Mendoza: El puesto rutero de jamón crudo que llegó alNew York Times
El camioncito alguna vez fue blanco y está bastante destartalado. Edgardo, su dueño, lo estaciona al costado de la ruta 7, en el cruce Cobos, todos los días, entre las 11 y las 19, con la Cordillera como telón de fondo.
La pata de jamón crudo está a la vista, además del pan casero que él mismo hornea. La tentadora imagen obliga a los turistas de paseo por la ruta del vino a desviarse y hacer una parada informal entre los tours por las bodegas. Aunque ya era conocido entre los locales, el puestito se popularizó mucho más desde que apareció un artículo en The New York Times que lo mencionaba como una experiencia imperdible en Mendoza.
"El dueño de Viña Cobos vino con un papel y me dijo que había salido en el diario de Estados Unidos", cuenta Edgardo, mientras prepara el sándwich que lo catapultó a la fama.
La especialidad es el sándwich con jamón crudo español, que es para compartir, mínimo, entre dos. "Sale bien cargadito", avisa él antes de llenarlo de varias lonjas de fiambres de salazón considerable. También se puede pedir medio o comprar jamón por kilo.
Es un snack ideal para la tarde, ideal para acompañar con algún vino de la zona y sentarse a saborearlo con vista idílica de las montañas.
La Birra Bar: una hamburguesería que tiene fieles y le rinden culto
Ubicada en Boedo, este local nació en el 2001 y con el correr de los años se transformó en una especie de templo para los fanáticos de las hamburguesas. Acá, un recorrido por el lugar y los secretos del éxito.
La Birra Bar ya es un local mayor de edad, cumplió los 18 años de vida y con el correr de los años sufrió una transformación que lo catapultó a ser una de las hamburgueserías más conocidas del país en la actualidad. Todo comenzó con un pequeño despacho para alimentar a los trabajadores Boedo, hasta llegar a la obsesión de encontrar la hamburguesa perfecta allá por el 2012.
Ese sería el punto de partida para ver los logros conseguidos y alcanzar la fama en 2015. Todas las noches, más precisamente los viernes y sábados, los "fieles" de todos los rincones del país, empiezan a llegar en masa hasta la puerta del local ubicado en Carlos Calvo 4317. Como Matías por ejemplo, que hace un buen rato está en la cola y viene de Quilmes: "Es la tercera vez que vengo acá, siempre vine con mis amigos pero hoy los traje a mis viejos para que prueben lo que son estas hamburguesas. Son increíbles".
Luego de atravesar la fila y entrar al salón principal, Daniel, dueño del local, espera detrás de la barra junto a Renzo, su hijo, y Roxana, su esposa, que trabajan codo a codo con él y más de 20 empleados, una especie de súper familia. Desde el primer momento Daniel Cocchia remarca la clave del éxito y las enumera: humildad, la obsesión por mejorar y el esfuerzo a pulmón del día a día.
En 2012 empezó el proyecto obsesivo de La Birra Bar de encontrar la hamburguesa perfecta.
Pero eso no es todo. Hay algunas cualidades que hacen que La Birra Bar se diferencie del resto: la producción propia de todos los ingredientes de la hamburguesa, desde la manipulación de la carne (tienen picadora propia y ellos eligen los cortes) hasta el pan y las salsas. "Hoy tenemos más de 40 recetas diferentes de hamburguesas en la carta y otras tantas en una lista oculta. Todo eso se transforma en que nuestra hamburguesa se destaque de todas las demás", afirma Daniel.
Alrededor de 1500 personas pasan por La Birra Bar los viernes y los sábados. Para los clientes es mucho más que degustar una hamburguesa, es una experiencia gastronómica. Y al ver el local lleno, Daniel señala: "No estamos muy seguros del por qué venir acá se convirtió en una experiencia para el público. Lo que sí podemos decir es que el lugar tiene una mística, la gente se aferra mucho a la marca, han venido personas de todas partes del país, no solo de Buenos Aires, y del exterior. Sabemos que se hacen colas largas, muchas veces hay espera pero es una especia de peregrinación o una religión venir a La Birra Bar".
Un diferencial importante de La Birra Bar es que todos los productos que componen a la hamburguesa son de producción propia.
El lugar donde la magia se transforma en realidad es la cocina. Ahí no menos de 10 personas van y vienen para abastecer el público y lograr que todos se queden satisfechos. El olor a carne invade el lugar y solo hay que cerrar los ojos para dejarse llevar. Si el paraíso existe, probablemente sea parecido a la cocina de La Birra Bar. Joel, uno de los encargados de la logística, dice que solo en el local de Carlos Calvo el consumo de carne al mes es de siete toneladas. Un número robusto.
La hora de la degustación
Todos los clientes son diferentes pero tienen un mismo concepto: es complicado elegir una sola hamburguesa, todas son irresistibles. Las elecciones son variadas y todas son abundantes. Hay algunas, para los más aventureros, donde los ingredientes no se visualizan, con el objetivo de que el comensal descubra el sabor en cada bocado. Y otras más populares, como la "Wisconsin", que lleva manteca, cebolla especial, queso cheddar y una buena porción de carne.
Alrededor de 1500 personas pasan por La Birra Bar los viernes y los sábados con el objetivo de degustar una buena hamburguesa y vivir una experiencia única.
"Tenemos una variedad tan grande, que eso también nos diferencia, es difícil tener una preferida. Nosotros nos vamos enamorando de cada hamburguesa por tiempos determinados. Sí hay más vendidas y menos vendidas", cuenta Daniel.
Hoy La Birra Bar tiene seis locales y parece no tener un techo, pero sí un objetivo claro: "Hoy nuestro desafío es mantener la calidad y lograr, como dice el hashtag que nuestros propios clientes crearon, #DeLaBirraTeVasContento y esa es la idea", finaliza Daniel.
Guiso de abuela: cinco recetas del clásico y más sabroso plato para acompañar el frío
Es un plato que tiene tantas combinaciones como personas que lo preparen. Cinco propuestas tradicionales con pollo, lentejas y otros ingredientes deliciosos para pasar el invierno
Los primeros fríos son la excusa ideal para preparar un buen guiso, de esos que llenan el ambiente de olor a casa abuela. De esos para que los chicos acompañen mirando cómo se realiza, en un plato que admite tantas variantes como la imaginación se dispare. Con carne o vegetariano, con mucho color, con menos trabajo del que se cree.
En 1525 se editó El libro de los guisados, versión en castellano del libro publicado originalmente 5 años antes en idioma catalán llamado Llibre de Coch (Libro de cocina) escrito por el mestre Robert, jefe de cocina de Fernando I de Nápoles. Allí, donde por primera vez es utilizado el término, se detallan numerosas preparaciones culinarias de la época, siendo este trabajo en la actualidad una fuente histórica de gran valor acerca de cómo se cocinaba en la zona mediterránea en el siglo XV.
"En nuestra lengua es guiso, en inglés es stew, y en francés quizás el nombre más representativo: pot-à-feu; que significa 'olla al fuego'. Personalmente creo que los guisos o estofados no llevan receta, su técnica es universal (primero partiendo de agua fría se da la extracción y luego de alcanzar el hervor entramos en la segunda etapa, la concentración)", explica el cocinero Álvaro Aristizabal respecto de esta tradicional preparación.
Las variantes, como se dijo, son infinitas, pero siempre se parte de unos vegetales de base (cebolla, zanahoria, ajo y los más ortodoxos incluyen apio), carnes de cortes más económicos, no por malas, sino por una cuestión de cuán tiernas son (osobuco, carnaza, cogote, azotillo), además de papa, batata, zapallo o choclo para darle peso a la preparación, legumbres e incluso arroz o fideos.
"Francia tiene una gran tradición en esta materia de guisar o estofar; el fricase es una suerte de subgrupo en los estofados, y engloba por su corte (corte en dados de la carne a guisar), ya que si solo trozamos el pollo en presas, tendremos un pollo a la cacerola", detalla Aristizábal. "El fricase de pollo es una receta magnífica, con muy poco sale de lo tradicional y obtenemos un plato muy sabroso, con ese momento mágico de testear la sazón antes de servir que suele acelerar las hormonas y las emociones", se emociona.
En exclusiva para Infobae, Aristizabal detalla el paso a paso de la preparación, además de las recetas más pedidas de los cocineros más reconocidos.
Fricase de pollo, de Álvaro Ariztizabal
Ingredientes
2 pechugas y 2 pata muslo de pollo, sin piel (preferentemente sin hueso)
2 tazas de papas peladas y cortadas en cubitos
2 varas de puerro (solo lo blanco, reservamos lo verde) en rodajas medianas
2 dientes de ajo pelados y enteros
2 zanahorias cortadas en cubos
2 cebollas cortada en cubos (sextos u octavos)
1 vaso de vino blanco
1 taza de crema de leche
2 tazas de caldo de pollo o vegetal
1 cda de aceite vegetal
1 cda de manteca
Sal gruesa
Pimienta
1 cda (de postre) de comino
½ hoja de laurel
1 taza de aceitunas (cualquiera, enteras descarozadas)
Procedimiento
En una olla de hierro o doble fondo juntar aceite y manteca, a temperatura media para que fundan. Allí dorar los cubos de pollo. Procurar no mover la carne por unos instantes Y NO SALAR, así se deja que se dore (la sal va a extraer el líquido de la carne y demorará este proceso). Una vez alcanzado el dorado del pollo, agregar el puerro, la cebolla, el ajo y las zanahorias, los cortes deben ser parejos así se obtiene una cocción simultánea. Aquí si salar con poca sal gruesa (es menos nociva que la sal fina) y con cuchara de madera y temperatura media se va trabajando la carne con los vegetales. Agregar el vino blanco, todo el dorado de la olla pasará a la preparación, y es un paso clave para el sabor final. Una vez que se evapore el alcohol (no se huele en el aire) agregar el caldo y las especias (comino, laurel y pimienta). Dejar reducir por unos minutos a fuego bajo/medio. Si se quieren usar hierbas frescas este es el momento: una rama de romero, orégano fresco y tomillo para que el sabor viaje en el líquido. Si se va a usar ciboulette, al ser más delicada, mi sugerencia es que se ponga al final antes de servir. Agregar la crema y dejar que siga reduciendo, controlando que no concentre demasiado. OJO, de pasarse la reducción, se evapora el líquido y queda a grasa de la crema como protagonista. Debe quedar untuoso, pero corredizo
Guiso lluvioso, por la licenciada Gabriela Colls
Ingredientes
1 zapallito
1 papa
1/2 cebolla
1/2 morrón rojo
100 g de carré de cerdo
1 taza de fideos guiseros
1 lata de choclo cremoso
1 lata de choclo en granos
Sal, pimienta, pimentón dulce, orégano y provenzal
Agua caliente
Procedimiento
En una olla rehogar las verduras con una cucharada de aceite o con rocío vegetal. Agregar la carne de cerdo cortada en cuadraditos y dorarla. Condimentar. Agregar agua bien caliente hasta cubrir el contenido de la olla. Sumar el choclo cremoso y en granos. Cocinar por 15 minutos. Luego de este tiempo sumar los fideos guiseros y cocinar por 5 minutos más. Apagar el fuego y disfrutar.
Pollo guisado con arroz, por Doña Petrona
Ingredientes
1 pollo entero
200 g de arroz
1 cebolla
4 tomates
1 morrón
1 cucharón de arvejas
½ taza de aceite
50 g de manteca
2 cucharones de caldo
Procedimiento
Poner en una cacerola el aceite y la manteca, dorar el pollo cortado en presas y añadir la cebolla. Dejar dorar un poco. Añadir los tomates cortados y pelados, el morrón, las arvejas, el caldo y condimentar bien. Tapar la cacerola y dejar hervir despacio hasta que el pollo y las arvejas estén cocinados. Añadir el arroz, tapar nuevamente la cacerola y dejar hervir despacio durante 20 minutos. El arroz debe resultar espeso, pero jugoso, de modo que, mientras se esté cocinando, si le falta caldo se le añade.
Buseca, por José Barrionuevo
Ingredientes
600 g de mondongo
200 g de porotos
100 g de garbanzos
1 chorizo
50 g de panceta
2 papas
1 zanahoria
1 cebolla mediana
Pimiento rojo
Salsa de tomate
Ají molido, pimentón y sal a gusto
Procedimiento
Lavar y dejar en remojo los porotos y garbanzos durante al menos 5 horas. Hervir el mondongo en abundante agua con sal hasta que esté tierno, dejar enfriar y cortar en tiras.
Pelar y picar la cebolla y reservar. Pelar las papas y zanahoria, cortar en cubos y reservar.
Comenzar dorando con aceite la panceta cortada, luego agregar el chorizo cortado en rodajas, agregar la cebolla y revolver con una cuchara de madera. Agregar las papas y zanahoria, el mondongo, el pimiento rojo, los garbanzos y porotos cocidos, agregar agua hasta cubrir el guiso y luego condimentar a gusto. Dejar a fuego bajo hasta que la preparación quede espesa.
Guiso de lentejas, por la licenciada Noelia del Regno
Ingredientes
1 paquete de lentejas (puede ser de 400 o 500grs) previamente hervidas por 20′
1 cebolla de verdeo
1 cebolla
1 ají rojo
1 diente de ajo
1 berenjena grande
1 zucchini grande o 2 chicos
1 zanahoria mediana rallada
4 Rodajas de calabaza
1 cda de aceite de oliva
500grs de carne magra cortada en cubitos
1 puré de tomates
1 lata de tomates cubeteados o enteros procesados
1 taza de caldo de verduras
Laurel, orégano, pimentón dulce, ají molido, pimienta y sal.⠀
Procedimiento
Primero picar la cebolla, el ajo, el ají y la cebolla de verdeo, y saltear con el oliva. Luego, cortar el resto de los vegetales (calabaza, berenjena y zucchini) y agregar junto con la zanahoria rallada a los previamente salteados. Remover para integrar y agregar la carne, las lentejas precocidas, el puré de tomates, los tomates procesados y la taza de caldo. Condimentar a gusto (OJO con la sal que ya los otros ingredientes tienen) y llevar a hervor. Bajar el fuego y cocinar por 40-50′ con la cacerola semitapada. En caso de que se consuma demasiado el líquido, agregar más caldo de verduras para terminar la cocción.