La carne es el principal atractivo, pero también se ofrecen quesos, salamines, miel (iStock)
La carne es el principal atractivo, pero también se ofrecen quesos, salamines, miel (iStock)
Es casi un paso obligado en cada viaje a la Costa Atlántica u otro lugar con proximidad hacia la playa. La vista y el aroma que ofrece la carne asándose a la vera de la ruta es una tentación en la que muchos caen. Hacer un parate en un traslado para degustar de un buen menú forma parte de la rutina de muchos viajeros. Las parrillas son una opción que reaparece con fuerza en cada verano.
Con mesitas más o menos rústicas, manteles a cuadros o el mostrador al paso, los comerciantes intentan atraer turistas con un clima familiar y agradable. Si la temperatura acompaña, no hay lluvia y el sol no sofoca, los asadores aprovechan para posarse casi sobre la banquina y capturar "clientes".

La parrilla y el mar es una combinación de las más preferidas por los argentinos (iStock)
La parrilla y el mar es una combinación de las más preferidas por los argentinos (iStock)
Los escenarios suelen ser variados: en el sector gastronómico hay opciones de sobra. Desde comercios tradicionales, comedores con todas las comodidades hasta puestos humildes construidos con materiales precarios que venden quesos, salamines, miel y otros productos.
Entre las estrategias para atraer posibles comensales están los "llamadores", generalmente menores que prácticamente se suben a los vehículos en marcha lenta ofrecer un choripán o un pedazo de vacío.
Pero no todo es comida. También se aprecian negocios de otros rubros: vendedores de antigüedades, pies de máquinas de coser, botellas de cerámica, ruedas de carro o productos como discos de hierro para cocinar o macetas y cacharros.

El asado, quizás la marca registrada más poderosa de la gastronomía argentina
El asado, quizás la marca registrada más poderosa de la gastronomía argentina
En ocasiones, como el espacio es breve, los puestos se concentran en pocos metros. La convivencia entre todos los transeúntes es tranquila aunque a veces surgen algunos roces (como sucede en la Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo) porque los instalados suelen quejarse de los puesteros que no pagan los cánones de la habilitación o los servicios.
A pesar de sus bondades, los puestos también tienen cuestionamientos. El Ministerio de Agroindustria realiza controles con frecuencia. En el último fin de semana largo se decomisaron cerca de 2 mil kilos de productos que se comercializaban en forma irregular, de acuerdo a lo informado por el diario La Capital.
Link a la nota: http://www.infobae.com/tendencias/2017/01/06/el-renacimiento-de-las-parrillas-camino-a-la-playa/