Coronavirus: crean un barbijo mecánico para salir a comer a restaurantes
R YEHUDA (Reuters).- A la espera de que algunos de los proyectos científicos que investigan cómo dar con la vacuna del coronavirus de hecho lo consigan, en el mundo surgen ideas para salir a las calles, volver al trabajo, hacer deportes, ir al banco o lo que sea como antes, o mejor dicho lo más parecido a antes. A dos meses de que se comenzaran a decretar los confinamientos en Europa, a más de cuatro del primer caso de Covid-19 detectado en una provincia del centro de China, en Israel un grupo de inventores confeccionaron un barbijo para salir a comer.
¿En qué consiste este aparato? Se trata de un tapabocas con una boca a control remoto que permite a los comensales comer sin tener que quitársela. ¿Cómo funciona? Se aprieta una palanca, parecida al freno de mano de las bicicletas, para que se abra una ranura en la parte delantera de la mascarilla. Por allí pasa el tenedor o la cuchara con comida. ¿Cuán útil puede ser? Los especialistas creen que podría reducir el riesgo de contagios en los restaurantes.
"La mascarilla se abrirá mecánicamente a mano, de forma remota o automática cuando el tenedor llegue a ella", contó Asaf Gitelis, vicepresidente de Avtipus Patents and Inventions, la compañía al frente del proyecto, al mostrar el dispositivo en sus oficinas cerca de Tel Aviv. "Luego se puede comer, disfrutar, beber y al sacar el tenedor la mascarilla se cerrará y se estará protegido contra el virus y las otras personas que estén sentadas alrededor", agregó.
Según la empresa, el objetivo es fabricarla en unos meses y patentarla. Respecto del precio, si bien aún no tienen los números cerrados, estiman que se venderá a una cifra algo superior a la de las mascarillas simples que se usan en varios países. Quizá a unos tres dólares.
Al presentarla entre un grupo de gente en la ciudad de Tel Aviv, las opiniones estuvieron divididas. "Creo que esta mascarilla, que me permite comer mientras la uso, es imprescindible", dijo Ofir Hameiri, un estudiante graduado de 32 años. Pero, mientras tomaba un helado, Ron Silberstein, un músico de 29 años, aseguró: "No creo que esta mascarilla pueda contener este tipo de helado, está chorreando por todas partes. No me gustaría volver a usarla".
Este nuevo invento israelí se conoce en medio de la flexibilización anunciada tras las medidas estrictas vigentes por semanas. Actualmente el país registra más de 16.000 enfermos y 270 fallecidos por coronavirus.