lunes, 2 de julio de 2018

Clarín - Ciudades - La barra del bar, una costumbre porteña que sobrevive en la era de las redes sociales

La barra del bar, una costumbre porteña que sobrevive en la era de las redes sociales

Aunque con menos fuerza que antes, el café del barrio sigue siendo para muchos, un lugar fijo de encuentro con amigos. 

Hay lugares a los que uno sabe a qué hora entra, pero nunca a qué hora los deja. La Ciudad de Buenos Aires siempre se caracterizó por sus bares tradicionales. Representaban una segunda escuela, la paralela, la “no formal”. En sus mesas se podía compartir un café, una cerveza o un copetín con periodistas, albañiles, abogados, municipales, punguistas, tangueros, estafadores, levantadores de quiniela clandestina y alguna que otra prostituta, entre tantos oficios. El que atendía era el mozo de siempre, que conocía de memoria las preferencias de sus clientes, y sus historias. El dueño, en la mayoría de los casos, no tenía problemas en fiar.

El año pasado los vecinos porteños eligieron al mejor café notable: con 3.706 votos, ganó “Las Violetas”, el bar de la esquina de Rivadavia y Medrano, Almagro, inaugurado en 1884. El segundo lugar fue para Café Roma (3.576 votos), y el tercero para el Tortoni, con 2.255. Los siete restantes de los diez más votados fueron 36 Billares, El Gato negro, London City, Florida Garden, Los Galgos, Esquina Homero Manzi y La Biela.

Amigos que se juntan en Los 36 Billares.
Foto: Diego Waldmann.
Amigos que se juntan en Los 36 Billares. Foto: Diego Waldmann.
Las bares porteños ya no son tantos como antes. Once de los notables cerraron sus puertas. Pero por suerte aun quedan vecinos que mantienen su esencia, como esos tangos que siguen sonando como si fueran el hit del último verano. Puede que los clientes de hoy, a diferencia de los de ayer, ya no puedan invitar la vuelta de cafés. Pero a su vez, no pueden dejar de ir. Aunque el bolsillo no acompañe. Se han ajustado en otros aspectos, menos en el bar.
Link a la nota: https://www.clarin.com/ciudades/barra-bar-costumbre-portena-sobrevive-redes-sociales_0_rywxLuMzX.html

Planeta Joy - Beber - Cuáles son los dos vinos argentinos que obtuvieron 100 puntos Parker

Cuáles son los dos vinos argentinos que obtuvieron 100 puntos Parker

Wine Advocate, la publicación del prestigioso critico Robert Parker, dio a conocer los vinos mejor puntuados del país y dos etiquetas sacaron el puntaje perfecto, te contamos cuáles son.
100 puntos es el número de la perfección en materia de vinos; al menos en la publicación Wine Advocate, del crítico Robert Parker, y Argentina es doblemente perfecta, es que dos etiquetas albicelestes obtuvieron ese codiciado puntaje. Se trata de dos creaciones del enólogo Alejandro Vigil: Gran Enemigo Single Vineyard Gualtallary Cabernet Franc 2013 y Catena Zapata Adrianna Vineyard River Stones 2016.
Es la primera vez que un vino argentino alcanza 100 puntos en Wine Advocate; y como si dos puntajes perfectos no fueran suficientes, Vigil sumó, además, otros dos vinos de excelente calificación: Catena Zapata Adrianna Vineyard River Stones 2014, que obtuvo 98 puntos, y Gran Enemigo Single Vineyard Gualtallary Cabernet Franc 2014, también con 98.
El primer número de Wine Advocate se publicó en 1978, la revista era gratuita y se conseguía por suscripción. Hoy, con edición bimestral, se distribuye en más de 35 países a un precio de U$99 por los seis números. 
Como la tarea de Parker es titánica, reparte el mapa vitivinícola mundial entre diversos colaboradores. En el caso de Argentina, el elegido es el crítico español Luis Gutiérrez, quien ya visitó el país en muchas ocasiones y tiene un profundo conocimiento de la escena vínica local. En esta oportunidad, Gutiérrez cató alrededor de 1200 vinos argentinos, y consideró que la perfección existe y lleva la doble firma de Vigil.
Link a la nota: https://www.planetajoy.com/?Cu%E1les_son_los_dos_vinos_argentinos_que_obtuvieron_100_puntos_Parker&page=ampliada&id=10300

Clarín - Ciudades - La pizza más cara se vende en Caballito y cuesta lo mismo que un pollo al spiedo

La pizza más cara se vende en Caballito y cuesta lo mismo que un pollo al spiedo

Sale $ 320 en Acoyte y Rivadavia. En promedio, los precios más altos están en el centro. Y los más baratos en Boedo.

En la Ciudad, comer una pizza puede ser un gusto frecuente o un lujo: todo depende del barrio donde se pida. Y no necesariamente debe ser uno turístico o de alto poder adquisitivo: el local donde está más cara queda en Caballito. Así lo reveló un informe del Centro de Estudios Nuevo Milenio, que relevó 200 locales porteños y determinó que una grande de muzzarella está a $ 203 en promedio, una suba inferior a la inflación, y que los ejemplares más costosos pueden estar en los lugares menos pensados.
El estudio, que recopiló los precios de la pizza, el café, el pan y las facturas en 12 barrios porteños, detectó que la suba promedio desde junio del año pasado hasta ahora fue de un 19,5%. En tanto, la inflación general registrada en ese período por la Dirección General de Estadísticas y Censos de la Ciudad fue superior, del 27,2%.
En ese panorama, el centro de la Ciudad es la zona con precios más altos: $ 260 es el valor promedio al que se vende la pizza al mostrador o para llevar en el barrio de San Nicolás, donde este producto es estrella. Le siguen Belgrano y Núñez, con $ 225, y Recoleta, con $ 223. En el otro extremo, el más amigable al bolsillo de los porteños, se ubicó Boedo: $ 141 está la grande de muzza en promedio. En tanto, la ofrecen a $ 168 en Devoto, un barrio donde también se vende la pizza más barata de los locales relevados: $ 95, de Now Express, en Lope de Vega y Baigorria.
Sin embargo, el local con la pizza básica más cara no queda en los barrios del norte de la Ciudad sino en Caballito: se llama Pizza Pizza y está a media cuadra de Acoyte y Rivadavia, donde la grande de muzzarella se vende a $ 320, lo mismo que cuesta un pollo al spiedo o dos platos de ravioles con salsa en un delivery. Este restaurante es además uno de los que más aumentó su precio respecto a 2017: 33%. Consultado por este diario, su encargado no quiso explicar a qué variable responde el valor de su producto insignia.
Grande de muzzrella. Los pizzeros explican que en el costo también se incluyen gastos de alquileres y servicios.
Grande de muzzrella. Los pizzeros explican que en el costo también se incluyen gastos de alquileres y servicios.
En la Asociación de Propietarios de Pizzas y Empanadas (APPYCE) sí opinaron, tanto acerca de la amplia fluctuación de precios como del aumento por debajo de la inflación. "La pizza apunta a un público más laburante y permite salir a comer incluso en épocas de crisis. Con una sola pueden comer tres personas. Por eso no subió tanto", explicó su director, Javier Labaké. El hecho de que su valor varíe mucho de un local a otro responde a que en el monto "no sólo se cuenta el costo de producción sino también los impuestos, el alquiler y los servicios que paga el local".
Para el director ejecutivo del centro que elaboró el informe, Daniel Amoroso, en el aumento por debajo de la inflación también influyó el hecho de que "bajó el consumo de pizza, que es un producto que además es fácil de hacer en casa. Por eso, para que no mermara aún más, las pizzerías prefirieron no aumentar tanto los precios".
Otro dato llamativo del informe es que el valor de la grande de muzza varía no sólo entre barrios, también cambia en el interior de ellos. “Nos llamó la atención que por una diferencia de cuatro o cinco cuadras ya cambie tanto el número”, resaltó Amoroso.
El pan fue otra variable estudiada en el informe. El kilo trepó a $ 51,88 en promedio, un 24% más que el año pasado, lo que lo colocó por debajo del índice medido oficialmente por el Gobierno porteño. Con todo, hubo panaderías muy por encima de ese precio: la más cara del relevamiento es Pan Caliente, en Parque Patricios, a $ 72. Ante la consulta de Clarín, su encargado no quiso hacer declaraciones.
Parque Patricios es además uno de los barrios donde más cuesta comprar pan en promedio, junto con Boedo: el kilo ronda los $ 61. Sólo los supera Palermo, con $ 63. En el otro extremo de la tabla se ubican Belgrano y Núñez, a $ 53. 
Consumidas todo el año pero más aún en estos días fríos, las facturas también tuvieron lugar en este estudio. El valor medio de la docena en la Ciudad es de $ 111, un 36% más que el año pasado, índice superior a la inflación. Los barrios donde más cuestan son Boedo y Parque Patricios (a $ 131), seguidos de cerca por Recoleta ($ 130) y Palermo ($ 126).
Sin embargo, la confitería con la docena de facturas más caras ($ 154) es La Argentina, en Juncal y Rodríguez Peña, Recoleta. En el local explicaron que el principal motivo de su precio es "la calidad de la materia prima. Además, la harina subió 300% y supuestamente va a subir de nuevo", agregaron.
El café, ese ritual porteño que se mantiene década a década, fue lo que menos aumentó de los cuatro productos analizados: ahora está en promedio a $ 43, un 12% más que el año pasado. Caballito es el barrio que lo tiene más caro ($ 50). San Nicolás, sede de gran parte de los cafés notables, lo tiene a $ 33, el menor valor promedio relevado.
Link a la nota: https://www.clarin.com/ciudades/centro-pizz-cara-barrios-cuestan-mismo-pollo-spiedo_0_rk-Kb8u-Q.html

Infobae - Gente - Los motivos por los que Ferran Adrià dejó de cocinar y cerró elBulli, considerado el mejor restaurante del mundo

Los motivos por los que Ferran Adrià dejó de cocinar y cerró elBulli, considerado el mejor restaurante del mundo

El chef español creador de una innovadora manera de cocinar denominada cocina molecular, se retira en lo más alto. En una entrevista explica el porqué.
El chef español Ferran Adrià en París, el 26 de junio de 2018 (AFP/Archivos – JOEL SAGET)
El chef español Ferran Adrià en París, el 26 de junio de 2018 (AFP/Archivos – JOEL SAGET)
Ferran Adrià colgó el delantal cuando era considerado uno de los mejores chefs del mundo. Siete años después, vive entregado en transmitir el legado de su restaurante elBulli y de su cocina llamada para su disgusto molecular, aún "de moda".
Los términos "innovación", "arte", "creatividad" brotan con suma frecuencia de los labios de este cocinero español, de 56 años, durante una entrevista con la AFP en París, a la que acude vestido con una camiseta negra y una mochila que le da un aire de trotamundos.
"No he dejado de trabajar", afirma Adrià, enfrascado en proyectos con Harvard, Telefónica, o apoyando el naciente imperio gastronómico en Barcelona de su hermano menor, Albert.
Cuenta también con 12 millones de euros para su fundación privada, procedentes de firmas como el gigante de telecomunicaciones español, CaixaBank y Lavazza, para lanzar en 2019, con cinco años de retraso, su centro dedicado a la innovación en Cala Montjoi (Rosas, noreste de España), desde donde elBulli revolucionó la gastronomía, hasta 2011.
– "Un restaurante, ¿para qué?" –
Muchos todavía se preguntan cómo pudo cerrar su restaurante, coronado cinco veces como el mejor del mundo por la lista "50 Best" y objeto de una serie documental "elBulli, historia de un sueño", que Amazon Prime Video difundirá a partir del 2 de julio.
Miembros de la brigada de “elBulli” durante la preparación de la última cena del multipremiado restaurante, el 30 de julio de 2011, en Cala Montjoi, Rosas, noreste de España (AFP/Archivos – JOSEP LAGO)
Miembros de la brigada de “elBulli” durante la preparación de la última cena del multipremiado restaurante, el 30 de julio de 2011, en Cala Montjoi, Rosas, noreste de España (AFP/Archivos – JOSEP LAGO)
Para explicarlo, Adrià se remonta a en torno a 1995. El célebre chef Joël Robuchon había anunciado su retirada y él le visitó en París. "Me dijo: 'Ferran, tú vas a ser increíble, pero tienes que saber cuándo cambiar'. Siempre lo tuve en la cabeza".
Pero si lo de Robuchon fue una retirada temporal, Adrià mantiene que no volverá a los fogones, por mucho que le sigan lloviendo ofertas.
 “No le veo ningún sentido a abrir un restaurante, ¿para qué?”, dice, contentándose con “abrir caminos” a los nuevos chefs.
"El 95% de los restaurantes a los que he ayudado son de éxito", explica quien ha sido mentor, entre otros, del español José Andrés<s/trong>, dos estrellas Michelin con su Minibar de Washington.
Una manera también de replicar a quienes aseguran que pasó de moda. "Se dice que ya no se hacen espumas, pero "¿en cuántos restaurantes del mundo hay un sifón en la cocina?", afirma con una sonrisa el "chef alquimista".
– ¿Gastronomía o performance? –
Sin restaurante, Adrià sigue considerándose cocinero: "Los cocineros de nivel, fuera de excepción, no cocinan, tienen responsables".
Apenas se le ve cocinar en esta serie documental sobre elBulli, difundida previamente en España, aunque con 3 capítulos inéditos de 15.
En su cocina, con 40 empleados, el chef reflexiona, escucha, prueba. Y de esta forma va deconstruyendo productos y asociándolos con otros improbables, hasta hacer nacer la croqueta líquida y la espuma de judías blancas con erizos, y así hasta 1.846 recetas originales.
La misión de elBulli era sondear "el límite de la experiencia gastronómica sin caer en la performance".
Y cuando sintió haber alcanzado ese tope, pese a los dos millones de demandas de reservas anuales y contar con "pinches" de la talla de gigantes como Joan Roca (El Celler de Can Roca) y Massimo Bottura (Osteria Francescana), echó el cierre.
– "La sal, peor que un estabilizante" –
Pero Adrià sugiere asimismo que se cansó de la polémica y de los "mitos" que rodearonelBulli.
La criticada presencia de aditivos en su cocina es un ejemplo, así como su atributo de "molecular".
"La sal es mucho más mala que cualquier estabilizante para la salud", sostiene. Y prefiere definir su estilo como "tecnoemocional". "Es feo, pero también lo es +cubismo+".
También es contrario a ser recordado como el chef que "dinamitó" los códigos gastronómicos, definiéndose como el "hijo" español de la Nouvelle Cuisine francesa.
– Enigma, el "bebé" de elBulli –
Así, para su futura Bullipedia, una inmensa base de datos sobre gastronomía, sigue sumergido en los últimos 400 años de cocina francesa.
"Esta es una de mis fuentes de inspiración", además de México, Perú -ambas cocinas "increíbles"-, China y Japón.
Como no habrá segunda parte culinaria de elBulli, Adrià consuela a los comensales: "Todavía es un bebé, pero Enigma es lo más parecido". Este restaurante barcelonés de su hermano Albert, premio nacional al mejor jefe de cocina de 2017, acaba de colarse en el puesto 95 de la lista ampliada del "50 best".
Link a la nota: https://www.infobae.com/gente/lo-ultimo/2018/07/01/los-motivos-por-los-que-ferran-adria-dejo-de-cocinar-y-cerro-elbulli-considerado-el-mejor-restaurante-del-mundo/

La Nación - Lifestyle - Dos vinos del enólogo argentino Alejandro Vigil recibieron puntaje perfecto

Dos vinos del enólogo argentino Alejandro Vigil recibieron puntaje perfecto

Alejandro Vigil acaba de obtener el puntaje perfecto en la revista Wine Advocate, del crítico Robert Parker, con los vinos Gran Enemigo y Catena Zapata River Stones
¿Qué tienen en común los dos tintos que han obtenido 100 puntos (es decir, la máxima calificación posible) en la reciente revisión de vinos argentinos realizada por la revista Wine Advocate? Que detrás de ambos se encuentra el mismo enólogo: Alejandro Vigil. Tanto con el Catena Zapata Adrianna Vineyard River Stones 2016, de la bodega Catena Zapata, como con el Gran Enemigo Single Vineyard Gualtallary Cabernet Franc 2013, de su proyecto Aleanna (compartido con Adrianna Catena), el enólogo mendocino ha obtenido el puntaje perfecto. Es más, en el top ten de dicha lista se encuentran seis vinos de su autoría, cómo se puede ver a continuación:
  • 100 pts. Catena Zapata Adrianna Vineyard River Stones 2016
  • 100 pts Gran Enemigo Single Vineyard Gualtallary Cabernet Franc 2013
  • 99 pts. Per Se La Craie 2016
  • 98+ pts. Per Se La Craie 2015
  • 98 pts. White Stones Chardonnay 2016
  • 98 pts. Familia Zuccardi Finca Piedra Infinita 2015
  • 98 pts. Gran Enemigo Single Vineyard Gualtallary Cabernet Franc 2014
  • 98 pts. Catena Zapata Adrianna Vineyard River Stones 2014
  • 97+ pts. Noemía 2016
  • 97 pts. Chacra 55 2017
"Es un reconocimiento a la región, un reconocimiento a la Argentina", dijo a La Nación Vigil, tras enterarse de los puntajes. "Es, además, la propuesta de trabajo que he llevado adelante en los últimos 20 años, pensando en Argentina y pensando en el terruño", agregó
La revisión de vinos argentinos 2018 publicada en Wine Advocate fue elaborada por el crítico Luis Gutiérrez, tras catar más de 1200 vinos argentinos. Hasta ahora, ningún vino argentino había obtenido 100 puntos por parte de la revista creada por el influyente crítico Robert Parker.
Link a la nota: https://www.lanacion.com.ar/2148760-un-enologo-dos-vinos-de-100-puntos

Clarín - Ciudades - Un ritual japonés: la ceremonia del té en Buenos Aires

Un ritual japonés: la ceremonia del té en Buenos Aires

De la mano del monje budista Gustavo Aoki, una cronista de Clarín aprendió a preparar y a beber el tan preciado matcha.

Polvo verde brillante en el natsume (caja contenedora del matcha). Kama (olla de hierro), chasen (batidor de bambú) y chawan (bowl) en posición. Las "herramientas" básicas para llevar adelante el ritual japonés están listas. El tatami que cubre el suelo de la sala corona un entorno de perfecta serenidad. Bienvenidos a la ceremonia del té.
Son 18.700 km los que separan ese cuarto, en el primer piso de un edificio del bajo porteño, de la ciudad japonesa de Kioto, conocida por sus numerosos templos budistas y por conservar como pocos las tradiciones milenarias. Allí, participar de la ceremonia del té es usual entre los locales y casi una actividad obligada para los turistas que buscan conocer a fondo la cultura nipona.
En la Argentina también se puede practicar, pero hay que saber con quién. Porque solo aquel que le dedicó la vida al estudio de esta doctrina sabe cómo transmitirla correctamente. Y un ejemplo de ello es el monje budista Gustavo Aoki, hijo de japoneses, quien se formó en un monasterio en la tierra de sus ancestros y practicó la ceremonia durante 30 años.
"Yo, aquí y ahora", responde Aoki cuando le preguntan qué significa el ritual. Es difícil identificar en qué está pensando; no se le mueve un músculo de la cara, solo inclina el torso para saludar, previo a acomodarse el kimono. Luego, se pone de rodillas y pasa varios minutos en esa posición; los calambres no existen. “A veces, esto también tiene una parte de sufrimiento. Y está bien que así sea”, reflexiona.
En el kama sobre el furo calentado a carbón (suerte de tetera que se usa para hervir el agua y el brasero), el agua marcó 80 °C. El anfitrión invita un dulce japonés de consistencia pastosa y tan dulce como un puñado de gomitas de azúcar masticadas todas a la vez. Existen distintas clases de bocadillos que acompañan el té. Como el wagashi, una golosina elaborada a base de mochi (pastel de arroz glutinoso) y rellena con anko (pasta endulzada de judías azuki) y frutas.
Además de significar un “regalo” para el agasajado, los dulces ayudan a beber la infusión. En una ceremonia formal, que puede durar entre 3 y 4 horas, se sirven dos tipos de té: el ligero llamado "Usucha" y té espeso "Koicha". De ahí la importancia de tener el estómago lleno, ya que el segundo brebaje puede ser muy fuerte.
Entonces, llega el gran momento de la preparación, donde quedan a la vista las habilidades del líder de la ceremonia. Con el chashaku (cuchara fina para manipular el té) se vuelcan unos 1,7 gramos de matcha en el tazón. Frente a la pava, con el hishaku(cucharón de palo largo), se sirven ¾ partes de agua.
Ahí entra en juego el chasen (batidor de bambú hecho a mano), que se usa para batir con rapidez, pero sin hacer presión hasta lograr espuma. Para hacer una comparación rápido, y salvando las distancias, esta técnica es similar a la del café instantáneo de todas las mañanas.
Desde hace unos pocos años, el matcha es popular entre los "foodies" por sus propiedades mágicas y beneficios curativos. Se usa en infusiones (el "matcha latte" es furor en Nueva York), en pastelería (flan de matcha, una delicia) y hasta en coctelería. Pero su origen se remonta a China, época de la dinastía Song (960-1279), donde el budismo abrazó el té verde molido y lo hizo cruzar fronteras hasta radicarse definitivamente en Japón, donde su cultivo se volvió exclusivo.
El matcha, entonces, es extraído de la misma planta que el té negro, pero se diferencia por ser “100% natural” ya que no se fermenta, no tiene conservantes y se deja secar al sol. Según los expertos, cuanto más verde brillante es, mayor calidad tiene. En salones de té de Tokio, una latita de 40 gramos de matcha ronda los 50 dólares. En Buenos Aires se consigue a partir de los 700 pesos, aunque su calidad es muy pobre.
En cuanto a su sabor, el primer sorbo es difícil de pasar ya que resulta inevitable compararlo con el pescado o las algas. Aoki indica que esto es normal, y que se debe a que el matcha es uno de los alimentos con mayor cantidad de aminoácidos esenciales, al igual que los mencionados anteriormente.
De principio a fin, el ritual del té exige movimientos exactos. El participante debe conocer los gestos, las posturas adecuadas y las frases que se esperan decir; la conducta general dentro de la sala no puede fallar. Pero como en toda primera vez, la explicación del gran momento vale: la mano derecha agarra la taza (que no tiene asas), la mano izquierda la sostiene a la altura de la cara, se gira dos veces hasta que el dibujo quede de frente al anfitrión. Recién ahí, a beber.
En los monasterios budistas estas sesiones se realizan a diario, aunque los japoneses lo realizan, además, en fechas especiales como Año Nuevo o cumpleaños de familiares y amigos. En ese sentido, no es extraño que el grupo de asistentes reciba una carta de invitación con la dirección y la hora del evento.
Wa (armonía), kei (respeto), sei (pureza), jaku (tranquilidad); esos son los cuatro estándares del "camino del té". Quienes logren vibrarlo, al menos por una hora, habrán tenido una gran experiencia. Una verdadera ceremonia. 
Dónde y cuándo
En Furaibo Japanese Resto & Tea House, de Adolfo Alsina 429, CABA, tel. 4334-3440. Todos los miércoles por la tarde. El costo es de $400 por persona, se pueden tomar clases grupales. Duración: 1 hora, pero se puede extender.
Link a la nota: https://www.clarin.com/espectaculos/fama/ritual-japones-ceremonia-buenos-aires_0_r16wf7EGm.html

Maleva Mag - Gourmandise - UN CAFÉ DE ESPECIALIDAD POR BARRIO EN BUENOS AIRES / TOP 10 / POR CAMI DE RIENZO

UN CAFÉ DE ESPECIALIDAD POR BARRIO EN BUENOS AIRES / TOP 10 / POR CAMI DE RIENZO

FLAT WHITES Y MÉTODOS DE FILTRADO CUASI CIENTÍFICOS, EL BOOM DE CAFETERÍAS DE ESPECIALIDAD INUNDÓ BUENOS AIRES / ELEGIMOS UNO POR BARRIO EN DIEZ COORDENADAS DE LA CIUDAD / DESDE ZONA NORTE O EL DOHO, HASTA PALERMO O BELGRANO
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Art latte y tecnologías que ya empiezan a ser familiares, las cafeterías de especialidad pisan cada vez más fuerte
UN CAFÉ DE ESPECIALIDAD POR BARRIO EN BUENOS AIRES / TOP 10 / POR CAMI DE RIENZO
El boom del profesionalismo cafetero llegó hace tiempo y con mucha potencia. Cada vez más escuchamos hablar del nitro cold brew, del V60 y de los Flat White. Lejos quedó el café de filtro de la oficina, porque en cada rincón nuevas cuevas cafeteras invitan a elevar el paladar y aprender sobre todo lo que el grano tiene para dar. Baristas expertos, cafés de distintos lugares del mundo y máquinas que nos van a hacer sentir en un laboratorio. Todo en espacios súper cancheros, muchas veces con un menú foodie que termina de crear la fórmula perfecta para olvidar el paso del tiempo e instalarse con libro de por medio.
Y como vale la pena conocer todo lo que estos mundos tienen para ofrecer, seleccionamos un café por barrio en Buenos Aires. Desde los más importantes de la ciudad, hasta algunos por la provincia llegando a Zona Norte: todos tienen su escuela cafetera y nadie tiene excusa para no probarlos. Porque, admitámoslo, ¿quién no ama arrancar el día con un verdaderamente buen cafecito? Conocé sus mejores versiones gourmet en diez coordenadas de la ciudad.
1) BELGRANO: LAB TOSTADORES DE CAFÉ, EL LABORATORIO DE EXPERTOS QUE YA SE GANÓ SU FAMA / ECHEVERRÍA 1550
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Y sí, si de café de alta gama en Belgrano se trata, hay uno que se lleva el primer puesto. De hecho, casi que Lab Tostadores de Café es la primera opción que se nos viene a la mente a la hora de hablar de este concepto. Porque supieron reinventar el mundo cafetero y llevarlo a un nivel de profesionalidad científica. Si bien la primera sede nació en Palermo, la de este barrio es la que más dio que hablar. Por su espacio cancherísimo, de estilo industrial, de estética minimalista y cuidada, y con cocina a la vista, protagonista indiscutida.
Se auto definen “Laboratorio de café” y no se equivocan. Porque además de una excelente oferta cafetera y un menú foodie que está a la altura – especialmente el brunch, que sabe posar muy bien para Instagram –, ofrecen cursos de barista y catas de café. Entre los métodos de filtrado (acá es donde los expertos lucen sus conocimientos) encontramos chemex, v60, aeropress, kalita, syphon y clever. Ahora, lo que más sale es el Flat White con leche de almendras. Una bomba. Pero si no querés quedarte ahí, podés probar dentro de su variedad de orígenes de café de todo el mundo y sentir un poquito de cada rincón del globo en cada sorbo. Si ya te mareaste, no te preocupes, podés consultar con su staff que sabe asesorar muy bien.
2) PALERMO: FELIX FELICIS & CO, UNA ESQUINA MÁGICA INSPIRADA EN HARRY POTTER Y CON GRANOS DE COLOMBIA / SERRANO 1415
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Difícil elegir en el barrio que lo tiene todo. Pero acá ganó la originalidad. En Felix Felicis, además de un excelente café que lo puso entre los rankings más exclusivos, lo que enamora es su concepto. Este café invoca nada más ni nada menos que a la tan famosa saga de Harry Potter, tanto con el nombre (que hace referencia a una poción de la buena suerte) como con la ambientación.
Tienen una barra de filtrados, ofrecen cursos de barista y un muy buen servicio de coffee to go. Pero si elegís sentarte, también hay lugar para vos. En este cálido rincón palermitano, entre mensajes y detalles que solo los fieles seguidores del mago con el rayito van a entender, lo que es lenguaje universal es la calidad del café (con un muy lindo art latte incluido, desde ya). Expressos, macchiatos, lattes, mocaccinos, flat white – uno de los mejores de la ciudad – y varios filtrados. El grano usado (Guanes genuino) es de Colombia y Marcelo Ferrán, socio fundador, nos contó un poco de su sabor: un tueste medio claro, un cuerpo medio bajo, acidez alta y notas a naranja y frutos secos. Tentador, ¿no?
BONUS TRACK PALERMITANO: CAFÉ REGISTRADO, PARA LOS CURIOSOS QUE QUIERAN APRENDER MUCHO MÁS / COSTA RICA 5901
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No nos resistimos en incluir también a este mundo cafetero de 360 grados. ¿Por qué? Porque no es solo cafetería (y de las mejores), sino que también es, en su piso superior, fábrica y escuela, representante de Specialty Coffee Association. Acá vas a aprender todo el tiempo. Ya sea viendo el espectáculo de cómo tuestan el café, o pidiendo uno en el Coffee Bar y preguntando más sobre el método, el grano y el origen; o apostando aun más por este mundo tomando alguno de los cursos que ofrecen.
Además, el espacio en sí es de lo más canchero. Un poco vintage y hasta parecido a un bar de tragos, solo que, en la barra, en vez de cocktails, vas a probar cafés de autor. Ideal para instalarse un buen rato: la combinación entre una buena taza y sus sillones de cuero es adictiva.
3) RECOLETA Y SAN TELMO: COFFEE TOWN, PIONEROS EN LLEVAR EL CAFÉ A OTRO NIVEL / BOLÍVAR 976 Y LIBERTAD 1260
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Se hacen llamar pioneros en elevar el café al parámetro de especialidad en Buenos Aires. Su local original, un emblema del Mercado de San Telmo, logró una reputación digna de este top 10. Y, lo que es mejor, hace poquito abrieron sus puertas también en Recoleta. Los baristas, maestros tostadores y catadores profesionales que forman parte de su equipo llevan a tu taza distintos varietales – desde Etiopía, Brasil y por supuesto Colombia – que cumplen y superan cualquier expectativa. Lógicamente la presencia de chemex, expresso, aeropress y Prensa Francesa no falta. También tienen cinco blends que podés llevar a tu casa para continuar la experiencia desde tu cocina.
El café, además de sus versiones más evidentes como capuccinos o expressos, está disponible también en tragos, como el amaretto o el Coyoacán. En fin, opciones de calidad en una de las cafeterías más prestigiosas de Buenos Aires.
4) VILLA URQUIZA: USINA CAFETERA, ENTRE TAZAS PERFECTAS Y DELICIAS PASTELERAS / AV/ TRIUNVIRATO 4307
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Nació en Villa Urquiza, pero ahora se expandió también a Recoleta. ¿Su magia? Tiene la vibra perfecta para la merienda, porque sus cafés de especialidad maridan ni más ni menos que con potentes delicias pasteleras. Y no es solo de especialidad, sino que también es orgánico y de blend propio, con granos traídos directamente del Caribe. Sabemos que, como cafeterías de especialidad, el art latte es requerimiento, pero acá se destaca: los diseños son súper tiernos y con mucho detalle. Y así como integran el buen comer en su propuesta, elegirlo resulta más tentador con sus menús semanales: cada día de la semana es asignado con un plato, una bebida y, por supuesto, un café.
Ahora, ¿cuáles son las alternativas? Los métodos de filtrado dicen presente en La Usina Cafetera, incluyendo desde el V60, Prensa Francesa, Chemex y Aeropress. Y si estás para algo más refrescante, no te pierdas el café frío con tónica, limón y hieloObvio, los clásicos no fallan, especialmente si sos gustoso de los capuccinos. De todas formas, lo mejor es no ser tímido y consultar con el staff, que sabrá orientarte muy bien a la hora de degustar tu mejor café.
5) PUERTO MADERO: LOBO, EXCELENTE (E INSTAGRAMEABLE) CAFÉ CON BLENDS DE ECUADOR Y BRASIL / PIERINA DEALESSI 1330
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Un estilo canchero y un café excelente, acompañados por una ubicación privilegiada sobre Puerto Madero. Dentro, un poco de aires neoyorkinos y una decoración que, con una barra de madera, ramos de flores, lámparas en el techo y sus muy tentadoras tortas a la vista, invitan a quedarse. Pero no desesperen, como saben que en la zona se respiran rutinas agitadas y oficinas en movimiento, el café para llevar es un gran aliado.
Ahora nos ponemos técnicos porque bueno, son cafeterías profesionales. Lobo tiene dos blends a medida, y de ambos cuentan su historia. “Un café que trascienda el ser solo una bebida y se convierta en una marca de identidad”, ese es el objetivo bajo el cual funcionan. El primero es de Ecuador, con un puntaje de 82 y notas a nuez moscada, miel y especias. El segundo tiene sus orígenes en Brasil, con un puntaje todavía más alto – 85,5 – y notas dulces y cítricas. Los vas a encontrar en expressos, ristrettos, capuccinos (de vainilla o dulce de leche para los más golosos), flat white y hasta opciones con alcohol, como el café irlandés – con whiskey – o el Baileys – con crema y, bueno, el licor que lleva su nombre. Saliendo un poquito de la teoría, vamos a decir que todos son excelentes y que, pidas lo que pidas, va a valer la pena. Especialmente si te llega en una de las tazas de vidrio: ¡son lo más!
6) MICROCENTRO: NEGRO CUEVA DE CAFÉ, CAPUCCINOS DE LUJO Y UN MENÚ QUE LO TIENE TODO (IMPERDIBLE EL MOCACCINO NEGRO) / MARCELO T. 790
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El nombre lo dice todo. ¿Qué mejor que una linda cueva a la hora de tomar café? Y más si ese refugio está en pleno caos de microcentro. Eso es lo que Negro logró: convertirse en la elección segura y favorita para una pausa cafetera en el barrio más ruidoso de la ciudad. Con café de Puerto Blest que reúne sabores de Honduras, Perú, Colombia y más; y los métodos de filtrado que no le escapan a un buen café de especialidad (aeropress, chemex, clever, V60), la carta de opciones es tan amplia como deliciosa.
Si estás en busca de un simple pero buen latte (ideal pedir alguno de sus combos con medialunas, tostadas o bagels), o si ya entrenaste tu paladar como para llevarlo a otro nivel, el menú acepta todos los gustos. Los capuccinos son un punto y aparte: hay de todos los sabores. Eso sí, olvídate de la dieta: caramel con avellanas, dulce de leche o el mocaccino negro (con chocolate 70% Colombia) son algunas de las delicias a degustar.
7) DOHO: CIGALÓ SPECIALITY COFEE, UN ESPACIO NET Y COOL EN EL BARRIO DEL MOMENTO (EL FLAT WHITE LA ROMPE) / HOLMBERG 2004
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El barrio del momento tenía que estar en nuestra lista. Y por supuesto, con un espacio bastante nuevo y cool. Cigaló sabe de tecnología avanzada y knowhow – con certificaciones que lo respalden – si de café se trata. Y así el DoHo conoció su mejor cafetería. “Conocemos la trazabilidad del grano, de dónde viene. Se hacen catas de estos cafés y se les da un puntaje. Nosotros trabajamos con los de puntajes más altos” nos explica Santiago Caules, chef, barista y co – owner.
El local es súper net, con una onda moderna y en blanco y negro. Una excepción: el mural de flores que agrega un toque arty. ¿Qué pedir? El Flat White – dos shots de ristretto y leche – es una gran opción. Pero si querés ir por más, sus distintos métodos de filtrado (Kalita, Chemex, AeroPress y V60) van a retar a tu paladar a nuevos sabores. La exigencia por un buen producto la llevan también al plano de la comida: “Trabajamos con elaboraciones diarias. No tenemos freezer por decisión propia, para impulsarnos a preparar diariamente todos los productos que se consumen, y siendo más conscientes y respetuosos de los ingredientes”, nos cuenta Santiago.
8) NÚÑEZ: HAY CAFÉ CAFÉ, UN SPOT DE BARRIO PARA INSTALARSE ENTRE AMIGOS Y PEDIR UN CAFÉ CON LECHE INOLVIDABLE
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Para muchos – por no decir todos – es EL café de Núñez. Porque acá hay para todos los gustos. Los que saben y los que simplemente disfrutan de un buen café con leche (el recomendado de la casa). A diferencia de la mayoría, en esta cafetería de especialidad no parece haber demasiadas pretensiones más que la de ser un buen refugio para quienes quieran calentar motores y disfrutarlo. Y así como logran eso, también logran cumplir con los paladares cafeteros exigentes. El espacio, súper iluminado, un toque canchero y con aires industriales, no pierde la esencia más cálida de un típico café de barrio. Acá el take away no es lo que más sale, más bien todo lo contrario: sus amplias mesas de madera suelen convertirse en la oficina de turno y reciben desde reuniones laborales hasta charlas entre amigos.
Colombia es, de nuevo, el spot del mapa responsable por los granos. “En las faldas de la cordillera Oriental del municipio de Rionegro en Santander, se encuentran pequeñas plantaciones tradicionales de café con sombra. En el sabor y aroma del café Guanes, siempre se encuentra un auténtico regalo de la tierra del sol”. Las opciones van desde expressos o macchiatos ($40) hasta capuccinos o americanos ($52). La opción de pedir tu bebida saborizada no falta: vainilla, avellanas, mocha o caramelo ($66), esta última la más instagrameada por el genial diseño del art latte.
9) VICENTE LÓPEZ: STARBUCKS, LA PRIMERA SEDE DONDE LOS BARISTAS SON DE LUJO Y LOS MÉTODOS DE FILTRADO VAN DESDE SYPHON HASTA NITRO COLD BREW / AV. LIBERTADOR 101, COMPLEJO AL RÍO
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Sí, Starbucks. Porque el de Vicente López no es cualquier sede de esta mega cadena, sino que es una única en la ciudad (y una muy nueva también). Acá, detrás de la barra solo vas a encontrar expertos – los baristas son únicamente delantal negro, la categoría más alta – y el menú se amplía a versiones nunca antes vistas dentro de los espacios de la sirenita norteamericana. Claro que en el boom de las cafeterías de especialidad ellos no se quisieron quedar afuera. ¿Qué hay de nuevo? Formas de filtrado para compartir, como syphon, chemex, o prensa de café; y otros individuales que incluyen pour – over, cold brew, nitro cold brew, y aeropress. Como una especie de laboratorio, este es el primer espacio de Starbucks en la ciudad donde se van a probar cosas nuevas.
Tomar alguna de sus innovadoras propuestas en su “barra de experiencias” también es una razón más para visitarlo. Porque instagramear esta imponente barra de mármol blanco no tiene desperdicio. Y el espacio en sí está a la altura de la propuesta, muy característico de las opciones foodies del Complejo Al Río: mucho vidrio, un mural, estilo industrial, moderno y cool. “Es la primer Coffee Experience Store de Argentina, donde van a ser recibidos por un equipo formado por los mejores Coffee Masters de nuestras tiendas”, cuenta Pablo Jaratz, gerente general de Starbucks Argentina.
10) SAN ISIDRO: BORETTO, LA PRIMERA CAFETERÍA DE ESPECIALIDAD DE ZONA NORTE DONDE EL BUEN CAFÉ CONVIVE CON UNA GRAN CAVA DE VINOS / AV. LIBERTADOR 17388
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“Somos la primera cafetería de especialidad de Zona Norte”. Así saludan desde Boretto, con la frente en alto y un título nada menor. Porque esta zona nunca se quiere quedar atrás si de tendencias se trata, Boretto llegó para defender el profesionalismo cafetero en San Isidro. Los granos vienen de distintos rincones del mundo, y el blend es especial, tostado a medida. Obviamente, los filtrados – como V60, chemex, aeropress y drip – no faltan. Pero la estrella del lugar es la cafetera marzocco, hecha a mano e importada desde la bella Italia. ¿Ya los convencimos de que acá hay café del bueno?
Igualmente, eso no es todo, acá hay una novedad que termina de convertir al espacio en un favorito: la pasión cafetera se combina con una gran cava de vinos. 200 etiquetas para ser exactos. El resultado, un gran rincón en San Isidro para combatir el frío, ya sea de día o de noche. Y si es bien acompañado, mejor. Dos de las grandes bebidas argentinas, potenciadas en un mismo lugar, muy cálido y acogedor, y con un menú foodie que completa la experiencia. “Wine, coffee and food”, ¿qué mejor?
Fotos: gentileza cafeterías mencionadas.
Link a la nota: http://malevamag.com/un-cafe-de-especialidad-por-barrio-en-buenos-aires-top-10-por-cami-de-rienzo/