Salta: empanadas, bombo y el orgullo de la tradición
La tierra norteña mostró la fuerza poética de su folclore con dos grupos en escena. Hubo concurso de repulgues, promociones y trivia con premios. Qué significa la costumbre del ramo de albahaca en la oreja.
¿Cuál es la altura sobre el nivel del mar de la ciudad de Salta? ¿Qué localidad atraviesa la Ruta del Vino? ¿Cuál es la cepa emblema del territorio? Algunas de esas preguntas en formato de trivia dieron comienzo al Día de Salta, en el marco de las jornadas dedicadas a las provincias que se suceden en Espacio Clarín.
Con la conducción del actor Sebastián Simón, el día comenzó a puro juego. En la primera fila, se sentaron algunos integrantes del Círculo de Residentes Salteños de Mar del Plata, que se vistieron de fiesta para la ocasión: poncho, bombacha de gaucho y sombrero de ala ancha.
Después de la competencia de pasatiempo -los premios eran vasos, gorras y vinos salteños- se presentó una puesta promocional llamada “Voy a Salta”, que busca incentivar la visita a la provincia durante mayo y junio.
“Hay descuentos en la compra de alojamiento y excursiones gratuitas. La política de este gobierno es crecer turísticamente. La idea es traer un pedacito de la provincia a Mar del Plata”, dijo Mario Peña, ministro de Turismo y Deportes de Salta.
Como en toda provincia del NOA que se precie, las empanadas forman parte de la idiosincrasia salteña. El público que asistió al Día de Salta no sólo pudo probarlas sino también aprender los pasos básicos de la elaboración. Y los secretos.
Sobre el escenario, con la instrucción de la especialista Teresa Zapana, se montó una gran mesa de cocina, con los ingredientes básicos para preparar el plato: carne, cebolla, morrones, condimentos, papa y masa realizada con grasa.
Salta organizó un concurso de repulgues de empanadas. (Foto: Cristian Fuertes)
“Los repulgues deben ser 13 y se fríe en grasa”, decretó Teresa. Seis participantes subieron al escenario para una tarea nada fácil: hacer empanadas prolijas en el menor tiempo posible. “Pongan poco relleno para que se pueda repulgar bien la empanada”, aconsejó la evaluadora.
El ganador se llevó una bolsa llena de regalos, con cervezas y merchandising de la provincia. Y los otros participantes también tuvieron su premio consuelo.
“Queremos convertir al Espacio Clarín en una gran carpa salteña, donde se hacen las fiestas populares de la provincia”, dijo Simón. Y contó una de las costumbres en los carnavales.
Según las creencias, si el hombre o la mujer se colocan un ramito de albahaca en la oreja izquierda significa que están solteros. Si eligen la derecha, están comprometidos.
No hay fiesta salteña sin música. Los Izquierdos de la Cueva abrieron la tarde de folclore. El grupo, cuyo nombre surge del apellido de sus integrantes (Tony Izquierdo y Daniel Cuevas), eligieron un repertorio de pura tradición salteña: “Cantando Salta”, “La serenateña”, “Cuando vuelva a encontrarte” y “Recuerdo salteño”.
En el cierre, cuando ya algunas parejas habían salido a bailar, interpretaron el clásico “La cerrillana”. Y luego una extensa y colorida selección de carnavalitos.
Al compás de zambas y chacareras, la agrupación Salta Danza mostró las coreografías típicas del Norte argentino y sorprendió con la destreza de sus mujeres para las boleadoras.
Con menos de diez años en los escenarios, Los del Portezuelo se convirtieron en referentes del folclore salteño, que siempre es un semillero de grandes talentos.
Basta pasear por la calle Balcarce, en la ciudad de Salta, para corroborarlo. Está llena de peñas, que disfrutan locales y extranjeros que arriban a la provincia. A lo largo de la historia, Salta dio grandes nombres a la música de raíz, como Gustavo “Cuchi” Leguizamón, Dino Saluzzi, Los Chalchaleros, el Dúo Salteño, Eduardo Falú, Los Fronterizos y Jaime Dávalos.
Herederos de esa tradición, Los del Portezuelo comenzaron su show con una canción, que es casi una declaración de identidad: “Soy de Salta”.
“Soy de una tierra caliente. Soy de algarrobo y quebracho. Yo soy el viento que canta entre tusca y palo santo”, dicen los primeros versos de la canción de Alfredo Oscar Salomón, que en algún momento grabaron Los Nocheros, otros referentes del folclore salteño.
Consagración en el Festival de Baradero 2016, el grupo no sólo bucea en los ritmos folclóricos argentinos. También interpreta algunas baladas, candombes y ritmos latinoamericanos y se atreven hasta fusionarse con estilo pop. Durante este año, tienen previsto grabar un material con el sello discográfico Warner Music.
“Peregrinos”, de Roberto Cantos, fue la segunda canción del grupo que se radicó recientemente en Buenos Aires. Y siguieron con “Zamba por vos”, “La nochera” y “Luna cautiva”.
En un momento, el Espacio Clarín se convirtió en patio, en carpa o en una de aquellas peñas de la calle Balcarce. Varias parejas salieron a la pista, con el vigor de un zapateo o el pañuelo al viento en una zamba. “La sachapera” fue una de las últimas canciones de la noche.
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