martes, 15 de marzo de 2016

Revista Brando - Las cervezas artesanales también quieren ser retornables

Las cervezas artesanales también quieren ser retornables

Cada vez más cervecerías artesanales ofrecen botellones de vidrio para llevar a casa. 
Por Andy Cohen 
Que la cerveza artesanal está en plena etapa de crecimiento, no hay dudas. Cada día surgen nuevas marcas y abren nuevos bares dedicados a esta especialidad. Locales con decenas de canillas, con cámaras refrigeradas donde descansan barriles repletos de estilos que hasta hace muy poco eran casi desconocidos para el bebedor local. Abundan las India Pale Ale, las Stout, las American Ale, las Weissbier, las Honey, las Pilsner y varios etcéteras, a gusto y piacere de cada maestro cervecero. Pero este auge tiene un límite. Y es la góndola. Más allá de algunos locales especializados -Cervelar, entre los pioneros-, lo cierto es que hoy la mejor cerveza artesanal que se puede beber en Buenos Aires es tirada, directa del barril, mientras que la embotellada suele brillar por su ausencia. No debería extrañar: siendo en su mayoría cervezas sin pasteurizar y en todos los casos sin conservantes, la producción artesanal debe rotar rápido, en apenas semanas o pocos meses, para mantener su frescura. Y cuando se trata de un producto embotellado, de baja visibilidad y conocimiento, esta rotación suele fallar. Así, es común beber buenas marcas de cerveza artesanal embotelladas que no le hacen sombra ni justicia a su versión tirada. 
Pero esto está cambiando: desde hace un tiempo, empezaron a verse en algunos bares cerveceros botellones de vidrio de casi dos litros de capacidad (medio galón, que equivale a 1,8927 litros) de un hermoso aspecto vintage, pensados para llevar a casa cerveza artesanal tirada. Una suerte de homenaje al consabido envase retornable en versión premium y artesanal. 
Conocidos mundialmente como growlers, Antares fue la marca pionera en introducirlos en Argentina. "Los lanzamos en agosto de 2013. Son una forma económica, fácil y ecológica de llegar a nuestros clientes, que pueden cargarlos con cervezas especiales que no vendemos embotelladas", explican. 
"Nuestras cervezas tiradas no están pasteurizadas, por lo que mantienen toda su potencia y sabor. Además, se garantiza la frescura. Nuestros barriles deben tener en promedio apenas diez días desde su elaboración", explica Marcelo Terren, socio de On Tap, otro de los bares que incorporó el método. 
Un caso algo distinto, pero apuntando a la misma esencia, es el de Pinta Point, donde ofrecen dieciocho canillas de cerveza para embotellar en el momento y llevar a casa. En este caso, en lugar del growler, usan botellas plásticas descartables que se rellenan con un sistema contrapresión. Este envase tiene menos glamour, pero le evita al usuario la exigencia de lavarlo, y descarta así los riesgos de contaminación en el líquido. 
La cerveza tirada embotellada tiene sus dificultades: pagar el envase (un único pago que va de $110 a $200), lavarlo, cargarlo hasta el bar, y saber que la bebida dura apenas unos días en su mejor estado. Todos contratiempos que el amante de la cerveza artesanal acepta con ganas con tal de tener en casa la misma experiencia que en el bar. 
CUATRO LUGARES DONDE EMBOTELLAR CERVEZA TIRADA
ANTARES 
Pionero en traer los growlers al país, por ahora solo permite su llenado en los locales de Mar del Plata y en el Parador Antares, en Av. Maipú 1110, Vicente López (de 17 a 21). Es ideal aprovecharlo para embotellar algunas de las cervezas especiales de la marca, que solo se ofrecen tiradas y por tiempo limitado. Por ejemplo, la veraniega Caravana, de bajo contenido alcohólico pero intenso aroma a lúpulo, inspirada en las Session IPA americanas. La recarga de 1,9 litros sale $120.
ON TAP 
Este bar palermitano (Costa Rica 5527), pequeño en tamaño pero enorme en su oferta de cervezas, con decenas de estilos rotativos (incluida una maravillosa sidra patagónica), solo rellena los growlers en su horario de happy hour, ya que muchos clientes lo aprovechaban para beberlo en la misma vereda del bar. El precio de recarga es de $170. Y los que busquen sabores intensos le deben dar una oportunidad a la flamante doble IPA de Kingston.
BARBAROJA 
Disponible en sus cinco locales, desde el barrio de San Telmo hasta la ciudad de Rosario o San Clemente, BarbaRoja ofrece los growlers a $150, con un costo de carga (por 1,9 litros) de $110. Ideal para elegir algunos de sus catorce estilos, que van de la clásica lager a un negra fuerte. Pero a la hora de decidirse por uno, vale la pena conocer su flamante Honey, de sabor suave y algo dulce, elaborado con miel pura de abejas.
PINTA POINT 
Con valores que van de $70 a $90 por litro, Pinta Point ofrece una muy buena relación precio calidad en sus tres locales, en los barrios de Palermo (Olleros 1693) y Congreso (Hipólito Irigoyen 2201) y en la ciudad de La Plata. Son en total unos veinte estilos de marcas como Una Más y Kingston, desde una Amber hasta la Oktoberfest pasando por Cream Ale, Barley Wine y Porter, entre otras. Sin duda, la botella pet no es el formato ideal, pero -dicen- lo que importa es lo de adentro. Y ahí, no falla.
Link a la nota: http://www.conexionbrando.com/1878751-las-cervezas-artesanales-tambien-quieren-ser-retornables

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