lunes, 30 de julio de 2018

La Nación - Negocios - La carnicería cool de los porteños

La carnicería cool de los porteños


En un rubro tradicionalmente atomizado, los locales de la carnicería Res se multiplicaron por el corredor norte de la ciudad de Buenos Aires en solo cuatro años y medio. Desde la primera sucursal en Villa Urquiza a las 44 que existen hoy en día, el fundador, Omar Onsari, supo desde el primer momento cuál era el público al que apuntaba: un cliente de clase media y media alta que pudiera acceder a comprar carne los siete días de la semana sin necesidad de acudir al supermercado.
Su incursión en el sector no fue casualidad. De profesión contador, Onsari creció en la carnicería que tenía su padre. En 2014, puso su primer local con una inversión inicial de $1,2 millones. Luego de crecer con capitales propios, en septiembre del año pasado decidió abrir el sistema de franquicias. Así lo conoció a Pedro Barbiso, que después de trabajar casi un año como consultor externo, en noviembre se incorporó a la empresa como gerente jefe del área de franquicias.

1. Conocer a tu público

Res llama la atención en la calle por su cartelería azul en el frente con el nombre de la empresa en relieve blanco. Además, como si fuera un quiosco, la mayoría de los locales están ubicados en una esquina. Adentro, siempre se puede apreciar una ilustración de un gaucho y la imagen de la vaca con la información de sus cortes.
"El fundador trató de darle una impronta totalmente diferente a una carnicería de barrio. Nuestro principal diferencial es la imagen. De entrada nos posicionamos como una carnicería boutique. La ambientación es distinta, tenemos azulejos en todas las paredes, y está la marca impresa en todo lo que es cartelería y promoción", cuenta Barbiso.
La expansión de los locales tampoco fue casualidad: "Estamos en todo el corredor norte de la ciudad: Villa Urquiza, Belgrano, Recoleta y Palermo. Tenemos una clientela de un nivel socioeconómico medio y medio alto", comenta.

2. Confiar en la fuerza propia

El crecimiento de la marca fue casi exponencial gracias al método de asociación que utilizaron. "Muchos locales son de los empleados más antiguos de la compañía que se les dio la posibilidad de tener su propio negocio en forma de asociados. Después incorporamos el sistema de franquicias que es relativamente nuevo, recién lo comenzamos a implementar hace un año. Actualmente contamos con 25 locales propios y el resto franquicias", detalla Barbiso, y agrega que cada sucursal factura en promedio un millón de pesos por mes.
Además señala que, inmunes al enfriamiento de la economía, las carnicerías no sienten el impacto en el consumo. "Un local puede llegar a vender entre 8 y 12 medias reses de carne vacuna por semana (una media res pesa en promedio 100 kilos)", cuenta

3. Apostar a la conquista de nuevas plazas

"Todos los locales están en la ciudad de Buenos Aires, si bien el plan de expansión es irnos a la provincia y al interior del país. Creemos que para el lado de Vicente López y San Isidro tenemos un público potencial muy grande, pero estamos abiertos a otros lugares. En el interior pensamos mucho en Mar del Plata y tuvimos consultas de Córdoba y Misiones", revela el ejecutivo, de 26 años y licenciado en marketing.
Pero la empresa no quiere quedarse solo en el mercado doméstico. A nivel internacional, la idea es comenzar la expansión por Uruguay, ya que hay una similitud en los patrones de consumo. "El objetivo es ir a todos lados. Queremos llevar la marca no solo a América Latina sino a Europa y Asia, que son destinos donde la carne argentina es supervalorada", proyecta Barbiso, que tiene también un posgrado en negocios internacionales.

4. Diversificar los canales de venta

La clave del crecimiento de Res no solo se debe a que hay siempre un local cerca del público al que aspira, sino que los negocios abren toda la semana. "El horario varía un poco dependiendo del barrio, pero la gran mayoría trabaja de 8 a 21.30. Los domingos, en general abren hasta el mediodía, pero algunos lo hacen todo el día. Es algo que valora muchísimo el cliente", señala.
Asimismo están incursionando en el canal online, que lo comenzaron a implementar a partir de abril. "Por la plataforma, el cliente puede elegir hasta la presentación de su producto; por ejemplo, si quiere hacer una carne al horno y pide una colita de cuadril, la puede pedir mechada", dice.
"Por ahora las ventas son mínimas, estamos recién empezando a comunicarlo. Además, al consumidor hay que educarlo: el hecho de pedir carne por internet es nuevo y nosotros tenemos que capacitar también al cliente y generar la confianza necesaria", cuenta.

5. Estar atentos a los hábitos de consumo

"Lo que más se vende en esta época del año es el cuarto delantero de la vaca, que es un corte más para cacerola y para guisos. En verano, se vende una cantidad increíble de asado. Si vamos al promedio anual, lo que más se demanda son los cortes para milanesas, mientras que cuando se trata de achuras, las mollejas es lo que más nos piden", dice.
Al mismo tiempo, está aumentando mucho el consumo de cerdo, que es una proteína un poco más económica y similar a la carne vacuna. "El precio del cerdo es muy competitivo, aunque lo que más se vende sigue siendo la carne vacuna", concluye.
Link  a la nota: https://www.lanacion.com.ar/2156117-res-la-carniceria-cool-de-los-portenos

Clarín - Buena Vida - .Vino y queso: investigadores argentinos y franceses revelan secretos del maridaje

Vino y queso: investigadores argentinos y franceses revelan secretos del maridaje

Un trabajo conjunto explora la forma en la que interactúan.

Un buen queso puede realzar el atractivo sensorial del vino,  pero no al revés (o al menos no está verificado): es que si el queso es sabroso, lo seguirá siendo más allá de la calidad de la bebida. Así lo revela un reciente estudio de científicos argentinos y franceses que explora la forma en que interactúan ambos alimentos.
“Conocer la mutua influencia entre bebidas y alimentos podría conducir a una mejor promoción de los productos”, indicó a la Agencia CyTA-Leloir una de las autoras del trabajo, la doctora Mara Galmarini, investigadora del CONICET en la Facultad de Ingeniería y Ciencias Agrarias de la Pontificia Universidad Católica de Argentina.
Galmarini y colegas del Centro de las Ciencias del Gusto y de la Alimentación (CSGA, según sus siglas en francés), en Dijon, Francia, desarrollaron un método de evaluación sensorial para describir dinámicamente cómo la percepción del queso cambia después de la ingesta de vino, intercambiando varios bocados de vino con queso. Y tal como se describe en la revista Journal of Food Science lo probaron en 32 consumidores habituales de ambos alimentos en el CSGA.
Los consumidores evaluaron cubos o rebanadas de queso Comté, Epoisses y Chaource en tres mordiscos consecutivos. Y luego realizaron la misma tarea, pero “limpiándose el paladar” con vino tinto, blanco y rosado entre mordisco y mordisco.
El método podría aplicarse al maridaje de otras bebidas y alimentos.
El método podría aplicarse al maridaje de otras bebidas y alimentos.
“Luego de realizar análisis estadísticos, los resultados mostraron que el vino tuvo un impacto en la descripción dinámica de los quesos, pero no tuvo impacto alguno en la preferencia que los consumidores mostraron por ellos”, afirmó Galmarini. Por ejemplo, Epoisses fue el queso que más cambió después del vino, el tiempo de dominancia del salado se redujo después de beber el vino blanco de Borgoña, mientras que el vino Beaujolais redujo la duración de la textura cremosa como dominante y aumentó la duración de dominancia de los aromas. A pesar de los cambios en la percepción del gusto este queso fue muy apreciado y su preferencia no cambió después de consumir esas bebidas, indican los investigadores.
Galmarini y sus colegas de Francia compararon estos resultadoscon un trabajo previo realizado por el mismo equipo donde se evaluaba el vino luego de haber comido un trozo de queso. Así confirmaron que “los quesos cambian menos de vino a vino que los vinos de queso a queso”, graficó la investigadora.
El método sensorial desarrollado en este trabajo franco-argentino ayuda a comprender como el vino puede cambiar la percepción del queso. “El campo de aplicación es grande: nuestro método podría aplicarse al maridaje de otras bebidas y alimentos”, destacó Galmarini.
(Agencia CyTA-Instituto Leloir)
Link a la nota; https://www.clarin.com/buena-vida/vino-queso-investigadores-argentinos-franceses-revelan-secretos-maridaje_0_H1-nLon4m.html

La Nación - Revista - Fish and chips: cómo cocinar este plato inglés, con pescado bien argentino

Fish and chips: cómo cocinar este plato inglés, con pescado bien argentino

El cocinero de Carlos Casares presenta este pescado de las lagunas bonaerenses y propone ideas para potenciar su consumo
"Soy de Carlos Casares, en el noroeste de la provincia de Buenos Aires. Vengo de una región que se caracteriza por tener un sistema de lagunas en las que habita el pejerrey, que es muy apreciado por la pesca deportiva. Se trata de un pez que es nativo bonaerense, se lo conoce como pejerrey argentino (Odontesthes bonariensis). Y si bien los que van a pescar todos los fines de semana vuelven felices, los que vivimos en la zona no lo conseguimos ni en las pescaderías ni en los restaurantes ni en los puestos de la ruta, donde se sirve choripán y vacío. Es una paradoja, nos cuesta comer lo que abunda a nuestro alrededor", dice Gonzalo Fuentes Cerdá, mientras filetea con esmero los ejemplares fresquísimos que trajo hasta Capital.
Son hermosos: piel plateada con lejanos destellos azules y la línea brillante en cada flanco que los caracteriza (también se los llama "flecha plateada"). "Históricamente, la gente que vive en estos pueblos lo come frito como milanesa o al horno con vegetales. El pejerrey tiene una carne noble, blanquísima y sabrosa. Es firme, porque es un gran nadador y por eso es increíble para hacer cebiches, por ejemplo. Además, estos suelos tienen cierta salinidad que se transfiere a las lagunas y pasturas, sabor que se transmite a su carne. Y no es para nada grasoso como los pescados de río".
Cebiche: Cortar en rectángulos un filete de pejerrey sin piel y mezclar con ají amarillo picado, limón y wasabi. Marinar 5. Servir con cebolla roja y cilantro
Cebiche: Cortar en rectángulos un filete de pejerrey sin piel y mezclar con ají amarillo picado, limón y wasabi. Marinar 5. Servir con cebolla roja y cilantro Crédito: Rodrigo Ruiz Ciancia
Gonzalo se crio cerca del campo, con un papá guitarrero que le enseñó a freír milanesas y a hacer asado. Su abuela Tilde hacía tallarines con tuco de pollo los domingos o patamuslo con manzana en la parrigás. Aurora, su abuela paterna, era más sofisticada, hacía terrinas francesas. Cuando terminó el colegio ya trabajaba como ayudante en un restaurante de Casares: la cocinera era una salteña generosa que le enseñó los secretos de las empanadas y a comer porotos con ají. Vino a Buenos Aires y se formó en el Instituto Argentino de Gastronomía: "Me costó mucho hacer la carrera, me vine solo, tenía que trabajar para mantenerme, pero lo logré. Estudiar cocina me abrió la cabeza y las puertas. A partir de eso fui dando forma a mi proyecto".
Hoy Fuentes Cerdá tiene un objetivo claro: transformar al noroeste de la provincia de Buenos Aires en una zona gastronómica revalorizando sus recursos genuinos. No solo el pejerrey, sino también los quesos y el dulce de leche de la cuenca lechera de Buenos Aires y los embutidos y chacinados de excelencia que allí se elaboran. Su idea se convirtió en @ProyectoNOBA (Noroeste de Buenos Aires), la plataforma donde quiere contribuir como cocinero no solo en la difusión de estos productos (y los que se vayan sumando en el camino), sino también en acompañar a los productores en sus necesidades y educar a los niños con un plan de soberanía alimentaria que ya presentó en distintos municipios. "Me siento un facilitador, mi tarea -además de cocinar con lo que tengo a mi alrededor- es abrir ventanas para los pescadores artesanales, para los productores de la región, generar un espacio de colaboración entre cocineros, restaurantes, comensales, gente del turismo. Difundir y ojalá lograr que haya más sentido de pertenencia en los lugareños, que pongamos en valor lo que tenemos, como es el caso del pejerrey". Lleva más de dos años trabajando en este emprendimiento, "caminando" su territorio, como le gusta decir: "Yo no tuve la posibilidad de viajar fuera del país; hasta que hice el reality Dueños de la cocina nunca había hablado con chefs como Narda Lepes, Donato de Santis o Christophe Krywonis, aprendí mucho de ellos. Empecé a preguntarme qué cocinero quería ser y me propuse mirar lo que tenía cerca, mi lugar. ¿Qué hay acá? ¿Qué es realmente representativo? Así surgió este proyecto que cada vez integra a más personas".
Crédito: Rodrigo Ruiz Ciancia
Los filetes están limpios, ya tiene preparado el panko con el que hará su versión de fish & chips. Gonzalo es meticuloso, cuida que las papas estén en su punto perfecto de fritura, que el pescado no se pase de cocción. El resultado es un bocado crocante en la boca, una delicia que tarda pocos minutos en desaparecer.
¿Qué otras iniciativas proponés desde Proyecto NOBA?
Lo primero es que tanto el pejerrey como los quesos y el dulce de leche se puedan disfrutar en mi zona; me gustaría armar una asociación de cocineros y productores. Quisiera que los que van por la ruta puedan comer un pejerrey frito bien hecho. O una fondue en invierno; que la gente venga a comer estos productos porque la idea es fortalecer nuestra economía regional. Una estrategia es agregarle valor al pescado, estamos haciendo ensayos ahumando y envasando al vacío el pejerrey, eso abre más posibilidades para los pescadores artesanales. También pedimos que haya más centros de fileteo para mejorar las condiciones de comercialización de este pescado. Por otro lado, trabajamos para que los que se sumen cumplan con estándares altos de calidad. Hay algunos productores que se enfocaron en lograr una Identificación Geográfica, como es el caso del queso gouda de Los Toldos. Todo eso es importante, despacito vamos construyendo nuestra identidad como región, tenemos mucho para aportar a la gastronomía.
Crédito: Rodrigo Ruiz Ciancia
Una de tus propuestas es que haya educación gastronómica en los colegios.
Sí, para mí es fundamental. Somos un país productor de alimentos, la cocina no puede faltar en el aula. Los chicos deben entender qué hay detrás de cada producto, cómo se cultivan, lo importante que es consumir lo que hay en cada estación. Por ahora hice unas pruebas de talleres en jardines de infantes de Carlos Casares, estoy presentando la propuesta en otros municipios, ojalá lo podamos hacer extensivo a otras ciudades. Los chicos son el futuro, cuanto más sepan de cocina mejor, se trata de una cuestión cultural de suma importancia.
Crédito: Rodrigo Ruiz Ciancia

Fish & chips de pejerrey

  • 1 pieza de pejerrey
  • 2 huevos
  • 50 g de harina 0000
  • 4 cdas de salsa de soja
  • 1 diente de ajo picado
  • Sal y pimienta
  • Panko
  • Aceite neutro
Mayonesa
  • 1 huevo mollet
  • 150 cc de aceite de girasol
  • 1 cdita de wasabi
  • 2 papas
Crédito: Rodrigo Ruiz Ciancia
Cortar los filetes en lonjas. Mezclar los huevos batidos con harina, el ajo picado y la salsa de soja. Macerar el pescado en la mezcla y reservarlo en la heladera una hora. Cortar las papas en bastones y freírlas en aceite neutro.
Para la mayonesa, mixear el huevo mollet y el aceite, agregar el wasabi activado en gotas de agua. Freír el pescado y servir junto con la mayonesa y las papas bien crocantes.
AGRADECIMIENTO: La Tornería de Camila. Capitán Gral. Ramón Freire 1082/86. Facebook e Instagram: latorneriaresto
Link a la nota: https://www.lanacion.com.ar/2156451-fish-and-chips-como-cocinar-este-plato-ingles-con-pescado-bien-argentino 

La Nación - Gastronomía - Gran Bar Danzón: un pionero siempre en boga

Gran Bar Danzón: un pionero siempre en boga

Mucho más que bar, el neoyorkino Danzón cumple veinte años en estos días, y lo festeja con noches especiales de coctelería, vinos y cocina, protagonizados por los profesionales que siguen las huellas de los iniciadores famosos. Gran Bar Danzón fue pionero en la barra de vinos por copa, rescató los cócteles clásicos porteños en decadencia e instaló el pairing con la cocina.
La barra, con unos veinte bancos altos, fue y es un símbolo único en su especie, iluminado con estrellitas, con Matías Ceja, Ignacio Sac y otros bartenders y la creatividad de Ludovico de Biaggi. Más el sushi de Nico Barbeitos para casar con tragos clásicos y no tanto. El wine bar, a altura normal y con la vinoteca en la pared con botellas elegidas, es especial para sentarse de a dos y degustar vinos por copa con bocados o platos bien elegidos.
En la bodega oculta reposan unas 4000 botellas y 350 etiquetas, a cargo del patrón Luis Morandi, con Patricia Scheuer, ambos mentores del Gran Bar Danzón, así como del más reciente Basa. Hasta el living central, con cómodos sofaces, es bueno para beber/comer en modo relajado y en grupo. Un destino elegido por varias edades, un bunker de cemento insonorizado con música en volumen ascendente que sube con la noche, a veces demasiado, con iluminación correcta y agradable.
La entrada al Danzón es una simple puerta sin cartel que se adivina por las pizarras con las propuestas de cada noche (en estas fechas las especiales por los 20 años). El chef de gastronomía Aldo Benegas hace una carta con productos del país, no solo los regionales de moda, con toques asiáticos y mex.
Hay ostras frescas del sur con ceviche de vegetales ($254), ensalada de pulpo español con quenelle de papa y pimentón ahumado (333), langostinos sureños salteados con bacon (276), spring rolls de cerdo con salsa de mango y jalapeño (254) y el pato para empezar. Entre los principales aparecen las carnes: el ojo de bife con ensalada panzanella (482), la kafta de cordero sobre remolachas con mostaza (476), cerdo marinado en miel (422). Y también risotto con calamaretti (412) y pappardelle en manteca de crustáceos (405). Del pastelero Erwin, clásico cheese cake y lemon triffle (166), alguno de manzana y el ineludible fondant de chocolate (176). Muy ricos panes.

Puntaje: 8

Dónde: Libertad 1161, Barrio Norte
Teléfono: 4811-1108
Otros: de lunes a viernes, desde las 19; sábados, domingos y feriados, desde las 20. Tarjetas. Estacionamiento enfrente

El plato

Crédito: Diego Spivacow
Confit de pato brûlée, puré de membrillos, confitura de naranjas y quinotos ($492)
Aniversario
Jueves 2 y viernes 10 de agosto, a las 21: coctelería con Inés de los Santos y Tato Giovannoni
Wine happy hour
De 19 a 21, en la barra de vinos, 24-26 etiquetas para tasting por copas y flights de tres o cuatro vinos y bocados, con el sommelier Ignacio Sac
Barra de tragos
Cocktails clásicos rescatados de las barras porteñas tradicionales por el equipo de Matias Cejas. También, vanguardistas.
Para mejorar
¡Un ascensor!
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Clarín - Ciudades - La transformación de la Avenida Callao: de los restaurantes históricos a los bares "trendy"

La transformación de la Avenida Callao: de los restaurantes históricos a los bares "trendy"

De Congreso a Parque Thays, el recorrido incluye espacios centenarios y populares y otros que apuestan a la vanguardia y la sofisticación.

En el universo de las avenidas de Buenos Aires, Callao nunca será tan emblemática como la 9 de Julio o Corrientes, ni tan extensa como Libertador o Rivadavia, ni tan popular como Santa Fe. Tampoco tiene una identidad o una estética tan clara como la Avenida de Mayo, que en unas pocas cuadras conecta las dos plazas más convocantes de la historia del país, ubicadas frente a los epicentros del poder político. Callao va detrás de todas ellas en algún impreciso ranking de porteñidad, tal vez porque, a lo largo de sus casi 3 kilómetros refleja los contrastes y las contradicciones de los habitantes y visitantes de la ciudad.
El restaurante El Tropezón, en Av. Callao 248, es uno de los más antiguos de la avenida. Todavía sirve el puchero que comía Carlos Gardel. (Foto: Alfredo Martinez)
El restaurante El Tropezón, en Av. Callao 248, es uno de los más antiguos de la avenida. Todavía sirve el puchero que comía Carlos Gardel. (Foto: Alfredo Martinez)
El tour que va desde el Congreso de la Nación a Parque Thays es un viaje corto en el espacio pero largo en el tiempo. Hay tesoros arquitectónicos y propuestas culturales y gastronómicas que resisten con hidalguía a las modas y a la impredecible economía argentina, hay rincones que respiran decadencia, otros que murieron y renacieron de la mano de algún empresario loco o nostálgico. También están los huecos donde sólo queda el recuerdo -como el del viejo cine América, donde ahora se levanta una torre de oficinas y viviendas- y están las aperturas de los últimos años, que intentan traer aire fresco y no parecerse a nada de lo que fue. Éste es sólo uno de sus múltiples recorridos posibles, de sur a norte, atravesando los barrios de Balvanera, San Nicolás -la avenida marca uno de sus límites- y Recoleta.
A dónde ir por Av. Callao
Made with Flourish

De Rivadavia a Corrientes: puchero, empanadas y billar

El sentido de la circulación parece ir en el mismo de la Historia: allí donde la numeración es más baja se agrupan los edificios más antiguos, aunque muchos hayan pasado del esplendor al ocaso a lo largo del siglo XX. La primera y más fiel prueba de ello es la centenaria Confitería del Molino, cerrada desde 1997. Aunque el inmueble fue adquirido por el gobierno nacional en 2017, hoy es una postal de abandono en permanente espera de su restauración y reapertura. Como contracara, muy cerca de allí se encuentra El Tropezón, reducto tanguero inaugurado en 1896 que pudo haber corrido la misma suerte que El Molino cuando su antiguo dueño se despidió de él en 1983. Sin embargo, 34 años más tarde, una nueva propietaria, Raquel Rodrigo, recuperó el espacio original, la marca y la tradición, y ahora las nuevas generaciones pueden probar su famoso puchero de gallina, como lo hacía Carlos Gardel, que fue cliente habitual.

A pocos metros, la popular pizzería La Americana se autoproclama “la reina de la empanada” desde 1935 y congrega a comensales apurados que buscan las insignias de la casa (tienen casi 20 versiones, de la criolla a la salteña, cuyana, gallega o paraguaya) o una porción de fugazetta al paso, que a veces eligen comer de parados frente al mostrador.
Pizzería La Americana se presenta como "la reina de la empanada" desde 1935 (Instagram @muzza5k).
Pizzería La Americana se presenta como "la reina de la empanada" desde 1935 (Instagram @muzza5k).
El bar notable La Academia, un clásico de Avenida Callao (Foto: David Fernández).
El bar notable La Academia, un clásico de Avenida Callao (Foto: David Fernández).
Avanzando hacia Corrientes se llega al bar notable La Academia, que va por su temporada Nº 78 y abre sus puertas a fanáticos del billar y trasnochados (funciona las 24 horas).

De Corrientes a Santa Fe: vermouth, libros y jazz

Cruzando Corrientes, Callao parece calmar su ritmo y empezar, gradualmente, a sofisticarse. El Café Los Galgos refleja como ninguno esa transición: integra con armonía su historia y su presente, ya que desde 1930 cambió varias veces de dueño y tuvo una celebrada reapertura en 2016. Ahora, con Julián Díaz y Florencia Capella al mando (también responsables del exitoso bar 878 en Villa Crespo), la carta va más allá del café y el vermouth de antaño, con platos sencillos pero generosos, pastelería casera y buena coctelería con tragos clásicos.
La barra del bar histórico bar Los Galgos, renovada desde 2016 con un grifo para servir vermut. (Foto: Lucia Merle)
La barra del bar histórico bar Los Galgos, renovada desde 2016 con un grifo para servir vermut. (Foto: Lucia Merle)
Cerca del cruce con Avenida Córdoba, mientras las sucursales de la cadena Starbucks y el recién inaugurado Café Tostado reclutan a los estudiantes de las muchas facultades y colegios de la zona, dos locales mantienen propuestas gastro-culturales desde hace 20 y 30 años, respectivamente. Clásica & Moderna abrió como librería en 1938 y solían frecuentarla escritores como Leopoldo Lugones y Alfonsina Storni. Desde 1988 incorporó un restaurante y espectáculos en vivo, y convocó a figuras como Sandro (que les donó un piano), Joan Manuel Serrat y Mercedes Sosa.
Clásica y moderna: librería, bar, espacio cultural (Julio Juarez).
Clásica y moderna: librería, bar, espacio cultural (Julio Juarez).
A sólo una cuadra, Notorius nació en 1998 como una disquería y bar de culto, en pleno auge del disco compacto, que se podía comprar directamente o escuchar con auriculares en las mesas. Pese a la muerte lenta del CD, el espacio se consolidó como club de jazz & blues, con buena música en vivo para los amantes del género.

De Santa Fe a Libertador: Callao "trendy"

En su último tramo, donde sube la numeración y el precio del metro cuadrado (un departamento en la zona puede superar el millón de dólares), la avenida se vuelve más residencial y las alternativas gastronómicas, aunque escasas, tienen un estilo más joven e innovador. En la esquina de Juncal, de un lado asoma Il Quotidiano, que abrió en 2017 y se presenta como “bar de pastas”, con el atractivo de sus cocineros amasando frente a la vidriera tortelloni, pappardelle o piadina, ese delicioso pan finito y crujiente que se sirve solo o relleno. Justo enfrente, debajo de un jardín vertical y casi escondida para el que pasa distraído, está la entrada de La Causa Nikkei, una puerta recortada sobre un muro revestido en madera. Adentro, desde 2014 se sirven platos que fusionan la cocina peruana y la japonesa.
Il Quotidiano, para comer pastas amasadas a mano en Avenida Callao (Foto: Rodrigo Ruiz Cancia)
Il Quotidiano, para comer pastas amasadas a mano en Avenida Callao (Foto: Rodrigo Ruiz Cancia)
Llegando a la coqueta esquina de Av. Alvear están las sorpresas que no sugiere Google Maps. Dentro del hotel boutique Casa Sur se encuentra Bengal, un restaurante cuya carta se divide en platos de Italia y la India, con pastas, risottos y curries. ¿El dato? Hay menú ejecutivo (mediodía y noche) a sólo $ 230.
Mediodías de sushi en Henri: donde antes había sólo una inmobiliaria, ahora hay una galería de arte, restaurante y bar.
Mediodías de sushi en Henri: donde antes había sólo una inmobiliaria, ahora hay una galería de arte, restaurante y bar.
Pero sin dudas la vanguardia de la Avenida Callao la marca Henri, que inauguró a fines de 2017 y pretende ser “la punta de lanza de la renovación de la zona”, tal como lo plantea Edgar Betelu, su coordinador. Es un restaurante de sushi, un café con exquisita patisserie, un bar y una galería de arte a la vez. Si eso no suena suficientemente inusual, hay que agregar que forma parte de Espacio Bresson, dedicado a los negocios inmobiliarios desde 2011. Ahora, después de firmar un contrato de compra-venta o aún sin hacerlo, los clientes pueden desayunar, almorzar, merendar o probar un cocktail de la barra a cargo del bartender francés Peter Van den Bossche.
Si la Luna va rodando por Callao, como dice el tango Balada para un loco, terminará su recorrido en Parque Thays, donde ahí, al final, todavía hay algo más para ver: el primer y único Museo de Arquitectura y Diseño, emplazado en un edificio ferroviario de 1915.

Desvíos imperdibles

Sin alejarse más de 200 metros de Callao, hay pequeños desvíos por las calles aledañas que valen la pena. Sobre Riobamba, entre Santa Fe y Juncal, se puede ir por una picada y una copa de vino en The Pick Market, parar por algo dulce en The Cupcake Store o un jugo natural en The Factory. Los fans de las joyas urbanas ocultas no pueden perderse el patio del restaurante Como en casa, parte de una construcción del siglo XIX declarada patrimonio cultural de la ciudad.
Quintana 420, uno nuevo bar porteño en la elegante esquina de Av. Callao y Quintana.
Quintana 420, uno nuevo bar porteño en la elegante esquina de Av. Callao y Quintana.
El Pasaje del Correo, a una cuadra y media de Callao sobre Vicente López, es un paseo en sí mismo, con sus balcones franceses y faroles que le dan el aspecto de callecita europea. Alberga, además, el restaurante de tapas La Esperanza de los Ascurra y el reconocido Aramburu, recién mudado en 2018 desde Constitución.
Por último, un bar flamante con destino de hit nocturno abrió hace apenas tres meses en Callao y Quintana: Quintana 422. Casi un speakeasy, no tiene ningún cartel en el frente y sus habitués llegan por un boca a boca que, por ahora, se reduce a un círculo muy exclusivo.
Link a la nota: https://www.clarin.com/ciudades/transformacion-avenida-callao-restaurantes-historicos-bares-trendy_0_SJZk6UCmm.html