barbijo y guantes.
"Mamma Nicoletta" abrió en Escobar en 1986, cuando el escobarense Claudio Santeusanio (51), ex marido de Marcela y también actual dueño, la fundó a sus 17 años con el nombre de su madre, “una italiana visionaria”.

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