jueves, 12 de marzo de 2020

Clarín - VIVA - Paulina Cocina y El Gordo Cocina: de instagramers a best-sellers

Paulina Cocina y El Gordo Cocina: de instagramers a best-sellers

A Paulina Roca y Víctor Manuel García los siguen cientos de miles en las redes y ahora publican sus primeros libros. Carisma, sponsors, público joven. ¿Tiemblan los chefs tradicionales?


Videos de cómo hacer papas fritas que tienen más de un millón de reproducciones, posteos en Instagram con el paso a paso de las arepas con más 15 mil “me gusta”. El fenómeno de los cocineros en las redes sociales irrumpió hace algunos años y, lejos de decaer, se afianza cada vez más. “Creo que a todos nos gusta comer rico y siento que Internet nos llevó a estar súper conectados unos con los otros. Esa onda de retomar la tradición, la comida de la abuela, hacer tu pan o tus pastas. La aparición de Instagram, la penetración del smartphone y un crecimiento muy rápido de Internet, todo se dio en un momento justo. La gente empezó a buscar referentes en otros lugares”, opina sobre el fenómeno Víctor Manuel García, conocido como El Gordo Cocina, uno de los cocineros instagramers más populares del momento, que ya cosecha casi 700 mil seguidores en su cuenta oficial.
Paulina Cocina, indiscutible pionera en la materia –tiene cerca de 2 millones de suscriptores en YouTube​ y casi roza el millón de seguidores en Instagram– cree que la clave del éxito es que Internet llegó para “democratizar” el mundillo culinario: “El mundo digital es un mundo llano. No importan los contactos, no importa si conozco al dueño de no sé dónde. Si lo que hacés no está bueno, chau. Y en mi caso, a los seguidores les salen las recetas y eso lo saben. Mi enfoque va por la idea de que no hay que ponerse a estudiar para poder mejorar la cocina hogareña de todos los días”.

El Gordo Cocina, venezolano y especialista en marketing. /Andrés D'Elia y Lucia Merle.
El Gordo Cocina, venezolano y especialista en marketing. /Andrés D'Elia y Lucia Merle.
Pero tanto El Gordo como Paulina saben que no todo pasa por la virtualidad. Por eso, ambos acaban de editar sendos libros para captar a todo ese público que no está en las redes sociales o los que sí lo están y disfrutan del fetiche del objeto. El Gordo Cocina lanzó Sabor, un volumen que reúne más de ochenta recetas fáciles con ingredientes cotidianos, mientras que Paulina editó Paulina & Compañía (su segundo libro), pensado para que los jóvenes y adolescentes den sus primeros pasos culinarios. “Yo creo que es un libro que podrían leer tranquilamente desde niños de 12 hasta jóvenes de 25 años. Son recetas para pijamadas, para la previa, y lo hice acompañada de amigos y amigas youtubers”, cuenta Paulina.
Fue en el año 2010 –casi la prehistoria, en términos de Internet– cuando Paulina G. Roca (ese es su seudónimo en las redes sociales, su nombre real muy pocos lo saben) decidió dar sus primeros pasos como “influencer de cocina”. Hacía tiempo que vivía en Barcelona haciendo un doctorado en Sociología.
Nosotros hacemos lo que nos gusta pero tenemos en cuenta recetas puntuales y específicas para gente que, por ejemplo, no consume azúcar.

El Gordo Cocina

COCINERO
“En la universidad estaba todo el tiempo rodeada de una cosa muy solemne, seria, de papers académicos. Entonces me aburrí y una mañana me levanté y filmé un video de cocina. Hice un pastel de papas. Yo siempre decía que la cocina era la única pasión estable de mi vida. Empecé a subir un video por semana a YouTube, que después publicaba en un blog”, recuerda.
El proyecto duró un año. Luego lo dejó por mucho tiempo, hasta que fue madre y decidió volver a vivir en Argentina. “Ahí lo encaré de nuevo muy profesionalmente, muy para adelante. Internet ya era otra cosa y me dediqué a full a eso.” Con 1,6 millones de suscriptores en YouTube, 2 millones de visitas mensuales en su blog y 820 mil seguidores en Instagram, actualmente Paulina dedica todo su tiempo a la cocina. Su trabajo no implica sólo largas jornadas de rodajes para elaborar sus videos semanales, sino que también invierte muchas horas en estudiar los vericuetos de Internet: cuáles son sus videos más vistos, qué gusta y qué no, cuáles son las páginas de cocina más famosas y por qué.

El segundo libro de Paulina Cocina está pensado para adolescentes. /Andrés D'Elia y Lucia Merle.
El segundo libro de Paulina Cocina está pensado para adolescentes. /Andrés D'Elia y Lucia Merle.
“Soy socióloga, sé qué preguntarle a los datos, porque el dato por sí solo no dice nada. Ahora estoy haciendo hace unos meses un estudio de nicho gigante, de más de 30 canales de cocina de YouTube. Tengo un Excel con millones de datos que guardo uno por uno. Voy mirando, comparando y tengo muchas conclusiones”, cuenta casi en éxtasis. Paulina es divertida, entusiasta y expansiva. Una auténtica socióloga cocinera; una versión geek de Doña Petrona.
-¿El trabajo con las métricas es tan importante como la cocina en sí?
-Es una parte fundamental que disfruto. Con los datos que recolecté aprendí mucho sobre en qué momento decís las cosas, qué imagen poner al principio para que la gente se quede mirando. Internet es como un bebé, es el mundo, es caos. El que ordena, gana. No es lo mismo que yo te muestre una flor, o que te diga “cuatro flores que podés poner sin que se marchiten al día siguiente”. Todo tiene que estar estructurado, tener un horario, un día de la semana.
-Tu trabajo está ligado a Internet, que es cambiante. ¿Te inquieta el futuro?
-No me inquieta el futuro, me inquieta cansarme. ¿Sabés lo que es cuando tenés una estructura armada y, por ejemplo, te cambian el algoritmo? Que vengan y te digan: ahora es diferente y los videos tienen que empezar de otra forma. No tenés la vaca atada para nada. Como la típica: “¿Te acordás de fulanito?”, eso nos va a pasar a muchos. Me puede pasar a mí o a quien sea. Me va re bien hoy, pero en cinco años puede que no.
-Muchas veces hay prejuicios con los llamados “influencers”, ¿por qué creés que pasa?
-Tiene que ver con que somos gente autogestionada que nos estamos quedando con parte de la torta, de la audiencia, de la pauta. Vos “cocinás y te filmas”, te dicen. No, hago jornadas de rodajes, trabajo muchísimo. Nadie llega a cuentas grandes, de 500 mil seguidores, sin laburo. Porque en otros medios vos podés estar acomodado, y eso en Internet nunca te va a pasar.
-Ustedes muchas veces necesitan de las marcas para poder ganar dinero. ¿Es difícil encontrar el equilibrio?
Se va aprendiendo, y aprendés diciendo que no. Si yo tuviera un programa de televisión, aparezco, vamos al corte y se ve la pausa publicitaria, que está muy diferenciada del contenido. Con nosotros muchas veces requiere una especie de compromiso. Aprendés no comprometiéndote con cosas que no te representan y también haciendo que quede claro que me están pagando o que es algo comercial. Acepto pocas cosas, las que me cierran. Además, yo tengo mi tienda online, mis libros, mis productos propios. Eso me liberó, no vivo de las marcas y tengo esa tranquilidad.

"Sabor", el primer libro de El Gordo Cocina. /Andrés D'Elia y Lucia Merle.
"Sabor", el primer libro de El Gordo Cocina. /Andrés D'Elia y Lucia Merle.
-Con esta explosión de los cocineros influencers, ¿creés que sigue habiendo un espacio para los chefs más tradicionales?
-Hay público para todo. Yo me cuelgo un montón viendo a gente que sabe mucho, que tiene un talento que yo no tengo. Pero son dos cosas separadas. Una cosa es la forma de encarar la cocina. El ser humano come y cocina desde que es ser humano, hay un abanico enorme que puede convivir perfectamente. Y otra cosa son las plataformas. El trabajo en redes sociales tiene algo de lo que nadie habla, y es que precisás tiempo y plata. No existe la historia épica de que estabas todo el día en una oficina y de repente triunfaste. Para triunfar tenés que laburar, y para laburar necesitás tiempo y plata. Muchas veces, un profesional de la gastronomía ya tiene ocupado su tiempo con un restaurante, o un programa de tele.
El rey del sabor Víctor Manuel García (El Gordo Cocina, para sus seguidores) es venezolano, pero vive en la Argentina desde hace muchos años. Nunca estudió cocina porque su familia le dijo que se iba a morir de hambre y le recomendó seguir una carrera “seria”. Fue así que se dedicó al marketing y la comunicación, ámbito en el que se desempeñó con éxito en una empresa multinacional con sede en Buenos Aires. Todo eso hasta el año 2015.
“En ese momento tenía 35 años y llegué a un momento de quiebre, no me veía en una oficina para siempre. Empecé a trabajar freelance y tenía más tiempo libre. Fue ahí que retomé mi amor por la cocina. En ese momento, la gente famosa de las redes sociales tenía su origen en la tele; todavía no se había producido ese quiebre de gente que sale de la nada y comienza a ganar notoriedad sin ser conocida de otro lado. Hasta que un día decidí abrirme una cuenta de Instagram para mostrar lo que hacía”, dice Víctor Manuel.
De a poco, algo que empezó como hobbie fue sumando cada vez más y más seguidores. Cuando llegó a los 50 mil, las marcas comenzaron a acercarse y varias propuestas tocaron su puerta.
Desde ese momento, él y su socio (Alexander Wittman) empezaron a dedicarse al proyecto a tiempo completo. Hoy, El Gordo Cocina tiene 629 mil seguidores en Instagram, lo convocaron para ser parte del staff del programa Cocineros Argentinos y acaba de editar su primer libro, Sabor.

El Gordo Cocina en acción. /Andrés D'Elia y Lucía Merle.
El Gordo Cocina en acción. /Andrés D'Elia y Lucía Merle.
-¿Cómo surgió la idea de Sabor?
-Hicimos un gran esfuerzo en entender lo que le gustaba a la gente y poder transformar eso en un libro que fuera de consulta pero frescobien simple, directo. La receta con pocos ingredientes, un paso a paso claro con detalles y tips para que te salga bien. Es un poco la lógica de la red social llevada al libro.
-¿Apunta a un público diferente que el de Instagram?
-Nuestro público es de 25 a 45 años, la edad –más o menos– de los que estamos todo el tiempo conectados en las redes. Pero hay gente mayor que necesita el libro o simplemente gente que le gusta el fetiche del objeto. Instagram particularmente no es un lugar donde puedas buscar fácilmente información. El libro permite tener la búsqueda rápida de la referencia, marcarlo, sacarle fotos a la receta, leerlo muchas veces.
Te dicen: 'vos cocinas y te filmás'. No, hago jornadas de rodaje, trabajo muchísimo. Nadie llega a 500 mil seguidores sin laburo.”

Paulina Cocina

SOCIÓLOGA Y COCINERA
-¿Qué es lo que más te piden o te escriben tus seguidores?
-Lo que más nos escriben es “qué linda esa receta”. Muchas veces me hacen consultas de cómo reemplazar aceite por manteca o harina común con harina integral. Entonces intentamos hacer recetas donde esos ingredientes puedan ser intercambiables. Y damos consejos para que, si cambiás el ingrediente, igualmente te salga bien. Nos llegan mil mensajes diarios. Tratamos de responder todo y estar al día.
-¿Notás un auge cada vez mayor de la comida sana o incluso vegana? ¿Cómo te adaptás a eso?
-Nosotros hacemos lo que a nosotros nos gusta, pero tenemos en cuenta esos perfiles con recetas puntuales y específicas. Por ejemplo, hay mucha gente que no consume azúcar, o lácteos o carbohidratos, entonces intentamos ir por ese lado, para que tengan un abanico de comidas que contemplen esas características. A veces es muy difícil, pero nosotros mismos, en esta búsqueda, hemos empezados a comer mejor. Somos responsables, en ese sentido, de mostrar que hay otra forma de comer, que no todo salga de pote o de lata.
-Empezaste a hacer viajes y combinarlo con lo culinario.
-Sí, tratamos de mostrar la gastronomía del lugar y una mirada más personal. A veces te dicen “andá allá”, pero antes queremos saber bien por qué. Nos pasó en España, cuando llegamos a la Plaza Mayor en Madrid. Nos habían recomendado el sándwich de calamar. Había varios lugares, en uno había cola de dos cuadras y los otros estaban absolutamente vacíos. Los dueños de los otros locales estaban desesperados: “No hagan caso a Internet”, nos decían. Probamos todos y nos dimos cuenta de que no había diferencia. En ese caso, era un fenómeno de las redes sociales. Recomendamos cosas para comer rico a precios accesibles.

Paulina Cocina cocina fácil, rico y barato. /Andrés D'Elía y Lucia Merle.
Paulina Cocina cocina fácil, rico y barato. /Andrés D'Elía y Lucia Merle.
-Como “cocinero instagramer”, ¿sentís que hay conflicto con los chefs más tradicionales?
-Yo creo que ahora no tanto. Al principio sí lo sentimos un montón, pero ahora no es tan así. Muchos de los cocineros tradicionales ya entendieron que lo que hacemos es bien honesto y transparente. No se trata de buscar plata o fama. Entiendo que el público se comparte y que hay lugar para todos. Una cosa no va en contra de la otra. Quizás la gente quiere de lunes a viernes comer rico y saludable en su casa y el sábado quiere salir a un restaurante gourmet. Son disfrutes y experiencias distintas.

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