De la tierra y el mar: un viaje sensorial por los sabores de Nueva Zelanda
Desde carnes y verduras cocidas en un hāngi (horno de barro maorí) hasta recetas con ingredientes exclusivos de este maravilloso país de islas, una lista de las siete mejores comidas para degustar
Mundialmente famosos por sus delicias culinarias, los kiwi se enorgullecen de reclamar como propias algunas de las creaciones más deliciosas. Con alrededor de 14.000 km de costa, no resulta sorprenderte que los mariscos sean una de las especialidades del país neozelandés. La comida, o "kai", ha sido una parte importante de la cultura maorí durante miles de años, por lo que es un deber probar un plato tradicional maorí, ya sea hangi, pan frito o té kawakawa, cuando se lo visita.
La combinación de influencias de Europa, Asia y la Polinesia provocó una deliciosa variedad de sabores y comidas. Los platos de estilo distintivo incluyen creaciones con cordero, cerdo y venado, salmón, cangrejo de río, ostras, mejillones, vieiras, kumara (batata), kiwi, tamarillo y pavlova, el postre nacional.
Hay algunos platos que solo se encuentran al final del mundo. De carnes y verduras cocidas en un hāngi (horno de barro Māori) a recetas con ingredientes exclusivos de Nueva Zelanda, siete de las mejores comidas que podes probar en este país insular.
Un trifle tentador
"Siempre hay un poco de trifle en una marae", dice Jarrad Mckay, que con su esposa Belinda, dirige en Auckland el restaurante de comida tradicional maorí Pūhā & Pākehā. Los McKays mejoraron este postre tradicional neozelandés usando el pan maorí rēwena (fermentado con papa) en lugar de bizcochuelo. Añadieron una crema de miel de manuka, ruibarbo y compota de frutilla, además de un baño típicamente kiwi: láminas de hokey pokey, una especie de caramelo esponjoso. También asegúrese de probar los platos cocinados en el hāngi, así como el delicioso Marmite (pasta de levadura) y el milkshake de chocolate.
De la tierra y del mar
Nueva Zelanda es sinónimo de excelente cordero. En el restaurante Clooney, en Auckland, el tartar de cordero del chef Nobu Lee se hace con cordero de Coastal Spring alimentado a base de leche y criado en haciendas seleccionadas en las costas este y oeste de la Isla Norte, naturalmente templadas por la proximidad con el mar. Para homenajear la influencia marítima, Lee combina el cordero con las ostras Te Matuku de la vecina Waiheke Island. El plato está guarnecido con un toque de verde – una delicada delicia playera conocida como banana de mar.
De vuelta al futuro
Monique Fiso es la propietaria y chef de Hiakai, el primer restaurante de cocina maorí contemporánea del mundo. Cuando no está en sus ropas de cocinera, se la puede encontrar adquiriendo ingredientes tradicionales, muchos de ellos recogidos en la naturaleza, para crear platos inteligentes y visionarios. Su "moe vichyssoise", por ejemplo, es una junción de la sopa clásica francesa con la papa nativa moe. "Cubierta con un helado de mejillón -asegura Fiso- para agregarle un adorable elemento frío y un sabor totalmente neozelandés".
Paua para el pueblo
Vaughan Mabee, chef del restaurante-vinícola Amisfield Bistro, en la región vinícola de Central Otago, es conocido por sus relecturas magistralmente modernas de platos clásicos neozelandeses, ofrecidos en el menú de degustación Trust the Chef. Su torta de paua (abalone), premiada en 2018 como plato del año por el Good Food Guide de la revista Cuisine, es un excelente ejemplo. Estos moluscos solían ser pescados a decenas – lo suficiente para las tortas –, pero hoy son raros y caros. La torta de Mabee habla de la cultura alimentaria de Nueva Zelanda del pasado y del presente.
Profundamente delicioso
En ningún otro lugar, excepto en la famosa heladería de Auckland, Giapo, el visittante se verá tomando algo esculpido para parecer un calamar colosal. El propietario de la heladería, Giapo Grazioli, fue inspirado por el único calamar colosal en exhibición en el mundo (en el Te Papa Tongarewa Museum, en Wellington), un ejemplar de 500 kilos capturado en las aguas heladas de la Antártida. Su calamar, lleno de tentáculos serpenteantes, se talla en chocolate a través de una impresión 3D y se acopla a un helado para crear una obra maestra helada. Para completar esta experiencia única de Nueva Zelanda, se recomienda pedir un helado de hokey pokey (un tipo de caramelo esponjoso).
Directo de la tierra
El maestro Rewi Spraggon es de la idea de que nadie conoce el verdadero sabor de Aotearoa si no prueba la comida hecha en el hāngi. Esta forma de cocinar puede se remonta hasta la llegada de los primeros colonos polinesios a Nueva Zelanda. El hāngi tuturu, con pollo, cerdo, kumara (boniato), papa y repollo, son las estrellas del restaurante ubicado en el Queens Wharf de Auckland. Spraggon transformó un mini container en un horno de barro y en su remolque Hangi Master en Silo Park.
Simplemente el mejor
Los neozelandeses tienen una obsesión colectiva por un pequeño pez llamado whitebait. Como tiene el tamaño de una aguja de costura, la mejor manera de consumirlo es reunir decenas de ellos y mezclarlos con huevo y un toque de harina, para luego condimentarlos generosamente con pimienta y sal finamente molidas y finalmente freírlos con bastante mantequilla.
En la actualidad, los buñuelos de whitebait no son tan fáciles de encontrar como antes, pero con seguridad estarán en el restaurante Swashbucklers, ubicado en la Westhaven Marina de Auckland, donde es posible comerlos ante la visión idílica de los yates.
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