7 lugares para comer los mejores cannolis y sfogliatellas de la ciudad
Desde confiterías italianas clásicas hasta pizzerias palermitanas, te contamos cuáles son los mejores lugares para disfrutar de estas delicias de la pasticceria.
El cannolo siciliano y la sfogliatella napolitana son los dulces más representativos de la pasticceria italiana. Cada uno, con su estilo, particular ganó fama en su territorio de origen y hasta traspasó fronteras. Son tan populares que hasta tuvieron participación en más de una película de Hollywood.
El cannolo es originario de Sicilia, su nombre proviene de "canna" que en italiano significa caña (elemento que originariamente se utilizaba para darle la forma cilíndrica a la masa). Siempre fue un dulce asociado al carnaval, pero despertó tanto fanatismo que se lo empezó a consumir en cualquier época del año. Consiste en una fina masa frita que luego se rellena. La versión más clásica tiene ricota, fruta abrillantada y chocolate. En las puntas pistacho y por último una lluvia de azúcar impalpable.
Los cannolis también son recordados por sus apariciones estelares en el cine. "Dejá el arma, trae los cannolis", le dijo Peter Clemenza a su chofer luego de cometer un asesinato en la película El padrino. Y en el Padrino III una caja de cannolis envenenados asesina al mafioso Don Altobello. ¡Parece que nadie puede resistirse a estos dulces!
La sfogliatella es oriunda de la cocina napolitana, se trata de un dulce que se elabora sobre muchas capas de masa enrollada que forman un hojaldre. Cuenta la leyenda que allá por el año 1600, una novicia del monasterio de Nápoles creó esta receta. Al principio no llevaba relleno. Luego, con el tiempo, la fórmula secreta le llegó a un panadero de la costa Amalfitana que decidió incorporarle ricota y otros ingredientes a la receta. La auténtica sfogliatella napolitana se llama "Riccia" y se prepara con una masa hojaldrada, mientras que la que utiliza masa quebrada se llama "Frolla". Sus rellenos pueden variar, pero las más comunes son con ricota y sémola o crema pastelera.
Los inmigrantes italianos que llegaron a Buenos Aires trajeron bajo el brazo sus más preciadas recetas y lograron mantenerlas a lo largo de los años. Hicimos un recorrido por la ciudad y descubrimos que hay algunos restaurantes, panaderías y hasta una heladería que les rinden tributo a estas exquisiteces. Aquí les dejamos la selección perfecta de los dolci italianos.
Cannolis y Sfogliatellas en una heladería bien italiana
Antiche Tentazioni abrió sus puertas el año pasado, pero esta heladería ya tiene mucha historia y galardones acuestas. En Italia está en el ranking de las 10 mejores heladerías y en Argentina está conquistando paladares con sus recetas de helados 100% artesanales. La pasticceria italiana también complementa la lista de los más de 40 sabores de helados que ofrecen. "Quisimos incorporar un valor agregado para acompañar los cafés y el producto tenía que ser un reflejo de las masas finas napolitanas y sicilianas. Por eso elegimos los cannoli y la sfogliatella", cuenta Christian Fittipaldi, de Antiche Tentazioni a Planeta Joy. El cannolo, con una masa suave y bien crocante, viene relleno con ricota y almendra y/o avellana en los extremos ($60). Mientras que la sfogliatella que la sirven tibia cuesta ($50). Los que quieran disfrutar del combo Dolci+ café ($135). Para la temporada primavera/verano van a lanzar una nueva versión de cannolis que se van a poder rellenar a gusto del consumidor con cualquier sabor de helado.
Antiche Tentazioni- Honduras 4770- Palermo.
Sabores italianos en un clásico de la calle Corrientes: La Pasta Frola
Si hablamos de confiterías que perduran en el tiempo y se mantienen intactas a través de las generaciones, no puede faltar en la lista "La pasta frola", un emblema de la calle Corrientes que ganó fama por sus productos italianos. Es que a los cannolis y s la sfogliatella lss preparan con las recetas tradicionales desde hace más de cien años. Al principio a los cannolis los freían con cañas de bambú para darle su forma cilíndrica, pero actualmente se remplazó por un moldecito de metal. El cannolo más conocido viene relleno de ricota, cascarita de naranja abrillantada y algún licor. Pero también tienen otras opciones que salen un poco del clásico, como el relleno de ricota, cacao semiamargo y pedacitos de chocolate. Los que quieran probar ambos sabores juntos, no duden en pedirse el que es mitad y mitad: una combinación perfecta entre ricota y chocolate.
Los preparan en el momento para que no se humedezcan y el toque final llega con azúcar impalpable. Todos las versiones cuestan $90 .
Por el lado de la sfogliatella ($90), a la masa la elaboran con manteca de cerdo y la rellenan con una crema similar a la pastelera (es un poco más densa y tiene cascarita de naranja para darle mayor sabor).Si están caminando por calle Corrientes, La pasta Frola es el lugar ideal para escaparse por un rato de la vorágine porteña. Una recomendación es disfrutar de los dulces italianos en la barra acompañadas con un espresso.
La pasta frola- Av. Corrientes 1365- San Nicolás.
Sfogliatella y Cannolis al mejor estilo napolitano en La Pompeya
La historia de la única panadería italiana de Buenos Aires comenzó en 1920, cuando Luigi De Riso, un inmigrante recién llegado de Salerno, cerca de Nápoles, se instaló en el barrio de San Cristóbal. Bajo el brazo trajo las recetas familiares y el oficio de panadero. Del horno centenario, que supo ser a leña, salen productos al mejor estilo napolitano: panes rústicos y súper crocantes, fresas y taralli. La panadería también ganó fama por los cannolis y la sfogliatella. Máximo Maresca, quien nació en Termini, continúa con el legado y junto a su madre son los encargados de mantener las tradiciones de antaño.
Esta panadería es un viaje en el tiempo, nunca tuvo ningún tipo de reforma. Aquí no andan con vueltas, las recetas de los cannolis son las mismas desde hace más de cien años. El que despierta fanatismo es el clásico con ricota, fruta abrillantada, un poco de chocolate y bañado con una lluvia de azúcar impalpable ($45); "para que la masa quede crocante tiene que se finita. Aún continuamos utilizando caña de bambú para darle la forma cilíndrica a los cannolis", cuenta Maresca a Planeta Joy.
Ofrecen versiones rellenas con crema pastelera y si algún cliente lo solicita también pueden prepararle a su gusto uno de dulce de leche. Eso sí, todos se preparan en el momento para evitar que se humedezcan.
La sfogliatella ($45), súper sabrosa, es uno de los productos más solicitados. Según cuenta Maresca prepararla es bastante complejo y require de mucha práctica. La que ofrecen aquí es con crema pastelera y aconsejan comerla tibia. "No hay que ponerla nunca en la heladera porque si no el hojaldre se transforma en una roca", dice el especialista. Para probar sabores bien napolitanos, La Pompeya es el lugar perfecto.
La Pompeya- Av. Independencia 1912- San Cristóbal.
Cannolo con ricota de oveja y sfogliatella bien tradicional en San Paolo
En pleno Palermo se puede disfrutar de la verdadera pizza napolitana con la recetas de Maurizio De Rosa y coronar el almuerzo o la cena con un dulce italiano. "El cannolo siciliano es de verdad fácil de realizar, pero difícil de finalizar. La fritura del tubo tiene que ser perfecta a unos 175 grados para que quede una textura crocante", explica De Rosa a Planeta Joy. Aquí el cannolo se prepara con la receta original y viene relleno de ricota de oveja. Por eso, solamente lo ofrecen en primavera que es cuando se encuentra este tipo de ricota en el país. Mientras que la Sfogliatella, que se sirve ni bien sale del horno, viene rellena con crema pastelera con sémola. "A partir de octubre cuando se consigue la ricota de oveja, también hacemos una versión con ricota, sémola y cáscara de limón", agrega De Rosa. Cuestan $99 cada una. Son porciones generosas e ideales para compartir. No pueden irse de la pizzería sin probar estás delicias.
San Paolo- Uriarte 1616- Palermo.
Para disfrutar de los cannolis con la verdadera receta siciliana en L´adesso
En el restaurante de cocina italiana L´adesso, del chef Leonardo Fumarola, los Cannoli tienen gran protagonismo en la sección de Dolci. Fumarola prepara la receta original siciliana y combina a la perfección todos los ingredientes de este emblemático postre. Por eso nuestra recomendación es que más allá de disfrutar de la pasta, dejes un lugarcito para el dulce.
La masa la preparan con harina, marsala, sal, huevo, grasa de cerdo, azúcar y vinagre. Mientras que su relleno, súper sabroso, tiene ricota, azúcar, fruta abrillantada, gotitas de chocolate y un poco de ralladura de limón. El toque final llega con los pistachos picados finos en las puntas y una lluvia de azúcar impalpable. Si lo que estás buscando es probar cannolis con el mismo sabor de su isla italiana de origen, este es el lugar perfecto.
Recomendamos acompañarlo con el lemoncello casero, pero si sos más tradicionalista disfrutalo con un café italiano.
L´adesso- Fray Justo Santamaría de Oro 2047- Palermo
Cannolis adaptados al paladar local, con mucho dulce de leche en Hell's Pizza
Desde que Hell's abrió sus puertas se convirtió en un éxito. La fórmula es sencilla: pizzas al mejor estilo neoyorquino adaptadas al paladar local y productos orgánicos de estación. Quien iba imaginar que aquí también los cannoli iban a ser uno de los postres más solicitados. La porción ($75) trae uno relleno de pastelera y otro de dulce de leche (si, hicieron una reversión bien local). Si el cliente lo solicita pueden estar rellenos los dos de un mismo sabor. En las puntas lleva almendras y garrapiñadas picadas. Vale la pena dejar un lugar en el estómago para probar esta bomba de sabor. Para que queden crocantes los preparan en el momento. Si querés terminar con algo bien arriba, los cannolis son la mejor opción.
Hell´s Pizza- Humboldt 1654- Palermo.
Canolo con el toque de Daniele Pinna en La locanda
Sobre la calle Pagano, en pleno Recoleta, el chef Daniele Pinna te lleva de viaje por la isla de Cerdeña, su tierra natal. Por supuesto los postres son 100% italianos y el canolo siciliano es una de las grandes estrellas de la carta. "Mi canolo favorito es el original, el que viene relleno de ricota. Tiene que ser crocante, por eso hay que prepararlo en el momento. Este es el mejor secreto para que salga bien. Para rellenarlos es aconsejable utilizar una manga de repostería de modo que se asome la crema por ambos extremos. Por último, se pica el chocolate y el pistacho y se pasa una punta del canolo por un ingrediente y la otra por el otro", dice Pinna a Planeta Joy. Aquí el Canolo viene presentado en un plato rectangular y relleno de ricota, guindas, chocolate y azúcar en polvo. Para finalizar cualquier cena, pueden optar por esta opción que nunca falla.
La Locanda- José León Pagano 2697- Recoleta.
Por Agustina Canaparo.
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