martes, 16 de mayo de 2017

Clarín - Sociedad - Eligieron el mejor restaurante de Europa

Eligieron el mejor restaurante de Europa

El francés LArpège ocupó el primer lugar en el ranking de la OAD. Cómo quedó el chef argentino Colagreco.
Eligieron el mejor restaurante de Europa
El restaurante L’Arpège de París, del chef Alain Passard, fue elegido por segundo año consecutivo como el mejor establecimiento culinario de Europa, mientras que Azurmendi, del español Eneko Atxa, descendió del segundo al cuarto puesto, en la clasificación anual de Opinionated About Dining (OAD).
Eligieron el mejor restaurante de Europa
Por detrás de L’Arpège --que está a unas decenas de metros del Hotel de Matignon, residencia oficial del primer ministro francés-- se situó en segundo lugar el chef suizo Andreas Caminada, con el restaurante que lleva su nombre en la localidad de Fürstenau, según la lista presentada anoche en París por OAD. El sueco Magnus Nilsson ocupó, con su establecimiento Faviken, el número tres y a continuación viene el español Azurmendi de Eneko Atxa, en la localidad vizcaína de Larrabetzu.
L’Arpège hace cocina francesa contemporánea. Ganó tres estrellas Michelin en 1996 y las mantuvo desde entonces. Su chef, Alain Passard, cocina casi todos los días en el restaurante, a pesar del éxito. El fue el artífice de L’Arpège, que se lo compró en 1986 a su mentor Alain Senderens. Los vegetales son los grandes protagonistas de la carta del restaurant: en 2001, Passard eliminó la carne roja del menú y él mismo adquirió tres parcelas en granjas biodinámicas.
Eligieron el mejor restaurante de Europa
El chef se vanagloria de que los vegetales que sirve en sus platos llegan a la cocina justo antes del servicio y que “nunca vieron el interior de una heladera”. Además de los vegetales, uno de sus platos estrella son sus huevos “frío-caliente”, una preparación con la yema caliente que lleva vinagre de Jerez, ciboulette y syrup de arce.
Eligieron el mejor restaurante de Europa
La lista tiene varias diferencias con el ranking del 50 Best de la revista británica Restaurant, el más difundido y el que elige a los mejores lugares para comer del mundo. En esa lista, L’Arpège ocupa el puesto 12°. El restaurante francés del argentino Mauro Colagreco (Mirazur) está cuarto en el 50 Best, pero desciende al puesto 39 en la OAD. Algo similar ocurre con la Osteria Francescana, el restaurante italiano que está segundo en aquella lista y en esta cae al puesto 10 o con El Celler de Can Roca (3° contra 15°).
Entre los cien mejores restaurantes figuran en total 17 chefs españoles, 14 más que en la edición anterior de la lista OAD, creada en 2003 por el estadounidense Steve Plotnicki, para la que votaron 4.500 expertos en gastronomía de varios países.
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La Nación - Gastronomía - ICBC inauguró un nuevo ciclo de cocina internacional en Tegui

ICBC inauguró un nuevo ciclo de cocina internacional en Tegui

Germán Martitegui cocinó con Micha, el chef peruano del restaurante Maido, en lo que fue la primera comida del programa ICBC Exclusive Gourmet
En el marco del lanzamiento de ICBC Exclusive Gourmet, desde abril, los clientes ICBC pueden disfrutar una experiencia gastronómica en el único restaurante argentino que se encuentra dentro de los 50 mejores restó del mundo.
Tegui, del reconocido chef Germán Martitegui, fue recientemente elegido en el puesto 49 de The World's 50 Best Restaurants de la revista británica Restaurant, ubicándose por segunda vez en esta elite.
El restó abre sus puertas para convocar a 5 experiencias únicas, diseñadas por Martitegui exclusivamente para clientes ICBC. El primer evento se realizó el 27 de abril. En esta oportunidad participó como invitado especial el reconocido chef Peruano Mitsuharu Tsumuda, más conocido como Micha, cuyo restaurante Maido también acaba de ser reconocido y ocupa el octavo lugar dentro del ranking.
"Empezamos con Micha que no había venido nunca a cocinar a Tegui. Él es un amigo, normalmente cocineros argentinos y peruanos tenemos una relación muy estrecha. Micha tiene un restaurante donde se hace comida con influencia peruano-japonesa. Hace comida Nikkei pero en su mejor expresión", dijo Martitegui.
Germán Martitegui.
Martitegui y Micha prepararon entusiasmados los platos que se sirvieron cerca de las 21. Entre los pasos más elogiados estuvieron el ceviche con leche de tigre helada y la merluza negra patagónica cocinada a las brasas con polvo de hongos, maridada por el sommellier de Tegui.
Además, los clientes ICBC que quieran conocer Tegui y experimentar el famoso menú de 8 pasos, podrán hacerlo reservando de martes a sábado de manera telefónica, tanto para almorzar o cenar. Abonando con tarjetas ICBC Exclusive Banking obtendrán el menú a precio preferencial.
"La idea es tener la oportunidad de, en un año, probar cinco cocinas diferentes asociadas a Tegui e ICBC", remarcó el chef anfitrión.
Link a la nota: http://www.lanacion.com.ar/2020892-tegui-inauguro-un-nuevo-ciclo-que-recorrera-la-cocina-de-los-cinco-continentes

Clarín - Ciudades - Clara Aurora, la cocinera "para pobres"

Clara Aurora, la cocinera "para pobres"

Se luce con Pettinato con sus recetas improbables. Cocinó en favelas y afirma que puede hacer un menú saludable con 50 pesos.
Clara Aurora, la cocinera "para pobres"
Una cocinera gourmet que lo ignore todo acerca de la comida étnica y la nouvelle cuisine . Una anti-sibarita de la primera hora, muy anterior al desembarco de los críticos de albondigas y ensalada rusa. Eso podría ser Clara Aurora, la mujer que guisaba lo que encontraba entre la basura de las verdulerías de Río de Janeiro. La que rescataba hasta los tallitos de acelga para los vecinos de una favela. Tal vez la vieron en la tele. Es la de recetas improbables como tortilla de hojas de remolacha. Desde hace poco tiene su espacio en el cable, un segmento acotado, peculiar, distinto, personal: Clara Aurora y su Comida para pobres.
Clara Aurora, la cocinera "para pobres"
“Hago platos de 50 pesos promedio. Es el presupuesto que propongo manejar para una comida útil para cuatro personas. Mis clases giran en torno a una consigna amorosa: volvamos a cocinar en casa, por favor. Hace mas de 20 años que me dedico a esto. Pasé por todo pero siento que es hora de simplificar la comida lo máximo posible (...) Estuve cinco años viviendo en Río de Janeiro y volví hace poco más de uno. Mis inicios fueron con la cocina macrobiótica, dato que tiene que ver con que he crecido en una casa, en principio, vegetariana. Después empecé a estudiar Ciencias Políticas y la cocina y el estudio fueron moldeándome un estilo”.
¿La desigualdad se polarizara en términos gastronómicos? ¿Existirán veganos pobres?
Clara Aurora se llama. Un nombre amanecido y un apellido -¿tendrá?- que hace escuela en la infrecuente comida para pobres. Una cuestión de principios, dice, de carácter y de talento que la convierte en algo complicadísimo para el rubro: ser sólo una persona relajada que prepara comida.
La Doña Petrona Siglo 21 es aquella mujer que sabe lo que es el arroz yamani y también sabe hacerte una milanga campeona.
Wikipedia: Petrona Carrizo de Gandulfo (La Banda, Argentina; 29 de junio de 1898, Olivos, Argentina 6 de febrero de 1992), más conocida como «doña Petrona» fue una destacada cocinera televisiva argentina, pionera en su área.
“La gente de bajos recursos come muy mal. Hay problemas de salud graves en los sectores más bajos de la sociedad relacionados con la alimentación: el colesterol, por caso, y algo muy llamativo es la obesidad infantil junto a la desnutrición, en un mismo paciente. El gordito que come grasas de muy mala calidad y engorda pero no está nutrido”.
-¿Por qué pasa esto?
-Porque al margen de las clases sociales, se dejó de cocinar en los hogares. Cocinar es improductivo, se lo considera una pérdida de timepo. ¿Por qué voy a cocinar si no gano dinero? Está relacionado a lo que llamaríamos modernidad. La señora, aunque no trabaje, ya no cocina. Es posible que sea una cuestión vinculada a la emancipación de la mujer, a una conquista social, pero ese abandono trae consecuencias negativas. Igual, yo hablaría de una tarea que puede hacer tanto el hombre como la mujer. Lo importante es que se cocine en las casas porque la comida industrializada tiene grasas de muy mala calidad y harinas de las peores”.
Clara Aurora tiene su base de operaciones en Saavedra, donde vive, da clases y rompe lanzas por una sencillez culinaria que no bata el parche del minimalismo. Cada 15 días se la puede ver bajo el asfalto de La hormiga imperial, el desopilante envío diario de Petinatto (C5N). También está trabajando en su incipiente canal de YouTube.
“En la Argentina se empezó a usar harina de sorgo en galletitas baratas o de las llamadas segundas marcas. Y en alfajores de primeras mar-cas. ¿Se entiende lo que digo?”
-No tanto...
-El sorgo es un grano barato que sirve para darle de comer a los chanchos... Mi cocina no usa ingredientes raros. Hago platos con trigos, cosas de acá. Busco recetar alimentos que tradicionalmente se usaban en la comida de olla. Locros de porotos, todos alimentos nobles.
-¿Existen veganos pobres?
-Bueno, las dietas están relacionadas con la posibilidad de elegir.
-¿Las dietas son una frivolidad?
-Tampoco quiere hablar mal del veganismo, porque doy clases y no es algo nuevo: Leonardo da Vinci era re militante del veganismo. La carne siempre fue más cara. Antes era una comida de ricos vinculada a quien pudiera tener animales y darles de comer; es decir, debías tener ganado. En algún momento de la historia, la carne se popularizó y se transformó en la posibilidad de tener acceso a la, entre comillas, comida de calidad. Se invirtió la costumbre. La comida del pueblo es la verdura, la fruta, los cereales.
-¿La carne fue nuestro primer aspiracional?
-En el campo, mi familia es del campo, cuando se mataba un animal era todo un acontecimiento. Se lo criaba y un domingo se carneaba una gallina. O para las Fiestas, un chancho. La carne era una celebaración total. Siempre me angustia pensar que en este país no todos podamos comer. A mí me indigna porque de hecho se tira mucha comida. En Brasil trabajé con un plan de recuperación de alimentos. Era una ONG que buscaba enseñarle a la gente cómo juntar las cosas que las verdulerías y fruterías tiraban a la basura, verduras que aún servían pero que quizás no estaban tan frescas. Se tira mucha verdura que todavía se puede comer porque acá siempre queremos comprar lo fresco, lo lindo.
Puesta a definir la cocina de pobre: “Lo mío, mi cocina, pasa por una comida lo más completa posible con pocos ingredientes y poca plata. El pan, por ejemplo. El pan es caro, nos quejamos, pero con un kilo de harina, que sale ocho pesos, hacemos un kilo de pan. Hacer pan te lleva una hora. No es tanto esfuerzo.
-¿Cómo éramos antes de la moda del “gluten free”?
-Más felices. La gente que hace este tipo de dietas rigurosas también come muy mal. El pan sin gluten está lleno de huevo o de productos químicos que inflan. La celiaquía es una enfermedad actual. Antes no existía. Tiene que ver con lo mal que comemos. Lo grave es que empezamos a digerir productos con harina ligados a grasas de pésima calidad en desayuno, almuerzo, merienda, cena. Con las modas hay gente que realmente es intolerante al gluten, pero hay mucha más gente que sigue la moda porque supone que hace mal. La mayoría que come sin gluten es porque quiere.
Link a la nota: https://www.clarin.com/ciudades/clara-aurora-cocinera-pobres_0_S1jvp2Qeb.html

La Nación - Vida & Ocio - Paula Comparatore: rojo natural

Paula Comparatore: rojo natural

Propone cocinar con semillas de achiote, un fruto americano conocido por su poder colorante y su sabor singular
Pinta el mortero con un chorrito de aceite neutro y agrega un puñado de achiote. La mano le queda teñida de rojo intenso y, mientras machaca, las semillas mínimas se convierten en una pasta espesa. "Descubrí el achiote en México, una amiga cocinera que trabaja con la comunidad maya me invitó a participar de un festejo con platos originarios y quedé fascinada por el sabor, el alma que le daba a las distintas carnes que sirvieron. Cuando regresé me di cuenta de que también había achiote en la Argentina. No se lo cultiva, se lo recolecta en regiones como Misiones, Corrientes, Chaco y Salta. Los wichis me enseñaron que lo utilizan desde siempre para darle color a la comida, lo usan mezclado con harina para espesar y teñir sus guisados. Y también para tonalizar sus telas. Con el tiempo me enteré de que se usa achiote para colorear los quesos cheddar y mimolette. Europa lo adoptó rapidísimo para reemplazar tinturas artificiales con esto, que es natural. Y no sólo para sus quesos, sino también sirvió para la industria textil. En la cocina es maravilloso", dice la chef Paula Comparatore.
El achiote se comercializa en semillas, en polvo, en pasta o en aceite. Paula expone todas las formas en la mesa central de su restaurante El Federal (San Martín 1015) e invita a probarlas: "Tiene un sabor particular, se lo asocia con el azafrán, tiene un dejo amargo y es súper rico. Por ejemplo, la carne de pollo no me atrae en particular; si está mal cocinada peor, pero con achiote me encanta. Lo uso también para los tamales, queda muy bien. Y para hacer una salsa barbacoa: en una sartén tuesto las semillas en alguna materia grasa, porque así florece y empiezan a largar sus pigmentos y su sabor. Podría decir que funciona como el azafrán: puede perfumar y colorear manteca, arroz, un risotto de quinoa y carnes".
El achiote es un fruto originario de las áreas tropicales de América, pertenece a la familia de las bixáceas y se cultiva en México, Colombia, Brasil, Perú y Ecuador. Tiene forma de cápsula (redonda, con forma de corazón, oblonga) y su color difiere de su variedad; hay rojas, ocres y amarillas. Dentro, todas contienen un número variable de semillas triangulares, siempre rojo intenso. Platos como la cochinita pibil mexicana o la hallaca venezolana, entre muchos otros, lo cuentan entre sus ingredientes. Se le atribuyen diferentes propiedades terapéuticas: astringente, antiséptico, emoliente, antioxidante, expectorante, cicatrizante y más. Los pueblos originarios usaban su capacidad de teñir para tatuar y pintar sus cuerpos, una forma de protegerse de los insectos.
"Me interesa rescatar un producto que tenemos al alcance de la mano y que nadie usa. Si preguntás, el achiote figura en todas las listas de productos en las dietéticas, pero al menos en Buenos Aires es difícil verlo. Tenemos merkén en el sur, pero lo compramos en Chile; esto nos pasa un montón. El Federal ya cumple 17 años y nació de alguna manera así, tratando de dar a conocer todos los productos que tenemos para que no se pierdan."
Paula Comparatore se crio en una casa de calabreses donde se cocinaba todo el año. Su familia paterna tenía un puesto en el Mercado de Abasto, nunca faltaba el producto de estación. Había aceitunas secándose al sol, conservas en las estanterías de la despensa. Siempre le gustó cocinar, pero estudió veterinaria y ejerció diez años, varios en los Estados Unidos. "En mis ratos libres me metía en restaurantes e identificaba rápido qué comían en ese lugar, usaban todo local. Ahí entendí que había que mirar hacia adentro. Volví a Buenos Aires, seguía trabajando como veterinaria y viajaba mucho a otras provincias. Y en vez de cortar el viernes me quedaba los fines de semana aprendiendo a hacer empanadas. Al final, asumí que lo mío era la gastronomía. Formalicé mis estudios con el Gato Dumas, yo soy primera camada de su escuela."
Su interés por los productos locales la llevó a profundizar más. Cuando casi nadie lo hacía, Paula contactaba productores de papines, quínoa, de carne de llama. "La carta del restaurante trató siempre de reflejar esa búsqueda; es mi granito de arena. Cuando empecé muy pocos sabían acá qué era un papín. Hoy por suerte eso está superado y con el tiempo pude sumar muchos sabores, como el merkén, el yacón, el aguaribay o los piñones de araucaria." Hoy, su local es referencia de la cocina regional argentina; y allí también da clases y es habitual que convoque a cocineros de distintas comunidades originarias, como los mapuches y los wichis, para presentar cenas y encuentros gastronómicos.
¿Cómo fue al principio esa búsqueda de productos?
Muy difícil. ¿Sabés las veces que terminé comiendo yo la carne de llama? Pero hemos evolucionado un montón. Se trata de ampliar el paladar, de ser curioso. Y de pedir como consumidor que lleguen más cosas, como el achiote por ejemplo. Que no se quede como un ítem en el listado de las dietéticas. Que sea fácil de conseguir. Para eso hay que ajustar muchas variables.
¿Y cómo sigue tu investigación?
Ahora estoy trabajando con la gente que generó la primera Denominación de Origen Controlada Chivito de Malargüe. La D.O.C está, pero falta mucho trabajo en la comercialización. No está envasado ni promocionado como corresponde. Otro caso es el de la carne de guanaco, que abunda en la Patagonia. Su comercialización, por cuestiones sanitarias y de regulaciones de caza, está prohibida. Hay algunas pruebas piloto, pero hay que ver las normas, revisar el tránsito de estos animales para que puedan pasar los límites geográficos permitidos y así garantizar a todos que vamos a poder tener producto bueno y faenado correctamente. Para mí como cocinera todo eso es muy importante.
Link a la nota: http://www.lanacion.com.ar/2023691-paula-comparatore-rojo-natural

Revista Bacanal - Foodie - Tendencia Foodie: huevos-nube

Tendencia Foodie: huevos-nube

La estética y la gastronomía se funden en un plato divertido ideal para el desayuno.

Si hay algo que está creciendo en el mundo – y que las redes sociales permiten viralizar con sorprendente rapidez – es la creatividad. En todos los ámbitos de la vida y de la cultura estamos experimentando innovaciones, novedades y sorpresas. Y uno de ellos es el “arte gastronómico”. La comunidad #FoodPorn en el mundo es inmensa y se renueva constantemente, con comidas especiales que se vuelven furor durante un momento determinado.
El furor de ahora son los “huevos-nube”; un desayuno saludable y muy estético a la vez, perfecto para los chefs o gastronómicos instagramers. ¿De qué se trata? De un huevo cuya clara simula ser una gran nube de la que emerge el sol, la yema bien amarilla. Un plato muy elegido para el desayuno, por su connotación de “amanecer”.
CÓMO PREPARARLO: Separar la yema de la clara. Batir la clara como si hicieras merengue, con una batidora para conseguir mayor esponjosidad. Precalentar el horno durante 5 o 10 minutos a 230 grados. Colocar la clara de huevo batido en la bandeja del horno, haciendo un pequeño cráter en el centro donde luego se pondrá la yema. Cuando el huevo suba hasta crearse la forma de nube, colocar la yema en medio y hornear 3 minutos más antes de servir. Condimentar con sal, pimienta y especias si se desea.
Lo mejor de este plato bien foodie es que, no solo es súper atractivo para las fotos de Instagram, sino que tiene solo 161 calorías, porque no lleva ni aceite, ni manteca.

Link a la nota: http://www.revistabacanal.com.ar/tendencia-foodie-huevos-nube/