Alfajores en Nueva Zelanda: la exitosa pyme de una argentina y un uruguayo
My Alfajores es el emprendimiento que esta pareja realiza con éxito en Queenstown. Conquistaron tanto a los latinos que viven en el lugar como a los locales.
“Traé alfajores”, solemos decir muchas veces cuando alguien se va de vacaciones a ciertos puntos turísticos argentinos. Ahora bien, ¿alguien diría lo mismo cuando el viajero tiene como destino Nueva Zelanda? Ya pueden hacerlo, porque una argentina y un uruguayo llevaron hasta ese lejano país el sabor de nuestra clásica golosina.
Maika y Yonatan son los responsables de My Alfajores, el emprendimiento conjunto que la pareja lleva a cabo en Queenstown. Vinimos en el año 2016 en busca de oportunidades, al igual que muchos otros latinos. “Nueva Zelanda es un país hermoso y su gente también, pero desde el comienzo, al igual que la mayoría de las personas que se van de su país, se extraña la familia, los amigos, las costumbres y las comidas típicas”, dijeron a Entremujeres.
Todo surgió de la mano de la mano de sus amigos de origen sudamericano. “Como nos encanta cocinar, hacíamos cosas ricas de nuestros países de origen e invitábamos a nuestros amigos latinos. Si bien disfrutaban de todo, había algo que los dejaba enloquecidos: los alfajores. Nos agradecían por haberlos hecho sentir de vuelta en casa, aunque sea por un ratito”, comentaron.
Así, empezaron a pensar en que el agasajo se convierta en una empresa: “Era la idea perfecta para poder trabajar en los que nos apasiona haciendo feliz a la gente que prueba nuestros productos”.
Podría haber sido dulce de leche, locro, empanadas… pero ellos se decidieron por el alfajor, producto que representa para Maika y Yonatan “un símbolo de hogar”. “Comer un alfajor es como volver a casa y darle un abrazo a tu vieja, como sentarse en la mesa de los domingos con tus abuelos, es el ejemplo perfecto de la tradición y la costumbre exteriorizado en un producto. Por otro lado, es algo sumamente rico que puede ser disfrutado en cualquier momento del día para darse un pequeño gustito”, detalló la pareja.
Al principio, los emprendedores pensaron en clientes latinos residentes en Nueva Zelanda. Pero más tarde advirtieron que el placer que desata un alfajor no conoce de fronteras. “Luego de un tiempo, algunos ‘kiwis’ (así se le llama a las personas nacidas en Nueva Zelanda) empezaron a probar nuestro producto por recomendación de terceros y nos dimos cuenta que les gustaban igual o más que a los latinos. Acá son muy ‘dulceros’ y eso hace que las características del producto se adecúen a su paladar. También nuestra variada oferta hace que las personas encuentren lo que les gusta. Hoy comercializamos "My Black" (alfajores de chocolate negro), "My Snow" (alfajores de chocolate blanco), "My Buttery Coconut" (alfajores de maicena) y "My Cakes" (tortas elaboradas a gusto del consumidor)”, dijeron.
El nombre de la marca nació de las iniciales de sus nombres pero también de la idea que se proponen: “My”, por Maika y Yonatan. Pero no sólo eso: “Por el otro lado, la palabra ‘my’ en inglés, que significa ‘mío’ o ´mis’ en español, representa el valor principal de nuestros alfajores: 100% hechos a mano, con amor, trabajo duro y pasión. Eso hace que el cliente sienta que el alfajor que compró fue un producto hecho exclusivamente para él, que luego de terminar probando el producto diga: ‘estos son My Alfajores, Mis Alfajores’”.
Actualmente ofrecen cajas de 6 y 12 unidades y los precios van de 12 a 20 dólares. Su objetivo, por ahora, es comercializar 200 alfajores por semana.